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Chamartín rojo: cuando el Real Madrid se convirtió en el Madrid FC antifascista
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Chamartín rojo: cuando el Real Madrid se convirtió en el Madrid FC antifascista

A principios del siglo, el legendario club se asoció rápidamente a las clases burguesas, pero durante la II República no fue Real y durante la Guerra Civil fue miliciano, antes de ser el equipo de Franco

Foto: Partido del Real Madrid contra el Español al terminar la Guerra Civil.
Partido del Real Madrid contra el Español al terminar la Guerra Civil.

El equipo de Franco, Chamartín, la zona norte de la capital... El Real Madrid ha sido visto siempre como el equipo de los conservadores, pero sus instalaciones sirvieron de cantera no solo para jugadores sino para los milicianos que combatieron contra las tropas nacionales durante la Batalla de Guadarrama en 1936, y antes había dejado de ser 'Real' para convertirse en Madrid FC a secas durante la Segunda República cuando todos los equipos del recientemente popularizado como deporte de masas perdieron las coronas de sus escudos y su apelativo monárquico. Es más, en la olvidada historia del club a partir del franquismo y especialmente de la presidencia de don Santiago Bernabéu, estuvo dirigido por comunistas que fueron represaliados y sirvió de base para el mítico 'Batallón Deportivo', una historia poco conocida para un equipo que se ha asociado siempre con la derecha.

No es de extrañar, ya que, que tras su fundación en 1902 por dos hermanos Juan y Carlos Padrós, que irónicamente eran catalanes, el club de Chamartín se afianzó como el preferido por las élites de la clase alta madrileña en sus primeros años y contó rápidamente con el título 'Real' otorgado por Alfonso XIII. En definitiva, para expertos como Julián García Candau —'Madrid-Barça, historia de un desamor'—, el club, que empezó a ganar en socios ya no de la burguesía, sino de la clase obrera, a partir del definitivo despegue del espectáculo en los últimos años veinte, fue "monárquico durante la monarquía, republicano en la II República y franquista en el franquismo".

Josep Suñol, presidente del FC Barcelona, fue fusilado durante la Batalla de Guadarrama

Como es sabido, durante la II República una ley impidió usar el título monárquico y el escudo, pero aún en los albores de la Guerra Civil, en 1935, el presidente del club era Rafael Sánchez Guerra, un político moderado republicano que sufriría las consecuencias primero de las incautaciones de los rojos y, después, de la represión franquista. Sánchez-Guerra se encontraba de vacaciones nada menos que en la Sierra de Guadarrama cuando comenzó la contienda en 1936, el escenario de los primeros enfrentamientos entre los milicianos y las tropas sublevadas que intentaban tomar la capital y en donde fusilaron a su rival en la presidencia del Barcelona F. C. Josep Suñol que era además diputado de ERC.

Incautación roja

Sánchez Guerra consiguió salir del polvorín de Guadarrama, pero para recalar en Madrid, en donde el 2 de agosto la Federación Cultural Deportiva Obrera incautó el club directamente, convirtiendo por la fuerza al Madrid CF en una entidad acérrima luchadora del fascismo (sic). Las noticias se despacharon de la siguiente forma: "Un club democrático como el Madrid, con un plantel de socios netamente republicanos de izquierda, no podía temer nada. La Deportiva Obrera, que tiene un gran concepto de los principios deportivos, encontró justos los razonamientos de algunos socios, y juntos concibieron un plan que ha sido puesto en práctica y aprobado sin excepción alguna, por todos los sectores deportivos de Madrid. Reunidos socios del Madrid y directivos de la Federación Obrera acordaron designar un comité directivo que sustituya a la actual junta directiva".

placeholder La plantilla del Real Madrid en la temporada 1935-1936.
La plantilla del Real Madrid en la temporada 1935-1936.

