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Los efectos inesperados del covid: ¿el fin de las empresas de audioguías de museos?
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Los efectos inesperados del covid: ¿el fin de las empresas de audioguías de museos?

Las empresas sostienen que han perdido "entre seis y siete millones de euros". Y lo peor: con las medidas higiénico-sanitarias y la digitalización, temen no volver en un futuro próximo

Foto: Uso de las audioguías en la exposición permanente del Gaudí Centre, en Reus.
Uso de las audioguías en la exposición permanente del Gaudí Centre, en Reus.
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No son las más bonitas del sector cultural. De hecho, casi nadie se ha acordado de ellas en este tiempo, pero son usadas a menudo por los ciudadanos: son las audioguías que se utilizan en museos y monumentos y que llegan a atender a 15 millones de personas al año, según datos del sector. En concreto, en el Museo del Prado, se utilizan tres millones de veces anualmente.

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Sin embargo, han estado desaparecidas durante casi tres meses, desde el inicio del estado de alarma y el cierre de los museos. Y tampoco han regresado en la desescalada, ya que fueron prohibidas, según el real decreto publicado en el BOE del 3 de mayo, por razones de seguridad sanitaria. “Creemos que fue un exceso de celo y quien hizo aquel BOE lo redactó con desconocimiento de causa. Ha mezclado hoja de sala con audioguía…Y no es lo mismo: la hoja se pasa de mano en mano y nadie la desinfecta, pero la audioguía sí se puede desinfectar”, se queja ahora David Noguerales, de la empresa Flexiguía Audioguías, que presta servicio en museos como Reina Sofía, en espacios arqueológicos de Cataluña a través de la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural, museos de Barcelona a través del Instituto de Cultura de Barcelona y otras organizaciones privadas como Fundación la Caixa (están en los CaixaForum).

En total, el sector, que en España lo conforman cinco empresas, sostiene que en este tiempo han perdido “entre seis y siete millones de euros”. Y lo peor: con las medidas higiénico-sanitarias y la digitalización, temen no volver en un futuro próximo.

Estado de alarma: cerrojazo al negocio

La odisea, como para tantas otras empresas, comenzó el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y cerraron todos los museos. Los empleados —unos 500 se dedican a esta actividad— se fueron todos a un ERTE del 100%, pero la medida también afectó a muchos colaboradores de estas empresas, como los guionistas que escriben los textos, los locutores, los traductores… Todos se quedaron sin este empleo. Se suspendieron los contratos que estas empresas tenían con las administraciones u organizaciones privadas que gestionan estas pinacotecas y monumentos, “y la facturación se redujo a cero”, sostiene Noguerales. Para más inri, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, de titularidad semipública, les canceló directamente el contrato, por lo que ya no podrán retomar el servicio en este museo. Otros, como la Fundación la Caixa, “nos han seguido pagando a pesar de que no han disfrutado del servicio”, recalca.

Con el estado de alarma, se cerraron los museos y la facturación de las empresas de audioguías se redujo a cero

La idea para este sector es que con el inicio de la desescalada por fases las audioguías regresaran a los museos. Su sorpresa apareció cuando vieron que quedaban totalmente prohibidas. Así lo especifica el documento que maneja el Ministerio de Cultura sobre la planificación de medidas para la reapertura de los museos de titularidad y gestión estatal dependientes de la Dirección General de Bellas Artes: “Hasta que se superen todas las fases de la desescalada, se inhabilitará el uso de los elementos museográficos diseñados para un 'uso táctil' por parte del visitante. Tampoco estarán disponibles las audioguías, folletos y otro material análogo”.

En el sector, se quejan porque esto ha traído contratiempos: “Hay lugares como la Catedral de Córdoba cuya visita se hace sí o sí con audioguía. Si no, no la puedes hacer. Allí querían haber empezado ya, pero no han podido por este tema. Y es una visita que mueve mucha gente, ya que trabajan hasta 20 personas, por lo que al final se genera un efecto en cadena. Pero es que esto también ha pasado en el Palacio de Liria, La Pedrera, la casa Batlló…”, manifiesta Noguerales.

Contratos cancelados en abril

Desde los museos, como el Reina Sofía, son conscientes de la incertidumbre y preocupación que sienten en estas empresas. Así, desde esta pinacoteca, señalan que, aunque no está en su mano, ya que todo depende de Cultura y, principalmente, del Ministerio de Sanidad, que marca las medidas de protección higiénica, “lo que está claro es que no se puede exigir el pago del canon [estas empresas pagan también un porcentaje a los museos de los ingresos que reciben]. Estamos intentando llegar a un acuerdo para exigir lo que está pactado en los contratos. Pero estamos pendientes de las normas de Sanidad y Cultura. También nos preocupan otras empresas que están en el museo, como los restaurantes, el Arzábal, el Nouvel… Sabemos que es un momento durísimo”.

placeholder Exposición 'Hoy toca el Prado', organizada por el Museo Nacional del Prado.
Exposición 'Hoy toca el Prado', organizada por el Museo Nacional del Prado.


