Guía para el Día de los Museos (o cualquier otro día): ruta por las galerías más raras

Hay gente que hace todo tipo de colecciones: desde figuras de algún animal concreto, hasta dedales, pasando por imanes de todos los países habidos o por haber o periódicos de fechas señaladas. Esto no nos sorprende. Lo que sí nos sorprende es encontrar este tipo de colecciones enmarcadas en un edificio dedicado únicamente a ellas: ¿un museo de dedales? Por qué no. En realidad existe, en la ciudad alemana de Creglingen, a unos 80 kilómetros de Núremberg. Sin embargo, no es necesario viajar hasta ningún otro país para disfrutar de los museos más extraños y originales que nos podamos encontrar.

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En España tenemos unos cuantos. Desde la plataforma de reservas de experiencias de ocio y cultura Musement, han hecho un recopilatorio de las galerías más curiosas del país, ubicadas en puntos que han tirado de originalidad para salvar la ausencia de obras artísticas de gran envergadura y presentar una alternativa al turismo:

Museo de Saleros y Pimenteros, en Alicante

Se encuentra en el municipio de Guadalest y es el único de este tipo que existe en toda Europa. El Museo tiene más de 20.000 saleros y pimenteros procedentes de todo el mundo, recopilados a lo largo de 30 años por Andrea Ludden. Tienen saleros y pimeneteros con formas de pájaros, gallinas, perros, gatos, toros... pero también de astronautas o lavadoras. "Algunos hablan, otros se mueven, aquellos están entrelazados y otros son magnéticos", apuntan desde el museo, que se presenta como una alternativa con el "balance perfecto entre arte, entretenimiento y cultura". Existe un museo similar en Gatliburg, en el estado estadounidense de Tennessee.

Museo de las Brujas, en Navarra

¿Quién no ha visto —o al menos ha oído hablar— de las brujas de Zugarramurdi, que Álex de la Iglesia llevó en 2013 a la gran pantalla? Allá por el siglo XVII, decenas de vecinos de la comarca fueron acusados de brujería y muchos de ellos condenados a la hoguera. Así Zugarramurdi ser convirtió en el pueblo de las brujas, y no había mejor ubicación para levantar el Museo de las Brujas, en el que se homenajea a acusados, víctimas de la Santa Inquisición y de una época en la que este tipo de relato basado en la imaginación de una joven que afirmó haber volado en un sueño y haber presenciado un aquelarre, acabó con sus vidas el 8 de noviembre de 1610.

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Junto al museo se hace imprescindible visitar las Cuevas de Zugarramurdi, donde se realizaban ritos paganos y que fueron utilizados por los inquisidores como prueba de que en el pueblo se llevaban a cabo actos de brujería.

Museo de Carrozas Fúnebres, en Barcelona

Por seguir la ruta más tétrica de los museos, se hace necesario desplazarse hasta Montjuïc para visitar este museo, que acoge la única colección de carrozas fúnebres de Europa expuesta al público. Hay un total de 13 ejemplares, entre las que se encuentran una gótica, otra imperial —usada en el entierro del torero José Gómez 'Joselito'— o en la que se realizó el sepelio de Enrique Tierno Galván.

Durante la Noche de los Museos —sábado 19 de mayo— en el museo hablarán de la carroza imperial, cuyo último servicio fúnebre tuvo lugar en 1986.

Museo del Orinal, en Salamanca

De ejemplares de gran tamaño como las carrozas damos un salto a pequeños artículos que nuestros abuelos y bisabuelos colocaban estratégicamente debajo de la cama por si había alguna urgencia nocturna. En Ciudad Rodrigo se encuentra el Museo del Orinal una colección de pequeños inodoros antiguos de José María del Arco Ortiz, conocido como 'Pesetos'. Con más de 1.300 ejemplares, los objetos proceden de todas las partes del mundo, acompañados de una estupenda selección de escupideras.

Inaugurado en 2006, ha ido creciendo con los años gracias a los regalos y donaciones de amigos y familiares del 'Pesetos'. Tal y como cuentan en su página web, la historia de esta curiosa galería comenzó en los años 80, cuando un amigo realizaba una serie de reformas en el Hospital de La Pasión de Ciudad Rodrigo: allí descubrió muchos de ellos, y avisó a José María, quien "sin pensárselo dos veces" los guardó para que no desaparecieran de la historia.

Museo de la Alpargata, en La Rioja

Las alpargatas se han vuelto a poner de moda: conocida como 'espardeña' en algunas zonas —en referencia al esparto con el que se fabrican—, es un calzado cuyo origen podría llgar hasta la sandalia egipcia. Las primeras alpargatas están documentadas en Europa en el siglo XIV, concretamente en Cataluña. Para esta 'reliquia' histórica, se levantó el Museo de La Alpargata en Cervera del Río Alhama, una galería ubicada dentro de un hotel rural que permite conocer la historia de este calzado.

La exposición, distribuida en dos plantas, recorre todas las fases de la elaboración de la alpargata, desde la fabricación hasta su origen, y pasa por todos los "conflictos surgidos" a su alrededor: desde "el camino seguido hasta conseguir una alpargata más moderna" hasta "el futuro al que se enfrentan".