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¿Pero quién demonios son Derby Motoreta's Burrito Cachimba? La nueva bomba musical
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¿Pero quién demonios son Derby Motoreta's Burrito Cachimba? La nueva bomba musical

El grupo, que tiene disco nuevo, 'Hilo negro', triunfó en el concierto del Festival Tomavistas Extra de Madrid y se asienta como una de las bandas renovadoras del rock andaluz

Foto: Los Derby Motoreta's Burrito Cachimba el pasado jueves en Madrid (Adrián Yuste)
Los Derby Motoreta's Burrito Cachimba el pasado jueves en Madrid (Adrián Yuste)

“Siéntense, pónganse el cinturón que va a empezar el viaje”. Para los Derby Motoreta’s Burrito Cachimba ahora son un poco así los conciertos. “En vez de ver a la gente de pie saltando y haciendo pogos están todos en sus mesas como si estuvieran en una nave espacial”, dice Gringo, el guitarra. De esta forma se lo encontraron la noche del jueves en el anfiteatro del parque Tierno Galván de Madrid durante el Tomavistas Extra. La asepsia del covid-19 al poder. Todo el mundo sentado. Ni medio bailoteo de tibia y peroné. Sin embargo los DMBC —para abreviar en la crónica—, que llegaron precedidos por Los Estanques (que le echaron ganas), no defraudaron. “Nosotros somos de ir echándole palitos al fuego y al final el bolo está ardiendo”, apunta Gringo. Cumplieron: atacaron con nuevos singles —ya clásicos— como ‘Porcelana teeth’ y ‘Gitana’, de su nuevo disco ‘Hilo negro’, le echaron redaños con el flamenco —ahí la voz de Dandy Piranha— y acabaron con un fiestón de rock que daban ganas de lanzar la mascarilla al escenario como antes se lanzaban otras cosas (para tranquilidad de las autoridades nadie lo hizo: la pandemia ha traído los conciertos “educados”).

Estos andaluces —Dandy Piranha, Gringo (guitarra), Bacca (guitarra), Soni (bajo), Papi Pachuli (batería) y Machete Carrasco (teclados y sintetizador)— son unas de las gratas sorpresas de los tiempos casi pospandémicos. Ya en 2019 su rock andaluz, sus influencias andalusíes —cuando se escuchan enseguida vienen a la cabeza Triana y la voz de Manuel Martínez, de Medina Azahara, e incluso se cuelan homenajes a Lole y Manuel— ya había vuelto locos a unos cuantos, pero está siendo este 2021 y estos primeros conciertos los que están colocando a los DMBC en ese pelotón de cabeza de grupos que están reivindicando las raíces —en su caso las andaluzas— y, por supuesto, con éxito. Están tocando la tecla del signo de los tiempos.

placeholder Un momento del concierto de los DMBC (Adrián Yuste)
Un momento del concierto de los DMBC (Adrián Yuste)

“Es verdad que está habiendo un gusto por la raíz. Estamos en un momento en el que tanto el público como los creadores están dando cabida a esta raíz”, concede Gringo, que también pone como ejemplo al asturiano Rodrigo Cuevas, “que tiene su raíz y la está modernizando”, otros grupos como los gallegos Moura, “que hacen una cosa parecida a nosotros, pero con la raíz gallega” e incluso “C.Tangana, que ha hecho un disco de rumbas básico, ha modernizado un poco la movida, pero huele también a raíz”. ¿Por qué?, le pregunto. “Al final es que la raíz la tenemos todos dentro de nosotros por estar viviendo en este contexto de España y los creadores estamos incluyendo eso”, responde. Igual es el surgimiento de la verdadera España plural.

