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¿Quién diseñó la rosa y el puño? Cruz Novillo, el hombre que reimaginó España
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¿Quién diseñó la rosa y el puño? Cruz Novillo, el hombre que reimaginó España

Un documental repasa la vida y obra de uno de los creadores de la identidad visual de la España de la Transición

Foto: Una imagen de la campaña electoral de Felipe González. ('El hombre que diseñó España')
Una imagen de la campaña electoral de Felipe González. ('El hombre que diseñó España')

Fue en una reunión de la Internacional Socialista en Bruselas cuando Alfonso Guerra vio por primera vez aquel logotipo. Era un puño apretado sosteniendo una rosa roja. "El puño y la rosa aparece por primera vez en unos documentos del Partido Socialista belga", explica Guerra. En realidad, fue el diseñador francés Yan Berriet quien a principios de los años 70 ideó el emblema para el Partido Socialista de Francia y poco a poco lo asumieron en las formaciones socialistas de países como Bélgica, Chile y España. "A mí me parecía que el puño rosa resultaba un poco blando, que no transmitía con fuerza lo que quería decir", continúa Guerra. "Las únicas instrucciones que le dimos a Cruz Novillo es que queríamos un puño más estilizado, más esbelto, que transmitiera el mensaje con más precisión". Lo cuenta en la película 'El hombre que diseñó España', de Andrea G. Bermejo y Miguel Larraya, que participa estos días en la sección de documental de la Semana internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

¿Y quién es Cruz Novillo? Como bien resume el título del film de Bermejo y Larraya, el hombre que ayudó a diseñar visualmente esa España nueva eclosionada de crisálida franquista en mariposa democrática a mediados de los 70. De la cabeza de José María Cruz Novillo (Motilla del Palancar, Cuenca, 1936) salieron los logotipos, además del puño y la rosa del PSOE, de Correos, del Tesoro Público, Televisión Española, Antena 3, Endesa, Repsol, Renfe, la Policía Nacional, la Comunidad de Madrid, 'El Mundo', 'Diario 16', 'El Economista' y más de medio centenar de emblemas de empresas públicas y privadas totalmente incrustados en la memoria colectiva de los españoles.

placeholder Un billete de 200 pesetas.
Un billete de 200 pesetas.

¿Quién da más? Pues también diseñó los billetes de doscientas, quinientas, mil, dosmil, cincomil y diezmil pesetas que emitió el Banco de España entre 1982 y 1987. De ese proyecto aprendió que "lo más importante [del diseño] de un billete de banco es la dificultad de ser falsificado". ¿Les parece poco? Pues también es el responsable de carteles de películas tan icónicos que han trascendido al propio cine: 'El espíritu de la colmena', 'Ana y los lobos', 'La escopeta nacional'. Allí llegó gracias a su amistad con Borau, que luego le presentó a directores como Saura o Julio Diamante, a quienes fue fiel como colaborador.

Sería más justo que me recordaran como artista, porque mi motivación es más propia de mi carácter de artista que mis cualidades como diseñador

placeholder Cartel de 'La escopeta nacional'
Cartel de 'La escopeta nacional'

Además, ha diseñado fachadas de edificios, como el de la sede del Instituto Nacional de Estadística. Y estatuas de sillas en las que utiliza diferentes composiciones cromáticas. Y también es el autor de "una obra sinestésica cromofónica" en la que combina doce colores con doce unidades de tiempo y doce notas para crear nueve billones de combinaciones posibles con repetición, un concierto udiovisual que durará nada más y nada menos que tres millones cuatrocientosmil años. "Ser recordado como un artista y un diseñador es casi imposible, porque las cosas no pasan así", admite Cruz Novillo a cámara. "Sería más justo que me recordaran como artista, porque mi motivación es más propia de mi carácter de artista que mis cualidades como diseñador: no creo demasiado en el mundo de lo funcional; yo no hago cosas para que la gente se siente más cómodamente ni me preocupa demasiado que un cartel que yo hago se lea más fácilmente [...]. Estoy más en el mundo de lo poético, de lo sentimental".

El pasado junio el logotipo de Correos volvió a saltar a las páginas de los periódicos, entre ellos 'El Confidencial'. La empresa estatal de mensajería cambió por primera vez en veinte años su emblema —aunque el original data de 1977—, y algunos partidos políticos utilizaron el coste del proyecto del rediseño como arma arrojadiza contra el Gobierno. "Primero colocaron al jefe de gabinete de Sánchez como presidente de Correos, sin tener ni idea del negocio y a razón de 200.000€/año. Ahora se gastan cientos de miles de euros en cambiar el logo para dejarlo igual", escribió en Twitter Ignacio Aguado.

placeholder José María Cruz Novillo en una imagen de 'El hombre que diseñó España'
José María Cruz Novillo en una imagen de 'El hombre que diseñó España'

Pero, como viene a demostrar 'El hombre que diseñó España', una línea más o una línea menos puede marcar la diferencia. Todo tiene un porqué. Desde el cambio del color del uniforme de la Policía Nacional —sí, Cruz Novillo también es el responsable— de un crema oscuro tirando a marrón —de ahí viene el apelativo "maderos"— al azul marino: "el color que tenían antes remitía más a los uniformes de una república bananera". El escudo, en su forma esquemática, al contrario que el de Correos sigue sin modificarse. Pero "Renfe es, probablemente, la implantación de una identidad visual de un grupo empresarial más grande" en la carrera de Cruz Novillo. "Era realmente gigantesco".

