Los Max premian 'Una noche sin luna' y piden al público que se levante del sofá y vuelva al teatro

Una, la historia de ese poeta y dramaturgo que fue detenido, asesinado y hecho desaparecer una noche sin luna de agosto de 1936, Federico García Lorca. Otra, una historia narrada por hombres y mujeres, pero también por unas nubes, un corzo, unas ninfas o unas setas, habitantes del hoy y el ayer de un pueblo del Pirineo catalán, entre Camprodon y Prats de Molló. Ambas partían como favoritas y entre las dos se han repartido este lunes los principales galardones de la 25º edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que concede la Fundación SGAE, celebrados en el Teatre Principal de Mahón, Menorca.

La primera, ‘Una noche sin luna’, escrita e interpretada por Juan Diego Botto, se ha alzado con dos Premios Max: a Mejor Espectáculo y Mejor Actor. La segunda, ‘Canto jo i la muntanya balla’ (‘Canto yo y la montaña baila’), adaptación teatral de la novela de Irene Solá, se hacía con tres manzanas de Brossa: a Mejor Dirección (Guillem Albà y Joan Arqué), Espacio Escénico (Alfred Casas y Laura Clos) y Composición Musical (Judit Neddermann). Ambas obras llegaban a Mahón precedidas del respaldo del público, de críticas entusiastas y de galardones: del Premio Nacional de Teatro 2021, en el caso de Juan Diego Botto, que sigue de gira y abrirá en septiembre la temporada del Teatre Nacional de Catalunya, y de los 8 premios Butaca 2021 de ‘Canto jo i la muntanya balla’, una producción de La Perla 29 que volverá en julio a la Biblioteca de Catalunya: “Queremos ir a Madrid”, decían los directores del montaje al recoger el Max a la Mejor Dirección.

Ambas obras comparten vínculos con nuestra memoria histórica: Botto, en la piel del autor de ‘Romancero gitano’, asesinado por los sublevados en los albores de la Guerra Civil; y ‘Canto jo i la muntanya balla’, situada en un lugar que fue zona de retirada republicana hacia el exilio cuando terminó la contienda y que aún hoy está marcado por los restos de armamento de la guerra. Y sobre la guerra y la memoria ha girado el discurso de agradecimiento de Juan Diego Botto por su Max a Mejor Actor, palabras que ha leído su hermana Nur Levi porque el actor se encuentra rodando: “Quiero dedicarle este premio a mi madre, Cristina Rota, que me inculcó el amor al oficio y el respeto a la profesión, a ella le dedico este premio, a ella y a todos los hombres y mujeres que siguen esperando en las cunetas de este país a que se haga justicia y sus restos puedan tener una sepultura digna juntos a sus seres queridos”. Minutos más tarde era el director del montaje, Sergio Peris-Mencheta, quien recogía el Max a Mejor Espectáculo, leyendo también en escena palabras de Botto en las que ha denunciado el “auge de la extrema derecha, una ideología empeñada en apropiarse de la españolidad y en expulsar del amparo a la ciudadanía que piensa distinto, esa ideología que dio un golpe de Estado, provocó una guerra y trazó un plan de exterminio de decenas de miles de compatriotas”.

Ha sido una gala política, rapidísima y de agradecimientos breves

No ha sido el único discurso político de una gala rapidísima y de agradecimientos breves. El director de escena canario Mario Vega, ganador del Premio Max a la Mejor Labor de Producción con su compañía Unahoramenos Producciones por ‘Moria’, hablaba de las políticas migratorias de Europa: “Europa quiere convertir las islas en cárceles” y hoy vemos cómo “Europa agiliza la recogida de refugiados ucranianos, pero hay refugiados de primera y de segunda”. Moria es una obra de teatro documento, construida a partir de testimonios reales y planteada como una experiencia inmersiva dentro de la tienda de un campo de refugiados.

Tributo al Mediterráneo

Decía Joseph Conrad que “el mar nunca ha sido amigo del hombre, como máximo ha sido cómplice de su inquietud” y esta gala de los 25º Premios Max ha querido rendir tributo al mar, al Mediterráneo, como un tributo a nuestras raíces y a un mar como espacio simbólico y de encuentro para una industria, la teatral, que empieza a levantar cabeza tras la pandemia pero que vive con aquella inquietud que decía Conrad el descenso de público en sus patios de butacas y las bajadas en los porcentajes de ocupación, que se alejan hoy de aquellos teatros prácticamente llenos en los primeros meses de apertura tras la pandemia. Juan José Solana, presidente de la Fundación SGAE, recogía esta inquietud en su discurso institucional: “El teatro y la danza no se han recuperado como esperábamos. Hay un cierto acomodo del público a esa manera de entretenerse poniendo un vídeo en casa, la pandemia ha traído eso, pero nos gustaría que eso cambiara y que nos levantáramos de esos sofás, de esos asientos cómodos para volver a las salas de teatro”. Antonio Banderas no subía a recoger el Max a Mejor Espectáculo Musical por ‘Company’ al encontrarse rodando, pero su hermano Javier compartía en escena un mensaje suyo de audio en el que admitía su “compromiso con la escena española”, y en el que defendía un mensaje muy similar al de Solana: “Queremos seguir luchando por las artes escénicas porque se necesitan en los tiempos que estamos viviendo, tiempos en los que parece que solo las cosas grabadas existen, y esa relación entre personas que se plantan frente a otras, sin nada en medio, eso nunca cambiará, sino que se revalorizará”.

