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¿Cómo le digo a mis padres que dejo mi trabajo para hacer collages?
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¿Cómo le digo a mis padres que dejo mi trabajo para hacer collages?

Lara Lars, que abandonó la arquitectura para apostar por este arte, ha diseñado los carteles del Orgullo 2021 y los Veranos de la Villa de Madrid

Foto: Lara Lars en su estudio | Jesús Hellín
Lara Lars en su estudio | Jesús Hellín

A principios del siglo XX Picasso recogió una cuerda de cáñamo, una rejilla, una rodaja de limón, un periódico y una copa de cristal. Las plasmó juntas en la misma superficie iniciando lo que culminaría en la técnica del collage. ‘Naturaleza muerta con silla de rejilla’ (1912) es un óleo introductorio a la diversidad de la composición artística. La necesidad de ruptura, innovación y progreso bebe de la creación del mismo: influencias surrealistas por un lado y un afán por el coleccionismo por el otro.

A pesar del supuesto origen español del collage - algunos teóricos posicionan al francés George Braque como creador inicial-, el reconocimiento del mismo en nuestras fronteras nunca fue excesivo. Dentro del círculo artístico, destacaron Juan Gris, Josep Renau o Esteban Vicente. Años más tarde, la valenciana Carmen Calvo abría un camino esperanzador para esta técnica y para las mujeres artistas. Aun así, el collage seguía siendo valorado por los propios artistas y por los críticos mientras el público seguía viéndolo como algo infantil.

Después llegó Lara Lars. Inundó Instagram de mujeres con vestimentas de los 50, colores pastel y muchos ovnis. Y el público parecía confirmar su gusto por el collage y confió en el poder de las imágenes recortadas. Lara Lars corta, pega y es arquitecta.

placeholder 'Nuestros derechos no se negocian' (2019) | Lara Lars
'Nuestros derechos no se negocian' (2019) | Lara Lars

Utiliza la estética de la mujer tradicional y le da la vuelta. Empezó difundiendo su trabajo hace 10 años y ahora cuenta con más de 75.000 seguidores en Instagram. En 2019 diseñó el cartel del documental ‘A poeta analfabeta’ que cuenta la vida de la gallega Luz Fandiño: poeta punk, la llaman. Y tiene 80 años. La historia de Fandiño da para otro tema -muchos temas-, por lo que, volviendo a Lars, el pasado mes de junio se encargó de crear la imagen de la semana del Orgullo LGTB+ 2021. Y de tanto en tanto, comparte su ilustración de los puños alzados que se hizo viral un 8M pasado.

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Lara Lars | Jesús Hellín

Más allá de la arquitectura

La joven gallega -procedente de un pequeño pueblo de la provincia de Pontevedra- estudió arquitectura y, durante años, compaginó el trabajo en un estudio con la creación de collage por las noches. Lo primero era un trabajo; lo segundo una afición. Años más tarde, convertiría el collage en su oficio. ‘’De pequeña quería ser artista. Como sacaba buenas notas, me animaron a estudiar arquitectura porque ‘tenía más futuro’. Siempre fui muy de coleccionar cosas: yo acumulaba sellos y flyers en la adolescencia, ahí me aficioné a ir recopilando imágenes. En la carrera descubrí la técnica del collage y empecé a explicar las ideas de mi carrera con todo lo que tenía acumulado; metía recortes de Warhol en mi alzado, por ejemplo'', explica.

Recurría al collage para expresar lo que no sabía con palabras, era una especie de diario

No solo eso. El collage se convirtó en un canal de comunicación versátil. ''Después recurrí al collage para expresarme. Soy muy tímida y no tengo don de palabra. A veces, en algunas conversaciones, en lugar de responder a cuestiones con las que no estaba de acuerdo, llegaba a casa y hacía un diseño con recortes almacenados. También pienso en mis primeros ligues y de decir ‘te voy a enseñar todo Madrid’... recuerdo que hice un collage con edificios de la ciudad y tematizado como si fuera una fiesta. Para mí esta técnica era una especie de diario’’, explica la artista.

Pero, ¿existe un nexo de unión entre la arquitectura y el arte? ‘’Yo creo que sí. Cuando estudias arquitectura, sabes de todo y de nada a la vez. Por eso no siento que tenga el síndrome de la impostora, no creo que le esté quitando el sitio a alguien. Soy perfeccionista y hago lo que puedo utilizando las cosas que me gustan. Si me conoces, te das cuenta de que todas las imágenes me pegan un montón. Van acorde con quien soy’’, defiende.

