Es noticia
Hasta 413 euros por ver a Rosalía: ¿por qué los grandes conciertos son tan caros?
  1. Cultura
¿son caras las entradas?

Hasta 413 euros por ver a Rosalía: ¿por qué los grandes conciertos son tan caros?

El precio para ver a la cantante es objeto de debate desde hace días en las redes sociales, pero ni las quejas de los fans ni el alza de las cifras son nuevas en la música en directo

Foto: Rosalía. (MAC)
Rosalía. (MAC)

En la gira que acompaña al lanzamiento de su tercer disco, Rosalía dará un total de 46 conciertos en quince países. Las entradas del Motomami World Tour salieron a la venta el pasado viernes en España y las más baratas, que rondaban los 50 euros para Madrid y Barcelona, se agotaron en menos de una hora. Y aunque los fans de la cantante catalana se comportaron como cabría esperar ante la acogida del álbum, formando largas colas virtuales y alimentando ya la reventa, no faltaron las críticas en forma de 'meme': una vez fulminadas las entradas más baratas, el precio para ver y escuchar a la de 'Saoko' escala de los 70 hasta los 107 euros en pista. Las entradas VIP, por su parte, van desde los 243 hasta los 413 euros.

Según Live Nation, la promotora del espectáculo, los pases de Madrid están prácticamente agotados, y los que quedan son packs VIP que se venden por encima de los 200 euros. "A de 'arruinada', E de 'en la quiebra', S de 'sin blanca' y P de 'pobre'", parodiaba una cuenta de fans de Rosalía. La entrada más cara para un concierto del Motomami World Tour en Madrid es la Early Entry VIP Package (413 euros; 365 de entrada más 48 de gastos de gestión) e incluye lo siguiente: acceso antes que el público general a la pista, una camiseta, un gorro, una entrada conmemorativa, un artículo de 'merchandising' sin especificar y la posibilidad de comprar más 'merchandising' sin colas.

Foto: Rosalía bate récords de streams en España con su álbum 'Motomami' (EFE/Javier Lizón)

Una de las críticas más extendidas entre los usuarios es a los sitios reservados de cada tarifa para los conciertos en recintos grandes, como el Palau de Sant Jordi o el Palacio Wizink de Madrid, con aforos que superan las 17.000 personas. La promotora de la gira de 'Motomami', Live Nation, no ha concretado el porcentaje de sitios que se destinan a esta tarifa de 413 euros, que se oferta en la zona más privilegiada de la pista. Y algunos fans de Rosalía denunciaron que, cuanto más grande el recinto, más se encarece el espectáculo y más se empobrece la experiencia de quien adquiere la entrada más barata. "Es importante entender que la mayoría de las entradas se encuentran en la media", explica Chechu Martínez, director de First Golden Ticket, una empresa especializada en diseñar y ofertar experiencias VIP en conciertos. "En este tipo de recintos, los sitios que se encuentran muy lejos o muy cerca del artista no representan el porcentaje mayor de entradas disponibles. La mayoría cuentan con una experiencia parecida. En general, las entradas VIP más caras no acostumbran a superar el 1,5% de la oferta total".

"Esto es algo que ocurre en muchos espectáculos que se celebran en recintos grandes, no solo los musicales. La alternativa para ello sería, por ejemplo, celebrar conciertos en auditorios o teatros donde todas las butacas están más cerca del artista, pero eso supondría encarecer el ticket medio, como sucede en la ópera o en los shows de Las Vegas". En esta línea, antes de la irrupción de la pandemia, la artista estadounidense Adele anunció una serie de conciertos fijos en el Coliseo del Caesars Palace de Los Ángeles como alternativa a las giras multitudinarias: dos espectáculos cada fin de semana, previstos desde el 21 de enero hasta el 16 de abril del año siguiente. El aforo del teatro es de 4.200 butacas. Y los precios previstos oscilaban entre los 85 y los 683 dólares (unos 79 a 639 euros), aunque llegaron a alcanzar precios de casi 30.000 dólares en webs de reventa como StubHub, otro de los factores que terminan vaciando los bolsillos de los fans.

Más allá del formato de los conciertos y sus engranajes, el precio para ver a Rosalía es objeto de debate desde hace días en las redes sociales. Pero ni las quejas de los fans ni el alza de las cifras son nuevas. Hace tres años, 'The Guardian' publicaba un intento de desglose de los beneficios por venta de pases para conciertos. Trazar la línea que une el precio de tu entrada con el bolsillo de 'la Rosalía' no es un trabajo sencillo, porque las tarifas dependen de acuerdos variables de promotoras, agencias, salas de conciertos, artistas y el régimen fiscal de cada país. Y los datos desvelados por la promotora del Motomami World Tour (135.000 entradas vendidas en el primer día) demuestran que sí: pese a la guasa, muchos fans están dispuestos a comprar entradas que rondan los 100 euros por ver y escuchar a Rosalía en concierto/espectáculo.

