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Vamos a morir... achicharrados: los libros sobre la alerta climática inundan las librerías
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Vamos a morir... achicharrados: los libros sobre la alerta climática inundan las librerías

Numerosos títulos de inminente publicación advierten sobre la posibilidad de que un rápido calentamiento asole la vida en la Tierra y destruya la civilización humana

Foto: Greta Thunberg en el barco que le ha llevado a Nueva York en protesta contra la alerta climática. (Reuters)
Greta Thunberg en el barco que le ha llevado a Nueva York en protesta contra la alerta climática. (Reuters)

La industria editorial tiene una capacidad insuperable para captar tendencias. Puede pasar del feminismo a la maternidad, el animalismo o el procés en tan solo unos meses. Lo que dura una temática en las redes sociales (y en la televisión). En las últimas semanas si ha habido una protagonista mundial es la adolescente sueca Greta Thunberg, que ha llevado su lucha contra el cambio climático por todo el mundo influyendo en un notable número de personas –muchos de ellos jóvenes-, y convirtiéndose a la vez en centro polarizador de los discursos populistas relacionados con la ecología. Sin embargo, pese a los negacionistas, Thunberg lleva razón según defienden numerosos expertos medioambientales que en los últimos tiempos han publicado libros sobre los desastres a los que se está abocando al planeta.

Los ensayos llegarán este trimestre a las librerías españolas. Nada tiene que ver esta avalancha con la de hace no demasiado tiempo, cuando se proponían ensayos y novelas con demasiado tufo a Thoreau – de hecho, se reeditó al escritor norteamericano- y con cierto mantra de considerar el campo y la naturaleza como el último paraíso roussoniano. Ahora es todo lo contrario: el planeta está en peligro y si no se hace algo ya será demasiado tarde. Un debate que no solo se centra en la ecología sino también en la energía –la clave de casi todo- y el uso de los recursos por parte de los gobiernos.

Achicharrados (y sin recursos)

La editorial Debate publica dos títulos relacionados con el tema. El primero es 'El planeta inhóspito', del periodista y experto en cambio climático David Wallace-Wells. En él ofrece datos sobre cómo hemos devastado el planeta y, si no cambiamos, todo va a ir a peor, ya que ha habido una aceleración de fenómenos como el calentamiento global. No es solo por la foto de un glaciar que se extingue en Islandia; es por todo lo que eso conlleva. Y no es fácil habitar en el calor.

Del mismo sello también es 'Crisis', del geógrafo, antropólogo y biólogo Jared Diamond. No está tan explícitamente relacionado con el medio ambiente como el anterior, pero el autor sí se esfuerza en señalar que las crisis políticas actuales tienen mucho que ver con la cuestión climática y viceversa. Porque también tenemos que contar con la energía y los ya mencionados recursos, cómo los utilizamos y gastamos.

placeholder 'El planeta inhóspito' (Debate)
'El planeta inhóspito' (Debate)

Precisamente, de materias primas y combustibles fósiles sabe mucho el periodista y artífice de varios documentales sobre este asunto, Guillaume Pitron. El francés, autor 'El lado oscuro de la barra de chocolate' sobre qué hay detrás de la explotación del cultivo del cacao y el aceite de palma (para la población y el medio ambiente) publica en español 'La guerra de los metales raros' (Península) en el que cuenta cómo una serie de metales como el grafito, vandamio, germanio o el cromo –los que se utilizan para la industria tecnológica- van a desplazar a los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas); sin embargo, Pitron alerta de que quizá esto no nos salga tan barato puesto que los metales raros también tienen un coste económico, político y climático. Las nuevas tecnologías no pasan por ser las más limpias y quizá, pese a todo, lo del petróleo no estaba tan mal.

No es la primera vez

Entre 1570 y 1700, el mundo se vio abocado a un periodo de cambio climático que se conoce como Pequeña Edad de Hielo. Una emergencia parecida a la actual aunque con unos matices. Según cuenta el historiador Philip Blom en 'El motín de la naturaleza', que publicará Anagrama, los inviernos se alargaron –la primavera también era muy fría y lluviosa- y lo que quedaba de verano era tremendamente caluroso. La consecuencia fue que muchas cosechas resultaron desastrosas en un mundo cuya economía se regía principalmente por la agricultura –aún no había llegado la industria moderna. El descalabro fue tal que hasta Shakespeare incluyó en su obra Ricardo III la frase, “ahora es el invierno de nuestro descontento".

