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Carlos Saura: "Me da miedo que la Guerra Civil pueda reproducirse algún día"
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69 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Carlos Saura: "Me da miedo que la Guerra Civil pueda reproducirse algún día"

El cineasta aragonés estrena en San Sebastián un cortometraje a base de 'fotosaurios' basada en la canción 'Rosa Rosae' de Labordeta

Foto: Fotograma de 'Rosa Rosae', de Carlos Saura.
Fotograma de 'Rosa Rosae', de Carlos Saura.

Cuando estalló la Guerra Civil, Carlos Saura era un crío de apenas cuatro años. Aquella guerra la vivió en movimiento: buscando suelo republicano, su familia huyó a Madrid, a Barcelona y a Valencia. Por eso, aquella canción de Labordeta, 'Rosa Rosae' -que dice aquello de "Rosa, Rosae/ y también el valor de pi/ y el recuerdo final/ por los muertos/ de la última Guerra Civil./ Así, así, así crecí"- le retrotrae a una infancia en conflicto. "Recuerdo mi infancia como un tiempo fatal. Siento una dualidad entre recordarlo como una cosa tremenda con los bombardeos por la noche, pero al mismo tiempo era una época fascinante para un niño. Era un espectáculo terrible de muerte y destrucción", explica en una entrevista durante el Festival de San Sebastián, donde ha presentado un corto en el que, precisamente, pone imágenes a aquella canción triste.

"Yo conocía a Labordeta de toda la vida. Siempre me gustaron sus canciones, entre ellas la de ‘Rosa Rosae’, y pensé que podía hacer una especie de ejercicio sobre esta letra, porque yo he vivido esa misma experiencia que Labordeta, ese tipo de educación. Sobre todo en la guerra y la posguerra, en los colegios, era esa la vida que llevábamos". Tanto Saura como Labordeta pertenecen a esa primera generación cuya infancia hubo de convivir con la tragedia. Incluso bajo las bombas había que dotar a la vida de una suerte de normalidad, pensar en un futuro no muy lejano en el que la vida pudiese discurrir entre lecciones de Latín y Matemáticas.

placeholder Carlos Saura y su hija Anna Saura en la presentación de 'Rosa Rosae' en San Sebastián. (EFE)
Carlos Saura y su hija Anna Saura en la presentación de 'Rosa Rosae' en San Sebastián. (EFE)

A partir de la música de su compatriota aragonés, Saura ha recreado a base de fotografías de archivo pintadas aquellas lecciones en las aulas en las que los gritos del recreo se mezclaban con los de los bombardeos. "Lo recuerdo con mucha angustia", explica. "Por eso está tan presente en mis películas. Hay una escena en 'La prima Angélica' de un bombardeo en un colegio de Barcelona que es exactamente como lo viví yo. Recuerdo estar en clase y los cristales explotaron y los niños y las niñas se quedaron medio muertos con los cristales clavados". Junto a su hija pequeña Anna, productora del cortometraje, uno de los directores de cine más importantes de nuestro país ha querido honrar a aquella primera infancia marcada por el fratricidio.

Primero eligieron la canción y luego padre e hija bucearon en el archivo de miles de fotografías con las que han construido la película. "Mi padre trabaja todos los días con fotografías", explica Anna. "No solo saca fotos, sino que hace montajes. Tiene un archivo enorme de imágenes de la posguerra y de los 50 y 60 procedentes de todas las partes de España. Y luego, con ellas, hace fotosaurios: es su técnica de pintar con tinta, cera o acuarelas encima de las imágenes hasta conseguir la transformación total. La casa está llena de cajas y cajas de negativos. En el estudio ya no cabe nada, casi tiene que entrar de perfil". Además, al cineasta oscense también le ha servido esta experiencia para conectar con la menor de sus siete hijos. "Yo he vivido la música de todas las épocas. Pero te digo que la canción protesta de una época, la de Labordeta, Serrat, Ibáñez, era estupenda".

Justo ahora, cuando la Ley de Memoria histórica se ha convertido en arma arrojadiza en los mítines políticos, Saura ha decidido aportar su pequeño grano de arena para refrescar los recuerdos. "La Guerra Civil se quiere olvidar, pero no se puede olvidar fácilmente, porque todavía quedan rescoldos", admite. "En el Senado y en el Congreso se pasan todo el día hablando de la Guerra Civil; está presente. Lo que más miedo me da es que aquello se vuelva a reproducir algún día. Que vuelva a haber otro enfrentamiento entre grupos que no se pueden entender, como ocurrió con el levantamiento militar contra la República. El hombre nunca aprende y la violencia siempre ha estado presente. El hombre dicen que es un animal racional, pero no hay nada más irracional que una guerra".

Después de San Sebastián, Saura estrenará su próximo largometraje, 'El rey de todo el mundo', en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México), una película que ha supuesto su vuelta a la ficción (musical) después de años dedicados al documental. No quiere adelantar mucho del proyecto, salvo que lo rodó hace dos años en México y que la pandemia ha retrasado su puesta a punto hasta principios de octubre. Sin embargo, a pesar de su empeño, no ha conseguido levantar el proyecto sobre Felipe II que lleva 10 años persiguiento. "Es una pena, porque nadie lo quiere hacer. Tengo siete u ocho proyectos que no se han hecho. Todo el mundo piensa que yo puedo hacer lo que me da la gana, pero no es verdad. Cada vez dependemos más de las plataformas, de las televisiones, y sin ellas no se puede hacer nada".

Cuando estalló la Guerra Civil, Carlos Saura era un crío de apenas cuatro años. Aquella guerra la vivió en movimiento: buscando suelo republicano, su familia huyó a Madrid, a Barcelona y a Valencia. Por eso, aquella canción de Labordeta, 'Rosa Rosae' -que dice aquello de "Rosa, Rosae/ y también el valor de pi/ y el recuerdo final/ por los muertos/ de la última Guerra Civil./ Así, así, así crecí"- le retrotrae a una infancia en conflicto. "Recuerdo mi infancia como un tiempo fatal. Siento una dualidad entre recordarlo como una cosa tremenda con los bombardeos por la noche, pero al mismo tiempo era una época fascinante para un niño. Era un espectáculo terrible de muerte y destrucción", explica en una entrevista durante el Festival de San Sebastián, donde ha presentado un corto en el que, precisamente, pone imágenes a aquella canción triste.

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