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'Friends' pudo acabar de otra forma: el libro que lo cuenta todo sobre el fenómeno
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SE PUBLICA 'I'LL BE THERE FOR YOU'

'Friends' pudo acabar de otra forma: el libro que lo cuenta todo sobre el fenómeno

La periodista Kelsey Miller publica un libro sobre la comedia de los 90 con anécdotas del rodaje y los motivos que la llevaron a convertirse en un fenómeno mundial

Foto: El libro 'I'll be there for you' recoge anécdotas y curiosidades del rodaje de 'Friends'.
El libro 'I'll be there for you' recoge anécdotas y curiosidades del rodaje de 'Friends'.

“Como en el capítulo de ‘Friends’ en el que…” es una coletilla que no es difícil de oír en una conversación. Las referencias a ‘Friends’ forman parte de la vida de quien se ha tragado temporada tras temporada y lío tras lío, que ha reído -y llorado- con sus personajes y que se toma su tiempo para reflexionar, muy serio, que es Rachel “pero a veces un poco Joey, por la comida”. La periodista Kelsey Miller reconoce en la serie “ese afecto inconfundible y transformador que solo puede existir entre los amigos de verdad: esa red que te recoge cuando la familia te decepciona o se deshace”. Especializada en cultura pop, ahora publica ‘I’ll be there for you’ (Harper Collins), un repaso minucioso y nostálgico detrás de las cámaras, con anécdotas, datos desconocidos o el alcance de su impacto cultural, firmado con el cariño y la clara devoción que solo puede tener un fan.

placeholder 'I'll be there for you' (Harper Collins)
'I'll be there for you' (Harper Collins)

Friends nació como el espejo en el que iba a poder mirarse -y reírse- la Generación X norteamericana, pero ha traspasado fronteras, tanto físicas como generacionales. Veinte años después, sus reposiciones siguen recabando buenos datos de audiencia y nos apetece ver una y otra vez las idas y venidas de Ross y Rachel. No es solo una serie de un grupo de amigos que se reúnen para pasar el rato, premisa bajo la que nació. Si no, no se explicaría ese éxito arrollador. Se calcula que, semanalmente, unos 16 millones de estadounidenses ven sus reposiciones. Eso solo en televisión, sin contar que desde 2015, Netflix, una plataforma con 118 millones de suscriptores, cuenta con los derechos de streaming. ¿Qué es lo que la hizo -y la hace- tan irresistible? “Cuando una serie tiene tanto éxito como tuvo Friends, eso cambia y de pronto parece que se trata de una decisión mucho más cargada de significado”, explica Miller. “Reflejaba la vida real, solo que un poquitín mejorada”.

Millones de Rachels y cafeterías "tipo Friends"

Cuando hablamos de ‘Friends’, lo hacemos también de un fenómeno social. En ‘I’ll be the for you’, Miller remite al crítico y escritor Chuck Klosterman para ejemplificarlo con una frase muy común entre los espectadores durante la primera gran oleada de pasión por ‘Friends’. Una frase que se sigue escuchando hoy: “Pero, ¿cómo pueden permitirse ese piso?”. “Lo cual demuestra también que ‘Friends’ estaba teniendo un gran impacto sociológico. Se nota cuándo una telecomedia se vuelve significativa cuando la gente empieza a preocuparse por su verosimilitud”.

En 1997, en una parte del mundo solo existía un peinado: el de Rachel. Se había dejado el pelo más largo y llevaba con un corte más sencillo que se estaba reproduciendo en todas las peluquerías de Estados Unidos “o de cualquiera de los muchos países donde se emitía ‘Friends’”. En 2010, un estudio británico realizado por la empresa Goody reflejaba que, solo en Reino Unido, unos once millones de mujeres se habían hecho el mismo corte de pelo que lucía Jennifer Aniston. En algún momento de la segunda temporada, ‘Friends’ ya había ascendido a una posición de la que no iba a bajarse y millones de cabezas eran la prueba. La propia Aniston llegó a estar harta de que la tomaran por un peinado andante. “¿Por qué se fijan en mí por mi corte de pelo y no por mi trabajo?”, dijo en una entrevista.

placeholder Solo en Reino Unido, unos once millones de mujeres se hicieron el corte de pelo de Rachel.
Solo en Reino Unido, unos once millones de mujeres se hicieron el corte de pelo de Rachel.

“La moda es quizá el ejemplo más claro del impacto que tuvo la serie”, explica Miller. Había series como ‘Sensación de vivir’ en las que la moda tenía un papel más importante y sus personajes aparecían con versiones más rebajadas de grandes diseñadores. ‘Friends’, mientras, mostraba “una versión mejorada de la ropa real”. En 1999, la revista francesa Madame Figaro publicó un reportaje con seis modelos -3 chicas y 3 chicos- muy parecidos a los personajes y con unos escenarios muy inspirados en la serie. El reportaje se llamaba ‘Let’s be friends’. Con el impacto global de ‘friends’ en el sector de la moda, “empezó a darse una paulatina informalización”, explica la directora del departamento de Estudios del Traje y la Indumentaria de la Universidad de Nueva York. “Fue el carisma del reparto lo que hizo que triunfara ese look”.

