El cine que viene: estas son las películas más esperadas de 2023

Las grandes distribuidoras cierran los calendarios de sus grandes estrenos a años vista, así que ya podemos repasar, recién estrenado 2023, algunos de los títulos más importantes que coparán la cartelera en los próximos meses. La máquina no puede parar ni por vacaciones y, después del repaso a las mejores películas de 2022, el objetivo está puesto en las películas que coparán las conversaciones futuras: mucho blockbuster de superhéroes —pero ¿qué año no lo hay?—, mucho cine de grandes autores europeos —el coche escoba del anterior Festival de Cannes— y estadounidenses y algún que otro regreso de personajes que ya creíamos jubilados —como el que ilustra la imagen de apertura de esta noticia—. En El Confidencial adelantamos las fechas que hay que marcar en rojo en la nueva agenda cinéfila.

'Babylon', de Damien Chazelle (20 de enero)

Aprovechando el tirón de los Globos de Oro, que se celebrarán en la madrugada del 10 al 11 de enero, llega a las salas Babylon, la última película de Damien Chazelle (Whiplash, 2014; La La Land, 2016; First Man, 2018), nominada a cinco estatuillas, entre ellas la de mejor comedia o musical. Porque este filme ambientado en los desfasados años 20 del Hollywood primigenio tiene comedia —algo desustanciada— y mucha música —como le gusta a su director— en una nueva canción de amor al séptimo arte. Babylon es una producción faraónica al estilo de la época dorada de los estudios en la que las vidas de cuatro personajes se entrelazan entre fiestas orgiásticas, rodajes desastrosos y las bambalinas de la fama en el momento en el que irrumpe el cine sonoro y el Código Hays —que regulaba lo moralmente aceptable en pantalla— para revolucionar la industria del cine.

Elefantes, lluvias doradas y hombres que comen ratas por puro espectáculo son algunos de los ejemplos del desbarre que es Babylon, una esquizofrenia de movimientos de cámara y barridos y extras y decorados e incluso explosiones, en la que las historias de los cuatro personajes principales —Manny (Diego Calva), un chico de los recados mexicano que quiere medrar dentro de los estudios; Nelly (Margot Robbie), una aspirante a actriz salida de Nueva Jersey con problemas con el alcohol y el juego, pero con mucha magia; Jack Conrad (Brad Pitt), una superestrella del cine mudo que se enfrenta a los nuevos tiempos, y Sidney Palmer (Jovan Adepo), un trompetista que se convierte en una de las primeras estrellas negras en una América segregacionista— se acaban diluyendo. Mucha fanfarria y poca huella.

'La ballena', de Darren Aronofsky (27 de enero)

A finales de los noventa, Brendan Fraser era uno de los abdominales más cotizados de Hollywood. Estrella de cine de aventuras familiar como George de la jungla (1997) y La momia (1999), los ojos azules y la melena tazón castaña empapelaban las habitaciones de las adolescentes, hasta que, poco a poco, empezó a desaparecer de los repartos de gran presupuesto para acabar malfirmando comedias decadentes sin distribución internacional y series de televisión en las que tan solo interpretaba a personajes recurrentes. Un mal despertar del sueño hollywoodiense.

Pero ahora reaparece en el cine de primera línea con La ballena, el último trabajo de Darren Aronofsky, la adaptación de una obra de Samuel D. Hunter, en un papel con mucho látex gracias al que ha conseguido una nominación al Globo de Oro a mejor actor de drama. Fraser interpreta a Charlie, un hombre con obesidad mórbida y un carácter complicado que vive aislado en un pisito de Idaho —la película transcurre mayoritariamente dentro de él— impartiendo clases a través de zoom y masturbándose compulsivamente mientras ve porno. La ballena trata de descubrir quién es el Charlie que hay debajo de los kilos de grasa, aquel que tuvo una vida normal con una hija con la que ya no se habla. Probablemente, la mejor interpretación de la carrera de Fraser.

'Tár', de Todd Field (27 de enero)

Han tenido que pasar 16 años para que Todd Fields se volviese a poner detrás de la cámara con Tár, un drama ambientado en el universo de la música clásica. El director y guionista —nominado en tres ocasiones al Oscar— reaparece con una película compleja que, de momento, ha competido por el León de Oro de Venecia y por tres Globos de Oro —entre ellos el de mejor actriz para Cate Blanchett, un premio que parece casi seguro—. Lydia Tár, una de las pocas directoras de orquesta de primer nivel, se prepara para grabar una sinfonía de Mahler. Entre conversaciones sobre música, sexismo y el negocio del arte, descubrimos las sombras detrás de una estrella a la que todos quieren complacer en una película elegante y ambigua con muchas aristas, una de las joyas del año. ¡Y qué final, Todd Fields!

