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“Quienes criticaron 'Stop Puritanismo' me habrían condenado como Marchena”
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César Strawberry

“Quienes criticaron 'Stop Puritanismo' me habrían condenado como Marchena”

El Tribunal Constitucional ha sentenciado que César Strawberry no enalteció el terrorismo con sus tuits. De ello y del nuevo disco, 'Gilipollas no tiene traducción', habla en esta entrevista

Foto: El cantante de Def con Dos, César Strawberry (EFE)
El cantante de Def con Dos, César Strawberry (EFE)

“Hemos ganado por goleada: 11 a 1”, celebra César Strawberry cuando le preguntan por la sentencia absolutoria del Tribunal Constitucional. Tras un periplo de cinco años, la Justicia española ha dictado que el líder de Def Con Dos no enalteció el terrorismo al publicar seis chistes de humor negro en Twitter, anulando así su condena a un año de cárcel. En este tiempo, el grupo ha copado más titulares por estas circunstancias que por su música, y el propio Strawberry reconoce que ha acabado “hablando como un abogado”. Pero esta vez ha habido una coincidencia: la noticia ha llegado prácticamente a la vez que 'Gilipollas no tiene traducción', decimotercer disco de la banda, que este año celebra tres décadas sobre los escenarios.

El cantante reconoce que ha acabado lo que él mismo define como una “pesadilla”, y también llega dispuesto a hablar de la actualidad de su grupo, con algún que otro quebradero de cabeza cercano. En uno de los adelantos del nuevo disco, Stop Puritanismo, donde cantan que “no hay nada más falso ni que más estorbe que el nuevo puritanismo progre” y que les valió la correspondiente lapidación tuitera.

PREGUNTA: Todo el proceso judicial que ha vivido tiene una extraña relación con lo que contaban las canciones de Def Con Dos mucho anteriores. Una de ellas decía "Ciudadano terrorista, ya estás en la lista". Tras la sentencia del Constitucional, ¿César Strawberry ha salido de esa lista?

RESPUESTA: Ahora mismo estoy en la lista más que nunca. El CNI tiene todo el volcado de mi móvil con todos mis contactos, anotaciones, fotos íntimas.... Cuando me devolvieron el teléfono lo llevé a un experto y me dijo que habían pasado hasta siete veces un programa israelí de decodificación de archivos borrados para bajarse esas fotos. Sé las que son y no sé ni para qué se las bajan. Afortunadamente ninguna compromete a nadie porque hace años que tengo cuidado con eso, pero me llamó la atención el hecho de que se esforzaran tanto. A partir de la absolución deberían borrarlo todo y revertir todo lo que han hecho, pero de ahí a que lo hagan... En fin, yo del CNI no me fiaría mucho.

P: Todo esto empezó con una detención en 2015 que también se parecía al videoclip de 'Mundo Chungo'. ¿Recuerda ese día?

R: Mucha gente dice, y es evidente, que en las canciones de Def Con Dos hay un componente premonitorio y visionario. En 'Ciudadano Terrorista', de 1993, se anticipa la teoría del derecho penal del enemigo, del jurista alemán Günther Jakobs, que surge en 2001 para supuestamente hacer frente al terrorismo internacional. Lo que en realidad hace es desproveer de derechos de ciudadanía: no entiendo tu cultura, lo que haces, lo que eres, luego eres peligroso.

A mí me detienen el día 19 de mayo de 2015, a cinco días de las elecciones que ganó Manuela Carmena en Madrid, para agitar el fantasma del terrorismo. Al salir de casa por la mañana, me abordaron cinco policías cuando iba hacia la moto. Se comportaban como si fuera a huir, fue una cosa muy desquiciada. Cualquier persona normal que recibe una citación judicial acude a un juzgado, y yo soy una persona normal, no hay mácula en mi expediente.

Ese mismo día 'El Mundo' publicó una noticia que venía a decir que el entorno de ETA quería que ganara Podemos, en la línea de Esperanza Aguirre, que dijo que Podemos es ETA. Así que compartí la noticia en Twitter y puse "Pues va a ser que todos somos ETA", porque muchísima gente íbamos a votar a Podemos. Salí de casa y cuando veo que me detienen por enaltecimiento del terrorismo en Twitter pensé: "Joder, cómo es esto de rápido, en 20 minutos”. Pero luego resultó que era por otros anteriores.

