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Veinte reglas para forrarse escribiendo haciendo de todo menos escribir bien
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Veinte reglas para forrarse escribiendo haciendo de todo menos escribir bien

Todo aspirante a escritor debe tener claro, antes de dedicarse por completo al 'socarrat': es conveniente que acepte que va a ser pobre el resto de su vida

Foto: Libros (D.A.)
Libros (D.A.)

Creo que he conseguido superar el traumita de aspirar a escritor maldito, es decir, ya no me importa tanto la calidad de mis textos, sino el mero deseo de hacerme rico. Además, mi mujer está completamente de acuerdo con el fin, que en realidad será el medio para no hacer nada más que leer. Pero claro, en esto de la literatura, uno sabe que eso es tarea bien ardua y no tengo todas conmigo. Hay dos conceptos que todo aspirante a escritor debe tener claro, antes de dedicarse por completo al 'socarrat': el primero es saberte pobre el resto de tu vida; hay poca gente que lea y los que lo hacen generalmente son escritores que leen a otros escritores. La segunda, y todavía más importante que la primera, es no escribir nunca bien del todo.

Si decide escribir y encima lo hace bien, su futuro será picar letras para que otros escritores, que no escriben bien pero que son famosos por cualquier otra cosa, publiquen. Eso que antaño se maldecía como 'el negro' de siempre. Así que seguiré siendo el blanco perfecto, enumerando a continuación los veinte mandamientos que seguiré al pie de la letra, para hacerme asquerosamente rico escribiendo:

1. No escribir. Si aún así decido tirar adelante, volver a pensármelo una y otra vez.

2. Intentar hacerme famoso haciendo cualquier otra cosa que no sea escribir. Después me harán un libro por ser famoso y lo comprará gente que no lee.

3. Hay caminos mucho más cortos para ganar premios literarios, por ejemplo, presentar un programa de la tele y esperar el dictamen. Da igual que sea un informativo que un programa de entrenamiento. Si logro una buena cuota de share, tendré el negocio hecho.

4. Escribiré lo que me digan los grandes editores. Es muy importante tener en cuenta que siete de cada diez lectores son mujeres, mayores de treinta y cinco años, y con inquietudes de mujeres mayores de treinta y cinco años, así que intentaré escribir el libro que sus métricas quieren que escriba, que no es otro que una novela para mujeres de más de treinta y cinco años con inquietudes. Me pongo con elle.

5. No leeré ningún libro de ayer. Todo lo escrito hasta ahora será mejor de lo que escriba, así que no se me puede ocurrir leer a Cervantes, ni a Lope, ni a Camus, ni a Homero, ni a Oscar Wilde, ni a Patricia Highsmith, ni a Virginia Woolf, ni a Dickens, ni mucho menos a San Juan de la Cruz, Hemingway, Navokov, Cela, o cualquier otro machista misógino de los que está muy mal visto ser lector. Censuraré mucho y alcanzaré la gloria.

Todo lo escrito hasta ahora será mejor de lo que escriba, así que no se me puede ocurrir leer a Cervantes

6. Apuntarme a cualquier rollo institucional y, si puedo, aspiraré a escribir discursos a políticos. Seguiré contribuyendo a que no digan absolutamente nada interesante y poco a poco, lograré un premio nacional, una nómina en el Cervantes, una paga, una buena plaza y, sobretodo, seré todo aquello que nunca fue un escritor: un afortunado funcionario estable y rico.

7. Ser J.K. Rowling y escribir 'Harry Potter'. Aquí, me temo que he llegado tarde.

8. No escribiré bien del todo. Recuerden siempre que cualquier persona tiene derecho a todo, incluso a tener un libro. Como dije al principio, ser el negro de una editorial es terriblemente peor que ser el blanco de una editorial.

9. Meterme con alguna religión, aunque recuerden que no valen todas; no vaya a ser que encima me pinten diez cuchilladas en el cuello. Se recomienda la católica por su estoica afición a perdonar.

10. Ser muy izquierdas y sobre todo, decirlo mucho. Ya saben que la cultura es sólo propiedad intelectual de la izquierda. Una persona conservadora odia a las personas, siempre es gilipollas y no tiene ni idea de nada. Pero, ¿quién está la izquierda, usted o yo?

Hay que ser muy izquierdas y sobre todo, decirlo mucho. Ya saben que la cultura es sólo propiedad de la izquierda

11. No titular nada que empiece por 'Los amantes de…' ni que acabe por 'Auschwitz'. De verdad que ya se ha escrito todo, incluso “Los amantes de Auschwitz”

12. Si me da por escribir poesía, recuerden que ahora se llama poesía libre. Imaginen lo anticuado que resulta un soneto regular respetando reglas…; ¿qué métrica, qué normas, qué estrofas? No sean antiguos, anda.

13. Sacaré una tía desnuda en la portada. Da igual por la acera que vaya: todos me criticarán y venderé libros a punta pala.

14. No escribiré nada y seré famoso metiéndome con todo el mundo. Miren Michi Panero o Pedro Luis de Gálvez; todo el mundo les leía y resulta que no habían escrito nada. Después me escribirá un libro un buen escritor sobre lo brillantes que fueron mis pensamientos.

15. Si tienen seguidores en redes sociales les harán un libro. No importa la razón por la que los tengan, incluso si son unos moñas integrales. Es mucho más rentable cualquier moñas integral que cualquier buen escritor. Siempre podrán tener un libro de recetas. Incluso si no escriben ni saben cocinar. Así que al menos tengo esa salida.

Miren Michi Panero o Pedro Luis de Gálvez; todo el mundo les leía y resulta que no habían escrito nada

16. Encontraré la inspiración. Recuerden que para escribir tienen que inspirarse. Si se levantan y comienzan a teclear pase lo que pase y estén donde estén, significa que ya es usted escritor, y que la inspiración es tan cara que no se la puede permitir. Deje de hacerlo y póngase por favor a mirar la grieta. Si alguien pregunta, ya saben que responderle, en plan desaliñado.

17. Copiar y pegar. Si plagian a alguien se harán famoso al instante. Después, en otro instante, nadie recordará por qué eras usted famoso y le harán un libro.

18. Me dedicaré a la política si no hay ninguna otra salida. Nada mejor para un político que publicar sus memorias aunque no se acuerden de nada. Lo importante es el adelanto y forrarse mientras tanto. Rollo narcisista a tope.

19. Pondré muchas fotos en los libros. La gente odia leer y es super ameno encontrarse con imágenes que le salvan a uno del aburrimiento de leer.

20. Si no siguen ninguno de los consejos anteriores serán buenos escritores.

Pobres como las ratas, pero buenos escritores.

Creo que he conseguido superar el traumita de aspirar a escritor maldito, es decir, ya no me importa tanto la calidad de mis textos, sino el mero deseo de hacerme rico. Además, mi mujer está completamente de acuerdo con el fin, que en realidad será el medio para no hacer nada más que leer. Pero claro, en esto de la literatura, uno sabe que eso es tarea bien ardua y no tengo todas conmigo. Hay dos conceptos que todo aspirante a escritor debe tener claro, antes de dedicarse por completo al 'socarrat': el primero es saberte pobre el resto de tu vida; hay poca gente que lea y los que lo hacen generalmente son escritores que leen a otros escritores. La segunda, y todavía más importante que la primera, es no escribir nunca bien del todo.

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