'Doctor Portuondo': cómo reírte de tu propia terapia de psicoanálisis

La pandemia nos ha dejado en la intemperie. Nos hemos convertido en actores de nuestra propia realidad. Si antes nos traían por el camino de la amargura cientos de problema existenciales con poco trasfondo —el simple hecho de vivir era un suplicio—, ahora parece que tenemos una excusa para estar realmente jodidos. Y se nota. Se habla más de salud mental y de la necesidad de ir a terapia. Menos mal, por otro lado: si antaño parecía que quien acudía al psicólogo era un bicho raro, hoy es una realidad más que tangible. Por eso 'Doctor Portuondo', creada por Carlo Padial y primera serie original de Filmin, se estrena en un momento idílico.

Quien haya visto ‘Algo muy gordo’ (Zeta, 2017) sabrá que el estilo de Carlo Padial no deja a nadie indiferente. O le odias o le amas. Y puesto que esto es una recomendación, se presupone que nos acercamos más a los segundos. Pues, efectivamente, no estáis equivocados. Lo de Padial va más allá de las premisas cineastas que nos han contado. Ahora recurre a su propia experiencia en una clínica de psicoanálisis. Cinco años de terapia recogidos en el libro ‘Doctor Portuondo’ (Blackie Books, 2017), que escribió “en un momento en que iba a ser padre y pensé en todo lo que me había enseñado Portuondo… ¿Qué idea iba a tener mi hijo de mí cuando fuera mayor? Pensé, bueno, 'si te hablan mal de mí, que sepas que yo era así antes'. Fue casi como una maniobra paranoica defensiva”, explica Padial a El Confidencial. Filmin y La Chica de la Curva producen ahora la adaptación audiovisual de una historia que su autor ideó únicamente en formato libro: "Fue una propuesta de Filmin. A mí no se me ocurrió, no soy nada práctico. A veces creo que sería mejor que yo no decidiera nada", dice entre risas.

Seis capítulos de 30 minutos cada uno donde las consultas psicoanalíticas se intercalan con la vida cotidiana del paciente. Su relación de pareja, su adicción al queso, su manera de percibir el entorno que le rodea. Casi enfermizo de la excentricidad, exagerado de su propia existencia en un afán de buscar una excusa para justificar su angustia vital. No le pasa nada, no nos pasa nada. El paciente, interpretado por un magistral Nacho Sánchez, introduce al espectador en su propia locura y le convence de la catarsis que le corrompe. Mientras tanto, Portuondo cierra las puertas con fuerza, pone a sus pacientes a bailar y fuma pipa. “No me interesa tanto el hecho de que [la experiencia con Portuondo] me hubiera pasado a mí, sino enfocarlo como un arquetipo de algo que nos puede pasar a todos. Era un juego de espejos, quería mostrar esas enseñanzas raras del psicoanalista que a veces no entendía, pero que me sirvieron. Nosotros [nuestra generación] no hemos vivido grandes guerras, forzamos vivencias para sentir que nos ocurre algo”.

'Doctor Portuondo' es una vía de escape con un efecto casi catártico

El doctor Portuondo fue un reputado psicoanalista cubano que influyó notablemente en la vida de sus pacientes. Padial le rinde homenaje y no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de la salud mental: “Todo el mundo que conozco está en terapia o debería. Incluso antes de la pandemia, la sensación de crisis era permanente: económica, climática...es una sensación de agotamiento. En ese contexto, tanto hacer la serie como pensar en el doctor Portuondo tiene algo de vía de escape. Para mí todo lo que me enseñó él es una oportunidad de aprender de alguien que me cambió la vida y reírse del proceso. Es una vía de escape con un efecto casi catártico, que es básicamente lo que busco en todo lo que hago”.

Aunque siempre se enmarca a Padial en el estrambótico género del poshumor, ‘Doctor Portuondo’ supera dicho término y oscila entre el absurdo y la comedia psicológica: “Podría deberle al poshumor como al teatro de Arrabal, que será quizá mi mayor influencia. Yo creo que ese es un estilo más de 2010, a mí me inspiran los relatos de Topor o Strindberg”, relata el director.

El paciente consigue que te fíes de él a pesar de ser un neurótico empedernido. No obstante, habrá que esperar al final para descubrir realmente la realidad que le rodea. ¿Será verdad todo lo que le sucede, incluso lo que sabemos que se inventa? El juego de la cámara va acorde con su paranoia y Padial consigue que te lo creas. Además de Nacho Sánchez, la calidad de la interpretación también reside en hombros de Jorge Perugorría en su papel de psicoanalista. La constante entonación reflexiva y atacante permite que te sientas estúpido. Casi tanto como el paciente. O el resto de pacientes. Berto Romero, Judit Martín y Elisabeth Casanovas, entre otros, encarnan a los compañeros de consulta del personaje principal.