P: ¿Cómo vivió desde dentro esa ‘operación Araña’? Ha denunciado muchas irregularidades.

R: Todo lo que llamaron ‘operación Araña’ era en realidad una ‘operación Patraña’. Cuando el juez De la Mata solicitó a la Guardia Civil el atestado policial de la ‘operación Araña’, le responde que no existe ningún atestado de la operación. Si no hay atestado, no hay operación. Además, dijeron que habían detenido a 19 personas, pero es mentira. Me he movido para saber quiénes eran el resto de detenidos y no hay más de cinco. Incluso hay alguno que detuvieron ese mismo día y no ha vuelto a saber nada. Hasta ese punto ha llegado la arbitrariedad. Como reconoció un agente en el juicio, me señalaron por una investigación prospectiva, que está prohibida. Si no hay delito, no puedes perseguir a la gente a ver si comete alguno. Es una práctica policial prohibida y mafiosa, y creo que hay que investigar más allá, porque esto es cloaca del Estado.

La literosuficiencia consiste en que lo que tú escribes es lo que has escrito, sin tener en cuenta el contexto o el tono. Eso contradice la Constitución

Hay que recordar que la operación se hizo en el contexto del informe PISA [Pablo Iglesias Sociedad Anónima], con Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio de Interior y organizando todo lo que supuestamente es la policía política que acosó a Podemos. De hecho, a los policías les lancé el cebo de Pablo Iglesias, les dije que lo conocía, y enseguida picaron y empezaron a preguntarme por él. En aquel momento no se sabía lo de la policía política, pero intuí que iba por ahí. Se veía el nerviosismo del sistema ante la posibilidad de que Podemos pudiese llegar a formar Gobierno.

P: ¿No van a tomar acciones legales por todas estas irregularidades que denuncia?

R: El sistema judicial español ampara demasiadas irregularidades. Los protocolos exigen, por ejemplo, que la policía no pueda tocar tu móvil sin tu consentimiento expreso. A mí me gritaban para que se lo diera como si fuera una pistola, fue una cosa muy loca. Así que, amedrentado, se lo di. En el juicio, el teniente que encabezó la investigación fue interrogado por mi abogado y reconoció que había sido por investigación prospectiva. Sus señorías no emprendieron ninguna acción contra la Policía por eso. No tienen derecho a hacerlo, pero se consiente.

Eso sí, en lo que fueron los juicios, el único discordante es Marchena en el Supremo, lo demás fue de acuerdo a la ley. Él elimina el concepto de contextualidad por el de literosuficiencia. Es una teoría suya que consiste en que lo que tú escribes, el significado real, es lo que has escrito, sin tener en cuenta el contexto o el tono. Eso contradice el artículo 20 de la Constitución, pero esa esa la apuesta que hizo: fue como un Quijote a restringir los derechos de toda la sociedad. Es más, ha vulnerado hasta el derecho procesal. Si alguien quiere condenar en el Supremo, tiene que realizar otro juicio, pero no lo hizo. Yo creía que la absolución del Constitucional podía venir por ahí, que no iban a entrar en el lío de los tuits, pero han mostrado mucho coraje por señalar las dos cosas.

P: También comentaba que había notado cierto espionaje hacia su persona. Hubo mucha incredulidad incluso entre sus propios seguidores, porque era difícil pensar en una conspiración así. Años después se conocieron casos similares que ocurrieron en esos meses, como fue el del famoso robo del teléfono móvil a una asesora de Pablo Iglesias.

R: Son hilos que he ido conectando. Un año antes de la detección yo notaba una presencia extraña cerca del estudio en el que trabajo, de donde salía entrada la madrugada. Ahí aparecía un personaje extraño miroteando desde un garaje y me sorprendía la actitud del tipo. Nos mirábamos fijamente y él se daba la vuelta y se iba tranquilo, algo raro porque un caco se intenta escaquear. Yo esto no lo relacioné hasta después de que me detuvieran, y recordé que el tipo llevaba una riñonera muy grande, como las que lleva policía cuando va de paisano para guardar la pistola.

