Los pabellones gemelos de España y Austria en la Expo 2020: "El cono no tiene propiedad"

El pabellón de España en la Expo Dubái 2020 será un conjunto de chimeneas solares. Lo firma el estudio Amann-Cánovas-Maruri. Acción Cultural Española convocó el concurso público el pasado 13 de febrero y el proyecto ganador ya ha cobrado vida sobre el papel. El recinto central, de unos 6.000 metros cuadrados, ubicado en la zona de la sostenibilidad y las nuevas energías, se materializará en una gran plaza cubierta por unos volúmenes cónicos que se elevarán hasta el cielo. Una descripción que también podría valer para el proyecto de... Austria. La firma de arquitectura Querkraft llevará a Dubái el pabellón del país centroeuropeo. Si bien nace de materiales diferentes, el entramado de conos es sospechosamente parecido, al menos visto desde el exterior. La pregunta es inmediata. ¿Por qué estos dos proyectos parecen tan similares?

¿Pudo haber plagio? Tras la confirmación de la participación de España en Dubái 2020, con el lema ‘Conectar mentes, crear futuro’, las propuestas arquitectónicas comenzaron a tomar forma para conseguir representar al país en la Expo Universal, que tiene previsto reunir a más de 180 participantes y atraer a más de 20 millones de visitantes. Bajo el título ‘Personas y lugares’, el proyecto de Amann-Cánovas-Maruri se proclamó ganador el pasado 19 de septiembre ante otros cinco finalistas.

“Nosotros presentamos el proyecto justo antes de irnos de vacaciones, el 30 de julio”, explica a El Confidencial Nicolás Maruri, uno de los arquitectos responsables del pabellón español, cuyo trabajo lleva macerándose desde mayo. Él niega la mayor: “No existe ninguna relación físicamente posible entre los dos proyectos”. España confirmó su participación en Expo Dubái 2020 en febrero de 2017 y Austria hizo lo propio en agosto de este mismo año, sin embargo, el pabellón de Austria se falló pocos días antes de que lo hiciera el de España. “Si se estudian las fechas, se puede ver perfectamente que no hay plagio posible porque uno de los dos tendría que haberse conocido dos o tres meses antes”.

Contactada por El Confidencial, Acción Cultural Española ha decidido no pronunciarse de momento sobre este asunto.

Al observar las llamativas fotografías de ambos proyectos, el exterior de los pabellones resulta muy parecido. “Hay fotos o imágenes desgraciadas que pueden hacer que parezcan similares, pero no tienen en absoluto nada que ver. Es como confundir un huevo con una castaña. Hay que ser muy ignorante para decir que hay cualquier parecido. Esto son desgraciadas coincidencias”, zanjan desde el estudio. Explican que el interior y la función de los dos pabellones difieren. “El proyecto español está muy desarrollado, tenía unas exigencias muy superiores. El nuestro es un pabellón potente que va a contener restaurantes, con otros espacios intermedios, salas de cine…”, insisten enumerando las diferencias. “El de Austria tiene otras intenciones: es una especie de espacio cerrado, una escultura de piedra. El nuestro es de tela, ligero y medio transparente; el suyo es sólido y masivo”.

No tienen en absoluto nada que ver, es como confundir un huevo con una castaña

¿Existe el plagio en la arquitectura? Maruri se posiciona en contra de este concepto. “El cono no tiene título de propiedad, es como si me dijeras que las oficinas de Madrid están plagiadas porque son todas rectangulares y con vidrios. O que los coches tienen todos cuatro ruedas y se copian los unos a los otros”.

"No es original ni de uno ni de otro"

Los volúmenes cónicos del pabellón de España no solo tienen una potente imagen visual, también una función climática. “Las chimeneas solares hacen que la temperatura de los espacios sea más agradable que la temperatura del exterior”, explican desde el estudio. “Uno de los objetivos es consumir la mínima cantidad de energía y producirla nosotros mismos. Lo más lógico era enterrar las zonas que consumían energía, y las que no, convertirlas en espacios protegidos del sol”, añaden.

Estas técnicas son utilizadas en Oriente Medio y, según opina el arquitecto Ramón Lahoz, la idea general de ambos proyectos es bastante común. “Cuando los arquitectos vamos por allí, las casas de Anatolia, de Siria o Persia nos llaman mucho la atención. Los dos proyectos están basados en la misma idea, pero luego son muy diferentes: el español está materializado como una jaima ligera y el austriaco es más masivo, más cueva”, explica.

Eso sí, los ‘skylines’ que dibujarán cada uno en el cielo de Dubái serán parecidos, pero Lahoz descarta la idea del plagio. “No es original ni de uno ni de otro porque es una idea de la cultura tradicional árabe. La imagen final es muy similar, pero los procesos por los que llegan a ella son muy diferentes”. Lahoz señala la influencia de la cultura de la imagen. “Vemos el primer pantallazo y es fácil pensar que es un plagio. Pero hoy en día, con todo tan a mano y con posibilidad de mirar todo de forma directa, no es tan fácil ni plagiar ni ser original”.

Sobre esta originalidad reflexiona también Lahoz: aunque las chimeneas son una imagen “fuerte” para los ojos ajenos, en Dubái son algo “más o menos convencional”. “Reinterpretar las chimeneas solares es algo que ahora se da mucho porque se ve como algo fuerte... aquí. Si vas a Anatolia, está llena de jaimas y no es tan espectacular. Lo entiendo como un homenaje al sitio y un respeto, más que como inventar nada”.

En octubre de 2020, ambos pabellones se levantarán colosales en suelo árabe y Maruri no quiere hablar de “plagio”. Insiste en que, después del trabajo duro del estudio, hay que disfrutar, hacer “el mejor pabellón posible y luchar por la imagen de España”. Lahoz se muestra menos convencido: “Si fuera el arquitecto de uno de esos proyectos, estaría preocupado por las consecuencias de que dos edificios que se parecen tanto en una foto estén próximos en un enclave tan mediático”.