El ídolo de Shigir: la escultura de hace 11.000 años de la que nada se sabe
A finales del siglo XIX, casi por casualidad, se descubrió una extraña escultura de madera: a día de hoy, no se sabe quién la hizo, pero sí que es la de mayor tamaño nunca descubierta
El ídolo de Shigir es posiblemente nuestros grandes misterios que esconde Rusia. Corría el año 1890 cuando unos agricultores de Siberia encontraron en una turbera algo nunca antes visto: escondido en pleno humedal, asomaba una pequeña parte de lo que parecía una especie de figura de madera. Cuando avisaron a las autoridades de lo que habían encontrado, pronto comenzaron a excavar para tratar de saber más sobre aquel extraño artefacto. A día de hoy, sigue generando dudas sobre quién y por qué realizó una de las esculturas más antiguas de la historia.
Cuando los investigadores comenzaron a excavar, pronto descubrieron que se trataba de una escultura de madera que medía aproximadamente unos 5,3 metros de altura. Sin embargo, el largo periodo de tiempo que había vivido bajo el humedal había dañado gravemente su estructura y, por ello -además de por los pobres medios arqueológicos de la época -, cuando los expertos trataron de rescatarlo solo pudieron hacerse con poco más de 2,5 metros, que pronto fueron llevados a buen recaudo para tratar de analizarlo.
Evidentemente, a simple vista se podía ver que se trataba de una escultura en la que se representaban diferentes caras, pero nada ofrecía ninguna señal para tratar de entender qué significaba en realidad esa representación. La verdadera sorpresa del ídolo de Shigir llegó más de un siglo después, cuando en el año 2017 un equipo de investigadores rusos y alemanes llevaron a cabo una datación por radiocarbono de estos restos de madera: la escultura tiene, ni más ni menos, que unos 11.000 años de antigüedad.
Esta datación lo convierte, sin ningún género de dudas, en la escultura de madera más antigua del mundo. No en vano, una simple comparación nos puede llevar a entenderlo mejor: el ídolo de Shigir tiene el doble de antigüedad que las pirámides de Egipto. Poco o nada se sabe sobre qué civilización lo realizó ni con qué fin, pero lo cierto es que es una estructura antropomorfa de la que se han encontrado ocho representaciones de caras diferentes, amén de aquellas que pudieran perderse en la turbera al no poder recuperarse.
De igual manera, estas investigaciones consiguieron revelar que la escultura fue tallada con herramientas de piedra sobre la propia madera fresca de un alerce, un árbol que en el momento de ser trabajado por estos artesanos no debería de tener menos de 157 años de edad. "La decoración geométrica que presenta es típica del arte mesolítico y hay ornamentos similares en hueso, cuerno y objetos de ámbar de la misma época en Europa", señala nota de prensa de los investigadores que realizaron la datación por radiocarbono de esta increíble pieza.
Con 11.000 años de antigüedad, estaríamos hablando de que esta estructura de madera habría sido realizada por habitantes del final de la Edad del Hielo, pero se desconoce por completo qué civilización pudo llevar a cabo este tipo de arte en la zona de Eurasia. Pero, por fechas, sí encaja con otro de los lugares más misterioso del mundo: Göbekli Tepe, el lugar de culto religioso más antiguo del mundo que se encuentra ubicado en Turquía. O, dicho de otra manera, ya hace 11.000 años existía una divinización de las deidades.
"Esto confirma que los cazadores, pescadores y recolectores que vivieron los Urales hace 11.000 años ya crearon objetos de arte monumental no menos desarrollados e impresionantes que aquellos creados por los agricultores más antiguos de Oriente próximo", sostienen los investigadores. Los expertos tratan de conocer la civilización que realizó la escultura de madera más antigua de la historia, donde ocho caras humanas nos siguen observando desde el más absoluto silencio.
El ídolo de Shigir es posiblemente nuestros grandes misterios que esconde Rusia. Corría el año 1890 cuando unos agricultores de Siberia encontraron en una turbera algo nunca antes visto: escondido en pleno humedal, asomaba una pequeña parte de lo que parecía una especie de figura de madera. Cuando avisaron a las autoridades de lo que habían encontrado, pronto comenzaron a excavar para tratar de saber más sobre aquel extraño artefacto. A día de hoy, sigue generando dudas sobre quién y por qué realizó una de las esculturas más antiguas de la historia.