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Rigoberta Bandini, la musa de la electrónica española que arrasa en plena pandemia
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Rigoberta Bandini, la musa de la electrónica española que arrasa en plena pandemia

Este viernes lanza su sexto single, 'Perra', y el sábado actúa en el Teatro Reina Victoria dentro del cartel de Madrid Brillante, para el que ha conseguido colgar el cartel de 'No hay entradas'

Foto: Paula Ribó es Rigoberta Bandini, la nueva musa de la electrónica española.
Paula Ribó es Rigoberta Bandini, la nueva musa de la electrónica española.

Apenas cuenta con un año de vida y ya ha colgado el cartel de 'sold out' en el Teatro Reina Victoria de Madrid. Este viernes lanza su sexto single, 'Perra', convertida en la nueva musa de la electrónica española. Sin un disco, sin apenas promoción, sin sello, Rigoberta Bandini se ha convertido en un fenómeno musical inesperado que se ha colado en las listas de lo mejor del 2020 (en la que confecciona Joe Crepúsculo todos los años, por ejemplo) y que se presenta por primera vez en directo este sábado dentro de la programación de Madrid Brillante. Rigoberta Bandini es el alias exótico y melodioso de Paula Ribó (Barcelona, 1990), actriz, dramaturga, directora de teatro, dobladora, escritora, cantante y cien cosas más, quien sin un sello detrás, sin promoción, sin la radiofórmula suma ya más de 222.000 oyentes mensuales en Spotify. El 28 de febrero lanzó 'Too Many Drugs', su primer single, una electrónica a medio tiempo cantada en inglés y español (Too many drugs/ muy poco espítitu/ and I love drugs/ and I love espíritu) con la voz limpia y cristalina de Bandini.

En el programa de música en directo Cachitos Fest que emitió RTVE la pasada nochevieja, Rigoberta Bandini fue una de las actuaciones con 'In Spain We Call It Soledad', uno de sus temas más virales. También se ha atrevido a versionar un tema de Mocedades de 1975 titulado 'Cuando tú nazcas', que reutiliza una parte de la Sinfonía nº7 de Beethoven, y que Bandini dedica a su bebé recién nacido. Ribó/Bandini atiende a 'El Confidencial' a través de una videollamada apenas unos días antes del que será su primer concierto en solitario. Es primera hora de la mañana y, aunque lleva despierta desde las cinco de la mañana, Ribó se presenta con una toalla enrollada alrededor del pelo, recién salida de la ducha. La que escribe se presenta en albornoz. Bendita tecnología.

PREGUNTA. Primer concierto y todas las entradas vendidas. La gente pegándose por verte en directo. ¿Te lo esperabas?

RESPUESTA. No me lo esperaba, porque cuando sacamos las entradas y me dijeron que eran 500 localidades pensé ¡guau! Sí que es verdad que hay mucha gente que está escuchando mi música, pero me parecían una barbaridad. De repente, en cuatro días no quedaban. ¡Es muy heavy!

P. 2020 ha sido un año muy difícil para la música, sin posibilidad de hacer conciertos. Y, justo en el peor año de la industria, nace el fenómeno Rigoberta Bandini. ¡Qué ironía, ¿no?!

R. Mi primer tema salió una semana antes de que estuviésemos confinados y quiero pensar que la gente estaba encerrada, la gente que empezó a escuchar mi música no paró. Como si fuese una obsesión. Encerrados, teletrabajando y escuchando mi música en bucle. Y yo creo que se creó como un vínculo muy poderoso con la gente. Fue como que esa música entró en sus vidas de una forma muy bestia. Eso creo, porque nunca sabes desde dentro por qué algo ha funcionado. También me escribe la gente y siento que está sedienta de canciones existenciales, del alma, luminosas y optimistas. Es brutal entregar algo y que lo acojan con tanto ímpetu.

