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"Me hago caca y a veces se me escapa": el último reto de los reyes de la música infantil
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'YO SOY RATÓN'

"Me hago caca y a veces se me escapa": el último reto de los reyes de la música infantil

Manu Rubio ha publicado dos discos con canciones infantiles que también se dirigen a los padres; ahora, cada día de agosto, sube un vídeo traduciéndolas para los niños sordos

Foto: Manu rubio, compositor y profesor de música, ha creado Yo Soy Ratón.
Manu rubio, compositor y profesor de música, ha creado Yo Soy Ratón.

“¿Qué es ser un niño bueno? ¿No llorar aunque duela? ¿Comérselo todo? ¿Ir feliz al cole? ¿Dormir de un tirón? Ah, vale, que ser un niño bueno es no dar problemas al adulto”. Lo firma Yo Soy Ratón, el grupo engendrado por el compositor y educador Manu Rubio. Con su álter ego, Rubio crea canciones infantiles aptas para adultos, con piezas que forman un grito de los niños “pidiendo que los adultos bajemos a su altura”. La frase que encabeza el artículo es la que utiliza para presentar su canción ‘No soy un muñeco’. “No soy un muñeco ni de trapo ni cartón, y aunque me lave la carita con agua y con jabón, si me desenredo el pelo y me tira, grito mogollón”, continúa el estribillo, serpenteando entre el juego y la protesta. Yo Soy Ratón nada con ternura entre el rock o el funk y ahora, su creador ha querido que llegue a todo el mundo: cada día de agosto subirá un vídeo interpretando una de sus canciones en lengua de signos.

Todas las noches, a las diez, y hasta el 29 de agosto, Yo Soy Ratón publica en YouTube y en Facebook un nuevo vídeo con un intérprete traduciendo sus piezas mediante manos coreográficas. Todos ellos van acompañados de un mensaje que ayuda a comprender el significado de la canción. “La vida muchas veces te empieza a mandar señales”, cuenta Manu Rubio por teléfono a El Confidencial. Esta idea de acompañar sus canciones con lengua de signos surge fruto de su trabajo como profesor de música infantil en el Colegio Reggio Explora de Madrid. “Vi que los niños lo aprendían súper fácil y que ayudaba a la integración en la clase de la única niña no verbal que usa la lengua de signos para comunicarse. Quise traducir todo no solo con la idea de que fuera para la comunidad sorda, sino para todos los niños”, explica. “Al final son juegos de manos”.

Para Manu Rubio es su primera toma de contacto con la lengua de signos e insiste en que todavía está experimentando. “Son los niños de clase los que me lo han enseñado a mí”, ríe. “Las canciones infantiles de cero a tres años van acompañadas de signos y muchos de ellos coinciden con los de esta lengua. Lo tienen muy interiorizado”. Su música inclusiva no solo está acercando sus letras a los niños sordos, también a sus seguidores de siempre o a los que no pueden hablar. “Me lo dijo una madre: los niños ahora no solo pueden escucharlo, también pueden cantarlo”, rememora. “Y que un grupo como nosotros que no viene de ese mundo se meta en esto ahora, ayuda a naturalizar la lengua de signos y la integración ante muchos de nuestros seguidores".

Yo Soy Ratón tiene material para rato. Su primer disco ‘Canción protesta’, se publicó en 2014, y el año pasado lanzaron ‘No soy un muñeco’, el cual resumen con las palabras de Loris Malaguzzi, fundador de la pedagogía Reggio Emilia: “El niño tiene cien formas de expresarse, pero los adultos les arrebatamos 99 porque les decimos todo el rato lo que tienen que hacer o cómo deben actuar”. Ahora, Rubio está subiendo sus canciones a YouTube pero ya las había compartido en directo en varios conciertos acompañado de una banda, algunos en el Café Berlín o en la Sala Galileo Galilei, de Madrid. Su idea es, más adelante, llevar la lengua de signos a los directos. Algunos artistas como Rozalén ya les ha abierto el camino. Rubio la toma de referencia. “La intérprete y ella son una sola”.

“Escucha, papá, así me siento yo”

placeholder Yo Soy Ratón en una actuación en la Sala Galileo.
Yo Soy Ratón en una actuación en la Sala Galileo.

