Es noticia
El penúltimo asesinato de Dios: 10 libros de religión para el Jueves Santo
  1. Cultura
recomendaciones

El penúltimo asesinato de Dios: 10 libros de religión para el Jueves Santo

Una ola de obras que reflexionan sobre la fe de forma positiva, imaginativa y sin catequizar está rompiendo en la playa editorial donde hasta ayer reinaba el nuevo ateísmo

Foto: 'La última cena' - Leonardo da Vinci
'La última cena' - Leonardo da Vinci

"Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". La promesa que la maligna serpiente ofrece a Eva para que se decida a coger la fruta prohibida resuena aún más de tres milenios después como alegoría del cruce de caminos en el que se decide la suerte del conocimiento y la creencia, a veces aliados, otras en una lucha a vida o muerte. Conocimiento y creencia, ciencia y religión, mito e historia, en sus encuentros y desencuentros se ha desplegado la imaginación humana. Nada pudo hacerle frente durante mucho tiempo al poder de la religión hasta que la Ilustración cambió las tornas y pareció reducir a la fe a una posición vicaria respecto al saber positivo. Hubo quien se atrevió incluso a firmar el obituario de la divinidad...

El penúltimo asesinato de Dios sucedió la pasada década y fue un crimen colegiado. La crónica de sucesos la espigará el lector en tres libros superventas de otros tantos autores británicos publicados con apenas un año de diferencia: 'El espejismo de Dios' (2006), del etólogo y general en jefe de los ateos planetarios Richard Dawkins; 'Romper el hechizo. La religión como fenómeno natural' (2007), del filósofo cognitivo y poli bueno de los descreídos Daniel C. Dennett, y 'Dios no es bueno. Alegato contra la religión' (2007), del periodista y 'showman' 'enragé' Christopher Hitchens. Atrás quedaban los tiempos en los que el darwinismo sonrojaba a los burgueses decimonónicos y se prestaba a la caricatura en las botellas de Anís del Mono. El nuevo ateísmo conquistó las portadas de los periódicos, los carteles publicitarios de los autobuses londinenses y a la opinión pública occidental, brindando una moral laica y una visión del mundo asentada en la ciencia que se quería tan firme —y buena— como la forjada durante siglos por la religión. ¿La secularización no tenía vuelta atrás? Donde dije Dios ¿digo Darwin?

La reacción se hizo esperar, pero, en los últimos años, una ola de obras que reflexionan sobre la religión, la fe o el cristianismo de forma positiva, imaginativa y sin afán catequizador está rompiendo en la playa editorial donde hasta ayer reinaba el nuevo ateísmo. El lector encontrará a continuación un listado de altura con una decena de los libros más interesantes en torno a la religión publicados en los últimos años.

1. 'El espejismo de Dios' - Richard Dawkins (Booket)

placeholder 'El espejismo de Dios'
'El espejismo de Dios'

Es probable que la militancia atea de Richard Dawkins, su dedicación a los autobuses, a los campamentos y a los debates inútiles, le haya pasado factura en los últimos años reduciéndole a una caricatura digna de figurar en la etiqueta de Anís del Mono. Sin embargo, el feliz acuñador del polémico concepto del gen egoísta es probablemente el divulgador científico más influyente de nuestra generación, dueño de un estilo contundente e ineludible, capaz de narrar con tanta seducción como conocimiento los más arduas realidades biológicas. Y 'El espejismo de Dios', el libro que abrió la veda del nuevo ateísmo en 2006, es un librazo imponente, polémico y bienhumorado cargado de metáforas memorables como la del Boeing 747 reensamblado milagrosamente por un tornado.

