La lista del Mundial de Qatar: tienes cerveza, tienes tele de 300 pulgadas… y no tienes vergüenza

Ay, Antonio, qué alegría más grande, que ya tenemos lista de Luis Enrique. La de tiempo que llevábamos esperando, ¿verdad?, que parecía que no iba a llegar nunca. Y mientras llega el día en el que arranque el Mundial, vaya fin de semana bueno que llevas, comentándolo con todo el mundo. Con tus opiniones de experto y que incluyen su poquito de látigo al seleccionador, claro. Porque además de ser secote hace un poco lo que le viene en gana. Y sobre todo lo que no le perdonáis tú y el resto de tus vecinos es esa querencia por Cataluña. Pero vamos a lo importante, Antonio, que vuelve La Roja.

Empieza el Mundial de fútbol de Qatar y tú ya tienes las cervezas preparadas y todas las ofertas en pizzas y carbohidratos en la puerta de la nevera. Para recibir a tus amigotes y fardar de la pantalla de 300 pulgadas que te acabas de comprar y que merece un acontecimiento como este. También has tenido que comprar unas sin alcohol porque ya vamos teniendo una edad y alguno de los tuyos no tendrá más remedio que moderarse. Malditos médicos de cabecera y malditas analíticas.

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Ese día harás lo posible por mandar a la parienta al cine. No es una crítica, Antonio. Si yo al mío lo presento como "el fijo". Porque el fútbol sigue siendo una cosa de hombres. De hombres, hombres, además. Te da un poco de coraje el horario de los partidos, pero da igual. Y aunque en la radio has escuchado algunas cosas terribles sobre este mundial en concreto, bastante tienes tú con lo tuyo.

¿Que ha habido corrupción con la elección del sitio? Ya sabes que eso está a la orden del día. ¿Que Qatar es un sitio donde los derechos humanos brillan por su ausencia? Pues, hija de mi vida, bien que veo yo en Instagram lo bien que se vive por allí y los centros comerciales repletos de marcas de lujo. Si además aquello está llenito de influencers. Ahora mismo no sé si es Qatar o Dubai, pero vamos, son cosas parecidas.

Déjame que te cuente alguna cosilla, Antonio. No nos llevará mucho tiempo. Qatar es un país más bien pequeño, ni siquiera llega a los tres millones de habitantes. Solo el 25% de la población son mujeres y las pobres se pasan la vida pidiendo permiso a sus tutores. Para salir del país, para casarse o para trabajar en determinados puestos. ¿A qué adivino en lo que estás pensando? Que en vez de hablar tanto de lo nuestro ya podría salir Irene Montero a defender a las cataríes.

¿Que ha habido corrupción con la elección del sitio? Ya sabes que eso está a la orden del día

En Qatar el sexo fuera del matrimonio es ilegal, ser madre soltera te puede llevar a la cárcel y la violencia de género no está tipificada. Ay, Antonio, la de chistes malos que se te están ocurriendo, ¿eh, bribón? Ya sabes que las mujeres estamos muy pesadas con nuestras cosas, ya sea aquí o en Irán, así que intentaré que me prestes atención con otros asuntos.

Desde que empezaron a construirse los ocho estadios en los que se jugarán los partidos, han muerto unas 6.500 personas. Eran migrantes, sometidos a salarios infames, horarios laborales extenuantes durante los siete días a la semana y que vivían hacinados. Eran pobres como ratas, Antonio. Esclavos de este siglo.

Quizá ahora el cuerpo te pida contestarme que tú también trabajas una barbaridad, que vas por la vida como pollo sin cabeza, que a qué viene este sermón. Antonio, ¿acaso tú sabes lo que es la kafala? Significa garantizar en árabe. Y es el sistema que ha regido el mercado laboral catarí hasta agosto de 2020. Kafala significa que todo trabajador extranjero debe tener un patrocinador para trabajar allí. Que podrá retenerle el pasaporte y, por tanto, el patrocinado no podrá cambiar de trabajo ni salir del país sin su permiso. Un poco como las mujeres, ¿ves?

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Y luego está la homosexualidad. Porque ser gay, Antonio, es un problemón. Que se puede ser si no hay más remedio, pero tampoco conviene alardearlo. Mira, es un poco lo mismo que piensas tú con las fiestas del Orgullo. Que a qué viene semejante fanfarria.

En Qatar han decidido tomarse estas cosas en serio y lo de que a uno le gusten las personas de su mismo sexo está penado con hasta tres años de cárcel. Un poco exagerado, crees tú, que tienes a tu sobrino Fernando enamoriscado de un chaval bastante educado y mira, tampoco hacen nada malo. Eso sí, un poco de pudor, que hay cosas a las que uno tarda en acostumbrarse.

Pero empieza el Mundial, Antonio, y a ti te importan tres mierdas todas estas cosas. Que la libertad de expresión y de reunión estén prohibidas es algo que ahora mismo no está en tu lista de prioridades porque te recuerdan al franquismo. Que o bien viviste muy poco o quizá solo lo estudiaste. Qué lejos queda todo aquello. Y qué lejos queda Qatar. Y qué bien que no juegue Italia, con el asco que les tenemos. A ver si al menos aquí pasamos de cuartos. Qué buenos ratos vamos a pasar. Y qué bien se ve una tele con 300 pulgadas. Y qué vergüenza damos, Antonio, haciendo como que no pasa nada.