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¿Quiénes son las Tanxugueiras? La revolución del folclore gallego que pisa fuerte en Eurovisión
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"cantareiras de una nueva década"

¿Quiénes son las Tanxugueiras? La revolución del folclore gallego que pisa fuerte en Eurovisión

Estas tres jóvenes gallegas fusionan el folclore de su tierra con electrónica, dancehall y hasta reguetón. Podrían ser las primeras en llevar el gallego al festival europeo de la canción

Foto: Foto: Rocío Cibes/Cedida.
Foto: Rocío Cibes/Cedida.

Cuenta una joven gallega que, en las aldeas, las mujeres eran las encargadas de organizar cada fiesta. Y la música que allí sonaba también corría a su cargo, porque muchos huían del escenario. "Es que era como el Tinder. Se trataba de ver quién se pavoneaba más en el baile y se llevaba al más guapo o la más guapa de la zona", explica. Así que las madres y abuelas acudían para paliar el silencio cuando nadie más lo haría, sin más armonía que la de sus voces y sin más acompañamiento que el de las panderetas.

"Las ‘pandereteiras’ y ‘cantareiras’ hacían su música para el baile y para socializar. Cuando había dinero, se pagaba a un gaitero para que tocara. Pero cuando no lo había, las mujeres siempre estaban allí, aunque no se las valoraba. Era su papel y ya está". Esta joven gallega se llama Sabela Maneiro y es una de las integrantes de Tanxugueiras. Junto a su hermana Olaia y Aida Tarrío, forma un grupo musical que reivindica la "música de raíz" gallega. Especialmente, aquel folclore que un día fue patrimonio femenino y que de su mano arrasa en las plataformas digitales.

Este trío de ‘cantareiras’ ha conseguido con su último single, ‘Terra’, superar las 500.000 reproducciones en el día del lanzamiento. En la plataforma iTunes España, ‘Terra’ ocupó el segundo puesto en la lista de tendencias, solo por detrás de Mariah Carey y su ‘All i want for Christmas is you’. Las gallegas y su single son las candidatas favoritas para representar a España en el próximo Festival de Eurovisión. Por eso participan ahora en el Benidorm Fest, que se celebrará a partir del 26 de enero para escoger al artista que finalmente acudirá al concurso europeo de la canción.

Sabela, Olaia y Aida no se esperaban esta exposición repentina. Hace unos días que Omar Montes charló con ellas a través de Instagram e incluso deslizó una posible colaboración. Hasta el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, les mostró su apoyo en Twitter. "Cuesta asimilarlo todo, es una gran noticia saber que también llegamos a gente fuera de Galicia. Esto prueba que la música es universal y que da igual el idioma en el que cantes", cuenta Sabela Maneiro a este periódico.

De ser ‘Terra’ la canción escogida en el Benidorm Fest, estas tres jóvenes serían las primeras en llevar una lengua cooficial española a Eurovisión. "Nos encanta que la primera fuera el gallego, pero intentamos dar voz a todas las lenguas. También a aquellas que no se consideran lenguas, sino dialectos. Ojalá a partir de esta oportunidad que nos ofrecen se normalice más. Nos hace muchísima ilusión… Sería un hito en la historia".

placeholder Foto: Rocío Cibes/Cedida.
Foto: Rocío Cibes/Cedida.

La propuesta de Tanxugueiras ha conquistado a los eurofans. Ellas se describen como las "‘cantareiras’ de una nueva década". En su último videoclip, ‘Figa’, aparecen vestidas de negro, con trajes tradicionales, para enfrentarse a una horda de gente enfurecida y vestida de blanco. "No escupas hacia arriba, que todo tiende a caer", dice el primer verso de la canción. Sabela, Olaia y Aida van de oscuro, pero su mensaje es enérgico y combativo: quieren revolucionar y reivindicar el folclore gallego, acompañarlo de electrónica, dancehall o reguetón. Y unirse con su música a la corriente del empoderamiento femenino.

"No nos posicionamos así porque esté de moda", explica Sabela. "De hecho, falta mucho por hacer. Somos mujeres y da igual en qué ámbito de la sociedad te muevas: sabes que nosotras tenemos que demostrar más, que tenemos más barreras, un techo de cristal que hay que romper. Tenemos un altavoz y decidimos usarlo como lo usan nuestras referentes, para mostrar a las niñas que pueden llegar a donde ellas quieran. Tenemos una responsabilidad y queremos decirles que pueden hacer lo que quieran con el gallego, con la música tradicional, siendo mujer, ayudando de muchas maneras si son hombres…".

placeholder Videoclip de 'Figa'. (Rocío Cibes/Cedida)
Videoclip de 'Figa'. (Rocío Cibes/Cedida)

"A la manera de nuestras madres". Sería la traducción aproximada de uno de los versos que repiten en ‘Terra’, el single que podría llevarlas a Eurovisión. Tanxugueiras hace suya la música de raíz, esa que ellas asimilaron no gracias a las mujeres de su familia, sino a las asociaciones locales. "Aida es de Ribeira, un pueblo de costa. Olaia y yo somos de otro pueblo que se llama Teo, cerca de Santiago. Las tres empezamos nuestro camino de muy pequeñas, en las asociaciones gallegas donde se enseña a tocar la pandereta y el baile", cuenta Sabela.