Faltaban, claro está, muchos directivos del Madrid, entre ellos Adolfo Meléndez, presidente de la entidad entre 1908 y 1916, periodo clave de expansión del club, que además era general y había conspirado con los sublevados. Según Juan Francisco Nieva Expósito, que ha tratado el tema en profundidad en la revista 'Cuadernos de Fútbol' —CIHEFE—, "el Madrid C.F. pasa a ser gestionado por un comité presidido por Juan José Vallejo González, en representación de la Federación Cultural Deportiva Obrera, (institución que resultó de la fusión en 1933 de la Federación Deportiva Obrera del Centro de España con la Federación Cultural Obrera de Castilla la Nueva). Dicho comité asumió las funciones que los Reglamentos [Estatutos] concedían a la Junta Directiva. El objetivo era orientar la actividad del Club en un sentido popular, que permitiera la extensión de los beneficios deportivos que las instalaciones podían proporcionar a las masas populares "que en estos momentos están defendiendo heroicamente la República democrática de nuestro país".

Foto: Ortega junto a Dolores Ibárruri, La Pasionaria, durante la Guerra Civil. (Cordon Press)

Es en este contexto en el que se decide además por parte de este comité ceder el campo y las instalaciones del Madrid en Paseo de Recoletos para la instrucción de un Batallón Deportivo, voluntario, convirtiendo al otrora club de las clases conservadoras y monárquicas en la cantera de milicianos para el frente de Madrid. El reclutamiento se efectuó de hecho en las oficinas en la calle Claudio Coello número 10 de la misma Federación Obrera y se apuntaron, además de futbolistas, otros deportistas para un batallón que acabó recibiendo el nombre de Josep Suñol, el presidente del Barcelona fusilado en Guadarrama.

Adhesión obligada

No solo eso, sino que al mismo tiempo se organizaban toda clase de actos de propaganda y adhesión a las autoridades republicanas: "El Madrid F.C. ha abierto una suscripción a favor de las víctimas del fascismo. Este club ha encabezado dicha suscripción con cinco mil pesetas que han entregado directamente al presidente del Consejo de Ministros, Sr. Giral. Todos los empleados y obreros del mismo han contribuido a dicha suscripción con un día de haber, importando en total 286,30 pesetas. Dentro de unos días les imitarán los jugadores, dejando un día de haber en su sueldo".

placeholder Félix Quesada, defensa del Real Madrid, recibe el Balón de Oro en 1925.
Félix Quesada, defensa del Real Madrid, recibe el Balón de Oro en 1925.

La adhesión obligada del club al republicanismo se manifestó en casos como el del defensa del Real Madrid Félix Quesada, tal y como explica la historiadora de la Universidad del Mar de la Plata Verónica Rafaelli en 'Otro espacio de lucha. El fútbol en España durante la II República y la Guerra Civil': "La demostración de un férreo antifascismo fue una condición completamente necesaria para poder formar parte del Batallón. Respecto a este punto podemos citar el caso del mencionado Félix Quesada Más, defensor del Real Madrid entre 1922 y 1936 que ayudó a conquistar las dos primeras Ligas del club, obteniendo el Balón de Oro por parte de la Asociación de Prensa en 1924, además de haber participado nueve veces en partidos de la selección nacional. Quesada tuvo que acreditar su afinidad a la República como si el simple alistamiento no bastara".

"El defensa del Madrid Félix Quesada es persona completamente afecta al régimen de siempre"

Luego de verse envuelto en algunos rumores que lo acusaban de tener entre sus amigos algunos sublevados, el delegado de la Federación Castellana, Juan Ribas Guixeras, debió explicar por medio de un comunicado que: “El veterano defensa del Madrid Félix Quesada es persona completamente afecta al régimen. No es ahora, sino de antiguo, y cuantas personas han convivido con él y le han tratado lo saben perfectamente. (…) El Batallón Deportivo Suñol ruega a todas las organizaciones milicianas, políticas y sindicales, que consideren a Quesada, como lo que es: un deportista republicano, al servicio de la República”.