placeholder 'El motín de la naturaleza' (Anagrama)
'El motín de la naturaleza' (Anagrama)

Por supuesto, en aquella época se le echó más culpa a Dios que a los factores medioambientales. Y, por supuesto, Dios no arregló nada, pero este cambio climático provocó grandes modificaciones en la estructura social. Por un lado, fue uno de los factores que acabó con el feudalismo y el proteccionismo, la sociedad dejó de ser esencialmente agraria y se incentivó la exploración y nuevas vías de comercio dando lugar a importantes ciudades como Amsterdam, que de ser un pequeño pueblo portuario se convirtió en unos de los principales centros comerciales de Europa, lo que también dio lugar a una nueva clase media (e ilustrada).

No obstante, no todo el mundo salió bien parado de estos cambios. Muchos pobres se hicieron todavía más pobres, mientras que comerciantes ricos se hicieron mucho más ricos, lo que implementó las desigualdades de las clases sociales. Con este aprendizaje de hace varios siglos, Blom insiste en que hablar de si hace más frío o más calor no es sólo una conversación de ascensor sobre el tiempo, sino que sus consecuencias pueden ser amplio calado social.

Desde un punto de vista más filosófico, el profesor de la Universidad de Rice, en Houston, Timothy Morton, habla del concepto de 'Ecología oscura' en el libro homónimo que publicará Paidós. En él sugiere que, en una especie de bucle como la cinta de Moebius, al ser nosotros mismos parte de la naturaleza nos hemos convertido en enemigos de nosotros mismos. En definitiva, para Morton no puede haber una bifurcación entre civilización y naturaleza, esto es, no hay ecología sin naturaleza. Todo forma parte de la misma malla, una teoría que también defiende la filósofa Donna Haraway en libros como 'Seguir con el problema' (Consonni), donde resalta que sólo entendiéndolo así –y no pensando únicamente en las nuevas tecnologías como tabla de salvación- será posible establecer soluciones.

Varias recetas y… Greta Thunberg

En este próximo trimestre, Seix Barral publicará un nuevo ensayo de Jonathan Safran Foer, que después de contar cómo había dejado de comer carne en 'Comer animales', ahora señala que dejar de comer este producto –o al menos no tanta cantidad- es uno de los métodos más eficaces para paliar las consecuencias del cambio climático y frenar su aceleración. El libro se titula 'Podemos salvar el mundo antes de cenar' y, como dicen desde la editorial, de forma accesible e inmediata cuenta cómo el principal porcentaje de las emisiones globales de CO2 proviene de las granjas industriales. Por tanto, al reducir el consumo, los efectos son enseguida positivos para el medio ambiente. Es la receta de Safran Foer.

placeholder 'Nuestra casa está ardiendo'. (Lumen)
'Nuestra casa está ardiendo'. (Lumen)

Pero si todo esto lo puso en marcha la joven Greta Thunberg, que se ha convertido en icono, referente, adalid (pongan el término laudatorio que deseen) no puede finalizar sin ella. Lumen publicará el libro 'Nuestra casa está ardiendo. Una familia y un planeta en crisis', escrito por esta adolescente, sus padres Malena y Svante y su hermana Beata. El título está tomado de una de las frases de los discursos que ha pronunciado la joven en este año ante las diferentes instituciones. En el libro cuentan cómo la familia se involucró en la lucha contra el cambio climático y el papel que ha jugado también el trastorno de Asperger que sufre Thunberg. Una lucha que ya estaba en casa y que hace doce meses salió a la calle.

Los Thunberg no imaginaban dónde llegarían. El resto del planeta tampoco. Pero hay algo evidente. La temática sobre el cambio climático –o emergencia climática- se lleva arrastrando desde hace un tiempo, pero en los próximos meses va a ser absolutamente central.

La industria editorial tiene una capacidad insuperable para captar tendencias. Puede pasar del feminismo a la maternidad, el animalismo o el procés en tan solo unos meses. Lo que dura una temática en las redes sociales (y en la televisión). En las últimas semanas si ha habido una protagonista mundial es la adolescente sueca Greta Thunberg, que ha llevado su lucha contra el cambio climático por todo el mundo influyendo en un notable número de personas –muchos de ellos jóvenes-, y convirtiéndose a la vez en centro polarizador de los discursos populistas relacionados con la ecología. Sin embargo, pese a los negacionistas, Thunberg lleva razón según defienden numerosos expertos medioambientales que en los últimos tiempos han publicado libros sobre los desastres a los que se está abocando al planeta.

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