10 peliculones que recuperar en esta cuarentena

El final de la cuarentena todavía queda lejano e incierto y quién sabe cuándo volverán a abrir las salas de cine. Nos encontramos en una situación extraordinaria y difícilmente repetible, por lo que es tiempo también para aprovechar todas aquellas lecturas pendientes que se van acumulando en el lateral de la cama y todos los títulos añadidos al 'watchlist' en la enésima plataforma de contenidos audiovisuales. Pero también de recuperar algunas joyitas que no consiguieron distribución en España y que se estrenan ahora directamente en VOD. O de darle una oportunidad a ese estreno del que todo el mundo habla, pero que por fin puedes paladear sin miedo a que el cafre de tu compañero de trabajo te destripe el final. O aquel clásico básico que nunca has tenido tiempo de ver y que llevas años afirmando haber visto, intentando que nadie pida entrar en detalles sobre aquel punto de giro o esa escena bellísimamente fotografiada.

De entre todas esas posibilidades, 'El confidencial' selecciona algunos de los títulos más apetecibles para estas semanas de cine obligatoriamente en casa.

'Knife + Heart', de Yann Gonzalez

Nominada a la Palma de Oro en 2018, el segundo largometraje del director francés Yann Gonzalez no consiguió distribución en España más allá de su paso por la Muestra de Cine Gay y Lésbico de Barcelona. Pero gracias a Filmin el público español por fin puede ver esta marcianada trash que recupera a Vanesa Paradis como protagonista absoluta. Ambientada el los años 70, Paradis interpreta a una directora de porno gay que ve cómo los protagonistas de sus películas empiezan a aparecer asesinados.

Con una estética ácida y sugerente, Gonzalez homenajea al giallo de Bava y Argento y le da una vuelta posmoderna para convertirlo también en una cinta de cine dentro del cine: porque los trabajos de la directora ficticia se entremezclan con la ficción de Gonzales cuando el personaje de Paradis decide rodar un film basado en los asesinatos a su alrededor y en el que su protagonista homicida es la montadora de la que está enamorada, interpretada por Kate Moran. No llega a ser sórdida ni excesivamente explícita, pero sí recuerda al maravilloso petardeo de De Palma. Podría ser el hijo cinéfilo bastardo de Dennis Cooper y Virginie Despentes.

'Guns Akimbo', de Jason Lei Howden

Otro título que no consiguió distribución en salas en España pero que ha conseguido ir haciendo ruido poco a poco en las redes sociales tras su estreno en plataformas el mes pasado ha sido 'Guns Akimbo', disponible en Amazon Prime. Como Robert Pattinson —compañero suyo de reparto en 'Harry Potter' y también icono generacional—, Daniel Radcliffe ha elegido una carrera ciertamente heterodoxa después de su estrellato infantil. Tras sorprender en Sitges interpretando a un cadáver flatulento en 'Swiss Army Man' (2016), el británico desconcierta con otro papel fuera de lo común en esta producción neozelandesa.

En su segundo largometraje, Jason Lei Howden dirige esta frenética comedia de acción que podría constituirse como el reverso tenebroso y guasón de 'Ready Player One' en lo que a películas ambientadas dentro de un videojuego se refiere. En 'Guns Akimbo', Radcliffe es un tipo triste que se dedica a trollear a trolls en un chat sobre un juego de móvil. Cuando da con los trolls equivocados, su personaje acaba secuestrado, drogado y con dos pistolas soldadas a las manos. Su misión es salvar a su novia, matar a una tal Nix y sobrevivir a las pruebas típicas de cualquier videojuego de acción en primera persona, pero trasladado a la vida real.

'Tiger King', de Rebecca Chaiklin y Eric Goode

Cierto, no es una película. Pero es mi lista y me hago trampas si quiero. Esta serie de ocho capítulos es el último gran pelotazo de Netflix, que ha encontrado en el 'true crime' una mina de ideas originales y nuevas fórmulas narrativas. Curtida en el documental, Rebecca Chaiklin rescata junto al novato Eric Goode el desvarío hillbilly-glam que es la historia de Joe Exotic y que como su título original advierte, cuenta con los ingredientes de asesinatos, violencia y locura. El protagonista es Joe Exotic, un hombre definitivamente atípico, más allá de su dudoso gusto a la hora de vestir y su anacrónico peinado 'mullet'.