El viraje Quesada

Todo más o menos en balde, porque con el curso de la guerra y la derrota republicana, Quesada no solo demostraría que los rumores de sus simpatías eran ciertos, sino que acabó de seleccionador nacional en 1951, en pleno franquismo. La suerte que corrieron los tres presidentes que tuvo el Madrid FC durante la Guerra Civil, es decir, el originario Rafael Sánchez Guerra, el usurpador Juan José Vallejo, de la Federación Obrera, y su sustituto, ya en 1937, Antonio Ortega, coronel del Ejército republicano y afiliado al PCE, fue desigual.

placeholder El coronel Antonio Ortega, del PCE y presidente del Madrid entre 1937 y 1939.
El coronel Antonio Ortega, del PCE y presidente del Madrid entre 1937 y 1939.

Mientras que el Batallón Deportivo apenas tuvo ninguna historia destacable. Sánchez-Guerra, que había sido concejal del Ayuntamiento del Madrid republicano, había regresado a sus labores políticas durante la guerra y acabó siendo consejero y ayudante nada menos que del coronel Segismundo Casado, el hombre que rendiría Madrid a las autoridades franquistas.

El expresidente y Casado

Es más, habría sido Sánchez Guerra quién convenció a Casado de entregar Madrid a las tropas franquistas confiando en su benevolencia. Sin embargo, a diferencia de Casado, Sánchez-Guerra hizo lo mismo que Julián Besteiro en el final de la ciudad: tuvo la oportunidad de partir con su mujer y su hija a Valencia, pero decidió quedarse. Como Besteiro, fue condenado a 30 años de cárcel, aunque él sobreviviría y trataría de convencer, ya en los sesenta, de la gran actuación de Segismundo Casado, convertido nada menos que en monje dominico tras la muerte de su mujer.

Sánchez Guerra, expresidente del Madrid, habría sido quien convenció al coronel Casado de entregar la ciudad a las tropas franquistas

Antonio Ortega, que, según Ramon Usall, había sido puesto en el cargo por la expresa voluntad del PCE de “situar a todos los estamentos del poder bajo su órbita, incluyendo los del terreno deportivo, de gran trascendencia política en la España de los años treinta”, intentó huir de Madrid a Inglaterra, pero fue apresado como decenas de miles de republicanos en el puerto de Alicante y llevado al campo de los Almendros. Ortega, que tuvo una presidencia breve en mitad de la guerra y se adelantó a Santiago Bernabéu en la idea de construir un nuevo estadio más grande para el Madrid, fue ejecutado a garrote vil y prácticamente borrado de la historia del club —‘Futbolística: una vuelta al mundo a través de clubes singulares’, R. Usall—.

En cuanto a Juan José Vallejo, tuvo algo más de suerte. Según Nieva Expósito: “En noviembre de 1936 se incorporó al 5º Regimiento de Milicias Populares, integrándose posteriormente en la 43ª Brigada Mixta. Durante la guerra operó con esta Brigada en los frentes del Centro, Levante y Extremadura. Para 1938 alcanzó el grado de capitán y posteriormente de comandante de Estado Mayor. En marzo de 1939 será detenido por las tropas rebeldes, y hecho prisionero pasando por varios campos de concentración en Rota, Cádiz”. Logró escapar y salir de España y murió en Barcelona, el 27 de enero de 1978, con 65 años. Su figura ha desaparecido del club también. En la posguerra, el Madrid recuperó su título de ‘Real’ y bajo la presidencia de Santiago Bernabéu comenzó su trayectoria legendaria.

El equipo de Franco, Chamartín, la zona norte de la capital... El Real Madrid ha sido visto siempre como el equipo de los conservadores, pero sus instalaciones sirvieron de cantera no solo para jugadores sino para los milicianos que combatieron contra las tropas nacionales durante la Batalla de Guadarrama en 1936, y antes había dejado de ser 'Real' para convertirse en Madrid FC a secas durante la Segunda República cuando todos los equipos del recientemente popularizado como deporte de masas perdieron las coronas de sus escudos y su apelativo monárquico. Es más, en la olvidada historia del club a partir del franquismo y especialmente de la presidencia de don Santiago Bernabéu, estuvo dirigido por comunistas que fueron represaliados y sirvió de base para el mítico 'Batallón Deportivo', una historia poco conocida para un equipo que se ha asociado siempre con la derecha.

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