El resto de galardones han estado tan repartidos como el Gordo de la lotería de Navidad. La actriz Mònica López se alzaba con el Max a Mejor Actriz por su trabajo en la obra ‘De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda’ (‘De que hablamos mientras no hablamos de toda esta mierda’), un montaje crítico y gamberro de La Calórica sobre la crisis climática en el que la actriz catalana interpreta a la lideresa de un congreso de negacionistas. Otra obra sobre feminismo y crisis medioambiental se alzaba con el Premio Max a la Mejor Autoría, ‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’, de María Velasco: “Siendo escritora solo se me ocurren palabras malsonantes, ha sido un camino muy difícil y para mí esto era inconcebible”

En danza, el bailarín y coreógrafo Jesús Carmona lograba dos manzanas: el Max a Mejor Espectáculo y Mejor Intérprete Masculino por su pieza ‘Baile de bestias’. Los Max a Mejor Coreografía e Iluminación recaían en el espectáculo ‘CreAcción’, de los bailarines y coreógrafos Iratxe Ansa e Igor Bacovich por ‘CreAcción’. Y el premio a Mejor Intérprete Femenina se lo llevaba la estrella de la danza clásica Lucía Lacarra por ‘In the still of the night’.

La obra ‘Cris, pequeña Valiente’, de la compañía El Espejo Negro -una pieza de títeres maravillosa sobre una niña trans- lograba el Max a Mejor Espectáculo para Público Infantil y Juvenil: “Pedimos un aplauso apara todos esos niñes que viven entre nosotros, porque ser diferente no es malo, es enriquecedor”, decía el director de la compañía, Ángel Calvente al recoger el galardón. Y otro montaje que debería estar programado en media España, ‘Mujer en cinta de correr sobre fondo negro’, de Alessandra García, que partía con tres candidaturas, se alzaba con el Max a Mejor Espectáculo Revelación por una obra con conciencia de clase, homenaje al barrio y crítica al capitalismo.

El clásico momento-más-emocionante-de-toda-gala, José Luis Alonso de Santos al recibir el Max de Honor

Y en el clásico momento-más-emocionante-de-toda-gala, José Luis Alonso de Santos, autor de obras como ‘La estanquera de Vallecas’ y ‘Bajarse al moro’, recibía el Max de Honor y se lo dedicaba a todos los compañeros y colaboradores con los que ha trabajado a lo largo de una trayectoria de décadas: “Yo he puesto mis sueños y mis palabras, ellos han puesto su vida y me han dado mucho más que yo a ellos”.

Con el lema ‘Donde el mar te crea’ y dirigida por el dramaturgo y director de escena Josep Pere-Peyró y la coreógrafa y bailarina Mar Aguiló, los actores Clara Ingold y Josep Orfila han conducido una gala rapídísima sobre un escenario ocupado por el Mediterráneo, pero también por un carrito de helados lleno de las manzanas diseñadas por Joan Brossa, por piezas de danza y música electrónica, y por las actuaciones del pianista Marco Mezquida, la soprano Lorena Bonnin y la cantante de jazz Júlia Colom. Y por el que quizá ha sido uno de los momentazos de la gala: Samantha Hudson versionando aquel ‘Parole, parole’ de Mina convertido en ‘Paraules, paraules’ en la piel de una Afrodita rubia platino, envuelta en perlas.

Palmarés

Mejor espectáculo de teatro: ‘Una noche sin luna’, de La Rota Producciones, Barco Pirata y Concha Busto Producción y Distribución

Mejor espectáculo de danza: ‘Baile de bestias’, de la Compañía de Danza Jesús Carmona

Mejor espectáculo musical o lírico: ‘Company’, de Teatro del Soho Caixabank

Mejor espectáculo de calle: ‘Alter’, de la Compañía Kamchàtka

Mejor espectáculo para público infantil, juvenil o familiar: ‘Cris, pequeña Valiente’, de El Espejo Negro y Teatro del Soho Caixabank

Mejor espectáculo revelación: ‘Mujer en cinta de correr sobre fondo negro’, de Alessandra García

Mejor autoría teatral: María Velasco, por ‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’

Mejor autoría revelación: Sandra Ferrús, por ‘La panadera’

Mejor adaptación o versión de obra teatral: Julio Manrique, Marc Artigau y Sergi Pompermayer por ‘Carrer Robadors’

Mejor composición musical para espectáculo escénico: Judit Neddermann por ‘Canto jo i la muntanya balla’

Mejor coreografía: Iratxe Ansa e Igor Bacovich por ‘CreAcción’

Mejor labor de producción: Unahoramenos Producciones por ‘Moria’

Mejor dirección de escena: Guillem Albà y Joan Arqué por ‘Canto jo i la muntanya balla’

Mejor diseño de espacio escénico: Alfred Casas y Laura Clos “Closca” por ‘Canto jo i la muntanya balla’

Mejor diseño de vestuario: Ana Garay por ‘Rebelión’

Mejor diseño de iluminación: Nicolás Fischtel por ‘CreAcción’

Mejor actriz: Mònica López por ‘De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda’

Mejor actor: Juan Diego Botto por ‘Una noche sin luna’

Mejor intérprete femenina de danza: Lucía Lacarra por ‘In the still of the night’

Mejor intérprete masculino de danza: Jesús Carmona por ‘Baile de bestias’