National Geographic elige la mejor foto de 2018: un cementerio desde las alturas

El aeropuerto de Victorville, en pleno desierto de Mojave californiano, es el refugio de miles de coches que esperan ser arreglados para entrar a formar parte del circuito de ventas de coches en Estados Unidos. Son producto del ‘dieselgate’, el escándalo que sacudió al grupo Volkswagen a comienzos de 2018 tras destaparse que habían mentido acerca de las emisiones de los coches.

El Confidencial publicó una galería de fotos en abril sobre este cementerio y, ahora, National Geographic ha elegido una imagen sobre la misma temática como la mejor de todo el año 2019. La fotografía se llama ‘Unreal’ (Irreal) y la tomó Jassen Todorov desde un avión “para que todos seamos más conscientes y cuidemos más de nuestro hermoso planeta”.

Todorov explica en la revista que decidió sobrevolar el viejo aeropuerto de Victorville para hacerse una idea de las dimensiones del fraude del ‘dieselgate’. Su imagen ha sido la mejor de todo este año para el jurado, que ha tenido que elegir entre más de 10.000 instantáneas que se presentaron al concurso. Además, también ha ganado el primer premio en el apartado ‘lugares’.

Las otras dos categorías del concurso, naturaleza y personas, han recaído en Pim Volkers y Mia Collis. El primero, por una impresionante foto de una manada de ñus que cruzaba el río Mara en Tanzania; la segunda, por la imagen de David Muyochokera, un fotógrafo keniata cuyo estudio estaba a punto de sucumbir ante las prestaciones de los teléfonos móviles y que murió poco después de tomarse esa instantánea.

El premio para Jassen Todorov es de 5.000 dólares por su fotografía. Además, los propios lectores de National Geographic han elegido su propia mejor imagen de 2018. Se trata de dos felinos jugando que fueron capturados por Yaron Schimd.