Cómo llegaron hasta aquí

Lo cierto es que el viaje de los DMBC para llegar hasta aquí ha sido vertiginoso pese a la pandemia. Fue en el verano de 2017 cuando comenzaron a juntarse en un local de ensayo de Sevilla para tocar. Solo los miércoles, ya que entonces todos estaban en distintas bandas. A finales de aquel año entraron en el estudio para grabar un par de singles y a las dos horas de lanzarlo a principios de 2018 el sello Primavera Sound les llamó para trabajar con ellos. “Les contamos el planteamiento que teníamos para ese año, que era presentar la banda al mundo con un single cada dos o tres meses con un videoclip”, cuenta Gringo. Finalmente, ese primer disco salió a principios de 2019 e impactó desde el principio entre público y crítica musical. Grabaron con Kiko Veneno —otro que no tiene nada de mal ojo para lo que viene— y el álbum homónimo, que incluye el hit ‘El salto del gitano’, se acabó llevando el premio Ruido al mejor álbum nacional. La anterior ganadora había sido Rosalía con ‘El mal querer’.

"Al final es que la raíz la tenemos todos dentro de nosotros por estar viviendo en este contexto de España y los creadores estamos incluyendo eso"

Durante ese tiempo también le pusieron el nombre al grupo. No tiene mucho misterio, pero sí unas cuantas horas de darle vueltas. Confiesan que antes tenían el típico “Los no sé qué, que nunca confesaré”, dice Gringo, “pero no reflejaba la música que estábamos haciendo. Empezó la lluvia de ideas. Al final poner el nombre a un grupo es un dolor de cabeza, y había dos bandos, los de derby motoreta y los de burrito cachimba. Decidimos unir todo y ese sí era el nombre de la música que estábamos haciendo”. Y hasta hoy.

placeholder Los Derby en pleno momento flamenco. (Adrián Yuste)
Los Derby en pleno momento flamenco. (Adrián Yuste)

En pleno crecimiento llegó la pandemia y el confinamiento. El frenazo para todo el mundo. A ellos les pilló con la grabación del nuevo disco, que iban a terminar en abril de 2020. Pero no fue un contratiempo ni se echaron las manos a la cabeza. A esto sí se le puede llamar resiliencia. “Esos meses nos sirvieron para afinar el disco y tener más tiempo para grabar, preproducir, mezclar, producir… es decir, darle los matices que queríamos, que sonara como queríamos… Y al final se lo mandamos a Brian Lucey, un capo que ha trabajado con Artic Monkeys, Black Keys, un capo gordo, y no sé cómo conseguimos engañarlo, pero al tipo le gustó el proyecto, y como es capo él ya no hace cualquier cosa, sino que elige. Nos hizo el máster y ese fue el lacito del disco”, resume Gringo. Al mismo tiempo el cineasta Daniel Monzón contactó con ellos para trabajar en la película ‘Los reyes de la frontera’, basada en la novela de Javier Cercas, y lo que al principio iba a ser una canción se convirtió en toda la banda sonora. En resumen: parados durante los peores meses de la pandemia parados no estuvieron.

Un disco más reposado

El resultado es un disco, como ellos mismos afirman, más reposado que el anterior. Dandy Piranha grita menos y se le escucha mejor. “El otro era más explosivo, todo el tiempo arriba, y este tiene más matices, más texturas, más dinámicas y la voz luce increíble. Igual con el primero íbamos con más furia, más estallido y en este la banda ya va madurando y nos apetece movernos por otros terrenos, probar ambientes…”, reconoce Gringo. Una de las canciones, ‘Porcelana teeth’, es, además, mucho menos abstracta que el común de sus letras. De hecho, es la historia de una pelea de quinquis en un descampado. Esa cosa de lo quinqui tiene mucho que ver con ellos, pero cuidado, sin romanticismos. “Nosotros nos hemos nutrido de todo lo quinqui, es parte del lenguaje de la banda. Y es verdad que nuestras letras habitualmente son más evocadoras, más metafóricas. ‘Porcelana’ es la canción que te está contando una historia, que es la fotografía de una realidad, que está guay ponerla a la luz y quitarle el romanticismo que muchas veces se le da a lo quinqui, que al final no es una cosa bonita”, manifiesta Gringo.

