Si eres feminista no puedes ni debes comer huevos (al menos, según PETA)

“Las justificaciones de muchas personas para no preocuparse por el sufrimiento de otras especies y negar sus derechos básicos son sorprendentemente similares a las que se han estado dando para despreciar el sufrimiento de las mujeres y negar sus derechos básicos”. Es la base de la idea con la que la organización animalista PETA quiere promover un boicot hacia los huevos.

Según Michelle Kretzer, autora del artículo que publica el blog de Personas por el Trato Ético a los Animales, no se pueden consumir productos que se hayan obtenido de la “explotación” a los animales. Por eso, las feministas de verdad no deben consumir huevos ya que proceden de gallinas explotadas.

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Kretzer ofrece cifras que avalan su testimonio: según ella, sólo en Estados Unidos hay más de 300 millones de gallinas en granjas de crianza intensiva. Denuncia que manipulan su ciclo reproductivo y se las fuerza a poner una cantidad de huevos que les provocan enfermedades: “La industria no ve a las gallinas como individuos, sino como máquinas de hacer huevos”.

Y para demostrar que se merecen disfrutar de los mismos derechos que las personas, la autora explica las cualidades de las gallinas: “Son curiosas, pueden completar tareas mentales complejas, demostrar autocontrol, preocuparse por el futuro y transmitir conocimiento cultural. En algunos aspectos, sus habilidades cognitivas son mayores que las de los perros, los gatos e, incluso, los primates”.

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PETA es la mayor asociación animalista del mundo y más de un millón de personas sigue su perfil de Twitter. Hace apenas unos días pedían a través de esta red social terminar con las frases que, a su juicio, trivializan el sufrimiento de los animales. Para ello, ofrecían algunas variantes “más amables” como, por ejemplo, utilizar ‘agarrar la flor por las espinas’ en vez de ‘coger el toro por los cuernos’.