El alza de los precios de las entradas es un fenómeno consolidado antes de la irrupción del covid en el mundo anglosajón. En 2019, 'The Wall Street Journal' tomaba como ejemplo las diez giras más taquilleras del año previo a la pandemia en Estados Unidos. En nueve de ellas, el precio medio de la entrada superaba la barrera de los 100 dólares. Y el precio medio de las entradas para las 100 giras principales en el mismo país llegó a duplicarse en la última década, con un ritmo de crecimiento superior al del precio de las entradas de cine o el de la inflación, según un estudio de 'Bloomberg'.

A la par que los beneficios por la venta de discos físicos se derrumbaban en el mismo periodo de tiempo, el negocio de la música en directo no dejaba de crecer. En España, según el anuario de 2021 publicado por la Asociación de Promotores de Música, la facturación neta por venta de entradas aumentó más de un 100% desde 2012 hasta 2019 debido, según apuntaron, a la consolidación de los macrofestivales en este país, que se ha convertido en uno de los más reclamados de Europa por el turismo musical. Esta avalancha de datos confirma, según señalaba la SGAE antes de la pandemia, el éxito de los macroeventos, el turismo y el ocio que rodea a la música en directo, con el consecuente aumento en la demanda, los precios y la recaudación. Según un informe de Ticketea en 2017, el precio medio de las entradas en España ascendió por primera vez en dos años, en un 4,7% respecto a 2016.

Después de aquello, los datos revelan lo evidente en 2020: el mazazo de la pandemia en la facturación, el número de espectadores y la venta de entradas. La recuperación empezó a notarse en los datos de agosto de 2021, pero todavía está lejos de igualarse a las previsiones de la industria para 2019. Las opiniones recogidas en el reciente anuario de la Asociación de Promotores Musicales plasman las distintas visiones dentro del sector: "Este año ha sido una prueba de fuego para todos", declara Álvaro de Azcárate, director de la promotora Shows on Demand. "No solo por la desaparición de la facturación. Han cambiado la mayor parte de las reglas del sector, aún no sabemos si temporal o definitivamente. Cachés, precios de entradas, costes, escalabilidad de los proyectos. Toda la cadena de valor ha sufrido un examen meticuloso, se han roto muchos mitos y han aparecido muchas nuevas ideas".

"En las últimas décadas, la industria de la música ha cambiado enormemente", opina Patxi Miranda, vicepresidente de la APM y director de la promotora Doctor Music. "Los ingresos por la venta de discos físicos ya no sustentan a los artistas y las plataformas de 'streaming' suelen pagar miserias. La música en directo y los espectáculos se ha convertido en la principal fuente de sus ingresos", explica. "A esta circunstancia habría que sumar el hecho de que muchos artistas internacionales, como Bruce Springsteen, U2 o Adele, han estado parados durante la pandemia, como toda la industria. Esto ha influido en sus cachés, que han subido. Un artista internacional puede cobrar ahora el triple de lo que cobraba hace diez años". Como señala Miranda, muchas de las giras nacionales e internacionales que se congelaron por la pandemia regresarán a la carretera en 2022. Los expertos consultados por el anuario de APM esperan una sobre-oferta de música en directo, con sus posibles riesgos de embotellamiento si el precio de las entradas se mantiene alto y la demanda es limitada. "En 2022 va a haber una sobreoferta y esto va a perjudicar sin duda porque el consumidor en España está en una crisis económica brutal y por mucho que te guste ir a conciertos tú tienes tu presupuesto. Lo vamos a sufrir”, explicaba Rosa Lagarrigue, directora de RLM.

Pero las pérdidas de la industria en años anteriores no ayudan a reducir el precio de las entradas. "A la presión, habría que añadir el aumento de los costes debido a la inflación. Ahora mismo, llevar un camión de Sevilla a Zaragoza cuesta el doble de dinero que hace dos años. Y los precios de entradas de conciertos aplazados por la pandemia, como el de Alejandro Sanz, los abonos del Mad Cool o del Primavera Sound comprados en 2020, se han mantenido iguales en 2022", explica Miranda. El precio general del abono de cuatro días del Mad Cool, por ejemplo, costaba 159 euros en 2019 y ha ascendido a 184 en 2022. Sin embargo, quienes compraron su abono por el precio pre-pandémico no pagarán más. Este promotor no opina que las entradas para la gira de Rosalía, "con un precio medio de 65 euros", sean desproporcionadas. "En el 'argot' de la industria, se mide la producción de los artistas en camiones. Rosalía es una artista al nivel de Beyoncé o de Dua Lipa, y una gira suya puede llegar a llevar consigo quince tráilers llenos de material y personal. Comparativamente, el precio de las entradas en España está muy por debajo de la media europea", argumenta.

