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Que no te juzgue un juez hambriento: qué es el 'ruido humano' y por qué es tan peligroso
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Que no te juzgue un juez hambriento: qué es el 'ruido humano' y por qué es tan peligroso

Hablamos con el profesor de derecho constitucional estadounidense Cass R. Sunstein por su nuevo libro sobre uno de los errores del juicio humano más generalizados y desconocidos

Foto: Juicio en Florida, EEUU. (EFE)
Juicio en Florida, EEUU. (EFE)

Ya sea usted juez, doctor o ejecutivo de una gran empresa de seguros, seguramente sabrá que las decisiones de la gente que le rodea, y las suyas propias, están en muchos casos sesgadas, esto es, se desvían constantemente de su objetivo y siempre de la misma manera. Y lo sabrá porque durante los últimos años la psicología, la economía y, por supuesto, la industria editorial han machacado concienzudamente con sus advertencias sobre los sesgos, sobre nuestra incapacidad estadística, por ejemplo. Pero es probable que no sea tan consciente de otro fallo del juicio humano seguramente más sibilino pero tal vez por ello también más peligroso: el ruido. ¿Y qué es el ruido? El ruido es la variabilidad no deseada, que personas que tendrían que tomar decisiones similares, como cuál es la concreta enfermedad que usted sufre o la pena que merece el delito que usted ha cometido, tomen sin embargo decisiones catastróficamente diferentes.

Para llamar la atención sobre el ruido, explicar en que consiste, convertir el problema en objeto de urgente debate público y proponer mecanismos para mitigarlo, tres de los mayores especialistas mundiales en estas cuestiones acaban de publicar 'Ruido: un fallo en el juicio humano' (Debate). Son el Nobel de Economía Daniel Kahneman, el consultor especializado en toma de decisiones estratégicas Olivier Sibony y el experto en derecho constitucional y asesor de la Administración Biden Cass R. Sunstein. Conversamos precisamente aquí con este último sobre el ruido, las malas decisiones y el peligro de que te juzgue un juez hambriento.

placeholder Cass R. Sunstein.
Cass R. Sunstein.

PREGUNTA. En los últimos tiempos, las ciencias cognitivas han advertido reiteradamente sobre la importancia del sesgo en nuestras decisiones, pero han despreciado el ruido. ¿Por qué?

RESPUESTA: El sesgo tiene una especie de encanto, incluso carisma. Atrae a la mente humana. En cierto modo, es divertido. Si descubrimos sesgos, es como si hubiéramos resuelto un misterio y encontrado al asesino. Por el contrario, el ruido es como el personaje de una película al que nunca prestas atención, y que resulta ser el villano. El ruido es una variabilidad no deseada, y eso parece un poco técnico, pero puede ser realmente malo, fuente de desigualdad y terribles errores.

P. Las instituciones públicas y privadas son tremendamente ruidosas. ¿El ruido es realmente un error o forma parte, de alguna forma, de la naturaleza humana modelada por la evolución?

R. Si se da lugar a una variabilidad no deseada, si un médico dice "probablemente tenga cáncer" y otro dice "probablemente tenga indigestión", ¡alguien realmente está cometiendo un error! Si un funcionario le otorga beneficios por discapacidad y otro no, algo salió mal. Podemos culpar a la evolución de muchas cosas (la ira, por ejemplo), y tal vez también sea responsable del ruido. Pero, aun así, el ruido es un error.

Las personas no deberían depender de una especie de lotería, como puede ser la asignación de un juez en particular

P. Si un juez me juzga justo antes de comer, hambriento, tengo más posibilidades de ser condenado. Y algo así en toda clase de ámbitos. Creer en la neutralidad y justicia de las instituciones sin intentar comprender el cerebro humano, ¿es el gran autoengaño liberal?

R. También puede verlo desde otro punto de vista: la aspiración a la justicia es honorable, incluso esencial. ¡Sigamos intentándolo! El ruido puede doblegar esa aspiración, así que intentemos reducirlo. Las personas no deberían hacer que sus vidas dependan de una especie de lotería, como puede ser la asignación de un juez en particular a su caso. Tenemos una variedad de propuestas para reducir el ruido y podrían ayudar a reducir la injusticia.

