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España busca limar asperezas con Marruecos con una espectacular expo en el Arqueológico
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La cultura como soft power

España busca limar asperezas con Marruecos con una espectacular expo en el Arqueológico

La muestra 'En torno a las columnas de Hércules. Las relaciones milenarias entre Marruecos y España', que trae más de un centenar de piezas marroquíes, refleja la distensión entre ambos países

Foto: Una de las piezas de la expo: Perro en posición de morder. Volubilis. Siglo I-II d.C. Museo Arqueológico de Rabat-© Fondation Nationale des Musées
Una de las piezas de la expo: Perro en posición de morder. Volubilis. Siglo I-II d.C. Museo Arqueológico de Rabat-© Fondation Nationale des Musées

En los últimos tiempos no ha habido precisamente buena sintonía entre España y Marruecos, ambos vecinos milenarios. El traslado del secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, para curarse de covid en un hospital español, Ceuta y la llegada de los menores marroquíes, el cierre de fronteras en Ceuta y Melilla (abiertas solo hace unos días), las sospechas de espionaje... Asuntos que tensaron las relaciones casi más que las discusiones sobre ruidos y basuras en la junta de una comunidad vecinal. Ante tal tirantez, España se fajó con su histórica declaración sobre el Sáhara -no exenta de polémica- a la que después llegó una invitación de Mohammed VI a Pedro Sánchez en pleno ramadán, y que también trajo consigo cierta controversia.

Otro recurso para atemperar relaciones es la herramienta cultural, un conocido instrumento diplomático del soft power y que se demuestra ahora con la espectacular exposición 'En torno a las Columnas de Hércules. Las relaciones milenarias entre Marruecos y España' que se inaugura este miércoles en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) -de carácter estatal- y que reúne 335 piezas, la mitad procedentes de seis museos marroquíes. Sus organizadores son el Ministerio de Cultura y Deporte, el Museo Arqueológico Nacional (MAN), Acción Cultural Española (AC/E) y la Fondation Nationale des Musées du Royaume du Maroc (FNM). A la presentación de este martes está prevista la presencia (a última hora) de Víctor Francos, secretario general de Cultura y Deportes, número dos de Miquel Iceta en el Ministerio. Una colaboración que es extraordinaria entre los dos países y que busca limar todas las asperezas: al fin y al cabo vivimos puerta con puerta y estamos condenados a entendernos.

El protocolo inicial de la muestra se firmó en febrero de 2019 durante la visita de estado de los reyes de España a Marruecos

Según explican desde el Ministerio de Cultura a El Confidencial, el protocolo inicial de la muestra se firmó en febrero de 2019 durante la visita de estado de los reyes de España a Marruecos, si bien los trabajos preparatorios se iniciaron en 2018. La idea, dicen las fuentes oficiales, “es la comparación permanente entre el registro arqueológico e histórico de Marruecos y España, apoyándose en sus similitudes y en aquellos momentos de mayor sintonía cultural e incluso política, por ejemplo cuando ambos territorios formaron parte del imperio romano”. Que tenga lugar en mayo de 2022, después de los acontecimientos de los últimos meses, pone de manifiesto la capacidad cultural para la búsqueda de buenas relaciones entre los dos países

placeholder Cofre para Corán. El Qarouiyine. Siglo XVI. Fez-FNM
Cofre para Corán. El Qarouiyine. Siglo XVI. Fez-FNM

La propia nota del MAN sobre esta muestra tampoco deja lugar a las dudas sobre los intereses que hay en juego. “Más allá de las relaciones entre Estados en tiempos recientes, y especialmente desde el siglo XIX, las relaciones entre vecinos han sido frecuentemente amistosas, sin negar la existencia de momentos de tensión e incluso enfrentamientos puntuales”, se puede leer. No es difícil echar la mirada a momentos ocurridos no hace muchos meses, además de los conflictos históricos. A continuación se reitera, sin embargo, la buena sintonía cultural que ha habido a lo largo de la Historia: “El intercambio cultural ha sido siempre fecundo y marca, incluso más que la política, la naturaleza de los contactos entre ambas márgenes del Estrecho de Gibraltar, conocido desde la antigüedad como las Columnas de Hércules, el final del mundo conocido”. Y pelillos a la mar.

"Las relaciones entre vecinos han sido frecuentemente amistosas, sin negar la existencia de momentos de tensión e incluso enfrentamientos"

Lo cual también se puede traducir como una especie de no queda otra. “Su posición geográfica a caballo entre el Atlántico y el Mediterráneo ha marcado la evolución cultural de ambas riberas. Esa doble naturaleza, al límite mismo de los territorios explorados por el hombre hasta los inicios de la Edad Moderna, ha moldeado la personalidad de dos pueblos cuyas relaciones no han dejado nunca de fluir, independientemente de las situaciones en las que se han desarrollado”, no deja de acentuar la nota.

Piezas marroquíes

Más allá de las connotaciones políticas, el Museo Arqueológico Nacional (MAN) publicita esta muestra como “una oportunidad sin parangón para contemplar en España las obras capitales del patrimonio arqueológico de Marruecos, que muy pocas veces han salido de su territorio y nunca antes lo habían hecho con destino a nuestro país”. En total se presentan 335 piezas. La mitad procedentes de seis instituciones marroquíes pertenecientes a la Fondation Nationale des Musées, en concreto de los museos de Rabat (2), Fez, Tánger, Safi y Tetuán. La otra mitad son obras que ya se encuentran en el MAN menos otra que proviene del Museo del Prado.

Hay materiales arqueológicos prehistóricos y protohistóricos, de cronología romana (destacando los bronces de Volubilis y otras ciudades romanas) y medieval (con una amplia selección de piezas de diversas cronologías). La exposición se inicia con el Paleolítico antiguo (hace unos 300.000 años) y concluye a inicios de la Edad Moderna (en torno a 1500)

placeholder Efebo escanciador. Volubilis. Siglo I d.C. Museo Arqueológico de Rabat-© Fondation
Efebo escanciador. Volubilis. Siglo I d.C. Museo Arqueológico de Rabat-© Fondation

Estrechar lazos, acentuar más lo que nos ha unido a lo largo de la Historia que lo que nos separa, la cultura como canalizador de afectos frente a los conflictos. Nadie lo explicita, pero el discurso de esta exposición que recorre las relaciones desde la Prehistoria a la Edad Moderna concluyendo con la etapa actual de colaboración entre ambos países en el campo de la arqueología no es baladí. Vecinos de rellano a los que no les queda más que llevarse bien. Por otra parte, fuentes de Cultura confirman que esta exposición es única en su concepción y no está prevista ni su itinerancia a Marruecos ni la realización de ninguna otra como contrapartida.

En los últimos tiempos no ha habido precisamente buena sintonía entre España y Marruecos, ambos vecinos milenarios. El traslado del secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, para curarse de covid en un hospital español, Ceuta y la llegada de los menores marroquíes, el cierre de fronteras en Ceuta y Melilla (abiertas solo hace unos días), las sospechas de espionaje... Asuntos que tensaron las relaciones casi más que las discusiones sobre ruidos y basuras en la junta de una comunidad vecinal. Ante tal tirantez, España se fajó con su histórica declaración sobre el Sáhara -no exenta de polémica- a la que después llegó una invitación de Mohammed VI a Pedro Sánchez en pleno ramadán, y que también trajo consigo cierta controversia.

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