Cantante country, polígamo, defensor de la Segunda Enmienda y dueño de un zoo de carretera en Oklahoma especializado en grandes felinos: tenía 1200 tigres, leones, osos y demás especies exóticas. Pero Joe Exotic tiene un dolor de cabeza: Carole Baskin, una activista por los derechos de los animales y propietaria de un refugio de grandes felinos que intenta cerrarle el negocio por maltrato a los animales. A partir de ahí, asesinos a sueldo, felinos hambrientos y una reconstrucción criminal en una de las series documentales más irreverentes de la temporada.

'Studio 54', de Mark Tyrnauer

Hasta el 8 de abril no llegará a Filmin este documental sobre la mítica discoteca neoyorquina que fue el epicentro de la gente 'cool' entre 1977 y 1980 y que hizo de la música disco, la liberación sexual y las celebrities y artista de la época su principal reclamo. Por primera vez, uno de sus fundadores, Ian Schrager accede a hablar a cámara para Matt Tyrnauer en un fil al que 'Variety' ha definido como "el documental definitivo" que captura "el delirio —y el lado oscuro" del local situado en Broadway. "Era como un parque de atracciones para adultos" y "el sexo estaba siempre presente en el ambiente", comentan algunos de los afortunados que lograron cruzar las puertas del paraíso del hedonismo setentero.

Para ello, Tyrnauer ha contado con imágenes de archivo y amateurs, e intenta, por un lado, revivir el aura de misticismo en torno a un local que a pesar de haber abierto sólo durante 33 meses ha pervivido hasta ahora. Un lugar pionero en la tolerancia sexual y del que eran asiduos los Jagger, Warhol o Liza Minelli. Pero también se adentra en los tejemanejes de los dueños, Steve Rubbel y el propio Schrager, que llevaron al cierre prematuro de la sala.

'Una gran mujer', de Kantemir Balagov

Otro segundo largometraje de otro director privilegiado. En este caso, del ruso Kantemir Balagov, que estuvo a punto de colarse en la terna final de los Oscar. Esta adaptación de la novela 'La guerra no tiene rostro de mujer', de la premio Nobel Svetlana Alexievich, está ambientada en las postimetrías de la Segunda Guerra Mudial en Leningrado, y analiza el impacto del conflicto bélico en las mujeres que experimentaron el conflicto en el frente.

La protagonista, Iya, una enfermera en un hospital de veteranos, sufre estrés postraumático, que se manifiesta a través de episodios de parálisis. Un día, mientras juega con su hijo pequeño, se desmalla sobre él y acaba asfixiándolo. "Balagov nos proporciona un retrato de la Leningrado de posguerra como un lugar cubierto por un manto de culpa, pena y desesperación, una ciudad donde las personas se infligen horribles crueldades las unas a las otras y a sí mismas. Resulta difícil recordar otra representación cinematográfica tan demoledora de la destrucción que la guerra puede ejercer sobre la psique de una nación entera", escribió la crítica de cine de El Confidencial Eulàlia Iglesias sobre la película cuando se estrenó el cine. ¿Se acuerdan de lo que era ir al cine?

'Tarantino Total', de Tara Wood

Movistar + ofrece este documental sobre EL DIRECTOR. Al menos el director de vocaciones con más devotos, con permiso de Spielberg. La documentalista especializada en retrospectivas de directores Tara Wood ha dedicado su último trabajo, 'Tarantino Total', a las ocho primeras películas del cineasta estadounidense. A través de imágenes de sus rodajes y de entrevistas con algunos de sus colaboradores más estrechos, como Michael Madsen, Wood deconstruye y reconstruye a Tarantino y su obra. Una película de fan que ofrece pildoritas para los ya convertidos a la religión del cineasta que sacó adelante su primera película con los 20.000 dólares que había ganado por interpretar a un imitador de Elvis en las 'Chicas de Oro'.

