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El ojo experto no basta: cómo saber si un cuadro es de Caravaggio
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El ojo experto no basta: cómo saber si un cuadro es de Caravaggio

Los historiadores de arte señalan que es necesaria la observación del original y no de una fotografía y someter al lienzo a una examen técnico. Lo demás son frivolidades subjetivas

Foto: Detalle del famoso 'Ecce Homo' que puede ser de Caravaggio o no
Detalle del famoso 'Ecce Homo' que puede ser de Caravaggio o no

El fabuloso documental ‘Mi Rembrandt’ (Oeke Hoogendijk, 2019), que se puede ver en la plataforma Filmin, cuenta, entre una serie de historias bastante estrambóticas sobre coleccionistas de arte, cómo Jan Six, marchante y heredero de los Jan Six pintados por Rembrandt en 1654 -es decir, bastante adinerado- intenta vender un lienzo del artista que se encuentra un día en Christie’s por la miserable cifra de 137.000 libras. Six defiende que el cuadro se ha atribuido erróneamente al círculo del holandés, puesto que, según sus investigaciones, en realidad se trataría de un verdadero Rembrandt. Incluso hace una presentación del lienzo hipermediática -contrata a una agencia de comunicación- y escribe un libro sobre el tema. El documental deja un poco en ascuas la historia -no acaba bien del todo-, pero sí refleja cómo son los negocios del arte y cómo de polémicas pueden ser las atribuciones de autorías por todos los intereses que existen. En definitiva, que Pierre Bordieu con aquello del “valor simbólico del mundo del arte” se quedó corto.

Este relato, que es real, ha vuelto a la palestra esta semana con dos casos de atribuciones complejas. El primero es el del ‘Ecce Homo’ que se iba a vender en la casa de subastas madrileña Ansorena como un lienzo del siglo XVII de un discípulo de José de Ribera y que partía con un valor de 1.500 euros.Sin embargo, las declaraciones de la profesora de Historia de Arte Moderno de la Universidad de Roma María Cristina Terzaghi al diario 'La Republicca' afirmando que se trataba de un Caravaggio obligaron a parar todas las máquinas. De hecho, la Dirección General de Bellas Artes y la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Ministerio de Cultura señalaron que el cuadro era inexportable.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes señaló esta semana que el supuesto Caravaggio era inexportable

Esta Junta -como explicamos aquí- es la que se encarga de decidir si un cuadro puede salir de España o no por tratarse de patrimonio. Y, sin duda, un Caravaggio lo sería. Como han comentado expertos en Historia del Arte a este periódico, lo que se intenta evitar es lo que sucedió en 1973 cuando el lienzo 'La crucifixión de San Andrés', también del pintor barroco, se dejó marchar y acabó en el Museo de Cleveland. Es casi como vender un trocito del PIB del país.

placeholder 'Salvator Mundi', erróneamente atribuido a Da Vinci
'Salvator Mundi', erróneamente atribuido a Da Vinci

La otra polémica ha surgido con el cuadro ‘Salvator Mundi’, atribuido a Leonardo Da Vinci, y que se vendió en 2017 por 450 millones de dólares. Es el cuadro más caro del mundo y lo compró el príncipe saudí Mohamed Bin Salman como una forma de modernizar la imagen de su país. El conflicto, que ha alcanzando dimensiones diplomáticas, y que desvela estos días el documental ‘De Da Vinci a subasta: la historia del ‘Salvator Mundi’’ -se estrena en España en julio-, es que el taller del Museo del Louvre, que es uno de los más avanzados en cuanto a tecnología para determinar de quién es un cuadro -tienen hasta un acelerador de partículas-, ha manifestado que el lienzo no es del propio Da Vinci sino de su círculo. El enfado del príncipe saudí se ha hecho evidente después de que se haya sabido que Francia no quiso incluir este lienzo en una gran exposición de Da Vinci en 2019 por no considerarlo del maestro florentino.

Ojo clínico y tecnología

Ante estas controversias surgen algunas preguntas: ¿cómo se lleva a cabo la atribución de una autoría? ¿Por qué hay últimamente tanta polémica con los cuadros de los grandes maestros?

Benito Navarrete, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá de Henares, explica de forma cristalina a El Confidencial que el procedimiento en las atribuciones consiste en dos pasos. “Lo primero que hay que hacer es una inspección ocular del original. Yo vi el cuadro [atribuido a Caravaggio] y a mí no me dio el feeling de que fuera una obra maestra, pero esto sucede cuando reconoces las claves del artista porque lo has estudiado, y has conformado una opinión con tu ojo. Pero el ojo no se improvisa. Es un largo camino de aprendizaje de las obras siempre desde el original”, sostiene. No obstante, el ojo no basta. Después llega la tecnología. “Al ojo hay que complementarlo con estudios técnicos: radiografías, reflectografías infrarrojas, análisis químicos de pigmentos, estudios de macrofotografías que son muy importantes, y compararlas con otras obras seguras de ese artista”, añade.

"Lo primero que hay que hacer es una inspección ocular del original. Yo vi el cuadro [atribuido a Caravaggio] y a mí no me dio el feeling"

Con el supuesto Caravaggio lo que ha ocurrido es que la atribución de las profesora Terzaghi surge de su observación más algunos datos sobre las dimensiones del cuadro. Y como explica también a este periódico José Riello, doctor en Historia del Arte y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, eso “son indicios muy débiles”. Según Riello, el ojo del experto desempeñó un papel muy importante en el siglo XIX y, aunque hoy también se tiene en cuenta, la propia disciplina de Historia del Arte se ha ido dotando de herramientas que permiten ir sumando indicios para que en un momento determinado atribuir una obra a un artista. “Lo del ojo del experto tiene que ir siempre acompañado de un estudio pormenorizado de una serie de pistas que hay que seguir con mucho trabajo. En el siglo XIX el juicio del experto era una cuestión de fe. Y ahora algunos parece que quieren que volvamos a eso y no”, señala Riello, quien, por otro lado, comenta, que es verdad que los cuadros de Caravaggio solían ser lienzos que se hacían en telares. “Pero es que esas telas estaban determinadas por los tamaños de los telares, así que tienen unos tamaños estándar. Que se diga que es un Caravaggio por la dimensión de la tela…”, duda este historiador.

