Es noticia
Cromofobia y racismo: la gran conspiración que le robó al color a las estatuas griegas y romanas
  1. Cultura
El mito del color

Cromofobia y racismo: la gran conspiración que le robó al color a las estatuas griegas y romanas

Una nueva exposición en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York explora nuestra herencia tecnicolor y muestra como serían las esculturas con policromía

Foto: 'Chroma' la nueva exhibición del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York
'Chroma' la nueva exhibición del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Desde hace años existe una de las conspiraciones más grandes dentro del mundo artístico: los antiguos griegos y romanos no pintaban sus esculturas. En museos, exposiciones y templos hemos visto figuras austeras, blancas de mármol. Pero, la realidad es otra. Esas estatuas una vez fueron coloridas, pintadas de forma vibrante y ricamente adornadas con ornamentación detallada.

Los héroes, dioses, incluso los monstruos mitológicos que se exhiben en los museos, toman un significado nuevo si desechamos la imagen de mármol blanco puro que conocemos. De esa falta de color surge la nueva exhibición en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, que explora el uso de color en estatuas griegas y romanas, basándose en la investigación del Dr. Vinzenz Brinkmann y la Dra. Ulrike Koch-Brinkmann. Las obras revelan la colorida historia de fondo de las esculturas y presenta los nuevos descubrimientos de la policromía, que significa “muchos colores” en griego. La colección bajo el nombre ‘Chroma: Ancient Sculpture in Chroma’ enseña como hubieran sido las estatuas si hubieran sobrevivido con sus antiguos colores.

placeholder Esfinge de mármol del 530 B.C. con su reconstrucción a color del MET
Esfinge de mármol del 530 B.C. con su reconstrucción a color del MET

El paso del tiempo es uno de los culpables del deterioro de la pintura “solo con la simple exposición al sol, por supuesto, hace que los pigmentos, orgánicos se desvanezcan, pero realmente la exposición a cualquier tipo de meteorización desgasta la policromía del mármol”, explicaba Mark Abbe, profesor de Historia del Arte en la universidad de Georgia. A medida que las esculturas y la arquitectura fueron sometidas a los elementos, su pintura desapareció. Las piezas mejor enterradas conservaban más color, pero a veces los pigmentos se ocultaban bajo suciedad y calcita, y cuando se limpiaban con un cepillo perdían el poco color que tenían.

Mark Abbe se encontró con el color mientras trabajaba en los afrodisíacos, la actual Turquía, y estudiaba las esculturas antiguas de mármol. Excavando en los depósitos de allí se vio frente a una nueva realidad, había muchísimo color en las piezas encontradas. Ahora, comenta que en la modernidad, si vas a cualquier tipo de galería moderna, estás tratando básicamente con un cubo luminiscente blanco. Y esa es una versión particularmente moderna de ese tipo de idealización del blanco, íntimamente asociado con el envejecimiento de la escultura de mármol.

placeholder Detalle de la reconstrucción de la estatua funeraria de mármol de Phrasikleia
Detalle de la reconstrucción de la estatua funeraria de mármol de Phrasikleia

Al eliminar el color “terminas con simplicidad” y eso no es un aspecto que defina las esculturas de mármol de la antigüedad. “Es un mito cultural que, de una manera curiosa y problemática, apreciamos”, comenta el profesor. Y eso funciona en múltiples niveles. Uno de ellos es, la idea de blancura y pureza como realmente el núcleo de la estética moderna clásica. Y, por otro lado, la asociación de los colores como algo infantil, primitivo, emotivo e irracional.