“Con esta canción damos los buenos días todas las mañanas”, dice Rubio en el vídeo de ‘Buenos días’. Es una canción mucho más sencilla que otras que suenan en sus discos por eso, confiesa, fue la que eligió para interpretar él mismo. Mientras ‘Buenos días’ es un tema más inocuo, ‘Canción protesta’, ‘Caca’ o ‘Superbasureros’ se sumergen en otras temáticas. Es algo que defiende Rubio: a los niños hay que ofrecerles de todo, no siempre lo mismo. “‘Canción protesta’ contiene motivos por los que un niño puede protestar. Cuando por ejemplo se da un golpe y llora y el padre o la madre enseguida le dice que se levante y que no llore, que no pasa nada. Muchas veces es una dificultad nuestra, de los adultos, ver llorar a nuestros hijos. A nosotros nos duele y por eso no queremos que llore. Pero al final llorar es una forma de expresión, de sacar fuera las penas”.

“Llevo poquito en la escuela, yo me adapto, pero cuesta. Si me traes por la mañana y te vas sin decir nada, ¿cómo quieres que me sienta?” entona en ‘Canción protesta’.

Rubio, que tiene una hija, es consciente de que los padres hacen lo mejor posible, pero también cometen errores. Por eso, muchas de sus canciones también van dirigidas a los adultos. En la canción ‘Caca’, el niño se va a quedar con esa palabra porque le resulta graciosa, explica, pero el mensaje es “deja a tu hijo tranquilo, no tengas prisa, que el tema de controlar el esfínter es madurativo y cuando él se dé cuenta va a ser súper rápido”. Las canciones de Yo Soy Ratón acumulan varias lecturas según quién las consuma, también para los educadores. “Yo nombro mucho la mirada y me refiero a la forma en la que miramos al niño. Nosotros construimos al niño según cómo le veamos. Si le ves capaz, será capaz, o por lo menos vas a permitir que lo sea.”

Algunos patrones de aprendizaje heredados pueden hacer que no siempre actuemos de modo respetuoso hacia los hijos

“El amor de los padres hacia sus hijos e hijas es algo incuestionable”, explica el músico en uno de los vídeos. “Pero algunos patrones de aprendizaje heredados pueden hacer que no siempre actuemos de modo respetuoso hacia ellos”. El hijo de un compañero de trabajo de Rubio se quedó absorto con una de sus canciones. Después, el pequeño de tres años se dirigió a su padre: “Escucha, papá, así es como me siento yo”.

Música en el cuerpo

La lengua de signos no es la única manera de acercar la música a personas con discapacidad auditiva. Aldha Pozo participa como intérprete en varios de los vídeos que Yo Soy Ratón está publicando este mes de agosto y explica que no es lo mismo ser sordo profundo que tener una pérdida auditiva. De ello dependerá el sistema de comunicación que usen. “Cuando es profunda, en la que utilizan la lengua de signos como comunicación, normalmente suelen acercarse a los altavoces porque las ondas sonoras vibran y lo sienten en el cuerpo. Es una forma de saber cuál es la intensidad de la música y una manera de disfrutarlo por sensaciones.”

placeholder En un concierto, las personas sordas pueden sentir las vibraciones de la música si se colocan cerca de un altavoz.
En un concierto, las personas sordas pueden sentir las vibraciones de la música si se colocan cerca de un altavoz.

Pozo también señala la existencia de bucles magnéticos en algunos lugares públicos, como cines, teatros o universidades, que se utilizan para facilitar la escucha a quienes utilicen audífonos. “El bucle magnético elimina las interferencias sonoras que hay y les llega el sonido directamente al audífono. No amplifica más pero es un sonido muy limpio”.

Yo Soy Ratón quiere aportar una de las dimensiones a través de la cual la música se convierte en algo accesible. Un total de 29 canciones revolucionarias, escatológicas y cariñosas cargadas de empatía que ahora tienen su reflejo en el mundo visual.

“¿Qué es ser un niño bueno? ¿No llorar aunque duela? ¿Comérselo todo? ¿Ir feliz al cole? ¿Dormir de un tirón? Ah, vale, que ser un niño bueno es no dar problemas al adulto”. Lo firma Yo Soy Ratón, el grupo engendrado por el compositor y educador Manu Rubio. Con su álter ego, Rubio crea canciones infantiles aptas para adultos, con piezas que forman un grito de los niños “pidiendo que los adultos bajemos a su altura”. La frase que encabeza el artículo es la que utiliza para presentar su canción ‘No soy un muñeco’. “No soy un muñeco ni de trapo ni cartón, y aunque me lave la carita con agua y con jabón, si me desenredo el pelo y me tira, grito mogollón”, continúa el estribillo, serpenteando entre el juego y la protesta. Yo Soy Ratón nada con ternura entre el rock o el funk y ahora, su creador ha querido que llegue a todo el mundo: cada día de agosto subirá un vídeo interpretando una de sus canciones en lengua de signos.

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