Cruz Novillo dio el salto desde Motilla del Palancar, cuenca, hasta Nueva York

Pero, ¿cómo llegó un vecino de Motilla del Palancar, Cuenca, cuatro mil habitantes en 1950, a convertirse en el estilista de la identidad de la Transición? Un terreno virgen como era en los años 50 el diseño publicitario fue tomado por jóvenes de mentes creativas y aperturistas con ínfulas artísticas que decidieron darle una vuelta a una España que, entonces sí, se limitaba a vestirse con la bandera de España. ¿El logo de Tabacalera? Una bandera de España con la palabra "Tabacalera" sobreimpresionada. ¿Correos? Una bandera española bajo el rótulo "Correos". Así de simple, así de patriótico.

placeholder Algunos de los logos que conforman la obra de José María Cruz Novillo.
Algunos de los logos que conforman la obra de José María Cruz Novillo.

Pero Cruz Novillo se convirtió en el "paleto" más "cosmopolita" y pudo jugar a 'Mad Men' en la liga profesional de los publicistas. "Recién llegado del pueblo, de provincias, tuve la oportunidad de ir a Nueva York en 1962, porque era una fase de preparación de trabajos que me habían encargado para el pabellón de España en la Feria mundial de Nueva York", explica el diseñador. "Esta especie de salto espacio-temporal inverosímil del mundo rural de Motilla del Palancar a Nueva York, Manhattan, directamente, equivalió para mí a una beca completa de una carrera". Y allí Cruz Novillo aprendió que no sólo podía hacer carteles al estilo de un pintor tradicional, sino que con compás y tiralíneas construyó su propia identidad como artista.

Cruz Novillo se convirtió en el "paleto" más "cosmopolita"

Quizás en un vistazo rápido a la bandera de la Comunidad de Madrid uno sólo vea unas estrellas plateadas sobre un fondo rojo. "Eso lo puede hacer mi hijo de dos años", dirá más de uno. Pero en ese diseño aparentemente sencillo hay un concepto de raíces mucho más profundas: el rojo es el mismo que el pendón histórico de Castilla y las estrellas plateadas representan a la Osa Mayor. Y la osa, animal, es... el símbolo de Madrid. "Madrid es una comunidad autónoma más, pero es Castilla. Tan Castilla como lo es Valladolid o Ciudad Real o Toledo”, defiende Joaquín Leguina.

placeholder Algunas de las sillas diseñadas por Cruz Novillo. ('El hombre que diseñó España')
Algunas de las sillas diseñadas por Cruz Novillo. ('El hombre que diseñó España')

Cruz Novillo, probablemente, llegó en un momento de efervescencia creativa y posibilidades. Había un país que diseñar, si no de cero, desde bien abajo. Había una ilusión de futuro que se ve reflejada en la alegría de los colores de sus diseños. Un optimismo voraz gracias al que los artistas más jóvenes —en cualquier disciplina— empujaron a España a una modernidad súbita. Aquello fue una fiesta para muchos, pero unos pocos ayudaron a parir la nueva identidad de un país esperanzado. Y Cruz Novillo es uno de aquellos que ayudaron a reconstruir aquella España a la que no reconocía ni la madre que la parió.

Fue en una reunión de la Internacional Socialista en Bruselas cuando Alfonso Guerra vio por primera vez aquel logotipo. Era un puño apretado sosteniendo una rosa roja. "El puño y la rosa aparece por primera vez en unos documentos del Partido Socialista belga", explica Guerra. En realidad, fue el diseñador francés Yan Berriet quien a principios de los años 70 ideó el emblema para el Partido Socialista de Francia y poco a poco lo asumieron en las formaciones socialistas de países como Bélgica, Chile y España. "A mí me parecía que el puño rosa resultaba un poco blando, que no transmitía con fuerza lo que quería decir", continúa Guerra. "Las únicas instrucciones que le dimos a Cruz Novillo es que queríamos un puño más estilizado, más esbelto, que transmitiera el mensaje con más precisión". Lo cuenta en la película 'El hombre que diseñó España', de Andrea G. Bermejo y Miguel Larraya, que participa estos días en la sección de documental de la Semana internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

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