Disección del precio de una entrada

Para entender cómo se fijan los precios de las entradas, debe entenderse primero a qué se destina el dinero recaudado. Esta 'disección' es compleja y opaca, porque depende de los acuerdos que establecen artistas, trabajadores, promotoras y recintos en cada evento. En su anuario de 2014, la APM recabó datos aportados por sus asociados y estableció una división hipotética. En un concierto con un aforo de 50.873 personas (similar al del Vicente Calderón), con una entrada a 53,50 euros, la recaudación bruta es de 2.721.705 de euros. En este supuesto, el desglose sería el siguiente:

- 21% para pagar el IVA cultural (el cálculo se hizo antes de la bajada de este impuesto al 10%).

- 10% para pagar los servicios de la venta de entradas.

- 10% para la entidad de autores (SGAE), en concepto de derechos de autor.

- 30% para los gastos de producción y marketing.

Del neto restante, el 90% se destinaría a los artistas y el 10%, a los promotores encargados de la gira o el espectáculo. En este supuesto, de los casi tres millones de euros recaudados, 842.154 terminarían en el bolsillo del artista. Estos porcentajes no son fijos, y varían según los acuerdos alcanzados, los trabajadores y elementos que intervienen en el espectáculo: alquiler del recinto, tramoyistas, sonidistas, electricistas, andamios, catering, seguros, personal médico, materiales y un largo etcétera.

Foto: Entradas para los conciertos de Rosalía, ya a la venta: a qué hora salen (EFE/M.A.C.)

Pero las variables no terminan ahí. En el caso del Motomami World Tour, Ticketmaster, Live Nation y El Corte Inglés son los tres puntos de venta oficiales de entradas. Desde el año 2009, Live Nation y Ticketmaster se fusionaron en Live Nation Entertainment ante el recelo de parte de la industria musical, que los acusaba de ejercer un monopolio. De hecho, la promotora tuvo que llegar a un acuerdo antimonopolio con el Departamento de Justicia estadounidense, por el que se prohibía que Live Nation penalizara a quienes usaran un sistema de venta de entradas distinto a Ticketmaster. En 2018, esta web provocó las críticas del público por sus acuerdos con SeatWave, un portal de reventa online ahora cerrado por decisión de la empresa. En 2018, fue precisamente la promotora Doctor Music, encargada de la gira de Bruce Springsteen, quien denunció a SeatWave por revender las entradas de esta gira con comisión cuando ya estaban agotadas en la web de Ticketmaster, donde se vendían originalmente.

Desde entonces, Ticketmaster cuenta con varias medidas para evitar los mercados secundarios de reventa, que terminan encareciendo las entradas cuando se agotan. Algo que ocurrió en 2019, durante la anterior gira de Rosalía, cuando algunos usuarios denunciaron que las webs de reventa compraban y duplicaban el precio original de los pases. Los límites de compra por tarjeta y las entradas nominales serían algunas de las medidas destinadas a evitar la adquisición masiva por parte de portales como Viagogo, StubHub o la desaparecida Seatwave.

"Un artista internacional puede cobrar ahora diez o quince veces más de lo que cobraba hace diez años"

Según se señala en la web de Ticketmaster, el precio de la entrada se desglosa en el "valor nominal" (determinado por los clientes previamente) y los gastos de gestión, que incluyen las tarifas de servicio y procesamiento de la web de venta, de donde Ticketmaster (parte de Live Nation Entertainment) obtiene sus beneficios. Además, según indican, los precios de algunas entradas son dinámicos y funcionan de un modo parecido a las habitaciones de hotel o los billetes de avión: pueden llegar a variar a lo largo del tiempo, según la demanda de los usuarios.

Es lo que ocurrió en 2018, cuando algunas entradas ofrecidas para el concierto de U2 en el Wizink Center de Madrid alcanzaron un precio de 1.580 euros en Ticketmaster en el momento de salida, descendiendo a los 805 una semana después. Fueron las llamadas "entradas platinum", que contaban con este precio dinámico sujeto a la demanda para evitar que después se dispararan en una reventa externa. En declaraciones para Europa Press, el presidente de Ticketmaster España explicaba el objetivo del precio dinámico: "La gente paga lo que quiere pagar. Las entradas se acaban vendiendo, lo que no se sabe es el precio. La cuestión es que cuando las ponemos a la venta esas entradas ya no valen 190 euros sino 800, de manera que al revendedor le dejamos un margen pequeño e igual no le compensa. Al final tú decides, nadie te pone una pistola para comprar una entrada".

En la gira que acompaña al lanzamiento de su tercer disco, Rosalía dará un total de 46 conciertos en quince países. Las entradas del Motomami World Tour salieron a la venta el pasado viernes en España y las más baratas, que rondaban los 50 euros para Madrid y Barcelona, se agotaron en menos de una hora. Y aunque los fans de la cantante catalana se comportaron como cabría esperar ante la acogida del álbum, formando largas colas virtuales y alimentando ya la reventa, no faltaron las críticas en forma de 'meme': una vez fulminadas las entradas más baratas, el precio para ver y escuchar a la de 'Saoko' escala de los 70 hasta los 107 euros en pista. Las entradas VIP, por su parte, van desde los 243 hasta los 413 euros.

Rosalía Inflación Música