Muere a los 38 años Justin Townes Earle, cantautor de country-rock estadounidense

El cantautor estadounidense Justin Townes Earle, conocido por su fusión musical entre el clásico country estadounidense y el 'rock', ha fallecido a los 38 años, según han confirmado desde su perfil oficial de Instagram y también desde la discográfica con la que trabajaba, New West Records. "Con gran tristeza informamos del fallecimiento de Justin Townes Earle. Justin tenía un talento único y estamos devastados por esta terrible pérdida. Nuestros corazones están con su familia y sus seres queridos en este momento", han indicado desde la compañía de discos, sin ofrecer más detalles. El mensaje publicado desde su cuenta oficial va en la misma línea: "Con tremenda tristeza informamos dela muerte de nuestro hijo, esposo, padre y amigo Justin. Muchos de vosotros habíais confiado en su música y en sus letras a lo largo de los años, y esperamos que su música siga guiándoos en vuestros viajes".

Hijo del también cantante Steven Earle, para muchos denominado el 'nuevo Bruce Springsteen', el joven Townes Earle nació en 1982 en Nashville, Estados Unidos y recibió su segundo nombre en homenaje a otro de los clásicos del folk rock estadounidense, Townes Van Zandt, viejo amigo de su padre. El joven Earle creció escuchando bandas como Nirvana o Dr. Dre e hizo sus primeras incursiones musicales en dos grupos diferentes —The Swindlers y The Distributors—, aunque también pasó un tiempo como teclista y guitarrista en 'The Dukes', una de las bandas de su padre y con la que llegó a irse de gira.

Tuvo grandes problemas con las drogas, que comenzaron muy pronto: a los 12 años ya consumía. "Nunca fui de esas personas confundidas que creían que podían dejarlo. Yo sabía que nunca jamás iba a poder dejar de fumar", explicó en una entrevista a 'The Scotsman' hace unos años. "Siempre supe que había algo distinto en el modo en el que consumía drogas o bebía, frente a cómo lo hacían mis amigos. Pero es una locura darte cuenta con 16 años de que no puedes dejarlo". "La primera vez que probé la heroína todos mis problemas dejaron de importarme", recordaba. "No es que se fueran, es que ya no importaban. Y después de aquella vez solo quería repetir, perseguía esa maldita sensación que nunca volví a tener". Earle reconocía que la música se convirtió en un "bálsamo" para la herida que antes trataba con drogas.

Del grupo de su padre fue expulsado por su propio progenitor a causa de las drogas. "Lo último que quiere uno en su vida es tener que escuchar a sus padres", decía, pero recordaba que Steve Earle había estado sobrio durante casi dos décadas. "Si él puede hacerlo, cualquiera puede hacerlo, créanme". Sus primeros discos tienen una fuerte influencia del consumo, pero después decidió que "tenía que estar sobrio para descubrir qué tipo de artista era" y tener "cohesión" en su vida. En 2007 tuvo lugar su gran progresión artística, con el lanzamiento de 'Yuma', un relato acústico con el que demostró que compartía el don de su padre.

En 2013 se casó con la que ha sido su esposa estos años, Jenn Marie, con la que tuvo una hija, Etta St. James, que ahora tiene tres años. En 2019 Justin Townes Earle reconoció que su hija era la razón por la que dejó de escribir canciones íntimas y empezó a mirar hacia el resto del mundo. "Tuve que empezar a preocuparme por el mundo por ella", explicó entonces. El cantautor regaló a su bebé una pistola de nueve milímetros el día que nació. "Tengo mucho miedo por ella". Aseguró, hace algún tiempo, que solo había recaído dos veces, y que en los últimos años logró mantenerse sobrio gracias a la marihuana.

El fotógrafo Joshua Black Wilkins, amigo de Earle, se ha querido despedir de él reconociéndolo como su razón de ser profesional: "Toda mi carrera fotográfica en la industria de la música podría basarse en un solo artista. Nos convertimos en mejores amigos a mediados de 2006, e hicimos juntos nuestra primera gran gira en marzo de 2007 (...). Ayudé a llevarlo a rehabilitación una vez, el día de mi cumpleaños. Me confió su imagen fotografiada durante 14 años", recuerda, junto a una imagen que nunca había sido publicada pero que lleva, "enmarcada", colgada junto a su ordenador muchos años. "Es un recordatorio constante de quién soy y cómo he llegado a donde estoy. Gracias, Justin, por ser mi musa, mi amigo, mi compañero de gira, mi inspiración y mi educador. Sé que puedes descansar en paz".