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Cómo ligarte a un rico macizo: estas son las novelas reales que más se leen en el mundo
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Cómo ligarte a un rico macizo: estas son las novelas reales que más se leen en el mundo

La editorial Harlequín cumple 40 años en España con unas ventas en todo el mundo que superan los 160 millones de ejemplares al año

Foto: Detalle de una de las portadas de la mítica colección jazmín de Harlequín
Detalle de una de las portadas de la mítica colección jazmín de Harlequín

Nunca salen en la foto, pero son los libros que acaparan el mercado. El género romántico es el hijo feo de la literatura. Para las librerías -si bien ya hay algunos cambios-, y para la prensa. Hasta para fieles lectores que esconden sus cubiertas en los dispositivos electrónicos. Y, sin embargo, son un negocio apabullante. Así lo reflejan las cifras de Harlequín, editorial canadiense señera del género que este año cumple su cuarenta aniversario desde que empezó su andadura en España: publica más de 100 títulos al mes, tanto en papel como digital, en 17 países y 16 idiomas; en 2018 vendió más de 160 millones de libros en todo el mundo, lo que significa una venta de más de cinco libros por segundo; y afirman tener más de 50 millones de lectoras en todo el planeta. El magnate Rupert Murdoch, que algo de números y dinero sabe, no dudó en comprar este sello en 2014 para integrarlo en HarperCollins, la editorial de su grupo NewsCorp, desembolsando 300 millones de euros. Lo que otros no ven puede ser la verdadera golosina.

Harlequín fue creada en 1948 en Winnipeg (Canadá) por Richard H. G. Bonnycastle, un antiguo explorador del Ártico, que al principio publicó una amplia variedad de libros, desde misterio y oeste hasta clásicos y libros de cocina. Las cosas funcionaban bien, pero no comenzaron a despuntar hasta que Mary, la mujer de Bonnycastle, tomó las riendas de la dirección editorial. Mary era una fervorosa lectora de novelas románticas publicadas en sellos británicos y pensó que aquellos libros también podían tener espacio en el mercado canadiense y de EEUU. Et voilà. La máquina ya no dejaría de expulsar un buen fajo de dólares con cada libro publicado.

placeholder 'Corazón perdido'
'Corazón perdido'

En 1980 desembarcaron en España, que hasta la fecha tenía un mercado no muy grueso, pero con una reina indiscutible: Corín Tellado, que publicaba con Bruguera. La asturiana vendía miles de ejemplares sin despeinarse de historias de cien páginas cuyo argumento, como ella dijo alguna vez, se le podía ocurrir en cinco minutos. Los canadienses introdujeron nuevas autoras anglosajonas como la británica Barbara Cartland -abuelastra de Lady Di, entre otros datos como que era una acérrima votante de los conservadores- y empezaron con colecciones míticas como Jazmín. También adaptaron otras series que en su mayoría eran novelas cortas, de entre 160 y 192 páginas, que se vendían en un formato pequeño en kiosko. “Eran lecturas muy rápidas, muy de evasión, pero supusieron un bombazo”, cuenta a El Confidencial la directora editorial de HarperCollins Ibérica, María Eugenia Rivera.

#metoo: adiós al macho alfa

Aquellas novelas de los ochenta que se leían como churros tenían un argumento que fascinaba a las lectoras. “El protagonista era siempre un rico guapísimo que lo tenía todo. Muy macho alfa en general. Y la protagonista era más desvalida, pero al final sacaba su fuerza interior. La lectora lo que buscaba leer era el proceso del enamoramiento y ganarse al hombre y casarse y el final feliz. Que es lo que se sigue buscando hoy. El mérito que tiene este género es que se lee mucho aunque sabemos cómo va a acabar. ¿Y por qué lo leemos? Porque se busca acabar con un buen sabor de boca”, comenta Rivera.

Con el #metoo hemos descatalogado algunos libros que publicábamos hace 30 años porque son historias que ya no se pueden aceptar

Pero si bien el placer del final feliz se sigue buscando, hay otras muchas cosas que han cambiado en el género en los últimos cuarenta años. Y ha habido varios factores. Uno de ellos el movimiento #metoo. Como señala Rivera, hace un tiempo llevaron a cabo una revisión de buen parte del catálogo de Harlequín. “Teníamos autoras que publicábamos hace 30 años y las hemos descatalogado porque son historias que ya no se pueden aceptar. No puede haber nada que suponga situaciones de abuso”, sostiene la editora.

A esta pasada a limpio de las historias de amor también se han sumado otros cambios paradigmáticos. “El macho ya no es tan alfa y las protagonistas son mujeres que se valen por sí mismas y no dependen del hombre. Es verdad que ellos siguen siendo ricos, pero las sensibilidades hoy son diferentes”, manifiesta Rivera.

