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Viaje al centro de un cuadro (de Goya), una experiencia sensorial alucinante
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Viaje al centro de un cuadro (de Goya), una experiencia sensorial alucinante

El Centro Cultural Fernán Gómez ha presentado hoy #INGOYA, toda una experiencia inmersiva en la obra del genio pintor de 'La maja desnuda'

Foto: 'Los fusilamientos del 3 de mayo' en #INGOYA .(Antonio L. Juárez)
'Los fusilamientos del 3 de mayo' en #INGOYA .(Antonio L. Juárez)

No es la primera vez que la experiencia inmersiva en las artes aterriza en nuestro país. La vimos en la exposición de Van Gogh Alive en 2019 y, desde entonces, el formato se ha disparado en todo el mundo. La iniciativa que arrancó en Australia propone un juego de entretenimiento educativo (‘edutainment’ en inglés) alucinante que no deja a nadie indiferente. El éxito procede en parte por las exigencias de modernización provocadas por la pandemia; nuevas tecnologías, nuevas formas de relacionarnos, nuevas formas de consumir arte. Estas experiencias multisensoriales proponen la aplicación de las nuevas tecnologías a la museografía. Involucran al espectador en la obra y componen un discurso continuo de sensaciones. Sí, lo habíamos visto antes, pero nunca con Francisco de Goya. Ni tampoco con ningún artista español.

El Teatro Fernán Gómez de Madrid ha inaugurado este martes 5 octubre la muestra #INGOYA. Coincidiendo con el 275 aniversario del nacimiento del pintor y con más de 1.000 recreaciones expuestas, #INGOYA es un viaje recóndito a la antigua montaña de Príncipe Pío en mitad de los fusilamientos del 3 de mayo. Nadie imaginó ver una obra del pintor de Carlos IV mediante recursos audiovisuales; gran parte de los originales permanecen en la rica colección del Museo del Prado, que cuenta con 140 cuadros del autor de las pinturas negras. Esto no implica que la calidad de la experiencia se reduzca; al contrario.

placeholder La experiencia #INGOYA podrá visitarse hasta el próximo 16 de enero.
La experiencia #INGOYA podrá visitarse hasta el próximo 16 de enero.

Durante los 10 primeros minutos, la 'Sala Didáctica' contextualiza al autor. Recorre los pasajes más relevantes de su vida en una línea temporal que se complementa con una evolución del contexto histórico en el que se desarrolló. Desde su juventud hasta la vejez: con la Revolución Francesa marcando un hito en el panorama sociológico-político, con la Guerra de Independencia de 1808 y con la tensa relación entre el artista y Felipe VII, a quien retrató con actitud burlona en 1814.

40 minutos de experiencia en una especie de performance sin cuerpo

Después, empieza el viaje. El espectador se mantiene en mitad de una sala ('Emocional') que le envuelve con la sucesión de imágenes. La recreación es al detalle; pareciera incluso que la pantalla sobre la que se refleja pudiera tratarse de un lienzo. 'La pradera de San Isidro' (1788) abarca toda la capacidad visual del visitante. Y pasea por el cuadro como si Goya alguna vez le hubiese imaginado caminando sobre el emblemático parque madrileño a finales del XVIII. “Hemos agrupado los cuadros por temáticas. En lugar de escoger un orden cronológico, hemos optado por las sensaciones. Violencia, mujeres, pinturas negras…”, explica a El Confidencial la directora de #INGOYA, Yolanda Bergareche, que no 'comisaria' porque no se trata de una exposición convencional. Un total de 40 minutos de experiencia en una especie de performance sin cuerpo.

“Mira”, -nos dice señalando uno de los proyectores donde se suceden los grabados relacionados con los toros-, “la opinión de Goya sobre la tauromaquia es imprecisa. Hemos seleccionado los ejemplares con una actitud más agresiva acompañados por esta música tan armoniosa para que sea el espectador el que juegue con esas dos sensaciones contradictorias”, argumenta.

placeholder 'La maja vestida' y 'La maja desnuda' en #INGOYA.
'La maja vestida' y 'La maja desnuda' en #INGOYA.

