La investigación que puede cambiar cómo se estudia la figura de Cristóbal Colón
Un estudio internacional, en el que participa la Universidad de Granada, analizará el ADN de cuatro fragmentos de hueso del tamaño de una almendra pertenecientes a Colón para determinar su origen
La investigación científica sobre el origen de Cristóbal Colón, paralizada hace 16 años a la espera del avance tecnológico que pudiera desentrañar "uno de los mayores interrogantes de la historia", tal y como recuerda la Universidad de Granada (UGR) en una nota de prensa, afronta su recta final con un estudio "definitivo" del ADN de los restos óseos atribuidos al descubridor de América y a dos de sus familiares, su hijo Hernando y su hermano Diego, que podría estar listo para el 12 de octubre, fecha en la que se celebra la Fiesta Nacional de España —también conocida como Día de la Hispanidad— en conmemoración del día que en que Colón descubrió el nuevo continente en 1492. Más de 500 años después de la muerte del navegante el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, se retoma "uno de los estudios científicos más esperados por la comunidad histórica y colombista", una investigación internacional en la que participa el catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente.
Con la ayuda de cinco laboratorios de identificación genética de Europa y América, que trabajarán de manera independiente y aislada, el equipo multidisciplinar de esta investigación tratará de arrojar luz sobre el origen del navegante, en torno al cual circulan varias teorías, aunque la más extendida y aceptada apunta a que Colón fue "un genovés hijo de familia de tejedores". No obstante, en los últimos años numerosas teorías alternativas han cuestionado su procedencia, localizando su país natal en lugares como "Portugal, Croacia o incluso Polonia", en sintonía con los posibles territorios de procedencia que indica la UGR.
El análisis de ADN que iniciará el equipo de profesionales a cargo de la investigación este 20 de mayo, coincidiendo con la efeméride del fallecimiento de Colón, es la fase final de una investigación que se inició hace casi 20 años, cuando José Antonio Lorente, junto con el doctor Juan Carlos Álvarez Merino y el investigador Marcial Castro —quien promovió inicialmente el estudio— lograron exhumar el sepulcro del almirante y de su hijo Hernando, situado en la catedral de Sevilla, y extraer partes de los restos para su posterior estudio. "Todo ello con el objetivo de ahondar en uno de los enigmas más misteriosos de la historia: el origen aún por determinar de Colón", sentencia una de las entidades colaboradoras del proyecto. Desde 2003, los restos óseos de Cristóbal Colón y de sus familiares han permanecido a resguardo en una sala blindada de la Universidad de Granada a la espera del momento en el que se pudiera iniciar "la etapa más decisiva y la que ha requerido mayor tiempo de espera hasta disponer de una ingeniería genética avanzada que garantizara mayores posibilidades de éxito".
No fue hasta el año 2005 cuando concluyó la extracción de la primera tanda de análisis, momento en el que los investigadores decidieron paralizar el estudio porque la tecnología con la que se contaba entonces no era lo suficientemente "eficiente". "Estábamos gastando muchos gramos de hueso para conseguir muy poca información", ha detallado Lorente en la rueda de prensa celebrada este miércoles en la que se ha presentado la fase final del proyecto. Los estudios genéticos que se realizaron en esa época ya dieron "resultados positivos" en lo que se refiere al parentesco de los huesos de estas tres personas que se conservaban en la catedral de Sevilla. No obstante, en palabras de Lorente, "eso no significa un resultado totalmente concluyente", pues "los datos apuntaban a una relación padre e hijo y hermano-hermano (...) A partir de ahí tenemos que aumentar la información generada para que esos resultados positivos pasen a ser conclusiones definitivas".
De acuerdo con lo que explica Lorente en declaraciones recogidas por la agencia EFE, el contexto actual permitirá una mejora "drástica" tanto en la extracción del ADN de los huesos, en cantidad y calidad, como en el análisis posterior. Se espera que en unas ocho semanas se obtengan ya los primeros resultados, que se irán generando progresivamente hasta presentar las conclusiones, si es posible, el próximo 12 de octubre. Para el análisis, se dispone de cuatro fragmentos de huesos de Cristóbal Colón del tamaño de una almendra; otros siete —uno de ellos un diente— de su hijo Hernando, y por último, doce fragmentos óseos de su hermano Diego.
A pesar de que los investigadores indican que no se pone en duda la aceptación mayoritaria sobre el origen italiano de Cristóbal Colón, se explica que el estudio puede arrojar "datos objetivos que puedan ser interpretados por los historiadores para llegar a una conclusión u otra", ha avanzado Lorente, en sintonía con lo que defienden diversos autores de estudios colombinos y que apuntan a lugares como Valencia, Portugal, Cataluña, Galicia, Navarra o Mallorca son posibles enclaves a tener en cuenta. "El análisis genético que se llevará a cabo en los próximos meses podría ser la pieza fundamental que unifique todas las ramas de trabajo y permita conocer un poco más sobre la vida del descubridor de América", se puede leer asimismo en la nota de prensa difundida del proyecto, cuyos resultados se revelarán en exclusiva en un largometraje documental producido por RTVE y Story Producciones, en el que se mostrará las distintas pruebas científicas y exhumaciones que en el curso de la historia se han realizado del descubridor.
"Lo que no vamos a hacer es forzar las circunstancias para evitar que esto pueda conducirnos a una conclusión errónea y tiempo después alguien pueda decir que lo que se hizo en Granada estaba mal hecho", ha asegurado el director de este equipo científico, que ya considera el estudio "histórico" sea cual sea el resultado final. No se descarta, hasta la fecha, que no se pueda obtener suficiente ADN de todos los huesos en calidad y cantidad suficiente "como para poder llegar a una conclusión".
La investigación científica sobre el origen de Cristóbal Colón, paralizada hace 16 años a la espera del avance tecnológico que pudiera desentrañar "uno de los mayores interrogantes de la historia", tal y como recuerda la Universidad de Granada (UGR) en una nota de prensa, afronta su recta final con un estudio "definitivo" del ADN de los restos óseos atribuidos al descubridor de América y a dos de sus familiares, su hijo Hernando y su hermano Diego, que podría estar listo para el 12 de octubre, fecha en la que se celebra la Fiesta Nacional de España —también conocida como Día de la Hispanidad— en conmemoración del día que en que Colón descubrió el nuevo continente en 1492. Más de 500 años después de la muerte del navegante el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, se retoma "uno de los estudios científicos más esperados por la comunidad histórica y colombista", una investigación internacional en la que participa el catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente.
Con la ayuda de cinco laboratorios de identificación genética de Europa y América, que trabajarán de manera independiente y aislada, el equipo multidisciplinar de esta investigación tratará de arrojar luz sobre el origen del navegante, en torno al cual circulan varias teorías, aunque la más extendida y aceptada apunta a que Colón fue "un genovés hijo de familia de tejedores". No obstante, en los últimos años numerosas teorías alternativas han cuestionado su procedencia, localizando su país natal en lugares como "Portugal, Croacia o incluso Polonia", en sintonía con los posibles territorios de procedencia que indica la UGR.
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