"Porcelana Teeth es la fotografía de una realidad, hay que quitarle el romanticismo que se le da a lo quinqui, que al final no es una cosa bonita”

A la propia música que ellos hacen le llaman ‘kinkidelia’. Por un lado, porque no quieren arrastrar la etiqueta de rock andaluz, “aunque nos gusta mucho nuestra pretensión no es seguir haciendo rock andaluz ni continuamos un legado, simplemente queremos hacer nuestro rollo. Nuestra intención no es reivindicar un movimiento de los setenta ni Andalucía ni nada”, y por otro, porque “en nuestra música hay un olor a quinqui. Pero, en realidad, es una broma. Nos reivindicamos a nosotros mismos como músicos”, insiste Gringo.

Sin embargo, es imposible evitar que si una les escucha no le sobrevengan a la cabeza himnos como el ‘Abre la puerta’, de Triana y los sonidos del rock setentero. “Sí, sí, si nosotros somos los más fanes de Triana del planeta”, concede. También le digo que lo suyo es puro rock andaluz, aunque no se quieran poner etiquetas, y en eso conectan con otros grupos que están volviendo a las guitarras más rockeras. “Es verdad, parece que estamos cambiando de época. Primero vino la mal llamada dictadura del 'indie', aparecieron muchos grupos 'indies', y después el trap, la música urbana… Y ahí hemos irrumpido nosotros que tampoco nos consideramos una banda de rock. Evidentemente utilizamos un lenguaje de rock para expresarnos. Ojalá haya un resurgimiento del rock”, reconoce el guitarrista.

placeholder Derby Motoreta's Burrito Cachimba durante el concierto en Madrid (Adrián Yuste)
Derby Motoreta's Burrito Cachimba durante el concierto en Madrid (Adrián Yuste)

Los setenta traslucen incluso en la estética. Los DMBC los llevan hasta en las camisas y pantalones que se gastan. Y el inicio de ‘Gitana’ es casi como el “Todo es de color” de los Lole y Manuel. “Es que somos muy amantes de la música de los sesenta, setenta y lo que hemos hecho es absorber todas estas influencias e intentar hacer lo nuestro. Por eso vas a reconocer cosas de los sesenta, setenta. También en este proyecto no le hemos dado la cara a la raíz. Otro proyecto sí estaban más limitados y, por ejemplo, el flamenco no entraba y cantábamos incluso en inglés. Pero en este proyecto sí queríamos incluir todas nuestras influencias, que van desde el blues del delta, la California de los sesenta, la psicodelia, el flamenco… y toda la tradición del rock andaluz la tenemos hipermamada”, conviene finalmente Gringo.

Con los DMBC y otros grupos como los Califato ¾ queda claro que en Andalucía las cosas están bullendo. Pero Gringo avisa, esto no es de ahora: “Andalucía siempre ha sido una tierra de creadores de vanguardia. Pero a nivel de música, cine, literatura… Otra cosa no tendrá Andalucía, pero arte tiene una pechá”. El jueves lo comprobamos los que pudimos verlos en concierto.

“Siéntense, pónganse el cinturón que va a empezar el viaje”. Para los Derby Motoreta’s Burrito Cachimba ahora son un poco así los conciertos. “En vez de ver a la gente de pie saltando y haciendo pogos están todos en sus mesas como si estuvieran en una nave espacial”, dice Gringo, el guitarra. De esta forma se lo encontraron la noche del jueves en el anfiteatro del parque Tierno Galván de Madrid durante el Tomavistas Extra. La asepsia del covid-19 al poder. Todo el mundo sentado. Ni medio bailoteo de tibia y peroné. Sin embargo los DMBC —para abreviar en la crónica—, que llegaron precedidos por Los Estanques (que le echaron ganas), no defraudaron. “Nosotros somos de ir echándole palitos al fuego y al final el bolo está ardiendo”, apunta Gringo. Cumplieron: atacaron con nuevos singles —ya clásicos— como ‘Porcelana teeth’ y ‘Gitana’, de su nuevo disco ‘Hilo negro’, le echaron redaños con el flamenco —ahí la voz de Dandy Piranha— y acabaron con un fiestón de rock que daban ganas de lanzar la mascarilla al escenario como antes se lanzaban otras cosas (para tranquilidad de las autoridades nadie lo hizo: la pandemia ha traído los conciertos “educados”).

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