Desde entonces, te vuelves un poco paranoico y extremas la observación. He visto y he comprobado cómo había coches parados vigilándome, que arrancaban cuando salía del estudio. Tengo fotos y vídeos de sus matrículas, tengo todo guardado por si me pasa algo, porque he llegado a temer por mi seguridad.

placeholder Strawberry en un acto en defensa de la libertad de expresión en 2017 (EFE)
Strawberry en un acto en defensa de la libertad de expresión en 2017 (EFE)

P: ¿Tenía confianza en el Constitucional o sus esperanzas estaban ya puestas en Estrasburgo?

R: Tenía el pleno convencimiento de que el Constitucional me iba a absolver. El Reino de España ha recibido tantas condenas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ya no se puede permitir acumular más. Europa ya tuvo que mandar una directiva en 2017 llamando expresamente a España al orden en cómo interpretar el delito de enaltecimiento. Mi caso era tan flagrante que me costaba mucho pensar que una mayoría de magistrados votase en contra. Era una imprudencia porque estaba garantizado que me iban a absolver en Estrasburgo, pero lo que jamás pensé es que fuese por goleada: 11 a 1. Es un triunfo del Estado de derecho porque creo que hay una intencionalidad clara de establecer unas pautas concretas sobre la libertad de expresión en España. También pienso que va a sentar jurisprudencia para justificar las necesarias absoluciones pendientes: Valtonyc, Pablo Hasel, Alfredo Remírez, La Insurgencia...

Tenía pleno convencimiento de que me iban a absolver, pero lo que jamás pensé es que fuese por goleada: 11 a 1. Es un triunfo del Estado de derecho

P: Estos procesos judiciales han amplificado los mensajes de los detenidos, que difícilmente habrían llegado a tanto público en condiciones normales.

R: En la condena del Supremo hubo un voto particular del magistrado Perfecto Andrés que dice exactamente eso, que son exabruptos sin más recorrido que se amparan en el malestar social del momento. Ahondando en lo grotesco, esto tiene un perfil irónico. Hay un dato digno de cualquier guión de Azcona o Berlanga, y es el hecho de quién es el fiscal, que juega un papel muy importante. El fiscal es Carlos Bautista, que antes era progresista, al que le descubrieron una cuenta anónima de Twitter a través de la cual criticaba a sus compañeros. Lo descubrieron y tuvo una amonestación.

A partir de ahí, esta persona sufre una especie de epifanía que le hace convertirse en ultraconservador de un día para otro. Cuando llega mi caso, se encona conmigo. Cabría pensar que es por redimir su culpa por haber sido un tuitero irreverente. El caso es que recurrió mi absolución al Supremo y allí di con otro fiscal con perfil parecido, pero no sé si era tuitero. Sí que llegó a decir de mí, y cito textualmente, que soy "un peligro para la vida y la seguridad de los ciudadanos". Para decir eso hay que estar muy zumbado. Hay un ambiente muy enrarecido en esa parte de mi trayecto judicial.

P: ¿Tuvo miedo de que buscaran más tuits o letras de canciones para que la condena fuera mayor y tuviera que ingresar en prisión?

R: Mi cuenta tenía 8000 tuits cuando me detuvieron, y solo consiguieron seleccionar los seis que conocemos todos y que son idioteces. ¿Quién puede deducir que eso es un perfil delictivo? Solo una persona que busca criminalizarte a toda costa. Como no tienen con qué criminalizarme me atribuyen un tuit que no es mío, un retuit, del que luego tienen que retirar la acusación: contacté con el autor y explicó que tenía una intencionalidad completamente distinta.

Ese tuit hablaba de Miguel Ángel Blanco y la ley mordaza. Intentaban relacionar mi nombre con la humillación a Miguel Ángel Blanco porque es un icono, pero es que en mi vida me he reído de él. Cuando estuve detenido me dieron un paseo mareante con los que intentan que tengas angustia. Primero te meten en una celda hermética y cuando ya te estás hundiendo, cosa que suele ocurrir, te sacan a la calle en un día de primavera. En esa confusión te intentan sonsacar. Me sabía el juego y me supe controlar, pero recuerdo al teniente diciendo "bueno, los tuits no son gran cosa, pero es que ese de Miguel Ángel Blanco... ahí te has columpiado". Querían que me autoinculpara de algo que ni había hecho.

