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Carolina Durante: "No ensayamos a diario, si oyes mucho una canción acabas hasta los cojones"
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Carolina Durante: "No ensayamos a diario, si oyes mucho una canción acabas hasta los cojones"

Acaban de lanzar su segundo álbum, 'Cuatro Chavales', en el que se desmarcan de los "himnos generacionales" y se resisten a "tomárselo todo tan en serio"

Foto: Los integrantes de Carolina Durante. (Cedida)
Los integrantes de Carolina Durante. (Cedida)

Lo que catapultó a los chicos de Carolina Durante en 2018 se les escapó de las manos hace tiempo, flota lejos de ellos. En las redes sociales, en el Congreso de los Diputados, en cualquier bar. Ellos crearon al 'cayetano' como neologismo de moda para describir un estrato social y político. Después, lo lanzaron al espacio público sin ánimo de trascender. Pero aquel videoclip trascendió, como otros de la banda, por lo agudo y ácido de la caricatura. Cuando se le pregunta a Diego Ibáñez, vocalista y autor de la mayoría de letras de Carolina Durante, rehúye del análisis intelectualoide: "Es que me resulta fácil escribir canciones sobre una idea. Como cuando te pones a charlar con un amigo y los dos pensáis en una persona concreta. Si te pones a describirla, te salen ese tipo de letras. Pero no te puedo decir más, me sale así", cuenta a este periódico.

Como ejemplos, el vocalista cita la letra de 'Cayetano', pero también las de otros temas incluidos en 'Cuatro chavales' (Sonido Muchacho/Universal Music), el segundo álbum que Carolina Durante acaba de lanzar. En su último trabajo, Ibáñez, Martín Vallhonrat (bajo), Juan Pedrayes (batería) y Mario del Valle (guitarra) han querido explorar la fórmula con la que se han forjado un lugar en la escena musical española: unas letras gamberras, el pop-punk y el guitarreo enérgico de sus directos. "Queríamos perfeccionar lo que veníamos haciendo. Teníamos una espinita clavada con el primer disco, nos quedó más 'popero' de lo que nos hubiera gustado... Ahora, buscábamos acercarnos más a nuestro sonido en directo. Estaba cansado de los colegas que nos decían que en concierto somos otra historia, creo que eso significaba algo. 'Cuatro chavales' es más contundente, llevábamos más claras las cosas al estudio".

En su segundo álbum, los miembros de la banda dirigen su ironía hacia ellos mismos y a la industria en la que se sumergieron. "Es tu nuevo grupo favorito. Solo tiene dos canciones, pero que no son solo canciones; son himnos generacionales", cantan con sorna en el tema que abre el disco. La letra de 'Famoso en tres calles' ahonda en la misma ironía ("Pero él es famoso en tres calles, tiene mogollón de fieles. Harían lo que fuera por él, por ser como él"). Y es quizá por esa acidez, o por su capacidad para reírse de sí mismos, que muchos han encontrado en Carolina Durante un referente generacional: "La ironía y el drama, son las dos caras de Carolina. Quizá eso puede reflejar bien lo que es ahora internet. Pero no creo que seamos tan representativos de nuestra generación. Nuestros padres se reían de unas cosas, nosotros de otras. En la forma de escribir, es inevitable que se note, pero más allá de eso...", opina Ibáñez.

"El reírnos de nosotros mismos o de la industria, como hacemos en 'Tu nuevo grupo favorito' puede ser hasta cierto punto un escudo contra la presión. Cuando la prensa valora para bien lo que uno hace, yo lo agradezco a saco. Pero cuando se rebasa según qué línea... ["no son solo cuatro chavales, dicen que tienen superpoderes", bromean en el tema]. Yo pienso: 'Joder, si leyera esto sobre otro grupo, me daría grima'. Como que miraría a la banda de reojo. 'A ver estos', a la mínima que flojeen un poco... No es cuestión de 'defenderse' de que hablen bien de nosotros. Pero es que al principio con decir tres mierdas y hacer una melodía, que eso sonara en un local, ya me parecía alucinante. Jamás iba a pensar que llegaríamos aquí, es normal que ahora sea más exigente y sienta algo más de presión", explica Ibáñez.

"Cuando nuestro mánager escuchó el tema, nos dijo: 'Qué cabrones'. Pero él es el primero que se ríe de sí mismo y sabe reconocer este tipo de grandilocuencia un poco engañosa que se ve a veces en la industria... Cómo funcionan los sellos, cómo funciona la prensa. Al ver eso, seguro que le hizo hasta más gracia que a nosotros. Yo estoy a favor de ensalzar y crear un poco de cuento sobre un grupo si es sincero, como yo mismo hago con las letras más romanticonas. Es un recurso para echarle sal y salsa al asunto, es que si no sería todo muy aburrido", concluye. Pero la autoparodia en la canción continúa: "Nuevo fichaje, el Sonido Muchacho. Uno tiene súper fuerza, el otro súper borracho. La paz en el mundo, su próximo paso".

placeholder Los integrantes de Carolina Durante. (Cedida)
Los integrantes de Carolina Durante. (Cedida)

Además de la ironía, 'Cuatro chavales' contiene otra de las canciones que añaden al gamberrismo de Carolina Durante una preocupación social. "Escribimos sobre lo que tenemos cerca", explica Ibáñez. Uno de sus singles, 'Granja Escuela', se refiere a una de las adicciones que golpea con fuerza a los de su generación, la de las apuestas deportivas: "Juan es buen chaval, es un buen chico. Solo le pondría un pero: pierde la cabeza con el juego. No sabéis lo que me duele verle todos los días en el Codere", dice la letra.

