Utilizan inteligencia artificial para crear la versión original de un cuadro de Rembrandt

El Rijksmuseum de Ámsterdam (Países Bajos) exhibirá de nuevo la famosa 'La ronda de la noche' de Rembrandt. Los investigadores han indicado que los visitantes podrán ver la obra en su tamaño original, además de las partes que faltaban y que han sido restauradas de forma temporal con la ayuda de la inteligencia artificial.

Cuando el artista terminó el óleo en 1642 y se colgó en un salón del Kloveniersdoelen, el cuartel general de la guardia cívica, los funcionaron observaron que no encajaba por la puerta del ayuntamiento. Para poner solución a esto, cogieron unas tijeras y cortaron dos trozos a los lados, para disgusto de Rembrandt.

Actualmente nadie conoce el paradero de aquellos trozos, pero Taco Dibbits, director del Rijksmuseum, no pierde la esperanza de que alguien los tenga a buen recaudo. A la espera de que reaparezcan esos fragmentos, los más curiosos podrán ver la pieza reconstruida de la mano de la tecnología.

Un auténtico 'shock'

“Ahora hemos imprimido estas piezas en lienzo y se las hemos añadido a la pintura por un periodo de tres meses. Para mí fue un 'shock' verlo porque conozco el cuadro, de reproducciones o de haberlo visto cuando era niño en el colegio. Pero también es fantástico ver una construcción que es de alguna manera más equilibrada”, ha explicado Dibbits.

La magia se produjo gracias a la inteligencia artificial y a una copia de la primera versión del cuadro hecha por Gerrit Ludens a mediados del XVII, un óleo sobre tabla que pertenece a la Galería Nacional de Londres. El Rijksmuseum exhibe ahora este 'préstamo' junto a una especie de quirófano protegido por una cristalera, donde expertos internacionales han estado los últimos dos años investigando el cuadro.

Los más curiosos podrán ver la pieza reconstruida de la mano de la tecnología

“Soy consciente de que un ordenador nunca se acercará a nada parecido al genio del maestro. Esto es solo una herramienta educativa, de investigación. Espero que a Rembrandt le guste verlo porque él era muy innovador y le encantaba experimentar y las nuevas tecnologías, pero ciertamente, esto no se parece en nada al genio”, añade Robert Erdmann, científico principal del Rijksmuseum.

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Las tiras, fijadas a placas de metal y barnizadas para parecerse al original, cuelgan ahora alrededor de la pintura, pero solo será durante tres meses. “Quizás los volvamos a mostrar alguna vez en el futuro, pero al final, el museo está ahí para enseñar el arte auténtico”, señala Dibbits.