Cuando escribí “a Ortega Lara habría que secuestrarle ahora”, en ningún caso lo hice con la interpretación literal que le dio la Fiscalía. Este señor fue víctima del terrorismo y empatizo con su dolor como cualquier persona mínimamente sensible. Lo doy por hecho, no hay ni por qué decirlo. Sin embargo, cuando se presenta de candidato por Vox, hago un chiste de humor negro sobre un político. Se entiende perfectamente con el contexto. ¿En qué cabeza cabe que yo quiera secuestrar a nadie? Si tanto han tenido que retorcer es porque no había nada. ¿Por qué no las letras? Porque tampoco hay nada de nada. Cuando escribí esos tuits era consciente de que me estaba metiendo en un terreno pantanoso, pero si no fuerzas los límites de la libertad de expresión, la libertad de expresión se va contrayendo con el tiempo.

Era consciente de que me estaba metiendo en un terreno pantanoso, pero si no fuerzas los límites de la libertad de expresión, esta se va contrayendo

P. En su entorno más cercano, ¿cómo ha vivido este proceso?

R: En medio de todo el montaje policial y mediático, de repente mucha gente, incluso gente de confianza o familares, asumió la tesis de la acusación y me preguntaban que cómo decía eso. ¿Cómo que cómo digo eso? Yo puedo ser un gilipollas, un imbécil, un cretino o un zafio, pero es que legalmente puedo serlo. Una cosa es que me hagas un juicio moral, pero otra que tú pretendas o justifiques que por un juicio moral vaya a la cárcel.

Fue un ejemplo de política del miedo de libro. Todo mi entorno empezó a tener un miedo más grande incluso que el que tenía yo. Notas cómo hay gente que tiene miedo a que les salpique tu causa e intentan evitarte, se alejan de ti. Es un comportamiento que no quiero juzgar, porque en el estrés y el shock del miedo hay que entenderlo también. He sufrido un abandono absoluto y toda la situación la he tenido que sacar solo. Ha sido un gran reto a nivel personal.

P: ¿Y cómo se ha vivido en Def Con Dos? Ha habido polémicas en distintas ciudades, como fue el pasado verano en el barrio de Tetuán, en Madrid.

R: El ejercicio de nuestra labor profesional se ha convertido en una especie de trabajo de riesgo. Ha habido que capear durante cinco años una serie de situaciones completamente ajenas a la música. Han atacado mi derecho legítimo al trabajo, criminalizando por extensión a gente que no tiene nada que ver con los tuits. Han sido 11 personas en ruta criminalizadas, expuestas públicamente.

Ayuso ha salido diciendo que en el caso de Plácido Domingo hay que distinguir entre la persona y el artista. Estoy de acuerdo con ella, pero ¿por qué el Ayuntamiento de Madrid canceló el concierto de Tetuán? Eso ha sido motivo de una demanda contra el Ayuntamiento de Madrid que está por resolverse, al igual que otras por situaciones similares. También es cierto que esto ha atraído mucho más público a conciertos polémicos en sitios como Valladolid, Oviedo, Lugo o Leganés. Hay Ayuntamientos que han aguantado y han defendido la libertad de expresión.

Se ha producido el efecto Streisand. En la pesadilla que han sido estos cinco años me di cuenta de cómo gestionar esto, que en el fondo era una promoción de la hostia. Nos han regalado de forma estúpida e inconsciente una publicidad enorme que jamás podríamos haber pagado. Al principio lo pasábamos mal, pero ya lo llevamos como un componente más.

P: La sentencia del Constitucional ha llegado con apenas unos días de diferencia de 'Gilipollas no tiene traducción', el nuevo disco de Def Con Dos, con el que celebran 30 años de trayectoria. Ha habido varios cambios de componentes en este tiempo, ¿cómo ha sido su encaje?

Toda esta persecución nos ha obligado también a envalentonarnos a nivel creativo. Había que demostrar que tenía razón, no solo jurídicamente, también creativamente. En ese sentido, la renovación del grupo ha sido imprescindible. Ha entrado gente nueva, gente joven que no está quemada y ha hecho que el grupo haya podido mantener el listón de la creatividad muy alto. Samuel Barranco, Sagan y Alberto Marín son definitivos en esa renovación, un respaldo increíble a la hora de plantearnos hacer discos con ganas, potentes.