'Los Fabelman', de Steven Spielberg (10 de febrero)

Si a todo el mundo le ha dado por dirigir su propio biopic, el rey Midas de Hollywood no iba a ser menos. Steven Spielberg, por un pudor innecesario, ha titulado The Fabelmans una película que debería llamarse The Spielbergs, una colección de memorias infantojuveniles del niño enamorado del cine. Steven Spielberg aquí es Sammy Fabelman (Mateo Zoryan y Gabriel LaBelle), un chico judío hijo de un ingeniero informático (Paul Dano) y de una ama de casa con aspiraciones artísticas (Michelle Williams) que descubre el poder hipnótico del celuloide y que decide convertirse en director desde que tiene uso de razón.

Acompañamos al niño a sus desvelos fílmicos mientras la vida le pasa por los costados: mudanzas de un estado a otro, tensiones y divertimentos familiares, bullying escolar... The Fabelmans es una película más ñoña de lo habitual en Spielberg, un intento de comedia que no acaba de salirle, y que muestra, como hemos visto en otros cineastas, lo encantados que están la mayoría de ellos de conocerse. "Mirad qué genios y qué atribulados éramos ya de niños", parecen gritar desde la pantalla. Lo mejor de la película: la escena final protagonizada por David Lynch, que reproduce una anécdota muchas veces relatada por el director.

'El triángulo de la tristeza', de Ruben Östlund (17 de febrero)

Se acumulan los estrenos oscarizables a comienzos de año y, entre ellos, la flamante —e inexplicable— Palma de Oro de 2022. El triángulo de la tristeza ha supuesto para el sueco Ruben Östlund el segundo triunfo en Cannes, después de The Square en 2017. En esta ocasión vuelve a tirar de la fórmula de la incomodidad y la petulancia, esta vez como crítica a la industria de la moda —y de los cruceros de lujo, ya puestos—, para señalar de manera bastante choricera las contradicciones y las estupideces de quienes la habitan. Modelos que trafican con su, como se ha puesto ahora tan de moda referir, capital sexual, afables ancianitos británicos que trafican con armas y pijos que trafican con los derechos laborales de la clase trabajadora. Con esta Palma de Oro, Cannes ha premiado una comedia bufa con momentos tan escatológicos como los de gente pudiente rebozada en diarrea y vómito. No es la película más sofisticada del mundo.

'Terrifier 2', de Damien Leone (24 de febrero)

Vox populi, vox Dei. Al final ha sido Selecta Visión quien se ha atrevido a distribuir en salas españolas la última sensación del terror de bajo presupuesto, Terrifier 2, una secuela que ha desatado el fanatismo en las redes sociales y la ha convertido en un fenómeno viral. Famosa por provocar vómitos y mareos en algunas salas de cine estadounidenses, la película de Damien Leone está protagonizada por un payaso asesino conocido como Art, que tiene visos de convertirse en un icono al estilo de Jason Vorhees y compañía, sin, claro, la relevancia cultural del mismo.

Mutilaciones de pechos, cabelleras arrancadas y chicas huyendo de un arlequín. Pocos más ingredientes en una fórmula que Leone ha querido perfeccionar en esta secuela, que comienza cuando "una entidad desconocida" resucita a Art El Payaso la noche de Halloween y éste la toma con una tal Sienna Shaw (Lauren LaVera) y su hermano (Elliott Fullam), vecinos de un pequeño pueblo. Por allí también pasa una versión femenina infantil del payaso, La Chica Pálida (Amelie McLaine), y el gore explícito desde echar sal y lejía en heridas abiertas hasta decapitaciones.

'Irati', de Paul Urkijo (24 de febrero)

Por fin llega a salas la última película del cineasta veasco Paul Urkijo. Tras Errementari (2017), Urkijo vuelve con Irati, un largometraje ambientado en el siglo VIII que participó en la Sección Oficial de Sitges, de donde se llevó el Premio del Público. "Eneko, un joven noble y cristiano de los Pirineos, se postula para ser líder del valle. Para conseguirlo deberá recuperar el cuerpo de su padre, que murió en una batalla y fue enterrado de forma pagana. Necesitará la ayuda de Irati, una enigmática chica de la zona. Los dos se adentran en un extraño e inhóspito bosque donde 'todo lo que tiene nombre existe'".