P. Me interesa mucho el juicio predictivo. A los seres humanos nos encanta predecir el futuro, sabemos que nunca acertamos, pero no dejamos de intentarlo. ¿Existe alguna forma de predecir mejor o más vale que lo olvidemos?

R. A veces, nuestras predicciones son bastante buenas. Pronostico que España y Estados Unidos seguirán existiendo mañana. Las predicciones meteorológicas suelen ser fiables. Pronostico que si juego mañana al tenis contra Rafael Nadal, él ganará. Hay muchas mejores formas de hacer predicciones; algunas personas son 'superpronosticadoras' y sabemos por qué. Todos podrían usar su enfoque y hacer mejores predicciones. Aun así, es cierto que algunas cosas son imposibles de predecir porque dependen de muchas variables que no se pueden identificar de antemano. Como quién será el mejor tenista del mundo en 2040.

placeholder 'Ruido'. (Debate)
'Ruido'. (Debate)

P. Exponen un problema importante. Si nosotros queremos reducir el ruido con medidas cuantitativas, corremos el riesgo de suscitar el rechazo de unos seres humanos a los que no les gusta sentirse como engranajes. ¿Es posible que en ocasiones sea mejor una repuesta errónea pero cohesiva, que genere comunidad en lugar de socavarla?

R. Sí, eso es verdad. Sin embargo, necesitamos saber el número y el tamaño de los errores. Una empresa feliz que sigue perdiendo dinero no durará mucho.

P. ¿La llamada polarización política es una forma de ruido? ¿Por qué esa polarización ha crecido tanto en EEUU y en el resto del mundo y qué se puede hacer para combatirla?

R. ¡Una gran pregunta! La polarización en líneas políticas no es ruido, aunque el ruido puede causar polarización. Las causas de la polarización merecen un libro completo; las redes sociales contribuyen a ello. Una de las ideas centrales de nuestro libro, la 'higiene de las decisiones', reduciría en gran medida la polarización y el ruido. ¡Pero no estropearé la sorpresa aquí!

Una de las ideas centrales de nuestro libro, la 'higiene de las decisiones', reduciría en gran medida la polarización y el ruido

P. Forma parte de la Administración Biden. ¿Cuán ruidosa es y qué acciones parecen más oportunas para reducir el ruido en la gestión pública?

R. Hablo aquí como autor de un libro (terminado antes de que me uniera al Gobierno), no como funcionario público, y simplemente diré que es un gran honor para mí trabajar en la Administración de Biden.

P. Usted es un experto en derecho institucional. En los últimos años, numerosas voces han pedido en EEUU una reforma del Tribunal Constitucional y, en general, de la estructura judicial general de EEUU. ¿Sería bueno evitar que el tribunal estuviera dominado por un partido concreto (en este caso, el republicano) o forma parte de las reglas del juego?

R. La diversidad en los tribunales es una buena idea, como tiende a mostrar la historia estadounidense; el sistema legal se beneficia enormemente de una variedad de perspectivas y enfoques.

Ya sea usted juez, doctor o ejecutivo de una gran empresa de seguros, seguramente sabrá que las decisiones de la gente que le rodea, y las suyas propias, están en muchos casos sesgadas, esto es, se desvían constantemente de su objetivo y siempre de la misma manera. Y lo sabrá porque durante los últimos años la psicología, la economía y, por supuesto, la industria editorial han machacado concienzudamente con sus advertencias sobre los sesgos, sobre nuestra incapacidad estadística, por ejemplo. Pero es probable que no sea tan consciente de otro fallo del juicio humano seguramente más sibilino pero tal vez por ello también más peligroso: el ruido. ¿Y qué es el ruido? El ruido es la variabilidad no deseada, que personas que tendrían que tomar decisiones similares, como cuál es la concreta enfermedad que usted sufre o la pena que merece el delito que usted ha cometido, tomen sin embargo decisiones catastróficamente diferentes.

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