Son gente inquieta, sana y con una creatividad increíble que nos ha ayudado a hacer que Def Con Dos florezca de nuevo. Cuanto más años pasan más difícil es mantener el listón de creatividad alto. Si no hubiéramos cambiado la formación, el grupo se habría extinguido. No podíamos haber seguido con Def Con Dos con lo que había, nos hubiéramos quedado en un grupo de repertorio.

placeholder Imagen promocional de Def con Dos.
Imagen promocional de Def con Dos.

P: ¿Tan mal estaba la cosa? Entiendo que está hablando de la salida de Peón Kurtz.

R: No quiero entrar en esa polémica porque dañaría su imagen pública y esto no es Telecinco. Podría dar explicaciones sencillas para que se entienda lo que pasó, pero a buen entendedor pocas palabras bastan. Ni que decir tiene que a Peón Kurtz le agradecemos mucho los años que ha estado en el grupo y le deseamos que le vaya muy bien en la vida. No hay ningún rencor.

P: ¿Cómo ha sido incorporar a gente que nació cuando el grupo se fundaba? ¿Es fácil incorporar ese cambio generacional?

R: Fantástico. Es gente que ha crecido con el grupo, escuchando al grupo y que te ayuda a tener una perspectiva de público que tú no tienes. Esa visión ya no la tienes por más intentes objetivar, que siempre lo he intentado a hacer, y creo que por eso la calidad de los discos ha sido siempre homogénea. En la canción 'Bolingas' hay una parte de trap que sorprende un montón, y es cosa suya. Son gente increíble no solo a nivel creativo, también en directo, viajes en furgoneta... La comparación es tremenda. Han actualizado todo hasta el punto de mimetizarse al estilo del grupo. Hacen letras que parece que las he escrito yo.

La primera época todo lo escribía Julián Hernández, que hizo algunas de las mejores canciones del grupo y hay un máximo agradecimiento de por vida con él. A partir de 'Armas pal pueblo hicimos los discos a medias', y desde 'Alzheimer' he hecho yo todo hasta este disco. Nadie más ha hecho letras en Def Con Dos hasta ahora. El peso creativo más repartido se hace más llevadero y te garantiza que puedes sacar más discos. Es garantía de continuidad.

P: Hubo una canción muy polémica, 'Stop Puritanismo'. Aunque conociendo su trayectoria se entiende el ánimo provocativo, ¿esperaban la reacción que tuvo? He llegado a leer cosas como 'Def Con Vox' en Twitter.

R: De alguna manera, sí. Es una provocación perfectamente calculada para salirnos de lo previsible. También es parte de nuestra lucha contra la estupidez, que tiene mil caras. Esa canción habla de la intransigencia e intolerancia que se instala por igual en izquierda y derecha de una manera mimética sin que se den cuenta. Hay un sector de una supuesta izquierda que aboga por la prohibición del porno hoy en día. Es lo mismo que hizo Ronald Reagan cuando llegó al poder: iniciar una criminalización del porno avalada por toda la ultraderecha religiosa estadounidense.

'Stop puritanismo' habla de la intransigencia e intolerancia que se instala por igual en izquierda y derecha sin que se den cuenta

Sorprende ver que eso tenga recorrido ahora en España. Incluso he escuchado que en el fenómeno de las manadas probablemente el culpable sea el porno. Eso es simplificar un problema muy grave, es escaquearse. Por un lado, quita la responsabilidad a los padres, que son quienes tienen que preocuparse de que sus hijos tengan una educación sexual solvente. Por otro, el Estado, a través del sistema educativo, es quien tiene que proporcionar una educación sexual y emocional gratuita y obligatoria que capacite a la gente para ser respetuosa. Me sorprende mucho ver que la ultraderecha de HazteOir o los kikos coincidan con sectores que se quieren llamar revolucionarios. De eso habla la canción, pero toda la interpretación que se le dio fue fuera de lugar, fruto de la ignorancia y de lo que son los debates en Twitter.

P: ¿Hubo alguna crítica que hiciera que se replantearan la letra?