2. 'Por qué soy católico'. Rafael Gumucio (Literatura Random House)

placeholder 'Por qué soy católico' (Literatura Random House)
'Por qué soy católico' (Literatura Random House)

"Yo no puedo asegurarle a nadie que Dios exista. He hablado muchas veces con él, pero estoy dispuesto a admitir que su voz se parece extrañamente a la mía". 'Por qué soy católico', publicado por el escritor chileno Rafael Gumucio a finales del pasado año, es una de las más recientes defensas apasionadas del cristianismo, un género cada vez más popular. También es una delicia. Gumucio es un católico progresista que echa pestes del actual papa Francisco —y de los anteriores— que pone como chupa de dómine a una cúpula eclesiástica tremendamente rica, corrupta, protectora de ladrones y pederastas, pero que eleva su fe por encima de todo ello sin fanatismo ni intolerancia alguna. Y su lectura brinda momentos tan bellos como poderosos: "La fe en Cristo no respondió a mi angustia por la muerte, pero me enseñó a asumir sin miedo que no hay respuestas, o que la única respuesta es la misma que tienen los arrieros para sobrevivir al frío: contar alguna historia al borde de la fogata. Admiro a los que no necesitan ninguna fe, pero me permito dudar de la autenticidad de su desesperanza".

3. 'Impenitente' - Francis Spufford (Turner)

placeholder 'Impenitente', de Francis Spufford
'Impenitente', de Francis Spufford

El escritor británico Francis Spufford es el anti-Dawkins. En 'Impenitente. Una defensa emocional de la fe' (Turner), libro cuya publicación hace unos años en España pasó injustamente desapercibida, embiste con un divertidísimo y chestertoniano estilo contra las prietas filas ateas: "¿Hola? ¿Disculpe? ¿Desterramos la religión y todo el mundo empieza a vivir la vida en paz espontáneamente? No sé ustedes pero, según mi experiencia, la paz no es el estado de la humanidad por defecto, como tampoco lo es tener una vivienda del tamaño de los chicos de la serie 'Friends'". La clave de la festiva lucidez del libro de Spufford se esconde en el subtítulo, en ese "emocional" que adjetiva la defensa de la fe. Un evidente sarcasmo del fetichismo por la "racionalidad" de los pensadores ateos, por un lado. Y, por otro, y más importante, una preocupación por desentrañar lo que nos hace humanos que suena paradójicamente "científica". Su presentación del brete en que se encuentra hoy un creyente en Occidente es imperdible: "Mi hija acaba de cumplir seis años. En algún momento del año que viene descubrirá que sus padres son raros. Son raros porque van a la Iglesia".

4. 'Dios: una historia humana'. Reza Aslan (Taurus)

placeholder 'Dios. Una historia humana'. (Taurus)
'Dios. Una historia humana'. (Taurus)

Reza Aslan es estadounidense de origen iraní, miembro de la American Academy of Religion y uno de los más conocidos y polémicos estudiosos de la religión. En 'Dios, una historia humana', su más ambicioso ensayo sobre la historia de la divinidad, repasa los grandes momentos de la creencia humana en sus múltiples variantes que van convergiendo, y divergiendo, a lo largo de la Historia: "El Dios que aparece tras el fin del cautiverio de Babilonia no es la divinidad abstracta que había adorado Akenatón. No es el espíritu vital puro que imaginó Zaratustra. No es la sustancia informe del universo descrita por los filósofos griegos. Era un nuevo tipo de Dios, singular y personal a la vez. Un Dios solitario sin forma humana que sin embargo creó a los humanos a su imagen. Un Dios eterno e indivisible que exhibía toda la gama de emociones y cualidades humanas, buenas y malas. Es un acontecimiento extraordinario en la historia de las religiones, fruto de una evolución de cientos de miles de años y que se vería anulado al cabo de apenas quinientos por una secta advenediza de judíos apocalípticos que se autodenominaban cristianos".

5. 'Ciencia y creencia: la promesa de la serpiente'. Steve Jones (Turner)

placeholder 'Ciencia y creencia'
'Ciencia y creencia'

"La doble hélice y la nube en forma de hongo se han unido a la cruz, la media luna y la estrella de David como iconos mundiales". Qué libro más bueno este ensayo de Steve Jones en el que, con el pretexto banal de dilucidar la hipotética base histórica o científica de la Biblia, imparte lecciones tan magistrales como amenas de genética, antropología, cosmología, física o matemáticas. Porque, defiende, el autor "el Génesis fue el primer libro de texto sobre biología del mundo, con una obsesión por los ancestros que se ve reflejada en muchas partes de la Biblia".

