Cambridge da por robado el famoso árbol de la vida que dibujó Darwin
"Fue fotografiado en noviembre de 2000, pero no sabemos qué sucedió entre ese momento y enero de 2001, cuando se determinó que no estaba en el lugar que le correspondía"
Corrían los primeros días de julio del año 1837 cuando Charles Darwin, con solo 28 años, acababa de terminar un largo viaje de cinco semanas que finalizaría con su visita a las islas Galápagos. A bordo del HMS Beagle, el científico había sido capaz de descubrir algo que cambiaría su concepto y, por ende, el nuestro de la naturaleza: tras su viaje, descubrió variaciones sustanciales entre animales de la misma especie pero que se ubicaban en diferentes islas. Esos cambios provocaron en él una idea que solo unos meses después serían plasmadas por escrito… y que, ahora, han desaparecido.
Tras aquel viaje, Darwin regresaría a su casa de Londres con una serie de ideas a las que no dejaba de dar vueltas en su cabeza: ¿y si todos los animales vinieran de una serie de especies en común y, a lo largo de los años y de sus necesidades, hubieran sufrido cambios genéticos para adaptarse al medio? Con sus conceptos bien establecidos, pronto tomó una serie de cuadernos de color rojo sobre los que empezó a bosquejar su idea de la evolución de las especies, de dónde venian los animales y cuál era su origen. Sin duda, unos documentos de preciadísimo valor.
El 24 de noviembre de 1859, Darwin publicaría 'El origen de las especies', un libro en cuyo interior se incluía su famoso árbol de la vida animal muy desarrollado, pues tardó más de 22 años en terminar. O, dicho de otra manera, desde aquel primer boceto que realizó tras su viaje a las islas Galápagos hasta llegar a su teoría más elaborada, necesitó más de dos décadas. Ese primer cuaderno, junto a otros con varios escritos e ideas de Darwin, se guardan con mucho recelo en la biblioteca de la Universidad de Cambridge… o, al menos, eso se creía hasta ahora.
Los responsables acaban de descubrir que dos de los cuadernos de Darwin, entre ellos aquel en el que plasmó por primera vez sus ideas sobre la relación evolutiva entre las especies, han desaparecido de los fondos de la biblioteca hace más de dos décadas. Los cuadernos fueron vistos por última vez en noviembre del año 2000, cuando se llevó a cabo una solicitud interna para sacarlos del almacén especial en el que se encontraban con el objetivo de realizarles una serie de fotografías. Fue entonces cuando se les perdió la pista, si bien no ha sido hasta hace unos días cuando se han dado por robados.
Aquellos cuadernos fueron sacados de la biblioteca y fueron llevados a un estudio temporal, dado que el habitáculo donde realmente se realizaban este tipo de extracciones de documentos valiosos se encontraba en obras. Solo unos meses más tarde, en una revisión rutinaria de las habituales que se realizan en la biblioteca de Cambridge, los expertos vieron que los documentos no estaban en su sitio, pero dada la situación de reformas que se estaba llevando a cabo en el edificio, se pensaba que habían sido ordenados incorrectamente. Sin embargo, dos décadas después siguen sin hallarse los citados documentos, por lo que la principal teoría sobre dónde están ha cambiado diametralmente.
"Sabemos que fueron fotografiados en noviembre del año 2000, pero no sabemos qué sucedió entre ese momento y enero de 2001, cuando se determinó que no estaban en el lugar que les correspondía en los estantes... y me temo que no hay nada en el registro que nos diga algo más. Mis predecesores realmente creían que habían sido archivados incorrectamente y los encontrarían, pero tras revisar las 189 cajas con material de Darwin, he decidido que esa no era la conclusión correcta", explica a la BBC Jessica Gardner, bibliotecaria jefe de la universidad de Cambridge.
Pero ¿cómo es posible que se den cuenta 20 años después de que estos importantes documentos han desaparecido? En primer lugar, porque se daba por hecho que no estaban robados, sino que simplemente se habían catalogado mal y habían sido colocados en estantes diferentes a los que les correspondían; en segundo lugar, porque la biblioteca de Cambridge es una de las más grandes de Reino Unido: no en vano, cuenta con más de 200 kilómetros de estanterías o, dicho de otra manera, si se alinearán todas las estanterías una tras otra sería la misma distancia que existe de Madrid a Salamanca, aproximadamente, por lo que su revisión no es una tarea sencilla.
Ahora, los expertos están convencidos de que estos dos cuadernos con las primeras ideas sobre la evolución de las especies de Darwin han sido robados. Sin embargo, también son conscientes de que descubrirlo dos décadas después de su desaparición complica la posibilidad de encontarlos a corto plazo y, por ello, solicitan a la población cualquier tipo de pista o ayuda que les puedan ofrecer para tratar de encontrar estos documentos históricos, entre los que se encuentra el árbol de la vida, que son un verdadero tesoro de la humanidad.
Corrían los primeros días de julio del año 1837 cuando Charles Darwin, con solo 28 años, acababa de terminar un largo viaje de cinco semanas que finalizaría con su visita a las islas Galápagos. A bordo del HMS Beagle, el científico había sido capaz de descubrir algo que cambiaría su concepto y, por ende, el nuestro de la naturaleza: tras su viaje, descubrió variaciones sustanciales entre animales de la misma especie pero que se ubicaban en diferentes islas. Esos cambios provocaron en él una idea que solo unos meses después serían plasmadas por escrito… y que, ahora, han desaparecido.