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Lara Lars | Jesús Hellín

La cara amable de las redes le permitió popularizarse en el público. ‘’Empecé a subir mi trabajo a Instagram y en esa época no lo usaba tanta gente, estuve en el momento exacto’’, reflexiona. Hoy, la crítica fácil y el plagio son elementos indispensables de toda red social. ‘’Yo sigo evolucionando y creciendo artísticamente, no tengo una obra cerrada. Ves que mucha gente bebe de tu estilo y me parece genial, pero a veces hacen exactamente lo mismo que tú y ensucian tu trabajo. Me da pena porque hay muchas cosas por hacer y por crear, no hay necesidad de hacer lo mismo.’’

Toques futuristas y elementos del surrealismo; la influencia de las vanguardias del siglo XX son innegables en su obra. El recurso de figuras femeninas, satélites astronómicos e ironía crítica recuerdan al estilo de la fotógrafa alemana Grete Stern. ‘’Cuando empecé en este mundo, no la conocía. Fue hace tres o cuatro años, en ARCO, cuando vi un cuadro de Stern de ella abrazando a un cocodrilo. Yo había terminado un fanzine con un final alternativo de ‘The Alligator People’ (1959) con la misma temática. Después vi un collage de una chica encima de una luna y pensé que esa mujer y yo nos habíamos conocido en otra vida.’’

placeholder Grete Stern (izquierda) y Lara Lars (derecha)
Grete Stern (izquierda) y Lara Lars (derecha)

Más allá de las redes

El Ministerio de Igualdad encargó a la artista la creación del cartel de la semana del Orgullo LGTB+ 2021. Lara Lars dotó de imágenes a la tolerancia y no le pudo hacer más ilusión. ‘’El día que me llegó el mail, pensaba que era una nota informativa. No me lo podría creer. El texto -todos, todas, todes- me lo dieron desde el Ministerio y sabía que iba a ser muy criticado. Apoyo incondicionalmente el feminismo transincluyente y me parecía un honor. Llevaba un par de años recordando que las direcciones del feminismo tránsfobo no podían seguir aumentando. Me dijeron que no querían que el cartel representase una fiesta, sino que fuera más político. Hacer algo que sabes que van a criticar te da tranquilidad, más todavía si sabes que quien va a criticarlo es gente que te cae mal.’’

placeholder Cartel del Orgullo LGTB 2021 | Ministerio de Igualdad
Cartel del Orgullo LGTB 2021 | Ministerio de Igualdad

A pesar del indiscutible carácter feminista de la obra de Lars, el cartel del orgullo es un paso hacia delante. ‘’Para mí el arte es político. Yo soy política como persona y mi arte, aunque sea trabajo, siempre será mi visión sobre el mundo y sobre diferentes temas. Me parece imposible ir por este mundo sin ser político. Hay muchas formas de serlo y yo he venido a jugar: si con mi trabajo puedo incentivar a la gente a ser más tolerante, lo voy a hacer.’’

placeholder Lara Lars | Jesús Hellín
Lara Lars | Jesús Hellín

Los carteles que decoran -durante el verano- las marquesinas de autobús de la capital son también fruto de la creatividad de la artista. Lara Lars ha sido la encargada de ilustrar los Veranos de la Villa de Madrid. Por un lado, ha participado con el Ministerio de Igualdad. Por otro, ha colaborado con el Ayuntamiento de Almeida. ¿Cómo recibió esta propuesta? ‘’Aluciné. Este último año, Más Madrid me contactó para que participase en un encuentro con artistas. Yo soy muy de izquierdas y quizá se me quedaba un poco flojo, incluso; pero vas notando que la gente te va considerando bastante política. Luego vino Almeida y mira, prefiero que me lo den a mí que a cualquier otro. Yo creo que si fuera yo, no me escogería. Cuando salió el cartel fue también criticado por la izquierda: ‘’Ya está el PP con esos carteles antiguos…’’, confiesa entre risas.

Más allá de un óleo

Los últimos años están dando cabida a expresiones artísticas como la ilustración. Después de un cuadro, existen diversas maneras de crear. Flavita Banana, Moderna de Pueblo o Lola Vendetta han modificado el discurso generalizado del dibujo y reivindicado su posición como artistas. Pero, si bien Lara Lars se consagra como la figura por excelencia -al menos en popularidad en redes- del collage en España, ¿existe una valoración justa de este arte? ‘’No, pero de la ilustración tampoco. Mucha gente ve algo y si cree que lo puede hacer, lo considera una mierda. Antes de la pandemia vivíamos en la época del ‘hazlo tú mismo’: te ponías un tutorial en YouTube y si creías que podías hacerlo bien, era una basura. Ahora estamos en la etapa del ‘Récord Guinnes’, luchando por ver quién es el mejor en todo. Qué cansado tiene que ser, ¿no?’’, ironiza la artista.