6. 'La edad de la penumbra'- Catherine Nixey (Taurus)

placeholder Catherine Nixey - 'La edad de la penumbra' (Taurus)
Catherine Nixey - 'La edad de la penumbra' (Taurus)

La premisa de Nixey, historiadora y periodista de 'The Times' e hija de unos monjes que pasaron veinte años dentro de un monasterio antes de colgar los hábitos: que, si bien el cristianismo conservó parte del legado clásico en los siglos oscuros de la Edad Media, otra historia anterior, mucho menos gloriosa y conocida, desplegó un escenario de destrucción apocalíptica de la filosofía y el arte de la antigüedad grecolatina, reducido por la Iglesia a sangre y cenizas durante los siglos IV y V d.C. "Los asaltos violentos de este periodo", advierte Nixey, "no fueron terreno exclusivo de chiflados y excéntricos. Hombres que estaban en el corazón mismo de la Iglesia Católica alentaron y lideraron los ataques contra los monumentos de los "locos", "malditos" y "dementes" paganos. El gran San Agustín afirmó ante una congregación en Cartago: "¡Dios quiere, lo mandó, lo predijo, comenzó ya a llevarlo a efecto, y en muchos lugares de la Tierra ya lo ha realizado en parte: la extirpación de toda superstición de paganos y gentiles!

7. 'Razón, fe y revolución' - Terry Eagleton

placeholder 'Razón, fe y revolución', de Terry Eagleton
'Razón, fe y revolución', de Terry Eagleton

"Simpatizo en buena medida con los críticos racionalistas y humanistas de la religión. Pero también es cierto, tal y como se sostiene en este libro, que la mayoría de esos críticos fundamentan su rechazo a la religión sobre una versión empobrecida de ésta. En lo que al Nuevo Testamento respecta, al menos, lo que atacan es una caricatura inservible de la versión real: una caricatura asentada sobre un grado de ignorancia y prejuicio solo comparable con el de la religión misma. Es como si alguien pretendiera desestimar el feminismo basándose en las opiniones que Clint Eastwood tuviera sobre él". Al habla Terry Eagleton, inglés, marxista y sentimental. En 'Razón, fe y revolución' (Paidós) iniciaba la contraofensiva contra los nuevos ateos acusándoles de malinterpretar la relación entre teología y ciencia, de exagerar el papel de la religión —"una fe maoísta en la propia fe"—, y de despedir "cierto tufillo irracionalista obsesivo en su fanática campaña a favor de la racionalidad laica". "Al lado del celo antirreligioso de Richard Dawkins", concluía Eagleton, "el Gran Inquisidor parece un liberal blandengue".

8. 'El reino' - Emmanuel Carrère

placeholder 'El reino' (Anagrama)
'El reino' (Anagrama)

Eagleton ha reivindicado además el mensaje revolucionario del cristianismo, despojado de sutilezas teológicas, en golosinas editoriales como 'Los evangelios'. A la misma tarea se encomienda Emmanuel Carrère en su última y muy celebrada novela: 'El reino' (Anagrama). El escritor francés parte de una extrañeza: ¿cómo es posible que tanta gente crea "de verdad, que hace dos mil años un judío nacido de una virgen resucitó tres días después de ser crucificado y que volverá para juzgar a los vivos y a los muertos?" Vaya, recuerda de pronto Carrère, si yo mismo creí en semejantes cosas hace 20 años. Y se despliega acto seguido una indagación sobre la fe que sirve al tiempo una impresionante historia de los primeros cristianos protagonizada por Lucas evangelista, el curioso médico gentil que acompañó a Pablo de Tarso en sus conversiones. Una indagación nada obvia que enfatiza la novedad del mensaje cristiano con instrucciones de uso útiles también para descreídos. Y de una honestidad insólita: "No, no creo que Jesús haya resucitado. No creo que un hombre haya vuelto de entre los muertos. Pero que alguien lo crea, y haberlo creído yo mismo, me intriga, me fascina, me perturba, me trastorna: no sé qué verbo es el más adecuado. Escribo este libro para no imaginarme que sé mucho más, sin creerlo ya, que los que lo creen, y que yo mismo cuando lo creía. Escribo este libro para no abundar en mi punto de vista".

