Vómitos y desmayos: ¿por qué la última gran sensación del terror es una peli de serie B cutre?

"Película depravada de terror hace que los espectadores vomiten y se desmayen en el cine", (The New Tork Post, 13 de octubre de 2022). "Esta nueva película de terror da tanto miedo que la gente se desmaya y vomita", (yahoo.com, 14 de octubre de 2022). Estos son dos de los miles de titulares que los medios han dedicado en los últimos meses a una película minúscula, sin apenas presupuesto, sin actores famosos, sin el logo de Universal o de Warner detrás, sin llenar las marquesinas de las paradas de autobús y sin que Telecinco dedique la mitad de su programación de anuncios a publicitarla. ¿Qué película se esconde detrás de estos titulares? ¿Dónde nace el último fenómeno del terror independiente, aquel que encumbró a El proyecto de la bruja de Blair o Paranormal Activity, hechos con cuatro duros y convertidos hoy en títulos de culto?

En 2002, El Gran Wyoming estrenó Vivancos 3, con el subtítulo de "si te gusta, haremos las dos primeras". En el caso de Terrifier 2, existe una primera entrega que se proyectó fuera de cualquier circuito comercial. Probablemente usted no la haya visto -aunque ahora en España está disponible en Filmin y Amazon Prime-, porque pasó como pasan las miles de películas low cost que no cuentan con promoción ni con una distribuidora potente que las haga llegar hasta las pantallas de cine. Tan low cost es la primera entrega de Terrifier que los 35.000 dólares del presupuesto salieron de un crowdfunding entre amigos. La película se hizo, tuvo una presentación en el Festival de Terror de Telluride (Colorado) en 2016 y pasaron dos años hasta que una compañía tan microscópica como la película decidió rescatarla y estrenarla en unas pocas salas en Estados Unidos. El boca-oreja funcionó, más o menos, pero no lo suficiente para salir de territorio underground.

Aun así, a pesar del fracaso, el guionista y director Damien Leone se lió la manta a la cabeza, reunió 250.000 dólares y rodó una secuela que lleva recaudados más de 10 millones de dólares en Estados Unidos, que acaba de inscribirse en los Oscar -a pesar de no contar siquiera con la calificación exigida para estrenar en el circuito comercial- y que está protagonizando cientos de artículos como éste en todo el mundo. ¿Cómo ha conseguido una película nada sofisticada, con una factura tirando a pobre, con un payaso asesino cutre como villano, con mucha sangre de mentirijilla y una historia sin demasiada originalidad convertirse en un fenómeno en todo el mundo?

El 6 de octubre, Terrifier 2 tuvo un estreno limitado en Estados Unidos. Ni siquiera la productora es una productora convencional: Bloody Disgusting es una web especializada en terror que, a veces, saca adelante proyectos como la trilogía V/H/S, que llegó hasta el Festival de Sundance. Tras el estreno de la secuela de Terrifier la red empezó a llenarse de testimonios de espectadores que habían vomitado o se habían desmayado durante la proyección. "Fotos de espectadores en silla de ruedas siendo atendidos por médicos a la salida de un pase de Terrifier 2 se han hecho virales, lo que ha convertido a esta secuela sangrienta en una prueba de resistencia para los fans del terror", explican en un artículo en Variety. "Mira, me encantaría que un par de personas se hubiesen salido de la sala, porque es como ponerse una medalla de honor para una película de terror, que además es bastante intensa, pero no quiero que la gente se desmaye o se haga daño. Está siendo surrealista", explicó Leone a Entertainment Weekly. Algunos cines, incluso, están ofreciendo bolsas de papel para vomitar, en lo que es también una maniobra de promoción para atraer a un público en busca de experiencias extremas. Otro de sus grandes espaldarazos ha sido el comentario de Stephen King sobre la película: "Terrifier 2, dándote asco a la antigua usanza".