No es una exposición

40 proyectores acercan el legado de Goya a un espectador curioso. Con la desconfianza natural de todo lo nuevo y el conocimiento sobre el reconocido autor. Enlazar lo clásico con lo novedoso en un ejercicio de renovación. La nueva cara del arte implica el añadido tecnológico y si bien artistas emergentes apuestan por los NFT, los grandes ilustres de la Historia del Arte no se quedan atrás. “Los clásicos nunca defraudan”, confiesa Bergareche a El Confidencial. La directora hizo las primeras películas con efectos visuales de España y comprende a la perfección los detalles del color y precisión artística. “Solicitamos a 20 museos fotografías de los cuadros en su máxima resolución. De no ser así, las escaneábamos nosotros".

placeholder 'La pradera de San Isidro' en #INGOYA
'La pradera de San Isidro' en #INGOYA

Una vez recogidas y ordenadas, utilizaron una cámara para “viajar a través de ellas, encontrar todos los detalles y aplicar las técnicas de posproducción”. Todo esto trabajando mano a mano con su ‘dream team’: el director creativo Juan Delcán -autor de la portada de discos de Aerosmith y de campañas de Carolina Herrera- y la exquisitez del color de Jorge Calvo, nominado al Goya a mejores efectos visuales por ‘Hable con ella’ (2002) de Pedro Almodóvar. Además han contado con la mano derecha de Virginia Albarrán -la mayor experta en el pintor aragonés del mundo- para corroborar el realismo de la muestra.

Es una alternativa para todos aquellos que reniegan de acudir a los museos

Pero esto no es una exposición de arte, como decíamos. Es una alternativa muy prometedora para todos aquellos que reniegan de acudir a los museos. Una forma de convencer de la comunidad del legado cultural y la posibilidad de generar un motor positivo en el espectador. La muestra, expuesta en el Palacio de Congresos de Granada la pasada primavera, obtuvo más de 25.000 visitantes en plena pandemia. “En Granada, los colegios se peleaban por venir. Hubo un niño que me dijo: “¡Es lo mejor que he visto nunca, ahora me muero de ganas de ir al Prado! Y es ahí donde queremos estar. Ese día cumplimos nuestra misión”, nos confiesa la directora.

placeholder Presentación de #INGOYA. (Antonio L. Juárez)
Presentación de #INGOYA. (Antonio L. Juárez)

La ambientación musical juega un papel importante a lo largo del recorrido. Un total de 18 composiciones de Albéniz, Falla, Granados o Boccherini recorren con el visitante cada rincón de la obra de Goya. Y va acorde con el tono, la sensación y el estímulo que pretende generar. Esta combinación permite que más de un sentido sea partícipe de la experiencia: vista y oído ahora juegan a partes iguales. La mente pensante detrás del discurso sonoro es Mario Gosálvez. El aclamado director de orquesta y compositor de música contemporánea ha sabido generar un equilibrio conjunto recurriendo a autores de la época del pintor.

“¿Cuánto hay de mentira y de leyenda en Francisco de Goya?” -reflexiona públicamente Bergareche- “hemos querido extraer el talento puro del artista poniendo lupas sobre su trabajo”. Y lo cierto es que mantiene la fidelidad con los originales pero propone nuevos caminos de disfrute y comprensión. Y eso gusta, aunque no necesariamente hasta el punto de desbancar a los museos tradicionales en el futuro: “Son complementarios. Si yo veo #INGOYA, voy a querer ir a ver el original después. Pero de otra forma, porque después de la experiencia, entiendes mejor al artista”, defiende.

placeholder Presentación de #INGOYA en el Teatro Fernán Gómez de Madrid
Presentación de #INGOYA en el Teatro Fernán Gómez de Madrid

#INGOYA permanecerá en el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa hasta el próximo 16 de enero y se trasladará a ciudades como Valencia, Málaga o Zaragoza. Su productor, Álvaro Morales, ha explicado que “la experiencia crecerá internacionalmente ya que es la primera propuesta inmersiva de un autor español”.

Lo que empezó con Van Gogh se presenta ahora como un medio de difusión cultural alternativo, cercano y coherente. Una vía de unión entre los apasionados del arte y los nuevos adheridos al interés cultural. Una ventana al mundo para compartir a Goya -y a todos los que vendrán después- mediante un discurso envolvente y leal con la intención de promover el posterior interés museístico del espectador.

No es la primera vez que la experiencia inmersiva en las artes aterriza en nuestro país. La vimos en la exposición de Van Gogh Alive en 2019 y, desde entonces, el formato se ha disparado en todo el mundo. La iniciativa que arrancó en Australia propone un juego de entretenimiento educativo (‘edutainment’ en inglés) alucinante que no deja a nadie indiferente. El éxito procede en parte por las exigencias de modernización provocadas por la pandemia; nuevas tecnologías, nuevas formas de relacionarnos, nuevas formas de consumir arte. Estas experiencias multisensoriales proponen la aplicación de las nuevas tecnologías a la museografía. Involucran al espectador en la obra y componen un discurso continuo de sensaciones. Sí, lo habíamos visto antes, pero nunca con Francisco de Goya. Ni tampoco con ningún artista español.

Francisco de Goya Museo del Prado