Lidia San José: de estrella infantil olvidada a enamorar a todos como 'Chica Netflix'

Hubo lágrimas. Hubo mordidas de labio. Muchos tuvieron ganas de abrazarla. Uno de los episodios de la segunda temporada de ‘Paquita Salas’ ha arrancado corazones y los ha expulsado en forma de desahogo y cariño en redes sociales. Su protagonista, Lidia San José, los ha recibido casi de mil en mil. San José asumió la fama televisiva en los noventa cuando formó parte del clasicazo ‘A las once en casa’, con Antonio Resines o Ana Obregón. Pasaron los años, la serie terminó y la actriz, que parecía encaminada al estrellato infantil con su incursión en ‘¡Ala… Dina!’ fue difuminándose entre papeles pequeños hasta desaparecer del ojo público. Eso fue, claro, hasta que llegaron Los Javis.

“Te mereces cosas fantásticas”, “No dejes de trabajar nunca”, “Estamos enamorados de ti”. La televisión la olvidó y ahora la audiencia la reclama. La primera temporada de ‘Paquita Salas’ fue el bombazo patrio de Flooxer hace dos veranos. Ahora ha vuelto de la mano de Netflix, con cinco nuevos episodios que se hacen cortísimos para los fieles de Javier Calvo y Javier Ambrossi. En esta nueva temporada, la representante se encuentra en uno de sus peores momentos, con la agencia hundida en deudas y actrices que abandonan el barco. La que sigue fiel a su vera es Lidia San José, que se interpreta a sí misma como uno de los talentos que prometen florecer bajo el abrigo de Paquita. Su ocasión llega con un pequeño papel en ‘El secreto de Puente Viejo’, ofreciendo uno de los episodios más lacrimógenos de la temporada y la razón por la que a las redes sociales de Lidia -la de verdad- no paran de llegar mensajes de cariño.

“Me dicen que les gusta mi trabajo y que todo me vaya bien, es muy bonito que la gente que no te conoce desee que seas feliz”, cuenta por teléfono a El Confidencial abrumada y contenta. Le han llegado, como poco, unos dos mil mensajes que asegura que no esperaba para nada. Solo hace falta entrar en su perfil de Twitter para ver una pequeña muestra. “Es impresionante, al principio intentaba contestar a todo porque creo que todo el mundo que escribe se merece una respuesta pero al final es imposible.” La emoción que sentía durante los primeros días le impedía dormir. “Le dije a una amiga que acaba de ser madre: ‘me pasa como a ti, es algo muy emocionante que solo tiene cosas buenas’. No lo entendió”, relata entre risas.

El mérito más grande quizá sea que todos los mensajes son positivos. “Siempre hay gente a la que no le gusta tu trabajo, aunque sea por ir a contracorriente pero no me ha pasado. Supongo que los trolls llegarán cuando ponga algo feminista”, bromea.

"Lo de Los Javis es como la Movida Madrileña"

En el episodio, Lidia acude a grabar su frase en ‘El secreto de Puente Viejo’ pero su inseguridad y sus nervios le juegan una mala pasada. Entre escenas, un recuerdo del propio Resines, su padre en ‘A las once en casa’, aparece para darle apoyo y consejo, algo que ha cautivado el corazón de la audiencia. “En realidad, aunque haya recuerdos de ‘A las once en casa’, nunca me ha pasado bloquearme o quedarme en blanco en el trabajo”, explica. Esa situación concreta, de hecho, está basada en una experiencia de Javier Ambrossi.

“Creo que la gente se ha sentido identificada. Con la frustración, con estar fuera de lugar, que nos hagan el feo…”, comenta respecto al éxito del episodio. “También les da pena y se identifican”.

Algo que le encanta, dice, es saberse a la altura del obsequio que le han hecho los Javis con su personaje. Está basado en ella, en su vida, pero se lo toma “como cualquier otro”. “Con la diferencia de que este es un regalo de los Javis y cuando te dirigen tan bien, es muy fácil”. Durante la conversación, Lidia se deshace en elogios hacia los creadores de ‘Paquita Salas’ y ‘La Llamada’. “Son lo mejor que me ha pasado, son unos genios súper talentosos y no hay nadie en esta generación que esté haciendo lo que ellos. Dentro de treinta años podré decir que he trabajado con Los Javis”, ríe. “Esto es un poco como la Movida Madrileña, en el sentido de que no eres consciente de que lo estás viviendo pero estás haciendo algo histórico”.

"Veía Netflix cuando no tenía castings"

La clave en el trabajo de Los Javis, dice, es el cariño que transmiten a lo que hacen. “Creo que parte de su éxito es por el amor que ponen, no creo que haya otro rodaje en el mundo con más amor que este”. Aunque supone que la tercera temporada de ‘Paquita Salas’ tiene que arrancar este verano, asegura que todavía no sabe cuándo tiene que volver de México ni qué hace su personaje. “Los Javis son tumbas”. Eso sí, no es la única producción de Netflix en la que está inmersa: tiene también su papel en ‘Luis Miguel’, la serie que cuenta la historia del cantante mexicano. “Cuando llegué a México al principio no conseguía castings y pasaba el tiempo viendo Netflix”, recuerda Lidia. “Ahora trabajo para la empresa que me hizo compañía durante mis meses ahí, es como un sueño”.

En su descripción de Twitter, Lidia ha escrito la coletilla “Chica Netflix”, y aunque ahora su imagen está en el centro de la atención mediática, insiste en que eso no significa nada. “Todo eso me da igual, es solo parte de mi trabajo”, comenta. “Yo nunca quise ser famosa, yo lo que quiero es ser actriz. Por supuesto que es algo muy bonito pero no tiene más trascendencia. A la gente le ha emocionado y me alegra muchísimo que se reconozca mi trabajo pero yo no trascenderé. Quien descubra la cura del cáncer, por ejemplo, es quien tiene que trascender en la historia. A no ser que se encuentre alguna cinta mía”, bromea.

La actriz de 'Paquita Salas' alcanzó la fama de adolescente, pero nunca ha interferido en su vida. “En ‘A las once en casa’ grababa todos los días y los fines de semana estudiaba y no salía de casa”. Ahora vive en México, queda con sus amigos o va al teatro. “Mi vida es eso y no ha cambiado desde ‘Paquita Salas’”, asegura. Aunque la exposición mediática es mayor, insiste en que eso es una parte mínima de su vida. “Este trabajo es así, de repente haces algo que tiene éxito, luego la gente se olvida, luego vuelve… Pero lo que queda es tu vida de verdad y eso no cambia.”