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Usaron mi cara para hablar de machismo en El Intermedio de Wyoming
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'TRINCHERA CULTURAL'

Usaron mi cara para hablar de machismo en El Intermedio de Wyoming

El hombre de paja no sorprende en absoluto. Uno conoce el paño de los guionistas del programa, y la tónica general en debates tangencialmente relacionados con el feminismo

Foto: Momento de la aparición estelar como epítome del machismo. (La Sexta)
Momento de la aparición estelar como epítome del machismo. (La Sexta)

Desde hace unos días recibo el mismo mensaje: ¡te han sacado en El Intermedio! Con cierta curiosidad por comprobar si al fin Wyoming ha aprendido a leer el teleprónter sin tropezar, y con cierta ansiedad por descubrir lo que carajos hayan podido decir sobre mí, pido prueba gráfica a los internautas, y me mandan un vídeo.

Es un cacho donde Sandra Sabatés lamenta un asesinato machista en Móstoles, dice que van 36 este año y, luego de unos comentarios auténticos y comprometidos de Wyoming, salidos directamente de su corazón y su conciencia, pero escritos por guionistas, señalan las causas de un grave aumento de la misoginia. Y ahí es donde sale mi careto, entre los de algunos youtubers.

Foto: Edurne, en 'Déjate querer'. (Telecinco).

Sabatés está diciendo: "Este aumento de la misoginia entre los jóvenes se aprecia también en la proliferación de foros, webs, blogs (hola), canales de YouTube y perfiles en redes marcados por la defensa de una masculinidad que repudia a las mujeres (???) y se siente amenazada por el feminismo (???). Es la conocida como manosfera, y en ella se propagan mensajes muy peligrosos (¡¡¡) como que la violencia no tiene género o que el feminismo mata más que el machismo (???)".

¡Y sale mi cara! ¡Pon a grabar el vídeo, mamá! Un poco fuerte esto ¿no? Al día siguiente la cajera del supermercado me dice: ¡te he visto en la tele! Y me lo dice toda ilusionada. Así está el mundo de loco.

Ejem. El hombre de paja que levantan no sorprende en absoluto. Uno conoce el paño de los guionistas del programa, y la tónica general en debates tangencialmente relacionados con el feminismo: si criticas un diagnóstico, una solución, un lema, entonces se da por hecho que te mueve la misoginia y no el sentido crítico.

Si, como dice la encuesta de la que han sacado esas frases que huelen a Wikipedia, uno de cada cinco jóvenes varones cree que la violencia de género no existe, tal vez sería interesante hacer dos consideraciones: la primera, preguntar también cuántas chicas creen que la violencia de género no existe. Segunda, revisar la propaganda que se les insufla a los jóvenes, porque si es tan burda como la que apareció en El Intermedio, es normal que el objeto promocional quede en entredicho.

Si criticas un diagnóstico, una solución, un lema, entonces se da por hecho que te mueve la misoginia y no el sentido crítico

Lo que sí me sorprende es que hayan extraído mi cara del pódcast de Jordi Wild, arriesgándose a que el propietario los demande por uso gorrista de imágenes, cuando disponen de un archivo nutrido en casa gracias a las entrevistas que me han hecho en La Sexta Noche o Salvados por los libros —machistas y peligrosos, entiendo— que yo publico. (Estoy deseando que los guionistas lean el último porque les va a encantar).

Supongo que la elección de imágenes de un pódcast ajeno a La Sexta era consecuencia lógica del uso que pensaban darles. Puesto que me señalan como autor de mensajes peligrosos, entiendo que poner mi cara con el logo de la cadena, charlando amigablemente con uno de sus presentadores en uno de sus platós, habría sido como aceptar que La Sexta propaga mensajes de odio. Y eso no, claro.

¡Ah, la propagación de odio, qué tarea hercúlea! En realidad lo hace uno sin darse cuenta. Veamos por dónde van mis críticas. Dado que los guionistas de El Intermedio son los que le escriben los chistes a Wyoming, sinceramente, no espero que entiendan mis argumentos. Pero para facilitar las cosas voy a poner ese programa como ejemplo.

