Es noticia
¿Qué pensaba en realidad Jorge Luis Borges del 'Ulises' y de James Joyce? "Es una idiotez"
  1. Cultura
centenario

¿Qué pensaba en realidad Jorge Luis Borges del 'Ulises' y de James Joyce? "Es una idiotez"

En su centenario, la novela del irlandés vuelve a reeditarse con el sospechoso aval del escritor argentino, pero... ¿le gustaba de verdad?

Foto: Jorge Luís Borges. (Getty/Sophie Bassouls)
Jorge Luís Borges. (Getty/Sophie Bassouls)

Hay pocas dudas de que Jorge Luis Borges es uno de los más grandes prescriptores y avalistas de la literatura universal, salvoconducto lector sin cuyo pase ningún libro puede adquirir condición de auténtico clásico. El escritor argentino logró algo más que legar a la posteridad un puñado de cuentos y ensayos inolvidables, también se impuso como la quintaesencia simbólica del acto de leer, del libro, de esa biblioteca de Babel de infinitos anaqueles inagotables. No es extraño que sus citas se multipliquen en las contras y fajas publicitarias de otros títulos como sello de validación definitivo: esto hay que leerlo, lo dijo Borges. Pero es necesario recordar que muchas aquellas citas eran de circunstancias, cortesías o, sencillamente, malinterpretaciones.

Foto: James Joyce. (EC Diseño) Opinión

El centenario de la publicación del 'Ulises' de James Joyce ha vuelto a desempolvar las disposiciones borgeanas. La nueva edición de la célebre traducción de José María Valverde revisada por Andreu Jaume, por ejemplo, lleva repetida en faja y contra esta misma cita del autor de ' El Aleph': "Si tuviera que perderse todo lo que se llama literatura moderna y hubiera que salvar dos libros, esos dos libros que podríamos elegir en todo el mundo sería en primer término el 'Ulises' y luego el 'Finnegans Wake, de Joyce". Hay también un poema titulado 'Jame Joyce' en el que Borges concluye "Dame, Señor, coraje y alegría / para escalar la cumbre de este día", lo que no deja de ser un curioso elogio.

placeholder Extracto de la faja de la nueva edición del 'Ulises' de Joyce en Lumen.
Extracto de la faja de la nueva edición del 'Ulises' de Joyce en Lumen.

Sin embargo, una conferencia de 1960 en la Universidad de La Plata, Borges lamentaba: " Joyce empezó escribiendo poemas. Estos poemas son realmente extraordinarios. Es una lástima que Joyce, que tomó significativamente el nombre de Dedalus, se dedicara a construir laberintos, a construir vastos laberintos en los que él mismo se perdió y en los que sus lectores se pierden". Ya tres décadas antes, un joven Borges que reconocía no haber podido terminar el 'Ulises', se permitía bromear así: "Si Shakespeare —según su propia metáfora— puso en la vuelta de un reloj de arena las proezas de los años, Joyce invierte el procedimiento y despliega la única jornada de su héroe sobre muchas jornadas de lector. (No he dicho muchas siestas)".

Pero donde mejor descubriremos lo que verdaderamente pensaba Borges del 'Ulises' en concreto y de su autor, en general', lo encontramos en ese libro maravilloso y divertidísimo en el que el también escritor Adolfo Bioy Casares recogió minuciosamente los diálogos privados con su inseparable amigo Borges que se sucedieron durante décadas. Basta con dirigirse al índice onomástico y comprobar el resultado. Atiendan.

- "Qué error el de Joyce haber escrito un libro tan detallado". "Su estética es espantosa con momentos agradables".

placeholder Adolfo Bioy Casares - 'Borges'. (Destino)
Adolfo Bioy Casares - 'Borges'. (Destino)

- "Las ideas de Joyce no eran lúcidas. Los cuentos de ' Dublineses' son muy bobos". "Los libros de Joyce son una idiotez pero permiten el comentario de los críticos".

- "El 'Ulises' carece de todas las virtudes que requiere una novela". "Es un libro que muchos han comprado y nadie ha leído. Parece que hay que leerlo todo al mismo tiempo. ¿Cómo se hace eso? Tal vez Dios pueda hacerlo".

- "Joyce demuestra que en esta época puedes publicar cualquier cosa sin cubrirte de oprobio".

Hay pocas dudas de que Jorge Luis Borges es uno de los más grandes prescriptores y avalistas de la literatura universal, salvoconducto lector sin cuyo pase ningún libro puede adquirir condición de auténtico clásico. El escritor argentino logró algo más que legar a la posteridad un puñado de cuentos y ensayos inolvidables, también se impuso como la quintaesencia simbólica del acto de leer, del libro, de esa biblioteca de Babel de infinitos anaqueles inagotables. No es extraño que sus citas se multipliquen en las contras y fajas publicitarias de otros títulos como sello de validación definitivo: esto hay que leerlo, lo dijo Borges. Pero es necesario recordar que muchas aquellas citas eran de circunstancias, cortesías o, sencillamente, malinterpretaciones.

El redactor recomienda