La saga Terrifier vuelve al slasher tradicional del que debemos esperar poco más que humor, vísceras y una trama no demasiado compleja. El principal atractivo de la propuesta de Leone es el maníaco asesino, que tiene las cualidades para convertirse en un icono. Si Jason Voorhees, el asesino de Viernes 13, se caracteriza por su máscara de hockey, Freddy Krueger por su cara quemada, su jersey a rayas rojas y negras y su guante de rastrillar, y Mike Myers por su mono de obrero y su careta de piel humana, Terrifier cuenta con Art El Payaso, un personaje que apenas habla, vestido como un arlequín y que, antes de asesinar a sus víctimas, toca un cláxon para asustarlas. Además, es un villano histriónico que da pie a gags visuales. Es un dibujo animado que se ha vuelto loco.

"El atractivo de Art El Payaso reside en su simpleza", explican en la web especializada Polygon. "Es fácil entrar en su juego. Estamos fascinados por el dolor que puede haber escondido bajo una máscara grotesca. Nos gusta la idea de ese payaso bueno que se vuelve malo, ya sea desde la causticidad de Krusty El Payaso de Los Simpson o la maldad bufonesca de figuras como el Joker o Pennywise".

La trama de la primera entrega no era demasiado sesuda: en la noche de Halloween un payaso asesino persigue a unas adolescentes borrachas, las secuestra y las tortura. En una de las escenas, el payaso saca una motosierra y parte a una de las chicas por la mitad. "Hemos intentado superar esa escena en la película nueva", explica Leone, "porque tenemos una base de fans que nos han apoyado mucho durante todo este tiempo y han colocado a Art El Payaso en un pedestal". Mutilaciones de pechos, cabelleras arrancadas y chicas huyendo de un arlequín. Pocos más ingredientes en una fórmula que Leone ha querido perfeccionar en esta secuela, que comienza cuando "una entidad desconocida" resucita a Art El Payaso la noche de Halloween y éste la toma con una tal Sienna Shaw (Lauren LaVera) y su hermano (Elliott Fullam), vecinos de un pequeño pueblo. Por allí también pasa una versión femenina infantil del payaso, La Chica Pálida (Amelie McLaine), y el gore explícito pasa por echar sal y lejía en heridas abiertas como decapitaciones, como enumera este artículo de la web Looper.

Para Paco Plaza, director de la saga [REC], de Verónica y La abuela, entre otras, el fenómeno Terrifier es un soplo de aire fresco. "A mí, el éxito de películas que no están predestinadas a tener éxito me da mucha esperanza", admite. "Me da esperanza de que el cine no sea sólo un resultado de estudios de mercado, de algoritmos, de prever los movimientos de los espectadores. Creo que los espectadores son imprevisibles y que eso se demuestra especialmente en el cine de género, como ocurrió con La matanza de Texas y como ocurrió, en cierta medida, con [REC], que no estaba destinada a ser un éxito popular. Ahora ha ocurrido con Terrifier 2, una peli que está restringida a un nicho muy pequeño se abre paso de forma natural, no artificial. Como ahora estamos en una época en las que las películas se diseñan mucho según el mercado o las corrientes morales, de repente, que florezca un fenómeno imprevisto me parece muy refrescante y que da esperanza de que no todo está perdido y que las películas encuentran su lugar; es todo lo contrario al cálculo".

El éxito de Terrifier 2 está sirviendo también como reivindicación de un tipo de terror "sin ínfulas", una corriente contraria al género que se está abriendo hueco en festivales como Cannes (Atlantique, It Follows) y que se han ganado la etiqueta de "terror elevado". "Si quieres ver a un payaso matando muy salvajemente a un puñado de actores terribles, esta es tu peli. Eso sí, más allá de su body count os espera el vacío. Si existe un reverso a la odiosa etiqueta de "terror elevado", 'Terrifier 2' debe ser su representación más fiel", escribe Alfonso Grueso, articulista de la revista underground Big Sur Series. "Hablemos de: Terrifier 2. En una época en dónde todos van de inteligentes y buscan el terror "intelectual", Terrifier es una bocanada de aire al género. Asquerosa, hiperviolenta, sádica, burlona, se regocija en escenas de sangre. Y Art The Clown está listo para entrar en el templo de los hijoputas más grandes del cine. Lo del personaje es una bestialidad. Cine gore y decadente de clase B tipo los ochenta, pero con la calidad de hoy. Puntuación: 8,5/10", aplauden desde la cuenta Sala 13.

