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El plan del sello Vegueta: cómo conseguir que los niños sean adultos lectores
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El plan del sello Vegueta: cómo conseguir que los niños sean adultos lectores

La editorial puesta en marcha por Eva Moll de Alba propone varias colecciones dedicadas al público infantil sobre la vida de grandes científicos y otros grandes personajes

Foto: Detalle de portada del libro dedicado a Ada Lovelace
Detalle de portada del libro dedicado a Ada Lovelace

Todo comenzó con Nicanor Parra. El gran poeta -o antipoeta, como le denominaban- chileno fue quien motivó que Eva Moll de Alba, que ya había trabajado con proyectos culturales relacionados con los libros además de tener una tesis sobre la industria editorial, pusiera en marcha hace seis años su gran plan: Vegueta, un sello especializado en literatura infantil, juvenil, poesía y arte, y que en los últimos meses también ha abierto espacio para la narrativa adulta. Varios viajes cruzando los Andes, varios encuentros con Parra en Las Cruces encendieron la chispa definitiva para que Moll de Alba se decidiera a publicar la primera antología de los ecopoemas del poeta, aquellos centrados en temáticas ecologistas en las que Parra estaba especialmente implicado. “Tuve claro que era el momento. También coincidió con que tenía niños en edad de leer y echaba en falta en la literatura infantil y juvenil este tipo de títulos que tengan más texto para poder leer y conversar con ellos”, explica la editora a El Confidencial. Más de un lustro después el resultado es un sello con varias decenas de títulos y con una edición en la que se nota un mimo especial en cada libro. Aquí, desde luego, no falta pasión por la literatura.

Si entramos en el catálogo de Vegueta nos topamos con una colección infantil dividida en tres epígrafes. Uno está dedicado a los genios de la ciencia y son biografías de científicos como Tesla, Gutenberg, Lovelace, Einstein, Darwin, Newton, Curie o Hawking. Adaptadas para pequeños, claro. “Ha tenido una muy buena acogida. Son para niños de 8-9 años y tienen bastante texto con un relato central sobre la vida del personaje. Pero tiene dos niveles de lectura para impulsar la lectura en familia. Yo le doy importancia a los padres que leen porque es una forma de que los niños se interesen por la lectura”, señala Moll de Alba.

placeholder La editora Eva Moll
La editora Eva Moll

‘Nuestros ilustres’ desarrolla la misma idea centrada en personajes como el escultor Martín Chirino o la pianista Alicia de Larrocha. La tercera pata, ‘Un mundo mejor’, es una de las que más entusiasma a la editora, ya que “trata de emprendedores sociales que comenzaron haciendo algo positivo en su entorno y esa labor se fue expandiendo. De lo micro se va convirtiendo en macro”, explica. Son perfiles conseguidos gracias a la Fundación Ashoka, como los de Luz Rello, que consiguió desarrollar un test que permite detectar el riesgo de dislexia en menos de quince minutos, o Bart Weetjens, a quien se le ocurrió la idea de domesticar ratas asiáticas gigantes para detectar las minas que están en subsuelo y así salvar vidas. “Se trata de temas vinculados a principios que buscan mostrar una realidad que no siempre se ve”, asegura la editora.

Detrás de todo esto se encuentra el objetivo de que los niños lectores sean adultos lectores en el futuro. Una cuestión que no es tan fácil. Las estadísticas siempre hablan de porcentajes bastante aceptables en la lectura de los niños -más del 80%- que cae estrepitosamente al llegar la adolescencia. “Ahí los padres tenemos una gran labor. Debemos conseguir que los niños estén próximos a los libros, que encuentren en la lectura un momento de sosiego e intimidad. Y los colegios también tienen una gran labor. Los niños tendrían que leer un libro al mes. Es esencial que conozcan a los clásicos, que tengan una buena base de literatura”, sostiene Moll de Alba.