Cuando abrió el primer establecimiento de Coffe Republic, la gente no sabía lo que era. "Se nos conocía como una cafetería ‘del tipo Friends’"

Por entonces, la influencia ‘Friends’ en la sociedad no solo se dejaba ver en la parte estilística. Miller relata que, al mismo tiempo que crecía la popularidad de la serie, empezaron a surgir cadenas de cafeterías en diferentes partes del mundo. Cuando abrió el primer establecimiento de la cadena londinense Coffe Republic, la gente no sabía lo que era. “Se nos conocía como una cafetería ‘del tipo Friends’”, comenta el cofundador Sahar Hashemi a la autora. En India, la cadena Café Coffe Day abrió en 1996 y al poco ya tenía más de un millar de establecimientos en un lugar donde el té era la bebida caliente más habitual. “Sería muy exagerado afirmar que la serie originó por sí sola el ascenso de la actual cultura del café”, reconoce Miller. “Pero hay una infinidad de tendencias que la serie amplificó y a las que dio difusión, permitiendo que se extendieran por todo el globo”.

placeholder Al mismo tiempo que crecía la popularidad de la serie, empezaron a surgir cadenas de cafeterías.
Al mismo tiempo que crecía la popularidad de la serie, empezaron a surgir cadenas de cafeterías.

"Sin el 11-S, habría sido la última temporada"

Una mañana de martes, día de ensayo, Sean Penn iba a ser el actor invitado en la serie para interpretar a un exnovio de Ursula, la gemela de Phoebe. Cuando Lisa Kudrow se disponía a ir al plató, recibió una llamada del segundo ayudante de dirección. “Evidentemente, no vamos a ir a trabajar”, le dijo. Ella aún no sabía lo que acababa de pasar. “Han atacado Nueva York. O… Ni siquiera lo sé. ¿Han atacado el país? No lo sabemos”.

Después del atentado del 11 de septiembre de 2001, los productores de ‘Friends’ se encontraron en una encrucijada. ¿Podrían los personajes regresar a su Manhattan como si nada? ¿Habría que hacer un episodio especial? Al final decidieron que el 11-S también hubiera tenido lugar en el universo de ‘Friends’ con pequeños detalles: banderas en el Central perk, camisetas con ‘United we stand’, periódicos encima de la mesa, la Estatua de la Libertad en la pizarra de la puerta de Joey… El rodaje se reanudó, aunque aún pasaron varias semanas antes de que volviera a haber público en directo. En su lugar, recurrieron a empleados de la Warner Brothers.

placeholder Joey lleva una sudadera homenaje y detrás se ha colocado una bandera de EEUU.
Joey lleva una sudadera homenaje y detrás se ha colocado una bandera de EEUU.

“Mientras la herida de los atentados seguía abierta, series como ‘Friends’ tuvieron más importancia que nunca. Constituían una forma de evasión”. Miller cuenta también que un día, Matt LeBlanc leyó en Los Angeles Times que ‘Friends’ ya no era la comedia favorita de Estados Unidos, sino la serie a la que todo el país recurría en busca de consuelo y bienestar. El 27 de septiembre, el estreno de su octava temporada tuvo la mayor cuota de pantalla desde el episodio de la Superbowl, cinco años antes, y concluyó con una dedicatoria: “Al pueblo de Nueva York”. Los fans que habían dejado de ver la serie volvieron a engancharse en la octava temporada y le valió a ‘Friends’ su primer Grammy. “Probablemente nada de eso habría ocurrido si no hubieran tenido lugar los atentados del 11-S”, sentencia Miller. “Cualquier otro año, la temporada habría sido desmesurada o cansina, pero indudablemente habría sido la última”.

Si despedían a uno, se iban todos

Las decisiones y comportamientos de los actores se reflejaron de forma importante en la trama, los personajes o incluso en la propia continuación de la serie. Sus actos afectaron a los episodios, desde el principio hasta el final, incluida la propia cabecera. Una noche poco antes del estreno, los seis actores estaban tiritando, metidos hasta las rodillas en una fuente con un agua bastante fría. Bailaron e improvisaron como pudieron después de que la primera opción para la cabecera se desestimara por el mal tiempo pero horas después, calados y con los dedos arrugados, los ánimos estaban por los suelos. Estaba amaneciendo y tenían frío. “Ya no estábamos de humor para nada”, recuerda Lisa Kudrow. Estaban allí quietos, esperando indicaciones, cuando Matthew Perry rompió el silencio: “Ya no me acuerdo de cómo era mi vida antes de meterme en esta fuente”. Todos empezaron a reírse, alguien puso la cámar a grabar y capturó aquella escena. “En esos planos del final son ellos de verdad, haciendo el tonto mientras trataban de mantenerse despiertos”.

En aquel momento el casting ya estaba hecho pero podría haber sido diferente: la actriz a la que tenían en mente para que interpretaran a la niña mimada, mona y divertida que viene de Long Island era Courtney Cox. “Ni siquiera se les ocurrió que pudiera ser Monica”, insiste Miller. Pero Cox leyó el guion del episodio piloto y no pensó igual. Solo se identificó con uno de los personajes. “No, yo soy Monica”, les dijo. Los guionistas confiaron en ella.