Uno de los principales investigadores de la policromía es el Dr. Vinzenz Brinkmann. Su entonces profesor en Múnich fue el que le impulsó con su primera investigación. Le propuso observar a la superficie de las esculturas de mármol en los museos de Atenas para explorar “las áreas que están sin terminar”, así comenzó a investigar sobre pintura antigua, explica. Ahora, algunas de sus investigaciones, junto con sus reconstrucciones, se encuentran en ‘Chroma’ la nueva exposición del MET. Con los avances tecnológicos, sobre todo la digital, ahora se le hace más fácil reconstruir y averiguar, con imágenes 3D, como se aprecia el color. Pero no es tanto la evolución de la tecnología analítica, lo que se necesita. Si no, el cambio en la percepción y aceptar el color en nuestro cerebro. Si el cerebro acepta el color, lo ve en todas partes a simple vista. “Y el ojo humano es una herramienta muy poderosa”, señalaba el investigador.

placeholder Reconstrucción de un arquero de mármol disfrazado de jinete una pieza de la exhibición 'Chroma'
Reconstrucción de un arquero de mármol disfrazado de jinete una pieza de la exhibición 'Chroma'

Las réplicas suelen sorprender, para muchos, los colores son discordantes porque sus tonos parecen demasiado llamativos para la época en la que fueron creadas. Ver una reconstrucción de la estela funeraria de mármol de Paramythion y Fidiades con colores vivos, rojos y amarillos; o un arquero troyano, de aproximadamente 500 a. C., que usa pantalones ajustados con un patrón muy colorido; incluso, ver el pelo de Artemisa con tonalidades naranjas parece extraño al ojo humano acostumbrado a la pureza del mármol blanco. Aunque los colores choquen con la idealización de las esculturas, el Dr. Brinkmann asegura que sus construcciones se realizan con pigmentos naturales y la unión natural auténtica con el material, por lo que la mayor parte del material son gemas.

La cromofobia existe muy integrada en la sociedad. Y no es por la imagen que existe de lo que es estéticamente bonito, porque “la estética es historia”, señala el Dr. Brinkmann. Todo tiene que ver con la educación recibida. Hay gente que “se sienten los guardianes del buen gusto y creen tener las categorías para discernir el buen gusto del mal gusto”. Esta gente es la que tiene la “cromofobia más profunda”. No se dan cuenta de que sin el color “hemos perdido parte de nuestra historia”, le responda al Confidencial.

placeholder Reconstrucción de la estatua funeraria de mármol de Phrasikleia en la exposición del MET
Reconstrucción de la estatua funeraria de mármol de Phrasikleia en la exposición del MET

Las raíces de los prejuicios occidentales contra el color son profundos, de ahí surge la idealización del mármol blanco, creada a lo largo de los años. A fines del siglo XIX, gracias a las primeras excavaciones en Pompeya de Carlos III, se encontraron muchos objetos con color. Esos primeros descubrimientos demostraron la existencia de la policromía que muchos profesionales habían internado negar anteriormente. Por lo tanto, solo hubo discusiones sobre el grado de pintura. Luego, en el siglo XX, con las ideologías totalitarias de Mussolini, Franco o Hitler, comenzaron a esparcir la idealización del blanco, en cierto sentido, sacado del racismo. El Dr. Brinkmann empezó su investigación como estudiante en Múnich, “cuando yo comencé en 1980, aquel ADN que había sido creado por el fascismo europeo seguía estando. Y me temo que este ADN a día de hoy sigue siendo parte de nosotros”.

Exhibida en las galerías griegas y romanas del MET, la exposición explora cuatro temas principales: el descubrimiento e identificación del color y otros tratamientos superficiales sobre obras de arte antiguas; la reconstrucción e interpretación de la policromía en antiguos escultura griega y romana; el papel de la policromía en la transmisión de significado dentro del griego y contextos romanos; y la recepción de la policromía en periodos posteriores. ‘Chroma’ enfatiza la amplia presencia y el papel de la policromía en la antigüedad. La escultura mediterránea, tanto en general como a través de medios, geografías y períodos de tiempo, de los ídolos de Las Cícladas del tercer milenio a.C. al retrato imperial romano del siglo II, como se atestigua a lo largo de la colección del Museo.

Desde hace años existe una de las conspiraciones más grandes dentro del mundo artístico: los antiguos griegos y romanos no pintaban sus esculturas. En museos, exposiciones y templos hemos visto figuras austeras, blancas de mármol. Pero, la realidad es otra. Esas estatuas una vez fueron coloridas, pintadas de forma vibrante y ricamente adornadas con ornamentación detallada.

Museo Historia Grecia