"Nos pidieron ir al rodaje con traje negro y camisa blanca. Lo único que nos dio fueron las corbatas", recuerda Madsen. "De eso iba la cosa, pero si te fijas bien, los pantalones de Steve Buscemi son en realidad vaqueros negros". Como esa anécdota, cientos en boca de algunos de los actores más importantes del cine del último cuarto de siglo.

'Uncut Gems', de los hermanos Safdie

¡Inyustisia! Una de las mejores películas de 2019 pasó sin pena ni gloria por la temporada de premios, probablemente por ser una producción de Netflix. 'Uncut Gems' es, como adelanta su título, una joyita en bruto. Adam Sandler en el papel de su vida y los hermanos Safdie en su película más redonda. Si Scorsese siente nostalgia por la época dorada de la mafia italoamericana, los Safdie se meten de lleno el los negocios cuestionables de un joyero judío, aficionado a las apuestas deportivas, endeudado hasta las cejas y con una novia salida del molde Kardashian, pero con muchas más circunvoluciones en la cabeza.

Con una estética hortera cuidadosamente trabajada y una banda sonora magistralmente irritante, 'Uncut Gems' es la caída en barrena de Howart Ratner, un tipo más bien odioso que sólo puede escapar de las palizas prometidas por sus acreedores si consigue vender un ópalo "que atrae la suerte" o ganar la apuesta más arriesgada de su vida.

'¿Quién engañó a Roger Rabbit', de Robert Zemeckis

Para nostálgicos del Zemeckis de los ochenta y noventa, Disney Plus en su desembarco a finales de marzo ha traído, aparte de Marvel, Star Wars y Píxar, algunos de sus títulos más vanguardistas. En 1944, Disney ya había experimentado con la mezcla de animación y actores reales en 'Los tres caballeros', también disponible en la plataforma del ratón. En 1964, también lo hizo 'Mary Poppins'. Pero aun así, en 1988 todavía seguía siendo un reto sorprendente y '¿Quién engañó a Roger Rabbit?' despuntó en su momento como una de las producciones más caras de la época.

Con una mezcla de comedia y cine negro, la película protagonizada por Bob Hoskins bebe del 'noir' de los años cuarenta y lo mezcla con la animación más gamberra e inapropiada —dentro del 'mainstream'— de la época: Jessica Rabbit, con su espectacular delantera, era una caricatura lúbrica del prototipo de femme fatale. Después de que lo acusen del asesinato del magnate Marvin Acme, con el que su mujer tenía un lío, Roger Rabbit contrata los servicios de un detective para limpiar su nombre. Pero, entre medias, descubrirán que se están produciendo una serie de asesinatos de dibujos animados que responden a una conspiración mucho más grande. Un peliculón absoluto.

'El pájaro de las plumas de cristal'. de Dario Argento

Nada más entretenido que intentar adivinar quién es el asesino. Si el Cluedo se inventó en Estados Unidos a finales de los años 40, el 'giallo' nació en la Italia de los sesenta y se conviertió en uno de los grandes géneros populares de los 70. Cientos de títulos a cada cual más largo y con los asesinatos más originales posibles, entre los que destacan, sin duda alguna, los trabajos de Dario Argento y Mario Bava. Nunca es demasiado tarde para repasar los films más interesantes de este género que mezcla asesinos misteriosos de guante negro, ciudadanos americanos con cara de napolitanos, mujeres lozanas y ligeras de ropa, mucha sangre y mucho gusto por la arquitectura y el urbanismo.

En esta primera película como director de Dario Argento, un americano a punto de volver a Estados Unidos, mientras pasea una noche, presencia un intento de asesinato en una galería de arte. La ciudad vive una ola de crímenes en los que las víctimas son mujeres jóvenes y bellas. Aunque al principio la policía lo interroga como sospechoso, el americano empezará una investigación junto a su novia para descubrir la verdadera identidad del asesino. Un pequeño placer ligero que puede verse en Flixolé.

'El ángel exterminador', de Luis Buñuel

¿Qué mejor que acabar las recomendaciones con este clásico de Luis Buñuel, el director español más internacional? Una película en la que un grupo de gentes de bien en medio de una fiesta post ópera, descubren que algo les impide salir de la casa. Un confinamiento misterioso que les va llevando a su estadio más salvaje y carroñero. Una manera de pensar que siempre podría ser peor.