P. ¿Cómo nace Rigoberta Bandini? ¿Cómo se perfila su estilo musical, su aspecto visual?

R. Yo ya tenía un poco de experiencia en el mundo de la música con The Mamzelles y en 2019 me encontré con que tenía varias canciones compuestas. Decidí trabajar un single muy bien, porque sacar un disco requería de muchísimo tiempo, muchísimo dinero y no quería invertir toda mi energía en ello. Para componer un disco debes tener muy claro el sonido que quieres conseguir, pero yo quería encontrar ese sonido poco a poco, con un single. Pero hice una apuesta fuerte, porque me fui a trabajar con Fluren y Santos, que son unos productores muy ‘top’ que nos habían producido el segundo disco de The Mamzelles. No quería hacerlo en mi casa; quería apostar alto e invertir todo el tiempo, el dinero y lo mejor que tengo en un single y si sale bien, bien, y si sale mal, pues bien también. Pero me sorprendió la ola tan grande que se creó a raíz del lanzamiento.

El universo Rigoberta es el mismo que el de Paula Ribó, pero con un poquito más de sofisticación. No hay una estrategia de generar una estética, es más natural. Tengo mis carpetas de Pinterest, pero poco más. En base a eso creo lo que quiero que sea Rigoberta, pero desde la fidelidad a Paula.

P. ¿Cómo te planeaste dar tu primer concierto en directo en Madrid Brillante?

R. Escribieron a mi manager, Fernando. Me dijeron, “¿concierto en Madrid?”. Y yo dije: “Vale”. Así de fácil. Me propusieron unas condiciones dependiendo si vendía tal porcentaje o si hacía ‘sold out’. Esteban me dijo que iba a hacer ‘sold out’ en una semana. Pero lo hice en cuatro días, pero te juro que no me lo esperaba

Estoy muy nerviosa. ¡Esta pregunta me la tendrías que haber hecho después! Mi pareja, Esteban [Navarro], es el productor del directo a nivel musical y me está ayudando mucho a estar tranquila y a generar sorpresas para el público. Iré con una corista, que es mi prima, un percusionista, que es mi primo, y con Esteban al teclado, con lo que queda todo muy en familia. Para mí eso es muy importante porque, a la hora de crear, me siento muy en casa. Lo que más me ha preocupado es entregar buena calidad musical. Todavía estoy empezando, es el primer bolo que hago sola y no me quiero arriesgar a que salgan fuegos artificiales sin que la música esté perfecta y tocar muy bien las canciones y que suenen increíbles. Además, como he dirigido teatro, también tengo idea de puesta en escena, pero eso ya será otro paso cuando vaya creciendo.

placeholder Cartel de Madrid Brillante
Cartel de Madrid Brillante

P. Tu trayectoria ha pasado por el teatro, la literatura, la música, el doblaje antes de llegar a Rigoberta Bandini...

R. Empecé doblando películas y series [Caillou, entre otras] de muy pequeña, casi como si fuese una actividad extraescolar. Pero yo quería ser Marisol, quería cantar. Después de Bachillerato empecé Historia del Arte, pero empecé y acabé mil cosas. Me atrajo el teatro musical, pero no me veía. Luego hice teatro de texto en el Institut del Teatre, que te ofrece formación como actriz, dramaturga o directora. Y me di cuenta de que interpretar textos de otros no me llenaba -no es que tenga el ego como una catedral-, pero mis necesidades eran otras e iban más allá de ser un canal. Asumirlo me costó, porque siempre te empujan hacia la especialización, pero no quería ser sólo actriz o sólo directora. Después me encontré con varias compañeras [Paula Malia y Bàrbara Mestanza] y fundamos The Mamzelles. Cuando me di cuenta de que no quería ser actriz al uso me liberé, incluso dejé a mi representante. Y lo bueno es que el doblaje me ha ayudado a poder sostenerme económicamente, para poder arriesgar, porque tanto el teatro como la literatura son muy precarios. Con el libro ni la editora ni yo hemos ganado nada. Y ahora ha llegado Rigoberta y ha sido una culminación de muchas cosas, me veo bastante saciada y satisfecha y no siento la necesidad el año que viene de, por ejemplo, dirigir una obra de teatro.