"Sí que teníamos una bisabuela que tocaba la pandereta, pero nadie de nuestra familia nos transmitió directamente este legado. Desde los 4 años íbamos a clases de baile tradicional, canto y pandereta. Así empezó todo, porque queríamos tocar en las fiestas del pueblo. Aida tiene una abuela tocadora y nos conocimos cuando vino a estudiar a Santiago. Coincidimos en la misma asociación y nos hicimos amigas". Sabela, Olaia y Aida empezaron a actuar en las celebraciones populares llamadas ‘foliadas’.

Sabela Maneiro cuenta que existen muchas asociaciones de ‘pandereteiras’ y ‘cantareiras’, donde jóvenes como ellas aprenden la tradición: "Gracias a ellas, el folclore gallego goza de muy buena salud". ¿Y qué opinan esas madres y abuelas, correa de transmisión de la música de raíz, cuando reconocen su música en la fusión de Tanxugueiras? "Les encanta lo que hacemos. Saben que las cosas no se hacían así, pero sigue sonando a lo que hacían. En su mentalidad, no distinguen lo que es tradicional y lo que no. Para ellas, su música no tenía ninguna importancia. Pero sí consideran importante que se siga haciendo hoy en día. Es nuestra forma de agradecérselo, de decirles que todo esto existe ahora gracias a ellas".

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Foto: Rocío Cibes/Cedida.

Maneiro cita entre sus referencias a Leilía, un grupo de ‘pandereteiras’ nacido a principios de los 90 en Santiago de Compostela. "Las mujeres eran las encargadas de organizar la fiesta y los hombres de divertirse", contaban ellas mismas a ‘El País’ hace más de veinte años. Aunque trabajaban durante la semana, estas mujeres llevaron a cabo una tarea antropológica de la que, probablemente, se enriquecieron jóvenes como Sabela, Olaia y Aida. Recorrían las aldeas para grabar en casetes y cintas de vídeo la música popular. Pedían a las ancianas que recuperaran su pandereta después de décadas y tocaran para ellas. "Les decimos que queremos aprender para que estas músicas de antes no se pierdan".

Sabela Maneiro reconoce que su música ha cambiado mucho desde su primer álbum de estudio, que les dio nombre como grupo. ‘Tanxugueiras’ (2018) es un disco con tintes célticos por su sonoridad e instrumentación, pero con un colchón armónico que se podría asociar con música más moderna, como el jazz. En ‘Contrapunto’, su siguiente trabajo, la percusión es la gran protagonista. De ahí el sonido que caracterizaba a las ‘pandereteiras’, con una armonía casi primitiva, tribal, sostenida solo por el ritmo. Es el camino que quieren recorrer, según explica Sabela.

“En ‘Midas’ ya estábamos fusionando como lo hacemos ahora. Necesitábamos un aprendizaje y un empoderamiento como artistas. Nosotras no tenemos más estudios musicales que los que aprendimos en el pueblo. Tampoco empezamos como una banda en un garaje. Nuestro primer disco nos encanta, pero suena más a Pedro Pascual, nuestro productor. No es la sonoridad que hemos adquirido después, trabajando y estudiando. Tanxugueiras se ha ido empoderando y entendiendo que teníamos que coproducir nuestra propia música. Dejar de tener esos colchones armónicos e instrumentales y dar protagonismo a la percusión y la voz”, relata.

Foto: Rodrigo Cuevas. (EFE/Atienza)

La fusión reciente de Tanxugueiras, música urbana y folclore, se enmarca en una corriente más amplia. Esa que algunos denominan ‘Revolución trad’, la influencia de la tradición musical española sobre el nuevo pop. Los ejemplos son muchos: Rosalía, C. Tangana, Califato ¾, Mala Rodríguez, Rodrigo Cuevas y su copla asturiana… "La música popular siempre llega. Da igual con qué la mezcles. Somos tierra y es la música del pueblo, tiene unos matices que nos conectan con el lugar del que venimos, con nuestra lengua y nuestras tradiciones. Estamos en un momento de la historia en el que podemos llegar a casi todo el mundo. Por eso creo que se está empezando a descubrir… Ahora que estamos todos tan perdidos, con esta pandemia que parece no acabar, todos necesitamos pisar tierra", opina la integrante de Tanxugueiras.

En la mente colectiva, el arte gallego está impregnado de melancolía. Se manifiesta en esa morriña, que podría hermanarse con la ‘saudade’ portuguesa. En el dolor migratorio, la ausencia de la tierra propia. En la tragedia que impregna los textos sufrientes de Rosalía de Castro, escritora admirada por Tanxugueiras. O en la ausencia del amado que quedó escrita en las cantigas de amigo medievales (‘Ondas do mar de Vigo,se vistes meu amigo?’). La energía de estas tres jóvenes rompe con la melancolía. “Nosotras no tenemos esa tristeza. Vemos todos los días nuestro paisaje, nuestro mar. Nosotras cantamos desde la alegría de ser gallegas y de poder participar en nuestra cultura”.

Cuenta una joven gallega que, en las aldeas, las mujeres eran las encargadas de organizar cada fiesta. Y la música que allí sonaba también corría a su cargo, porque muchos huían del escenario. "Es que era como el Tinder. Se trataba de ver quién se pavoneaba más en el baile y se llevaba al más guapo o la más guapa de la zona", explica. Así que las madres y abuelas acudían para paliar el silencio cuando nadie más lo haría, sin más armonía que la de sus voces y sin más acompañamiento que el de las panderetas.

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