Sin embargo, otras pinacotecas no tienen tan claro que las audioguías vuelvan a ser utilizadas. Desde el Museo del Prado, comentan que, de momento, se atienen a la orden de Sanidad, que es dejar fuera estos dispositivos. Además, en esta pinacoteca se inició en marzo un nuevo concurso público de licitación, ya que en abril terminaba el contrato con la empresa adjudicataria. No obstante, el concurso quedó cancelado, puesto que han cambiado las condiciones del pliego para ajustarlo a la cantidad de visitantes tras la pandemia, que serán menos que antes, ya que el aforo se ha restringido a 1.800 personas diarias. “La idea, por supuesto, es volver a ofrecer este servicio, pero tampoco sabemos cómo, si será con los mismos dispositivos, si se podrá acercar o no a la oreja… Ahora no sabemos nada”, sostienen desde este museo.

En el Thyssen, por su parte, están optando por la digitalización: "Seguimos ofreciendo el servicio de audioguías a nuestros visitantes a través de una 'webapp' progresiva. El visitante, cuando llega al museo, o si ha comprado la modalidad 'online' también, y quiere hacer una visita con audioguía, después de comprar el servicio, escanea un código QR que le da acceso a través de su 'smartphone' al contenido de la audioguía, y con ayuda de auriculares que, o bien los trae de casa o bien le facilitamos unos de un solo uso en el museo, puede hacer su visita con audioguía de manera fácil y segura", afirman desde esta pinacoteca.

En el Prado y el Thyssen, han paralizado los contratos de las empresas de audioguías y están pensando en medidas digitales

Precisamente, en este sentido, en el sector de las audioguías temen que se deje de utilizar este tipo de dispositivos y se cambien por 'apps': “Las soluciones digitales, como aplicaciones, no deben implicar eliminar los dispositivos de audioguías en los museos, ya que ambas soluciones son complementarias”, afirma Noguerales, que recalca que tener solo una 'app' será una pérdida de dinero: “Hasta ahora, al menos, nadie va al museo y se baja la aplicación”.

Cultura y Sanidad: decisión de los museos

Aunque en el real decreto sobre la nueva normalidad, publicado este miércoles, no hay nada específico sobre las audioguías, desde el Ministerio de Cultura confirman que estos dispositivos podrán utilizarse cuando dé comienzo la nueva normalidad, prevista para el 21 de junio en toda España. Según lo publicado en el BOE, a partir de esa fecha, “las administraciones competentes deberán asegurar el cumplimiento por los titulares de equipamientos culturales, tales como museos, bibliotecas, archivos o monumentos, así como por los titulares de establecimientos de espectáculos públicos y de otras actividades recreativas, o por sus organizadores, de las normas de aforo, desinfección, prevención y acondicionamiento que aquellas determinen”. En Cultura, entienden que hay comunidades que a partir de la fase 3 también podrían incorporar las audioguías, aunque dependerá de cada museo.

Desde Cultura, confirman que estos dispositivos podrán utilizarse a partir del 21 de junio, pero va a depender de cada museo

¿Y qué dice Sanidad? También se remite al RD de nueva normalidad, en el que, de nuevo, se presupone que será cada pinacoteca la que tome una decisión al respecto. Pero todavía no hay nada en firme decidido: ni vuelta a su uso ni tajante prohibición.

Nuevos protocolos de desinfección

En el sector, no se entiende que haya esta falta de claridad. Recalcan que ellos ya estarían preparados para volver. Ya han tenido varias conversaciones con instituciones como la Agencia catalana de Patrimonio Cultural, para ponerse en marcha cuanto antes. “Nuestra previsión es hacerlo ya para el 1 de julio”, dice Noguerales. El protocolo, además, ya está marcado por el Instituto de Calidad Turística Española, según un documento hecho público, también, por el Ministerio de Cultura el pasado mes de mayo y que está consensuado por estas instituciones pero también por los museos, los sindicatos UGT y CCOO y la Asociación Española de Riesgos Laborales: a la entrada, el personal de los museos usará un producto desinfectante autorizado por Sanidad que desinfectará el dispositivo delante de la persona. Para la devolución, habrá un punto en el que se dejará el dispositivo y se volverá a desinfectar.

Lo que desean es comenzar a trabajar. Que regrese también el turismo, incluido el nacional, puesto que también suele utilizar en buena medida sus audioguías. “Para nosotros, el impacto ha sido triple: el coronavirus, la prohibición de las audioguías y el turismo”, se lamenta Noguerales. Consecuencias de la pandemia.

No son las más bonitas del sector cultural. De hecho, casi nadie se ha acordado de ellas en este tiempo, pero son usadas a menudo por los ciudadanos: son las audioguías que se utilizan en museos y monumentos y que llegan a atender a 15 millones de personas al año, según datos del sector. En concreto, en el Museo del Prado, se utilizan tres millones de veces anualmente.

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