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Marpoética: el festival se despide con éxito entre versos, debates y canciones
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POESIA

Marpoética: el festival se despide con éxito entre versos, debates y canciones

El festival clausuró esta edición en el Teatro Ciudad Marbella con el escritor y poeta Bernardo Atxaga y el concierto-homenaje a las poetas de la Generación del 27 de Sheila Blanco

Foto: Bernardo Atxaga y Antonio Lucas en la clausura de Marpoética | Marpoética
Bernardo Atxaga y Antonio Lucas en la clausura de Marpoética | Marpoética

El Teatro Ciudad de Marbella a los pies de la poesía. Una ballena de cañizo desciende desde lo alto del escenario y permanece varada sobre el director del festival, Antonio Lucas (Madrid, 1975); y el reconocido escritor vasco, Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951). Al frente, un patio de butacas lleno de asistentes. Al fondo, un azul eléctrico que evoca al fondo marino. Un juego de simbologías donde los poetas son parte de ese océano, y el público, turistas desde la orilla. ¿Dónde está la diferencia entre lo poético y la poesía? ''Lo poético - dice Atxaga - es el anhelo de lo que no se entiende, precede al texto; igual que el espacio precede a la casa''.

El autor de ‘Obabakoak’ y ‘Poemas & Híbridos’ recurrió al tríptico de la ‘Adoración de los Magos’ de El Bosco. En el horizonte del mismo está todo lo que no se alcanza, otra realidad; la poesía es su medio de transporte hacia ella. Antonio Lucas citó a René Char -mencionado el viernes por Javier Vela- con ''las palabras saben de nosotros lo que nosotros desconocemos de ellas''. En respuesta, el vasco apeló a la historia de las mismas: llevan significados implícitos por el uso anterior: ‘‘Cuando usamos una palabra, decimos cosas sin darnos cuenta, están preñadas de todo significado’’.

placeholder Sheila Blanco cantando a las poetas de la Generación del 27 | Marpoética
Sheila Blanco cantando a las poetas de la Generación del 27 | Marpoética

La música, un canal seguro

La conversación culminó presentando a Sheila Blanco (Salamanca, 1982). La compositora, cantante y periodista salmantina agradeció sobre el escenario la invitación; y lo hizo de verdad. El tono, la templanza y el lenguaje corporal no mienten. ''Me siento una afortunada de estar en un festival con lo mejor de la poesía actual'', confesó a El Confidencial horas previas al concierto.

Añade melodía a los textos olvidados de figuras como Concha Méndez y Ernestina de Champourcin

La cantante presentó el proyecto ‘Cantando a las poetas de la Generación del 27’, donde añade melodía vocal e instrumental a los textos olvidados de Concha Méndez, Ernestina de Champourcin y Carmen Conde, entre otras. ''Con que una persona se vaya con ganas de conocer más a estas mujeres, me doy por satisfecha'', dice. La compositora las transportó al tiempo presente. Una canción, un poema, una escritora. Recogió su obra y la trasladó con respeto y empatía. Entonó sus versos con humildad; el público se convenció, de ella y de ellas. El trato desde la admiración llenó de sinceridad el teatro. Un piano de cola le acompañaba; en todas menos en ‘Pájaros Negros’. La percusión en el pecho, el cuerpo instrumentado, otra forma de poesía.

placeholder Guillermo Carnero, Juan Carlos Abril y Javier Vela | Marpoética
Guillermo Carnero, Juan Carlos Abril y Javier Vela | Marpoética

''La poesía a través de la música es más accesible'', opina Sheila. El mismo tema fue objeto de debate el viernes en la Biblioteca Fernando Alcalá, todavía no inaugurada. El espacio diáfano era idóneo para el evento: en las paredes blancas todavía no descansan estanterías llenas de libros, pero se empapan del viaje poético de cada autor. El prefacio de todas las novelas, poemarios y cuentos que vendrán. En el ciclo ‘En la poesía creemos, a veces’, mediado por el poeta y doctor de literatura española jiennense Juan Carlos Abril (1974), participaron Guillermo Carnero (Valencia, 1947) -el 'novísimo'- y Javier Vela (Madrid, 1981). ''Las letras de ciertas canciones son poemas equiparables a los de mayor calidad de una biblioteca'', dijo Carnero. Vela, por su parte, recordó la figura del trovador medieval y su vínculo con la música y la palabra. Dialogaron sobre la dificultad de encontrar el lector adecuado y las emergentes alternativas de la poesía.

placeholder Raquel Vázquez recitó poemas de 'Lenguaje Ensamblador' | Marpoética
Raquel Vázquez recitó poemas de 'Lenguaje Ensamblador' | Marpoética

El ciclo ‘Palabra de mar’ -con Javier Vicedo (Castellón, 1985) encargado de seleccionar las jóvenes propuestas del festival- recibió a Raquel Vázquez (Lugo, 1990) y Mario Obrero (Madrid, 2003), ambos ganadores del Premio Loewe a la Creación Joven en 2020 y 2021. No había silla vacía, la buena acogida del público fue innegable. Vázquez -que recitó poemas de ‘Lenguaje ensamblador’ (2019) y ‘Aunque los mapas’ (2020)- reflexionó que la poesía está en la naturaleza, en los pájaros, en tener herramientas para agudizar la mirada.

Obrero, que recitó un poema reciente y algunos de 'Peachtree City' (2021), utilizó el femenino genérico y, durante una hora -en esa arquitectura rodeada de vegetación en mitad de la urbe- pareció que el mundo era un poco más coherente, más humano, más amable. ''La poesía es jugar con las capacidades lúdicas del lenguaje'', explica Mario a este medio.

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Mario Obrero y Raquel Vázquez | Marpoética

De esta forma culmina el broche final de un festival celebrado en un mes de agosto caluroso, turístico y, de nuevo, con toque de queda. La sorpresa del contraste es evidente: el estereotipo de la ciudad marbellí del lujo y derroche económico convive con el verso. La apuesta de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Marbella por Marpoética ha sido, sin duda, un éxito rotundo.

La pandemia ha afectado de forma transversal todos los campos, pero no ha podido con el interés por la poesía. La complejidad del lenguaje converge en multitud de voces heterogéneas. Cada poeta es un reflejo de su construcción y cultivo personal, su modo de mirar y de hacerse preguntas. Marpoética ha dado espacio a todo tipo de estilos y edades en un recital donde compartir y colectivizar el discurso poético.

El Teatro Ciudad de Marbella a los pies de la poesía. Una ballena de cañizo desciende desde lo alto del escenario y permanece varada sobre el director del festival, Antonio Lucas (Madrid, 1975); y el reconocido escritor vasco, Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951). Al frente, un patio de butacas lleno de asistentes. Al fondo, un azul eléctrico que evoca al fondo marino. Un juego de simbologías donde los poetas son parte de ese océano, y el público, turistas desde la orilla. ¿Dónde está la diferencia entre lo poético y la poesía? ''Lo poético - dice Atxaga - es el anhelo de lo que no se entiende, precede al texto; igual que el espacio precede a la casa''.

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