9. 'Campos de sangre' - Karen Armstrong

placeholder 'Campos de sangre'
'Campos de sangre'

La peculiaridad secular de Occidente es una rara avis que no incluye además a su más pujante nación: los muy 'believers' Estados Unidos. En el resto del mundo la religión está contratacando cada vez con más violencia, aunque esa violencia que observamos por ejemplo en el terrorismo yihadista no es en realidad estrictamente religiosa. Es lo que defiende la historiadora Karen Armstrong en 'Campos de Sangre. La religión y la historia de la violencia' (Paidós). Desafiando la muy generalizada idea de la indisoluble comunión entre religión y violencia, compartida generalmente también por los propios creyentes, Armstrong documenta que la guerra a menudo tiene poco que ver con la religión y mucho con detalles como el de ser una sociedad agraria o no (las primeras se matan mucho más). Al revés: la religión habría servido más bien como fuerza apaciguadora. "El Islam no es constitutivamente más propenso a la violencia que el cristianismo protestante, lo que ocurre es que los musulmanes tuvieron una entrada más dura en la modernidad". El trabajo de Armstrong, exmonja que hoy no parece exactamente creyente, es polémico y las acusaciones que se le han hecho de justificar el terror religioso, dignas de consideración. Pero su libro es un estudio monumental y muy seductor que hay que leer: "La secularización no ha sido el final de la historia. En algunas sociedades que intentan encontrar su camino hacia la modernidad solo ha logrado erosionar la religión y perturbar la psique de las personas, que no están preparadas para ser arrancadas de las formas de vida y comprensión que siempre las han sostenido. Lamiendo sus heridas en el desierto, el chivo expiatorio, con su enconado resentimiento, ha irrumpido en la ciudad que lo expulsó".

10. 'La edad de la nada' - Peter Watson

placeholder 'La edad de la nada' (Crítica)
'La edad de la nada' (Crítica)

Un extraño funeral sin párroco, sin creyentes, sin amén, tuvo lugar en la iglesia de San Pedro de Zúrich un lejano día de abril de 1991. Pero a los amigos, en su mayoría agnósticos —cuando no fieramente ateos—, de Max Frisch, no les pareció extraño acudir a una parroquia para despedirse del dramaturgo suizo recién fallecido. Tuvieron que pasar casi dos décadas para que, en 2008, uno de los asistentes al sepelio, el filósofo alemán Jürgen Habermas, reflexionara por escrito sobre aquella anómala ceremonia. "Estaba claro que Max Frisch, que era agnóstico y rechazaba toda profesión de fe, había percibido la incómoda inconveniencia de un enterramiento no religioso, y que al elegir aquel lugar estaba declarando públicamente que la ilustrada era moderna había sido incapaz de hallar una alternativa a las fórmulas religiosas con las que abordamos el 'postrer rite de passage' con el que damos por clausurada la vida". Las reflexiones de Habermas las recoge el historiador británico Peter Watson en 'La edad de la nada. El mundo después de la muerte de Dios' (Crítica), un imponente trabajo que persigue los derroteros de las creencias humanas desde que, en 1882, Friedrich Nietzsche declarara la "muerte de Dios". Y desde sus primeras páginas, surge la pregunta: ¿por qué en los últimos trabajos de una extensa y variopinta nómina de pensadores y escritores nada sospechosos de beatería regresa la idea de Dios como una urgencia para cubrir el hueco que la secularización habría dejado en nuestras sociedades? Un hueco que el humanismo laico, como también defiende el pensador Charles Taylor en 'La era secular' (Gedisa), habría sido incapaz de cubrir.

"Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". La promesa que la maligna serpiente ofrece a Eva para que se decida a coger la fruta prohibida resuena aún más de tres milenios después como alegoría del cruce de caminos en el que se decide la suerte del conocimiento y la creencia, a veces aliados, otras en una lucha a vida o muerte. Conocimiento y creencia, ciencia y religión, mito e historia, en sus encuentros y desencuentros se ha desplegado la imaginación humana. Nada pudo hacerle frente durante mucho tiempo al poder de la religión hasta que la Ilustración cambió las tornas y pareció reducir a la fe a una posición vicaria respecto al saber positivo. Hubo quien se atrevió incluso a firmar el obituario de la divinidad...

El redactor recomienda