"Los colegios también tienen una gran labor. Los niños tendrían que leer un libro al mes. Es esencial que conozcan a los clásicos"

En la editorial también se tiene muy en cuenta la ilustración, algo que ya se nota desde las cubiertas de los libros. “En los títulos infantiles es clave. Intentamos contar con ilustradores de calidad y me siento muy satisfecha del resultado de los libros”, manifiesta la editora que no oculta ese mimo y delicadeza que ponen en la edición de cada libro, también en los que están destinados al público adulto. “Ponemos mucho cuidado en el papel, que sea un papel de calidad, ecológico, pero con esa textura… queremos que el tacto sea un sentido que trabaje. Y trabajamos con tapa dura en adulto e infantil. En la narrativa para adultos las cubiertas simulan cartón con una ilustración muy sutil, pero contundente. Hemos intentado tener una personalidad propia y dar calidad al lector”, añade.

placeholder Libro dedicado a Lise Meitner
Libro dedicado a Lise Meitner

De ahí que en la colección para adultos haya optado por buscar títulos y autores procedentes en su mayoría de países de habla alemana -en parte por la formación de Moll de Alba- “que son muy conocidos allí, pero aquí no terminan de llegar, y es interesante tener esa visión sobre lo que están pensando autores contemporáneos europeos. Tenemos la convicción de que son puntos de vista interesantes, ideas que oponen sobre la mesa cuestiones sociales que nos interpelan”, admite la editora. Han publicado recientemente ‘La balada de María Tifoidea’, de Jürg Federspiel, inspirada en la historia real de la primera portadora asintomática del bacilo del tifus. Un relato que en estos tiempos no nos queda muy lejos.

El parón de la pandemia

Por supuesto, como todas las editoriales, Vegueta también ha sufrido estos meses la pandemia y el parón mundial del confinamiento. Pero cambiaron la estrategia y se adaptaron. Como hicieron casi todas, ralentizaron el lanzamiento de las nuevas publicaciones. Al ser un sello pequeño también se pudieron aprovechar de ello. Y después se pusieron otros objetivos. “Decidimos parar unos meses para digitalizar todo el catálogo y trabajar los contactos que teníamos en el extranjero”, afirma la editora que cuenta con orgullo cómo ya publican sus libros en el mercado estadounidense y en el chino. “Cuando hay una situación determinada hay que sacar provecho y tiempo para otras cosas. Esa ha sido la estrategia. Ahora ya hemos vuelto a coger el ritmo de publicaciones”, añade. No obstante, como a otras muchas editoriales todos estos meses les han perjudicado. “Como tenemos autores contemporáneos que no son muy conocidos ahí tenemos toda una labor de presentaciones y eso se ha visto más paralizado. Las editoriales que cuentan con mucho fondo editorial les ha ido muy bien, pero en mi caso los lanzamientos son importantes y eso lo hemos notado”.

"Durante el parón mundial decidimos parar unos meses para digitalizar todo el catálogo y trabajar los contactos que teníamos en el extranjero”

Pese a todo, Moll de Alba piensa seguir haciendo honor al nombre de su editorial. Vegueta es el barrio fundacional de Las Palmas de Gran Canaria, donde nació su abuela, además de un importante cruce de caminos. “Unía África, Europa y Latinoamérica, y por allí pasaban nuevas corrientes. Allí nació Alfredo Krauss, al lado, Benito Pérez Galdós, el impulso cultural era impresionante. Refleja lo que quiero con la editorial, abrir la mente, que se conozca lo que se está diciendo ahí fuera. El puerto de Las Palmas está alejado de Europa en miles de kilómetros, pero la mente está en Europa y sigue teniendo toda esa riqueza”, zanja. Por la diversidad editorial y que sea por muchos años.

Todo comenzó con Nicanor Parra. El gran poeta -o antipoeta, como le denominaban- chileno fue quien motivó que Eva Moll de Alba, que ya había trabajado con proyectos culturales relacionados con los libros además de tener una tesis sobre la industria editorial, pusiera en marcha hace seis años su gran plan: Vegueta, un sello especializado en literatura infantil, juvenil, poesía y arte, y que en los últimos meses también ha abierto espacio para la narrativa adulta. Varios viajes cruzando los Andes, varios encuentros con Parra en Las Cruces encendieron la chispa definitiva para que Moll de Alba se decidiera a publicar la primera antología de los ecopoemas del poeta, aquellos centrados en temáticas ecologistas en las que Parra estaba especialmente implicado. “Tuve claro que era el momento. También coincidió con que tenía niños en edad de leer y echaba en falta en la literatura infantil y juvenil este tipo de títulos que tengan más texto para poder leer y conversar con ellos”, explica la editora a El Confidencial. Más de un lustro después el resultado es un sello con varias decenas de títulos y con una edición en la que se nota un mimo especial en cada libro. Aquí, desde luego, no falta pasión por la literatura.