P. ¿Ya no hace falta sacar un disco para dar conciertos?

R. Hoy en día no hay formatos, como dice Fernando, mi manager, y eso me tranquiliza, porque me gusta trabajar single a single. Este viernes saco mi sexto single, ‘Perra’, y al tener varios singles ya me planteo un EP. Tengo varios temas preparados, pero me gusta ir con el ‘flow’. Si me dijeses que tengo que sacar disco en septiembre me agobiaría. Igual en otro momento me toca programar a un año vista, pero ahora mismo prefiero dejarme llevar.

Para mí componer tiene algo muy terapéutico. Me siento con la guitarra o con el teclado e intento construir un mensaje que le llegue al público, pero sacando peso. Me parece que el arte, en todas sus facetas, debe aliviar y ayudar a trascender, no bloquearnos. Por eso busco el sentido del humor, quitando peso, pero sin quitárselo del todo, porque si no pierde valor. Es un momento de introspección. Parto de una letra base y luego la voy puliendo y encontrando los matices.

P. ¿Por qué decidiste hacer una versión de 'Cuando tú nazcas', de Mocedades, un tema no demasiado conocido?

R. En el salón de mi padre encontramos un vinilo en el que estaba esta canción, que une la 7 sinfonía de Bethoveen con una letra muy guay de Mocedades. Acabábamos de ser padres en ese momento y, cuando lo escuchamos, nos emocionó mucho. Pensamos que sería genial hacer un ‘cover’ electrónico. Y eso que habíamos pensado hacer una versión de un tema muy conocido y, al final, hemos hecho una de un tema que no conoce ni Dios.

P. En el mismo año que inicias proyecto musical también te conviertes en madre y aparece el covid. ¿Cómo ha sido esa experiencia, todo a la vez?

R. La maternidad es bastante más fácil de lo que me habían planteado, que era el horror. Bueno, hoy me he levantado a las cinco y media y me quería suicidar. Pero, en general, con la suerte de que Esteba y yo tenemos trabajos en los que podemos pasar tiempo en casa y repartirnos la crianza 50-50 y nos combinamos muy bien. Es impresionante estar viviendo un nacimiento artístico a la vez que un nacimiento real, porque no esperaba que la vida me tuviese estas sorpresas, estas dos bombas, preparadas. Sobre todo en un momento tan extraño como esta pandemia. Además, la maternidad es una forma de atarte a tierra. Porque te hace mirarte mucho menos en el espejo en un momento en el que yo, a lo mejor, me estaría mirando mucho. Me da muchas raíces y eso, personalmente, me viene muy bien. Agradezco que haya llegado en este momento para poner las prioridades en su sitio. Quizás me hubiese obsesionado y, ahora, relativizo.

Apenas cuenta con un año de vida y ya ha colgado el cartel de 'sold out' en el Teatro Reina Victoria de Madrid. Este viernes lanza su sexto single, 'Perra', convertida en la nueva musa de la electrónica española. Sin un disco, sin apenas promoción, sin sello, Rigoberta Bandini se ha convertido en un fenómeno musical inesperado que se ha colado en las listas de lo mejor del 2020 (en la que confecciona Joe Crepúsculo todos los años, por ejemplo) y que se presenta por primera vez en directo este sábado dentro de la programación de Madrid Brillante. Rigoberta Bandini es el alias exótico y melodioso de Paula Ribó (Barcelona, 1990), actriz, dramaturga, directora de teatro, dobladora, escritora, cantante y cien cosas más, quien sin un sello detrás, sin promoción, sin la radiofórmula suma ya más de 222.000 oyentes mensuales en Spotify. El 28 de febrero lanzó 'Too Many Drugs', su primer single, una electrónica a medio tiempo cantada en inglés y español (Too many drugs/ muy poco espítitu/ and I love drugs/ and I love espíritu) con la voz limpia y cristalina de Bandini.

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