"Metimos lo del Codere viendo un poco lo que podrían ser las lacras o los vicios que puede tener un chaval como nosotros. Retratamos lo que vemos. Es igual que 'Famoso en tres calles'. O con 'Cayetano'. La idea no era hacer una crítica social súper elaborada y súper sesuda. No. Simplemente, tú ves algo y lo plasmas, pero sin pretensiones. Después de lanzar este tema, la gente nos empezó a hacer preguntas sobre los chavales, sobre las casas de apuestas... Sí es verdad que al final, sin querer, hay una cierta crítica social", opina el vocalista.

Aunque el sonido de 'Cuatro chavales' lleve el sello con el que Carolina Durante se dio a conocer, Ibáñez cuenta que la composición fue diferente. Y aunque la pandemia no se asome entre sus letras, estuvo muy presente: "Es la primera vez que partimos de cero y decimos: 'Vale, todo lo que escribamos ahora, va para el disco'. Se afronta de manera diferente, sobre todo por el hecho de que nos pilló la pandemia en medio. Hubo una pausa que nos permitió pensarlo todo mucho más y llevarlo preparado. 'Famoso en tres calles', la primera canción que compusimos, la escribimos en el confinamiento por WhatsApp. Yo escribí parte de la letra y la melodía, la mandé en una nota de voz, Mario metió una guitarra, Juan hizo una demo... Y ahí la tenemos. Fue un 'Frankenstein'. Algunas otras las tocábamos a saco en el local".

"Queríamos que fuese un disco más ligero, menos solemne que el primero. Y, sobre todo, que no hubiese ningún resquicio de pandemia en él. Siempre que empezaba a escribir alguna letra y veía que iba cargada de apatía... Decía: 'Esto no, esto fuera'. Con cualquier cosa que pudiera relacionarse con el coronavirus. Aunque tampoco queríamos hacer un disco de chistes...". Frente al humor de 'Tu nuevo grupo favorito', en 'Cuatro chavales' también cabe la ira de una ruptura sentimental. En el tema 'Aaaaaa#$!&': "Cuando dices que ya no te quiero. Cuando preguntas que si me importas. Cuando dices todas esas cosas. Oye, menuda mala hostia".

"Hay espacio para todo en las letras: para analizar y para vomitar", dice Ibáñez. "Como en 'Cayetano', yo desgloso la imagen que se me viene a la cabeza. La describo. Eso es más fácil para mí, pero lo que se me hace más difícil es vomitar, describir una situación. Cuando tienes una emoción muy fuerte y la vomitas, escupes en el papel lo que se te pasa por la cabeza y fuera", cuenta el letrista.

Los de Carolina Durante afirman, en sus canciones y fuera de ellas, no conocer la fórmula del éxito. "Después de esto, tocará dar un pequeño cambio. ¡Y ahí es cuando dejaremos de gustar a la gente!", bromea el vocalista de la banda. "¿Hablo de todo esto como si se fuera a acabar ya, no? ¡Como si fuera un anciano! Me lo dicen mucho", ríe. "Ahora en serio, a nosotros nos preocupa más dejar de disfrutar que de gustar. Nos resistimos al ritmo frenético de la industria, nos encanta sacar canciones, pero no vamos a sacar canciones porque sí. No ensayamos a diario, ni mucho menos. Cuando estamos de gira o de festivales, por ejemplo, intentamos no quemarnos. Lo último que quiero es dejar de disfrutar en el escenario, cantar como un robot y cansarme de las canciones", cuenta Diego Ibáñez.

El último trabajo de Carolina Durante enfatiza esa idea: la de que son cuatro chavales que disfrutan en el escenario. Así lo resume su cantante: "Si sale una canción y la escuchas cien veces, acabas hasta los cojones de la canción. Acabas quemado. Hay una cosa que dice nuestro tour manager, que me parece muy sabia: 'Hay que ser amateurs profesionales'. Aunque sabemos que no vamos a sonar nunca en Los 40, en Kiss FM o en Cadena 100, yo qué sé. No tenemos esa presión. Nos tomamos esto muy en serio, pero hay una parte de nosotros que no quiere entenderlo como un trabajo al uso".

Lo que catapultó a los chicos de Carolina Durante en 2018 se les escapó de las manos hace tiempo, flota lejos de ellos. En las redes sociales, en el Congreso de los Diputados, en cualquier bar. Ellos crearon al 'cayetano' como neologismo de moda para describir un estrato social y político. Después, lo lanzaron al espacio público sin ánimo de trascender. Pero aquel videoclip trascendió, como otros de la banda, por lo agudo y ácido de la caricatura. Cuando se le pregunta a Diego Ibáñez, vocalista y autor de la mayoría de letras de Carolina Durante, rehúye del análisis intelectualoide: "Es que me resulta fácil escribir canciones sobre una idea. Como cuando te pones a charlar con un amigo y los dos pensáis en una persona concreta. Si te pones a describirla, te salen ese tipo de letras. Pero no te puedo decir más, me sale así", cuenta a este periódico.

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