La diversidad y polémica en EEUU

Precisamente, en EEUU, donde la novela romántica tiene un mercado espectacular -de ahí viene 50 sombras de Grey, otro de los fenómenos que la ha impulsado, y que ha sido la trilogía más vendida en la pasada década- existe ahora mismo una polémica entre los propios autores del género por críticas cruzadas en cuanto a la diversidad de los personajes, racismo y homofobia que para algunos desprenden ciertas historias. Tal ha sido el debate que la Asociación de Escritores de Novela Romántica han decidido cancelar el premio de este año a la mejor novela romántica y que es uno de los galardones más prestigiosos de este género en el mundo.

placeholder Carla Crespo
Carla Crespo

Según cuenta Carla Crespo (Valencia, 1982), que desde 2013 ha publicado seis novelas románticas y está a punto de lanzar la séptima también en Harlequín, todo esto también ha calado en España. “Los personajes son también un reflejo de la sociedad actual. Hay un mayor empoderamiento de las mujeres, no necesitan la ayuda del protagonista masculino”, concreta. Incluso, pese a que imperan las relaciones heterosexuales, “cada vez hay más parejas secundarias que son homosexuales. Al final lo importante es la historia de amor, el tipo de pareja debe dar igual”, añade Crespo. “Es cierto, todavía no hay protagonistas gays, pero en historias secundarias sí aparecen. Y sí hay historias de parejas interraciales”, ratifica Rivera.

Cada vez hay más parejas secundarias que son homosexuales. Al final lo importante es la historia de amor, el tipo de pareja debe dar igual


Otro revulsivo fue la propia trilogía de '50 sombras de Grey'. “Yo creo que con este libro las lectoras dijeron que no les daba vergüenza leer este tipo de historias, aunque las colecciones de erótica ya existían de antes. Nosotros tenemos una y mucho antes existió La sonrisa vertical”, comenta Rivera. Quizá era el pre fenómeno a que hoy no haya conversación entre mujeres en la que no aparezca el famoso satisfayer. “Desde luego, ha habido un antes y un después tras este libro. Se ha abierto la mente hacia este tipo de literatura y yo creo que la gente tiene hoy menos prejuicio”, sostiene Crespo.

Más autoras españolas

Y, sin embargo, pese a que también las librerías abren cada vez más hueco para la romántica en sus baldas, el género sigue teniendo su punto de ocultación como demuestra que sean libros que en buena medida se lean en digital, lo que consigue que nadie sepa muy bien qué es lo que una está leyendo. De alguna manera son un reflejo de las novelitas cortas de kiosko a precios bastante asequibles. Pero otro lado, el digital también ha provocado que haya más autoras publicadas, y sobre todo más españolas, ya que hasta no hace mucho era un mercado principalmente anglosajonas. De hecho, una de las más vendidas es Megan Maxwell, cuyo nombre real es María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro. “Sí, nosotros tenemos a autoras como Maite Esteban, Claudia Velasco, y otras muchas más que utilizan su nombre real. Y las historias tampoco transcurren ya tantas veces en lugares exóticos y con nombres extranjeros”, afirma Rivera.

Todo ello también ha dado lugar a eventos, encuentros de autoras de romántica, escritoras que mantienen contacto con las lectoras a través de múltiples blogs y demás redes sociales. "En España no hay asociación de escritores como en EEUU, pero es verdad que las redes sociales facilitan el trabajo para conocer compañeras y luego están los eventos, presentaciones, encuentros han permitido que nos conozcamos en persona. Y está muy bien tener amistad con compañeros y compañeras, alguien a quien consultar las historias que escribes", admite Crespo.

La más vendida para Harlequín en España sigue siendo la norteamericana Nora Roberts, que ha publicado casi 200 libros

Con todo, hay cosas que tampoco han cambiado mucho, como la autora que desde hace décadas sigue siendo la más vendida para Harlequín en España: la norteamericana Nora Roberts, que ha publicado casi 200 libros desde que empezó a escribir a principios de los ochenta. Inasequible al desaliento las historias de Roberts todavía superan los 5.000 ejemplares vendidos. “Mantenemos su fondo editorial y se sigue demandando aunque sean libros de hace años”, asegura Rivera. La lectora de romántica sabe lo que quiere por mucho que pasen los años: pasarlo bien y tener un final con un comieron perdices. El romance feliz, aunque sea de mentira, vende.

Nunca salen en la foto, pero son los libros que acaparan el mercado. El género romántico es el hijo feo de la literatura. Para las librerías -si bien ya hay algunos cambios-, y para la prensa. Hasta para fieles lectores que esconden sus cubiertas en los dispositivos electrónicos. Y, sin embargo, son un negocio apabullante. Así lo reflejan las cifras de Harlequín, editorial canadiense señera del género que este año cumple su cuarenta aniversario desde que empezó su andadura en España: publica más de 100 títulos al mes, tanto en papel como digital, en 17 países y 16 idiomas; en 2018 vendió más de 160 millones de libros en todo el mundo, lo que significa una venta de más de cinco libros por segundo; y afirman tener más de 50 millones de lectoras en todo el planeta. El magnate Rupert Murdoch, que algo de números y dinero sabe, no dudó en comprar este sello en 2014 para integrarlo en HarperCollins, la editorial de su grupo NewsCorp, desembolsando 300 millones de euros. Lo que otros no ven puede ser la verdadera golosina.

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