R: En ningún momento porque lo que pretendíamos era generar un debate. Por ejemplo, se está diciendo que Tarantino tiene que introducir perfiles de mujer de otro tipo, pero si no te gusta lo que hace, no vayas a ver sus películas, pero no puedes imponerle cómo tratar determinados temas. ¿Qué pasaría hoy día con Bukowski? ¿Estamos empezando a atizar la hoguera del fascismo para quemar los libros que no nos gustan? Es muy peligroso, porque el fascismo tiene muchas caras y se basa en la intolerancia, que la puede haber en la derecha y en la izquierda, como demuestra este tipo de gente.

La canción en ningún momento habla de mujeres. Toda esa interpretación es una paja mental que se ha hecho alguien por la predisposición a ser ofendido. Que si éramos unos asquerosos, que si queríamos follar... Se dijeron unas cosas de una zafiedad hasta el punto de pedir que alguien me partiera el cuello contra una acera. También es curioso ver cómo interpretó todo el mundo que al ser un grupo de seis tíos somos todos heterosexuales, que es lo más machista que se puede decir.

Eso sí, me llamó mucho la atención cómo muchas de las críticas justificaban la teoría de la literosuficiencia de Marchena. Gente supuestamente alejada ideológicamente de Marchena cogía la letra palabra por palabra. Nosotros hicimos Agrupación de Mujeres Violentas cuando el feminismo apenas se trataba, luego Ellas denunciaron, Señores... Así que mayoritariamente la gente contextualizaba y nos daba la razón, pero el sector intransigente no. Ese quedarte en la literalidad es lo que Marchena se sacó de la toga como literosuficiencia y me condenó por ello. Esta misma gente me hubiera condenado igual. Al final vas a la hoguera por unos y por otros, esa es la conclusión dramática de todo esto. Un poco espeluznante.

P: Se suele hablar mucho de qué canciones de Def Con Dos siguen vigentes muchos años después, así que hago la pregunta al revés. ¿Qué cree que sí ha cambiado respecto a los inicios del grupo?

R: No soy de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor. Estamos en una sociedad mucho más avanzada y con un nivel de bienestar y cultura infinitamente mayor. El desarrollo tecnológico ha permitido la aceleración de la información, que llega en grandes cantidades a tiempo real. No es que el mundo está peor, sino que te enteras de cómo está. Sí que creo que está peor a nivel de deterioro del medio ambiente, que no creo que tenga solución. Lo van a pagar las generaciones venideras, no ya Greta Thunberg, pero sí sus hijos o hijas. Que la humanidad se extinga tampoco es ningún drama. En la lógica del universo la vida humana es algo anecdótico.

P: En el 20 aniversario del grupo, hace diez años, dijo que "a partir de una edad al artista que ha sido rebelde le dan unas medallas y pasa a formar parte del sistema". Una vez ha pasado todo el periplo judicial y habiendo un Gobierno de corte progresista, ¿César Strawberry está en riesgo de caer en eso mismo?

R: Siempre me ha preocupado muchísimo eso, y he sido exageradamente exigente, incluso con mis amigos. Soy un antisistema visceral y he querido mantener la actitud de rebelión contra el establishment. No me gusta que a partir de determinado éxito y reconocimiento público tengas que relacionarte con determinada gente e ir a determinados bares donde hay otros famosos. Ese rollo me saca de quicio. Me gusta tener éxito y ser famoso, pero con los pies en el suelo, tanto cuando he estado muy arriba como cuando he estado muy abajo. Ni creerte demasiadas alabanzas ni creerte demasiadas críticas. Gracias a eso he podido mantener una coherencia artística que se mantiene hoy. Que no te absorba, que no te soborne el puto sistema, pero somos personas y aunque siempre hago hincapié en que me considero que no soy de esos, igual algún día se me va la olla.

“Hemos ganado por goleada: 11 a 1”, celebra César Strawberry cuando le preguntan por la sentencia absolutoria del Tribunal Constitucional. Tras un periplo de cinco años, la Justicia española ha dictado que el líder de Def Con Dos no enalteció el terrorismo al publicar seis chistes de humor negro en Twitter, anulando así su condena a un año de cárcel. En este tiempo, el grupo ha copado más titulares por estas circunstancias que por su música, y el propio Strawberry reconoce que ha acabado “hablando como un abogado”. Pero esta vez ha habido una coincidencia: la noticia ha llegado prácticamente a la vez que 'Gilipollas no tiene traducción', decimotercer disco de la banda, que este año celebra tres décadas sobre los escenarios.

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