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Primero el escorzo, después el quirófano: el problema de las mujeres con sus espejos
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Primero el escorzo, después el quirófano: el problema de las mujeres con sus espejos

Cada año se realizan casi 400.000 intervenciones de cirugía estética en España, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora. Y el 83,4% nos las hacemos nosotras, las mujeres

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Afirma la actriz Emma Thompson que a las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Que, cuando se pone delante de un espejo, empiezan los escorzos, las miradas laterales. Habla de lo extraño que resulta hoy ver en una película un cuerpo desnudo sin tratar; también de la dificultad de cargar con uno de esos esqueletos sin entrenamiento y sin cirugía, tal y como vinimos a este mundo.

La Thompson ha hecho muchas películas interesantes, pero siempre la recuerdo en una y en una escena en la que se come la pantalla. Cuando descubre la infidelidad de su marido en ‘Love actually’. Cuando comprueba que el regalo de Navidad que vio días atrás en la chaqueta de Alan Rickman, un colgante con un corazón, no es para ella.

Porque el paquete que está colocado a los pies del árbol y que abre con cara de pillina es un CD con los grandes éxitos de Joni Mitchell. Y se mete en su cuarto, suena ‘Both Sides Now’ y ella se pone a llorar, vestida con un jersey y una falda enormes que tapan su cuerpo. La destinataria de ese colgante, por cierto, es una mujer mucho más joven y con mucha menos tela en su armario y en su cuerpo. De esas que aguantan la mirada delante de un espejo y de cualquier otro objeto ya sea animado o inanimado.

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“No me miro al espejo. No soy yo”. “Siempre supe que envejecería. Y sé que hay cosas por las que un cuerpo tiene que pasar. Pero jamás pensé que acabaría viéndome así”. La autora de esta frase es Linda Evangelista, esa que al parecer dijo que no se levantaba de la cama por menos de 10.000 dólares en 1991. Unas declaraciones que Vicente Gallart marca como el inicio de la decadencia de la figura de las supermodelos en su libro ‘Viaje a través de la moda’.

Un cuerpo y un rostro perfectos los de la Evangelista a los que sometió a cirugía estética en cuanto asomaron la flacidez y el paso del tiempo. Unas sesiones de lipoescultura que le provocaron una enfermedad que solo pasa en uno de cada 4.000 tratamientos. La modelo, que ha vivido recluida durante muchos años, posa para la revista 'People' mostrando las secuelas del destrozo. Pero yo veo ahí la espalda de una mujer de 56 años que entiendo inasumible para la que fue portada de 'Vogue América' en 11 ocasiones.

Foto: Foto: iStock.

Recuerdo un verano a las afueras de Madrid. Unos amigos nos invitaron a pasar el día con ellos en su casa con piscina. Lo recuerdo porque acabé con dolor de cuerpo de tanta postura infame en la tumbona. Enfrentarse a una flaca que ha parido más hijos que tú tiene estas escenas ridículas en las que sometes a tu hernia a una tortura intolerable. Soy un saco con complejos que ha tenido que llegar a los 40 para enseñar mis piernas con varices en verano, una de esas herencias maternas que una lleva con fastidio desde los 16 años.

Nos han lavado el cerebro, sí. Por más que una se diga de vez en cuando, cuando escucha a mujeres brillantes como la Thompson, que amarás a tus lorzas como a ti misma. Y a los pocos días te ves en una clínica rellenando un formulario en el que consientes que un aparato manejado por un extraño intente dejarte la piel perfecta que has visto en un folleto.

Sabes que no estás sola en esto porque cada año se realizan casi 400.000 intervenciones de cirugía estética en España

Conversas con tus hijos (es decir, les das la chapa) sobre la importancia del empoderamiento y la necesidad de aplaudir cuerpos que no sean normativos. Al fin y al cabo, lo has leído en un artículo y tú lo único que buscas es que ellos sean felices y coman perdices. Mientras, no descartas endeudarte para hacerte un ‘mummy recover’, porque decir lo que es en realidad, un completo, sigue teniendo connotaciones negativas. Vivir supone cabalgar sobre las contradicciones.

Sabes que no estás sola en esto porque cada año se realizan casi 400.000 intervenciones de cirugía estética en España, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora. Y que el 83,4% nos las hacemos las mujeres. Que queremos más pecho y menos grasa en el resto del cuerpo. Aunque eso suponga reconocer a otra cuando te pones frente al espejo.

Y tienes que darle la razón a la Thompson. En lo del lavado de cerebro y también cuando afirma: “Acéptate, acéptate y no te juzgues”. Voy a tirar los folletos.

Afirma la actriz Emma Thompson que a las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Que, cuando se pone delante de un espejo, empiezan los escorzos, las miradas laterales. Habla de lo extraño que resulta hoy ver en una película un cuerpo desnudo sin tratar; también de la dificultad de cargar con uno de esos esqueletos sin entrenamiento y sin cirugía, tal y como vinimos a este mundo.

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