"Para mí, Terrifier 2, más que una respuesta o un revulsivo del terror elevado, que no creo que sea eso, sinceramente, es más que el cine de terror ahora está de moda", propone Desirée de Fez, crítica de cine y autora del ensayo Reina del grito: un viaje por los miedos femeninos. "Creo que se han juntado dos factores. Para los que nos dedicamos a trabajos en los que estamos en constante contacto con el cine y con las propuestas más de género tenemos todo el rato la sensación de que hay mucha oferta, pero creo que ahora es una moda que se ve por lo que se hace tanto en cine como en televisión. La gente quiere ver terror. Tampoco creo que haya grandes explicaciones sociológicas para justificarlo. Creo que simplemente se ha dado la circunstancia".

"Dentro de este contexto, siguiendo la cadena de éxitos como Black Phone o experimentos o propuestas diferentes como Smile o Barbarian, se ha generado una especie de curiosidad por las propuestas de cine de terror y por estas producciones que son más pequeñas y no tienen un gran estudio detrás", prosigue. "Creo que es una película que le ha funcionado muy bien el ruido en redes. No es una película con un soporte promocional como ha tenido Smile, que no se ha gastado mucho dinero, pero a la que le han funcionado todos estos rumores como la peli más asquerosa o la peli que hace vomitar, yo creo que todo el ruido en torno a que la película era muy extrema ha generado un boca-oreja muy peculiar en un momento en el que las películas caducan y mueren muy rápido".

"El cine de terror va por olas y cada década, o cada cierto tiempo, hay épocas en las que el cine de terror es más sangriento o gore, otras más juvenil, otras más elevado. Aunque no me gusta esta etiqueta porque el cine de autor psicológico ha habido toda la vida", analiza Beatriz Martínez, crítica de cine en El Periódico. "No sé en qué punto estaría Men, por ejemplo, que se supone que es terror elevado pero que luego tiene una parte final muy sangrienta. A veces las fronteras tampoco deberían ser tan estancas. Aunque Terrifier no la he visto, siempre parece que hay un revulsivo en momentos en los que aparece una película que rompe con lo anterior y, por eso, conecta con más gente. Lo mismo pasó cuando empezaron los directores de 'terror elevado', que a todo el mundo le parecía la novedad, y ahora parece que nos hemos cansado. Ahora en las plataformas todo es muy limpio y muy estilizado, por eso películas como Men, que tienen una carga de gore y de trangresión, sorprenden al público".

De momento, el último paso promocional de los creadores de Terrifier 2 ha sido inscribirla en los Oscar. "Nunca se hará realidad. Sí, es una tontería total. Pero, ¿sabes qué? La idea de que los miembros de la Academia tengan que soportar una película de terror sin clasificar que, de otro modo, considerarían indigna... Es una oportunidad demasiado divertida para dejarla pasar", ha escrito Brad Miska, fundador de Bloody Disgusting. Miska celebra así que su inversión se ha multiplocado por 40. Y ahora que la película aumenta el número de salas de exhibición y los países en los que se puede ver, su recaudación puede dispararse. En España, Terrifier 2 se ha proyectado estos días en el Festival de Cine Terror Molins.

Cuando ya estamos saturados de imágenes, cuando ya en la televisión vemos imágenes sangrientas a diario, es más difícil que causen impresión en un público acostumbrado. De ahí la búsqueda de experiencias extremas. Todavía no hay fecha de estreno en salas comerciales ni en plataformas. Quizás lo hagan Terrifier 3 y Terrifier 4, que, según Leone, ya están metidas de lleno en preproducción, con vistas a que se estrenen cuanto antes. A ver si aguanta la fiebre hasta entonces.