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La triste historia del chico que quedó segundo en el 'casting' para ser Harry Potter
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La triste historia del chico que quedó segundo en el 'casting' para ser Harry Potter

En 1999 arrancaba el 'casting' para encontrar al chico que interpretaría a Harry Potter en las películas de la saga y centenares de actores pasaron por las audiciones. Al final, solo quedaron dos

Foto: Foto: Getty/Kevin Lee.
Foto: Getty/Kevin Lee.

Joanne era una niña pecosa, miope y con una imaginación desbordante abocada aparentemente a una vida gris. Traductora, administrativa, profesora, madre divorciada y víctima de malos tratos, los noventa la encuentran sobreviviendo a duras penas gracias a las ayudas sociales y con una honda depresión a cuestas. Un día la inspiración la fulmina en un tren entre Mánchester y Londres. Sin papel, con la cabeza apoyada en el cristal, brota la trama general completa de los siete tomos de 'Harry Potter'. Aprovechando los escasos huecos que le deja su vida apaleada, Joanne escribe, escribe con furia, escribe desesperada.

En 1995, la hija pequeña del director general de Bloomsbury lee el primer capítulo del manuscrito que su padre ha recibido escéptico y le pasa a modo de prueba. No puede dejar de leer, se vuelve loca, quiere más. Llega el contrato. La editorial aconseja a Joanne que modifique su nombre de pila para no encasillar el libro como un título escrito 'para niñas'. ' Harry Potter y la piedra filosofal', de JK Rowling, llega a las librerías con una tirada modesta de 2.500 ejemplares que rápidamente hay que reimprimir. Número uno de ventas en todo el planeta. Se desata la locura, un frenesí mundial. Al milagro solo le falta un fleco: una adaptación cinematográfica.

"En 1999 arrancaba el 'casting' para encontrar al chico que interpretaría a Harry Potter y que, por tanto, se haría mundialmente famoso. Centenares de actores pasaron por las audiciones. Al final, solo quedaron dos. Esta novela cuenta la historia del que fue descartado". Así empieza el nuevo libro del inclasificable escritor francés David Foenkinos (París, 1974), titulado lacónicamente 'Número dos' (lo publica Alfaguara el 22 de septiembre), que se ocupa de la triste historia de Martin Hill, un chico de gafas negras y redondas al que en el último momento un tal Daniel Radclife le roba el papel del siglo solo por tener, según la directora del 'casting', "ese algo extra".

placeholder 'Número dos' (Alfaguara).
'Número dos' (Alfaguara).

La pesadilla de Martin acaba de empezar. Harry Potter se va a convertir en uno de los mayores fenómenos de masas de la historia y cada año, cada nuevo libro, cada película hunden al 'número dos' en una depresión interminable. El pequeño mago le persigue a todas partes, en librerías, en televisión, en las marquesinas de Londres, recordándole cada momento cómo rozó la gloria con la punta de los dedos. Menuda historia, ¿verdad? El asunto —ya es el momento de aclarar esto— es que todo es una invención. O casi todo.

La sombra del éxito que no fue

Es cierto que al 'casting' final de 'Harry Potter y la piedra filosofal' llegaron dos chicos. Daniel Radclife ganó, pero no sabemos quién fue el segundo. Lo contó Janet Hirshenson en una entrevista con la que David Foenkinos se topó por casualidad mientras ojeaba la Wikipedia y que le afectó de una manera extraña, desencadenando en él una empatía abrumadora hacia aquel segundón. ¿Cómo sería la vida de alguien después de algo así? A partir de ahí, combinando fascinantes historias reales de JK Rowling y otros protagonistas del fenómeno Potter y la pura fantasía de un tal Martin Hill perseguido por la sombra del éxito que no fue, el escritor francés logra un libro tierno, triste, que no puedes dejar de leer una vez que te atrapa su encanto.

El escritor francés logra un libro tierno, triste, que no puedes dejar de leer una vez que te atrapa

Foenkinos pescó numerosos elementos reales en diversas entrevistas con la propia JK Rowling, Daniel Radcliffe o el productor de cine David Heyman, pero los fusiona de tal manera con la pura ficción que su libro brinda una segunda lectura a los fanáticos potterianos que se atrevan a intentar separar lo verdadero de lo falso. Y mientras, vuelan páginas tan trágicas como divertidas, marcadas por un azar maligno, por la inevitable banalidad de las tragedias humanas, por el fracaso, un fracaso abismal que no nos deja aventurar la promesa de una redención.

placeholder David Foenkinos. (EFE)
David Foenkinos. (EFE)

Cuenta la leyenda que todavía hoy los escritores a los que la inspiración les ha abandonado toman ese tren entre Mánchester y Londres en el que Harry, Ron, Hermione, Dumbledore, Hogwarts, los dementores y Aquel Que No Puede Ser Nombrado se le aparecieron por primera vez a Joanne Kathleen Rowling. Suben ansiosos, se sientan, apoyan la cabeza en el frío cristal. Y no ocurre nada.

Joanne era una niña pecosa, miope y con una imaginación desbordante abocada aparentemente a una vida gris. Traductora, administrativa, profesora, madre divorciada y víctima de malos tratos, los noventa la encuentran sobreviviendo a duras penas gracias a las ayudas sociales y con una honda depresión a cuestas. Un día la inspiración la fulmina en un tren entre Mánchester y Londres. Sin papel, con la cabeza apoyada en el cristal, brota la trama general completa de los siete tomos de 'Harry Potter'. Aprovechando los escasos huecos que le deja su vida apaleada, Joanne escribe, escribe con furia, escribe desesperada.

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