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Lara Lars | Jesús Hellín

Su caso es una fuente de inspiración para muchos. El salto de la arquitectura al arte no ha sido un camino fácil, pero ha conseguido dedicarse a ello. ‘’Es muy difícil vivir del arte. Hace poco contaba que, ahora que me invitan a muchos eventos, te das cuenta de que hay gente que empieza desde arriba. La hija de no sé quién, el apellido no sé qué… Sin tener la preocupación de tener que pagar un alquiler, te da más tiempo a leer, a crear, a estudiar, a hacer lo que te gusta. Estudié arquitectura, que ya es algo enorme porque no todos pueden pagarse una carrera, aunque sería lo justo. Trabajaba como arquitecta, volvía sobre las nueve y me pasaba entre tres y cuatro horas haciendo collages. Estaba delgadísima y tenía que decidir entre dormir o ver a mis amigos. Yo tuve suerte: estuve en el sitio exacto en un momento clave para las redes.’’

Es mucho más fácil hacer lo que te gusta cuando no tienes que pagar un alquiler

Esa creatividad nocturna pudiera parecer una iniciativa para construir un futuro artístico. Lo cierto es que no. La intencionalidad comunicativa se desarrollaba en los márgenes de lo profesional. ‘’Tardé mucho en entender que me podía dedicar a esto. Mi pareja me ayudó a darme el empujón, tenía que decidirme. Pero, ¿cómo le iba a decir a mis padres que iba a dejar de trabajar para hacer collage? Es algo que todavía se asocia con algo infantil. Por eso me gusta ir a hacer talleres en colegios y explicar a los niños que se puede vivir de otra forma, que pueden soñar con hacer otras cosas. Después de todo este tiempo y en vista de todo lo bueno que ha venido, mis padres ya me han perdonado’’, bromea.

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Lara Lars | Jesús Hellín

Y ahora, con el latente auge del arte digital y la iniciativa de los miembros del sector de apostar por nuevas formas de creación, desarrollo y beneficio económico, ¿qué expectativas tiene Lara Lars de trasladar el collage al mundo de los NFT? ‘’Es un mundo extraño. Hay muchos artistas que están ganando mucho dinero de esta forma. El producto eres tú y el público hace sus transacciones, pero no sé hasta qué punto está bien participar de ese tipo de economía. No lo veo claro, dicen que es muy contaminante. De primeras no me da buena espina, aunque quizá en unos años estemos todos ahí metidos’’. Pero que no desaparezcan los museos físicos: ‘’No hay nada como ver algo en persona y salir con una borrachera mental de una exposición. La gente no quiere venir conmigo a los museos porque puedo tardar horas y horas’’, defiende.

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Lara Lars | Jesús Hellín

Carteles políticos, diseños personales y creatividad para otros. Lara Lars reconoce la dificultad de pensar en proyectos ajenos: ‘’Tengo que entender qué busca el cliente y traducirlo en mi cabeza’’. La artista ha ilustrado diversas portadas de libros y campañas de publicidad. Y no está en ningún museo, pero ''quién sabe si cuando yo ya no esté presente, se exponga un collage mío en alguna exposición''. No lo descarta y el público tampoco. Lunas, ovnis, edificios brutalistas, mujeres recontextualizadas y la estética de lo retro entrelazada con la armonía de los tonos tenúes. Lara Lars, Descalza o Mackaoui son las principales voces de la técnica en España. El collage parece un acto comunicativo revolucionario y el público pop parece comulgar con la estética de cortar y pegar.

A principios del siglo XX Picasso recogió una cuerda de cáñamo, una rejilla, una rodaja de limón, un periódico y una copa de cristal. Las plasmó juntas en la misma superficie iniciando lo que culminaría en la técnica del collage. ‘Naturaleza muerta con silla de rejilla’ (1912) es un óleo introductorio a la diversidad de la composición artística. La necesidad de ruptura, innovación y progreso bebe de la creación del mismo: influencias surrealistas por un lado y un afán por el coleccionismo por el otro.

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