Quizá lo más bonito de ‘Friends’ es que los seis actores también eran amigos en la vida real, algo que influyó en algunas decisiones que se tomaron detrás de las cámaras. En 1996 hubo un momento crucial, cuando el reparto, que entonces cobraba de forma desigual, se alió no solo para que empezaran a cobrar lo mismo, sino también para que les subieran el sueldo. “Acordaron que de allí en adelante cualquier decisión que tomaran la tomarían juntos, ya se tratara de dinero, de publicidad o de su continuidad en la serie. Incluso en lo relativo a los premios; participarían todos en la misma categoría: actor secundario, no protagonista”, relata Miller. También hicieron saber a los productores que, si uno de ellos era despedido, se marcharían todos.

Acordaron que cualquier decisión que tomaran la tomarían juntos, ya se tratara de dinero, de publicidad o de su continuidad en la serie

Trabajar en equipo les beneficiaba claramente a la hora de hacer negocios pero su amistad también fue creciendo con el paso del tiempo, algo que encantaba a sus seguidores. “Se contaban toda clase de anécdotas acerca de que las tres chicas siempre comían juntas. Por ejemplo, que Jennifer y Courtney siempre comían lo mismo del catering del plató. Creo que era ensalada de pavo. Hasta ese detalle se comentaba”, explica a Miller la periodista Elaine Lui. Según la revista People, todos se volcaron con Lisa Kudrow cuando se quedó embarazada, haciéndole regalos para el bebé u ofreciéndose como canguros. Cuando Jennifer Aniston tenía problemas amorosos, Matthew Perry era “el hombro en el que lloraba”.

"Están todos hechos polvo"

Aniston, Perry, Cox, Kudrow, LeBlanc y Schwimmer afectaron al resultado final de la serie pero la serie, a su vez, esta influyó enormemente en sus vidas. En solo un año, todo cuanto conocían cambió por completo. “Dejaron de salir en grupo. Dejaron de salir, en general”, cuenta Miller. LeBlanc vivía por entonces en un edificio de pisos y a todas horas llamaban desconocidos a su puerta. “Tengo que comprarme una casa con verja”, pensó. Pudo permitírselo, claro. A Rachel, por su parte, por muchas películas que hiciera, le costó sacudirse el personaje de Rachel Green.

‘Friends’ era su vida. Al principio, quedaban los seis juntos los jueves para ver la serie, pero dejaron de hacerlo a medida que avanzaban las temporadas y ellos se iban haciendo mayores. “Pasamos cada vez más tiempo con nuestros seres queridos, la dinámica va cambiando”, contó Schwimmer en una entrevista.

La grabación del último episodio el 16 de enero de 2004 fue la -difícil- despedida a toda una vida. Estaban todos sentados en los sofás del Central Perk en un descanso, todos “llorosos y alicaídos”. “Tenían los ojos tan enrojecidos y se habían sonado tantas veces los mocos que los retoques de maquillaje se estaban haciendo eternos”, escribe Miller. LeBlanc fue quien soltó el comentario que lo empeoró todo: “¿Os dais cuenta de que esta es la última escena en la cafetería?” Todos rompieron a llorar y Kevin S. Bright, el director del episodio, salió del plató, dándose por vencido. “Es una crisis nerviosa, están todos hechos polvo”, les explicó a los productores.

La serie terminó de grabarse el 23 de enero, ya que el último episodio tenía una hora de duración. Curiosamente, terminó como empezó. Courtney Cox, que nunca fallaba una línea, se equivocó varias veces. “Se trastabillaba una y otra vez”, con las paredes lilas desnudas a su alrededor, listas para ser desmontadas. Cuando volvió a equivocarse, una tristeza y una tensión enormes llenaron el plató. De nuevo fue Matthew Perry quien, como diez años antes en mitad de una fuente helada, arrojó luz y risas para salvar la situación: “Me parece que van a despedir a alguien”, dijo. Después, Cox dijo bien su frase, culminando una etapa que marcó vidas.

“Como en el capítulo de ‘Friends’ en el que…” es una coletilla que no es difícil de oír en una conversación. Las referencias a ‘Friends’ forman parte de la vida de quien se ha tragado temporada tras temporada y lío tras lío, que ha reído -y llorado- con sus personajes y que se toma su tiempo para reflexionar, muy serio, que es Rachel “pero a veces un poco Joey, por la comida”. La periodista Kelsey Miller reconoce en la serie “ese afecto inconfundible y transformador que solo puede existir entre los amigos de verdad: esa red que te recoge cuando la familia te decepciona o se deshace”. Especializada en cultura pop, ahora publica ‘I’ll be there for you’ (Harper Collins), un repaso minucioso y nostálgico detrás de las cámaras, con anécdotas, datos desconocidos o el alcance de su impacto cultural, firmado con el cariño y la clara devoción que solo puede tener un fan.

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