No espero que los guionistas de El Intermedio entiendan mis argumentos, al fin y al cabo son quienes le escriben los chistes a Wyoming

Este episodio particular de El Intermedio se emitió la semana siguiente al escándalo que sucedió al asesinato de una niña por parte de su madre, circunstancia que volvió a poner sobre la mesa el uso torticero y manipulado de datos sobre la violencia doméstica que financiamos todos con nuestros impuestos. Desde el marco de esa propaganda, toda alusión a los filicidios se da siempre sesgada, e incluso se falsean los datos.

El Intermedio se hacía eco de una de estas manipulaciones típicas, al mencionar el número de niños asesinados… por sus padres o parejas de sus madres, es decir, por hombres, como si este fuera el número total de niños asesinados.

Es la misma táctica que le reproché desde aquí al Ministerio de Igualdad, para el que parece que importa más el victimario que la víctima, o dicho en sermo vulgaris, que hay niños asesinados útiles y niños asesinados inútiles. También desde el Ministerio se dio una cifra que eludía a las mujeres que matan a los hijos, y llamaban a eso "filicidios en España".

De hecho, no fue hasta que una senadora del PP preguntó al Ministerio de Justicia, que desde el Ejecutivo se ofreció el dato: fifty fifty, que dicen los americanos, en filicidas padres y filicidas madres, lo que induce a pensar que el fenómeno excede la violencia de género por completo. Sin embargo, tras el caso de Olivia, había que redoblar esfuerzo en la propaganda. Miguel Lorente, exdelegado de Gobierno, asesor de Juana Rivas y habitual en la propaganda afín a la institución, ha vuelto al ruedo.

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Tras el caso de Olivia va por los medios, que no hacen verificación alguna, con la cifra de que el 68% de los filicidios en España los cometen hombres, cosa que, por lo visto, ni siquiera casa con sus propios datos. ¿El truco? Su estadística, convenientemente cocinada, suma los casos de la última década, pero hay varios años en que no se han ofrecido datos de filicidios cometidos por mujeres.

En 2017, 2018 y 2019, solo se reflejaron los filicidios atribuibles a la "violencia de género" en el informe del CGPJ que utiliza Lorente. Y por tanto, los de las mujeres quedaban fuera. Y por tanto, el porcentaje es mucho más conveniente al uso propagandístico. Glups. Esto lo descubrió un tuitero que lleva tiempo investigando el asunto: Bou. Pero no espero encontrar esta imprecisión diseccionada en los verificadores de noticias, por más que haya volado por los medios.

Pregunto: ¿no será tal vez por retorcimientos como este que algunos criticamos a este feminismo institucional? ¿O tal vez por episodios como los indultos a Juana Rivas y María Sevilla, que galvanizaron la sustracción de menores como hecho "heroico", en palabras de la ministra? ¿O quizás por la dogmática negación de la existencia de las denuncias falsas en violencia de género, fenómeno sobre el que no hay datos, dado que no se suele actuar de oficio ante sospechas de falsedad? ¿Por eliminar la distinción entre "abuso" y "agresión" para delitos sexuales, arrojando el asunto a la ideterminación jurídica y dejando la pelota en el tejado de cada juez, en base a una reivindicación de masas callejeras poco versadas en los matices del Código Penal? Pregunto.

¿No será por manipulaciones como esta que ciertas personas como yo criticamos a este feminismo en particular?

Yo no sé, guionistas de El Intermedio, si preguntas como estas bastan para que saquéis mi jeta entre acusaciones, pero os diré que otra cosa que me molesta de la propaganda en que participáis son estos señalamientos hiperbólicos, estas reducciones al absurdo, bastante comunes. Ignoro si entre los youtubers que sacabais conmigo hay alguno que diga que "el feminismo mata más que el machismo", pero sinceramente, visto vuestro nivel, lo dudo.

Me preguntará alguien, y preguntará bien, por qué entro al trapo y escribo esto. Es muy sencillo: si cualquier crítica a la propaganda que alcance cierta repercusión puede terminar con tu cara en un programa como El Intermedio, entonces más de uno, y más de una, decidirá callar. O incluso repetir la propaganda masticada que aparece en el teleprónter, pronunciando palabras escritas por otros, con la mano en el corazón. Y no miro a nadie.

Desde hace unos días recibo el mismo mensaje: ¡te han sacado en El Intermedio! Con cierta curiosidad por comprobar si al fin Wyoming ha aprendido a leer el teleprónter sin tropezar, y con cierta ansiedad por descubrir lo que carajos hayan podido decir sobre mí, pido prueba gráfica a los internautas, y me mandan un vídeo.

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