'El imperio de la luz', de Sam Mendes (3 de marzo)

Con la fotografía de Robert Deakins, Sam Mendes ha querido rodar su propio poema de amor al cine para el que ha contado con Michael Ward, Olivia Colman y Colin Firth, entre otros. Este drama romántico ambientado en los años ochenta cuenta la historia de amor torturada de Hillary (Colman), una trabajadora del antiguo Cine Empire en una ciudad costera de Inglaterra. Desestabilizada por sus problemas mentales, Hillary sostiene frágiles relaciones personales, entre ellas con el gerente del cine (Colin Firth), quien la utiliza como desahogo sexual. Todo cambia cuando al cine llega un nuevo trabajador (Michael Ward), un joven afroamericano de una sensibilidad muy particular, que conecta poco a poco con Hillary. Mendes propone un amor en medio de tensiones raciales y de reflexiones sobre la salud mental en la que la verdadera pasión es la del director con el cine. Las buenas críticas, sin embargo, no anteceden la llegada de un filme que no ha pasado por ningún festival importante y que solo ha recibido la nominación al Globo de Oro para Colman, como siempre.

'Oso vicioso', de Elizabeth Banks (5 de abril)

Para hablar del estreno más desconcertante del año, Oso vicioso (Cocaine Bear en su título original), requeriremos del tráilero, porque es ver para creer. En su segunda película como directora, la actriz Elizabeth Banks propone la trama más demencial de los últimos tiempos, a pesar de que se basa —muy superficialmente— en hechos reales acontecidos en Kentucky en 1985. Todo comienza cuando un narcotraficante, que transporta cocaína en su avioneta, debe deshacerse de varios fardos que arroja el vacío. El vacío resulta ser un bosque de Kentucky, donde un oso pardo que rebusca en la comida acaba esnifando la cocaína, que lo acaba convirtiendo en una máquina de matar. Entre el gore y la comedia negra, Banks dirige un survival en el que la pobre Keri Russell (Felicity) debe sobrevivir a la masacre.

'My name is Alfred Hitchcock', de Mark Cousins (28 de abril)

Los que amamos los documentales y la voz sedosa de Mark Cousins estamos de suerte: uno de los divulgadores de cine más importantes del momento le ha dedicado una película a Alfred Hitchcock, esta vez con la ayuda del cómico Alistair McGowan para recrear la voz del cineasta inglés, al parecer con mucha guasa. My name is Alfred Hitchcock es un repaso a la biografía y la carrera de uno de los directores sobre los que más se ha escrito y, aunque pareciera que ya no queda mucho más que contar sobre él, sí hay recovecos que aún son desconocidos para el gran público, como que Hitchcock escondió un mogollón de hijos ilegítimos o que trazó un plan con Churchill para envenenar a Stalin en Yalta, pero que a Churchill le dio miedo llevar a cabo. Gracias a los amigos de la distribuidora independiente Sherlock Films, podremos disfrutar del documental en pantalla grande.

'Indiana Jones y el dial del destino', de James Mangold (30 de junio)

Nunca nadie ha lucido un fedora tan sexy como Harrison Ford —sí, Bogart, lo sentimos—, que vuelve a ponerse la cazadora de piel para interpretar a Indiana Jones en la quinta entrega de una saga que empezó hace 40 años con Indiana Jones: en busca del arca perdida. James Mangold, director de Logan e Inocencia interrumpida, entre otros pelotazos, retoma la historia del personaje creado por Steven Spielberg y George Lucas. La trama se traslada ahora a 1969, en plena carrera espacial. El arqueólogo más famoso de los años treinta se enfrentará otra vez a los nazis, esta vez contratados por la NASA en su lucha contra la Unión Soviética. Como novedad, Indi tendrá de compañera a su ahijada Helena, interpretada por Phoebe Waller Bridge, y por ahí también pasará un Renaldo con la cara de Antonio Banderas. El pobre Mads Mikkelsen, como siempre que trabaja en Hollywood, será el villano ario de esta nueva secuela.

'The Marvels', de Nia DaCosta (28 de julio)

La familia Marvel no para de crecer y la directora Nia DaCosta (Candyman) se suma a ella precisamente con The Marvels, que cuenta con Capitana Marvel (Brie Larson) como protagonista. Marvel, Marvel, Marvel, Marvel. ¿Se aparecerán en el espejo? The Marvels podría serun musical. O podría no serlo. El secretismo en torno a las películas de Marvel es lo que tiene. Unos dicen que habrá canciones porque en el planeta Alana sus habitantes hablan en rima y otros dicen que habrá tramas de multiversos y ese tipo de cosas. Según el tráiler hay mucha acción, muchas peleas en el salón de casa, personajes que intercambian lugares cuando se transforman —o algo así— y mucho chiste.