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Muere a los 91 años el editor argentino Mario Muchnik, descubridor de autores esenciales
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Muere a los 91 años el editor argentino Mario Muchnik, descubridor de autores esenciales

Descubridor para los lectores en español de autores esenciales de la literatura como Elías Canetti o J.M. Coetzee, si algo le caracterizó fue su pasión inabarcable por los libros

Foto: Mario Muchnik posa en 2013. (EFE/Nacho Gallego)
Mario Muchnik posa en 2013. (EFE/Nacho Gallego)

El editor, escritor y fotógrafo argentino afincado en España Mario Muchnik ha muerto hoy a los 91 años, según ha anunciado Casa de América en redes sociales.

"Adiós, Mario Muchnik. Lamentamos la pérdida del editor argentino. Muchnik estaba afincado en España y tuvimos la suerte de que compartiera en Casa de América su trabajo editorial y también fotográfico. Que la tierra te sea leve", ha publicado Casa de América en Twitter.

Descubridor para los lectores en español de autores esenciales de la literatura como Elías Canetti o J.M. Coetzee, si algo caracterizó a Mario Muchnik fue su pasión inabarcable por los libros, heredada de su padre.

Muchnik, de ascendencia rusa, nació el 21 de junio de 1931 en Buenos Aires. Su padre, Jacobo (1907-1995) fue un importante publicitario y editor (cofundador con Víctor Seix de Difusora Internacional) que organizaba en casa reuniones con artistas y literatos, entre ellos los escritores Borges y Sábato, lo cual despertó en Mario el amor por la literatura.

Se decantó siempre por editar pocos y cuidados libros frente a las editoriales que apostaban por el éxito a cualquier precio

Con la llegada del primer Gobierno peronista (1946-1952) en Argentina, la familia Muchnik emigró a Nueva York, donde Mario se licenció en Ciencias Físicas por la Universidad de Columbia en 1953 y en 1957 se doctoró en Roma. Entre 1963 y 1966 fue profesor del Instituto de Física Nuclear de Roma y, en 1967, editor-jefe en Londres de una empresa audiovisual. Se dedicó a la ciencia durante una década, con participación incluida en el descubrimiento de la antipartícula sigma +.

Tras esa época, abandonó la Física y en 1973 fundó Muchnik Editores. "Como pasa en los matrimonios, dejé de entenderme con mi profesión y me dejé seducir por una chica de bellas piernas que se llamaba edición", contó en una entrevista con EFE en 1999 al presentar su autobiografía editorial, 'Lo peor no son los autores'.

placeholder Mario Muchnik en 2017, al depositar un legado personal en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. En la foto, Muchnik toca una flauta que ha depositado junto a su legado. (EFE/Mariscal)
Mario Muchnik en 2017, al depositar un legado personal en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. En la foto, Muchnik toca una flauta que ha depositado junto a su legado. (EFE/Mariscal)

Vivió el Mayo francés de primera mano como fotógrafo y compaginó su labor como profesional independiente -creó la Muchnik Editores (1973-1987)- con la dirección de colecciones literarias del editor Robert Laffont hasta 1978. Ese último año se instaló en Barcelona. El primer libro publicado por Muchnik Editores fue 'Y otros poemas', de Jorge Guillén, impreso en México y distribuido en España.

Amor por los libros

Se decantó siempre por editar pocos y cuidados libros frente a las editoriales que apostaban por el éxito a cualquier precio. Pensaba que los libros deberían "haberse quedado en la época del Renacimiento, cuando servían para transmitir placer o conocimiento, pero no para hacer dinero".

Buscó esa calidad en autores como Rafael Alberti, Miguel Ángel Asturias, Adolfo Bioy Casares, Ítalo Calvino, Julio Cortázar, Ismaíl Kadaré, Primo Levi, André Malraux, Henry Miller, Juan Carlos Onetti, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sabato, Oliver Sacks, Susan Sontag, George Steiner o Gore Vidal. Y se jactaba de haber sido el primer editor en español no solo de Canetti o Coetzee, sino también de Eli Wiesel y V.S. Naipaul, antes de que todos ellos ganaran el Nobel.

placeholder Muchni, junto a su esposa, Nicole, y el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet (d), en 2017. (EFE/Mariscal)
Muchni, junto a su esposa, Nicole, y el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet (d), en 2017. (EFE/Mariscal)

En 1980 la concesión del Nobel a Elías Canetti, búlgaro de origen sefardita que escribía en alemán y de quien Mario era editor en España, amplió el horizonte editorial de Muchnik: director literario de Ariel-Seix Barral (1982-1983), responsable de la editora paterna Difusora Internacional (1985-2012), que absorbió el sello editorial de Mario y fue comprado por la suiza L'Age d'Homme en 1991, año en que cobró realidad la editorial Anaya-Mario Muchnik, que dejó en 1997. Y en 1998 puso en marcha la editora Taller de Mario Muchnik.

Como autor ha publicado los libros 'Michelangelo' (1975) ('Miguel Angel de cerca'), 'Mundo judío. Crónica personal' (1983), 'Mundo judío' (1985), 'Un bárbaro en París' (1986), 'Albert Einstein' (1989) y 'Para mis amigos libreros' (1993).

Se declaraba judío no creyente, transgresor y nunca dentro del judaísmo tradicional. Además, se le consideraba uno de los pocos judíos que ha defendido públicamente la causa palestina. Estaba casado en segundas nupcias con Nicole Thibon y tenía tres hijos.

Tanto en los libros que escribió como en las entrevistas que dio. Muchnik no se mordía la lengua y cargaba duramente contra los grandes grupos editoriales que solo buscaban éxitos de baja calidad, como 'El código Da Vinci'.

Una actitud irreductible por la que fue despedido en 1990 de la primera editorial que fundó y que provocó una airada reacción de escritores y colegas editores, como Mario Benedetti, Maruja Torres o Esther Tusquets. Años después, en un homenaje, Rosa Regás expresó su admiración por el editor por "el criterio y el coraje" para mantener una "línea editorial independiente y admirable".

Pero además de su principal faceta profesional, la de editor, Muchnik fue un hombre con muchos intereses, entre ellos la fotografía, con su inseparable Leica, con la que trataba de captar las almas humanas y paisajísticas. Discípulo de Cartier Bresson, la fotografía le sirvió para apresar la realidad y los rostros de muchos de los escritores a los que admiraba y de los que era amigo, desde Cortázar y Borges a Vargas Llosa o Guillén.

Diversas facetas de un hombre renacentista y que no dejaba de sorprender. Como cuando en 2017 dejó su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes: una flauta, una caja de música comprada en 1937 y una fotografía de Shirley Temple tomada ese mismo año, dedicada a su "amiguito de la Argentina".

El editor, escritor y fotógrafo argentino afincado en España Mario Muchnik ha muerto hoy a los 91 años, según ha anunciado Casa de América en redes sociales.

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