"Terzaghi dice que el cuadro tiene las mismas medidas que en un inventario del siglo XVII que dice que es Caravaggio, pero es solo un indicio"

Otra herramienta fundamental para determinar una atribución es la de conocer quiénes han sido los propietarios del cuadro. “¿Cómo se hace? Desde que tenemos el cuadro investigamos hacia atrás con catálogos de subastas, testamentos o inventarios de bienes, donde se dan todos esos datos… Y de este cuadro no se sabe. Terzaghi ha dicho que ha encontrado que el cuadro tiene las mismas medidas que en un inventario del siglo XVII que dice que es Caravaggio y que se mandó a España. Pero es que las medidas son solo un indicio al que hay que sumar a otros”, explica Riello. Es esa extraordinaria cita atribuida (quizá también apócrifamente) a Agatha Christie: “Un indicio es un indicio, dos indicios una coincidencia, tres indicios, una prueba”. Y, ahora, de momento todavía no hay suficientes.

No obstante, los historiadores mantienen un respeto por esta experta romana. “Es una opinión que cuenta y por eso se ha tenido en cuenta”, manifiesta Navarrete, a quien le parece que la decisión de Cultura ha sido la correcta: “Sí, lo que ha hecho el Estado ha sido ejemplar para evitar errores como en el pasado”. Además, dice este catedrático, ahora hay una tecnología mucho mejor que antes, “y los gabinetes técnicos de los grandes museos, como el del Prado, el de Sevilla o el del Louvre, que es de referencia, han avanzando mucho. Antes se le daba poco interés al estudio técnico, pero cada día va teniendo más importancia”.

De la misma opinión es Riello: “Han hecho muy bien en la casa de subastas retirando el cuadro para estudiarlo minuciosamente. Es ahora cuando tenemos que empezar a estudiarlo con minuciosidad y para conocer su procedencia. No sabemos quiénes eran sus dueños hace cuarenta años. ¿Cómo sabemos cuándo llega a España? ¿Y cómo llega?”.

Grandes maestros, valor seguro

La polémica del Caravaggio y la del Leonardo Da Vinci también son una muestra, dicen los expertos, de cómo los maestros antiguos se han convertido en los últimos años en un valor seguro. Mucho dinero contante y sonante que no pierde valor, sino al contrario. Las leyes del mercado les favorecen. Pasó con ‘Salvator Mundi’ y por eso alcanzó la disparatada cifra de 450 millones de dólares y ocurrió hace solo mes y medio con ‘Hombre joven sujetando un medallón’, de Boticelli, que se vendió en Sotheby’s por 76 millones de euros.

placeholder 'Hombre joven sujetando un medallón', de Boticelli
'Hombre joven sujetando un medallón', de Boticelli

“Se está disparando el interés mercantil por los maestros antiguos… Ahora hay gente que está mirando los cuadros que tiene colgados en casa a ver qué son… Las obras de arte son mercancía y están sometidas a los vaivenes del mercado. En este sentido, en ese vaivén hay un montón de agentes con intereses diversos que a veces confluyen y otras no: el galerista, el propietario, el heredero, la galería de arte, la feria de arte, los medios de comunicación y los historiadores de arte. Porque todos intentan sacar algo de ahí”, admite Riello sin tapujos. De ahí también el intento de hinchar los precios y de atribuir obras a determinados pintores… “Hay muchos que han ganado fortunas haciendo expertizajes [valoraciones de obras de arte] porque se llevan una comisión. Quizá es una reflexión que tendríamos que hacer en nuestro oficio. Si uno hace expertizajes por qué tiene que cobrar”, añade.

"Se está disparando el interés mercantil por los maestros antiguos…Hay gente que está mirando los cuadros que tiene colgados en casa a ver qué son"

De momento, al supuesto Caravaggio le queda camino por delante. Ahora llegarán todas las pruebas técnicas y unos cuantos ojos expertos. Y se podrá alcanzar un consenso o no. “Pero para todo esto tiene que haber una serie de indicios. Si lo que pretendemos es que la Historia del Arte tenga un rigor científico, si no, pues frivolidades moscovitas”, zanja Riello.

El fabuloso documental ‘Mi Rembrandt’ (Oeke Hoogendijk, 2019), que se puede ver en la plataforma Filmin, cuenta, entre una serie de historias bastante estrambóticas sobre coleccionistas de arte, cómo Jan Six, marchante y heredero de los Jan Six pintados por Rembrandt en 1654 -es decir, bastante adinerado- intenta vender un lienzo del artista que se encuentra un día en Christie’s por la miserable cifra de 137.000 libras. Six defiende que el cuadro se ha atribuido erróneamente al círculo del holandés, puesto que, según sus investigaciones, en realidad se trataría de un verdadero Rembrandt. Incluso hace una presentación del lienzo hipermediática -contrata a una agencia de comunicación- y escribe un libro sobre el tema. El documental deja un poco en ascuas la historia -no acaba bien del todo-, pero sí refleja cómo son los negocios del arte y cómo de polémicas pueden ser las atribuciones de autorías por todos los intereses que existen. En definitiva, que Pierre Bordieu con aquello del “valor simbólico del mundo del arte” se quedó corto.