Encuentran el galeón Santo Cristo de Burgos, que desapareció hace 300 años en Oregón

Entre los años 1565 y 1815, existía una ruta comercial anual entre las colonias españolas en Filipinas y México. Esta ruta se realizaba con galeones de Manila, unas embarcaciones excepcionales de madera asiática, muy resistentes, como las del famoso Santo Cristo de Burgos o las naos que llevaron a Magallanes a Filipinas en su viaje a las Molucas, que Elcano culminó con la primera circunnavegación.

Sin embargo, aunque eran navíos muy robustos, muchos no se salvaban de acabar naufragados en las traicioneras aguas del Pacífico. Encontrar restos de estos hundimientos no es tarea fácil y por eso los arqueólogos e investigadores se sorprendieron tanto de descubrir los restos del Santo Cristo de Burgos, que se daba por perdido para siempre. La revista National Geographic ha publicado un artículo completo con todos los hallazgos y con los detalles de la operación de recuperación.

Lydia Ely, fotógrafa del diario local Daily Astorian, compartió en su cuenta de Twitter diferentes fotografías del momento de la operación de rescate de los restos en una cueva cercana a Manzanita. El despliegue de medios fue increíble y tuvieron que hacer grandes esfuerzos para que todas las maniobras fuesen seguras, debido a lo escarpado del terreno cerca de la cueva marina. Se sabe que a bordo de esta nave viajaban en el momento del naufragio 231 personas, entre los cuales había unos 170 españoles (clérigos, nobles, marineros y militares).

Un rescate complicado

La Sociedad de Arqueología Marítima (MAS) tenía echado el ojo a la zona del naufragio desde 2020, pero por culpa de la pandemia y de la climatología, no ha sido hasta 2022 que han podido acercarse al lugar. El equipo de recuperación estaba formado por arqueólogos del Departamento de Parques y Recreación de Oregón, la MAS y SEARCH Inc. (una empresa de gestión de recursos culturales). La zona fue reconocida por bomberos en motos acuáticas y los buceadores debían introducirse en una cueva marina mientras eran asistidos desde los acantilados.

El Santo Cristo de Burgos transportaba cera de abejas y materiales de Asia

El rescate de los restos fue más complicado de lo que se pensaba porque, desde que el Santo Cristo de Burgos naufragó, ha habido diversos fenómenos geológicos que hundieron más si cabe los restos del galeón, como por ejemplo el tsunami de 1700 provocado por un megaterremoto de magnitud 9,0 en la zona de la costa pacífica de América del Norte.

En estas operaciones se han recuperado restos de porcelana china en muy buen estado. Además, al Santo Cristo de Burgos se le conocía por otro nombre, el “Beeswax”, ya que su principal mercancía era la cera de abejas en bloques o en forma de velas para abastecer a los monasterios, las iglesias y los hogares de las colonias. Aparte de cera, también transportaba seda y otras materias procedentes de Asia.