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Madrid 1961: cuando Ava Gardner se lo bebió y se lo metió todo
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'arde madrid', la nueva serie de movistar+

Madrid 1961: cuando Ava Gardner se lo bebió y se lo metió todo

Movistar+ comenzará en enero el rodaje de 'Arde Madrid', una comedia que recuerda el paso de las estrellas de Hollywood por la España de los sesenta dirigida por Paco León

Foto: Luis Miguel Dominguín y Ava Gardner, en una imagen de archivo.
Luis Miguel Dominguín y Ava Gardner, en una imagen de archivo.

Cuenta la leyenda —confirmada por uno de sus protagonistas— que una noche de principios de los sesenta, a las puertas del mítico Pasapoga, una achispada Ava Gardner montó en un taxi para ir a buscar a un bailaor gitano de nombre Falico —lúbrico hasta el nombre—, quien se le había puesto entre ceja y ceja a la actriz y que la obligó a recorrer todos los locales flamencos de la farándula noctámbula madrileña hasta altas horas de la madrugada. Gardner, petaca en mano, fue de tablao en tablao hasta que el taxista, a eso de las seis de la mañana, le sugirió irse a dormir, que ya iba siendo hora, y que ya de paso le pagase la carrera. Pero la actriz no tenía dinero ni alegría de vivir encima, así que el solícito taxista tuvo que volverse a casa, con la factura sin pagar y más de uno y dos tejos tirados en saco roto. Eso sí, al día siguiente volvió a buscarla y saldaron cuentas de lo primero, pero no de lo segundo, por mucho que las malas lenguas fabulen. Y el taxista, atención, acabó dejando el taxímetro, dedicándose a la canción y convirtiéndose en un icono tan castizo que no hubiese desentonado en la mesa que Gardner compartía día sí, día también en Chicote. No era otro que José Luis Cantero Rada, más conocido como 'El Fary'.

Una anécdota que es 'peccata minuta' dentro del seísmo que supuso en la noche capitalina el desembarco de las estrellas hollywoodienses —Gardner, Sophia Loren, Charlton Heston, el productor Samuel Bronston— en una España franquista que acababa de abandonar la autarquía y se abría poco a poco al mundo exterior. Y precisamente en esta época es en la que se ambienta 'Arde Madrid', la próxima serie que Movistar+ empezará a rodar este 15 de enero bajo la dirección de Paco León y con Inma Cuesta, Anna Castillo, Julián Villagrán y el propio León en el reparto, además de algunos actores internacionales todavía por desvelar. Creada también por el director de 'Kiki, el amor se hace' junto a la guionista Anna R. Costa, 'Arde Madrid' retratará el contraste de esa España sumergida en "la realidad de la dictadura y del franquismo" en la que aterriza la 'dolce vita' de los grandes estudios, en una extraña convivencia espacio-temporal de dos polos que no podían ser más opuestos. Además, será la primera serie española producida para una cadena privada rodada en blanco y negro.

placeholder Lucía Bosé, Luis Miguel Dominguín y Ava Gardner, en una imagen de archivo.
Lucía Bosé, Luis Miguel Dominguín y Ava Gardner, en una imagen de archivo.

Una serie que en su primera temporada —Movistar+ no descarta que haya más— contará con ocho capítulos que recrearán la convulsión de una "élite hedonista y libre" —en palabras del propio León durante la presentación de la serie a los medios— a su llegada en 1961 a una España conservadora en la que "la gente de fuera se corría juergas" mientras "la clase trabajadora llevaba una vida pobre e ignorante de lo que ocurría fuera de sus fronteras". Por eso, León y Costa han elegido el punto de vista del servicio para contar una historia de contrastes, una "comedia llena de glamur y verdad" que da pie para hablar de "la dictadura, la liberación de la mujer y el analfabetismo sexual" de gran parte de la sociedad española de la época.

Un proyecto en el que León y Costa han estado trabajando durante más de cinco años, documentándose a través de la crónica rosa de la época y de libros como 'Beberse la vida', de Marcos Ordóñez, "una crónica testimonial de aquellas noches locas que la actriz pasó en el Madrid de los cincuenta, años en los que las cinematográficas estadounidenses iban a la caza del suelo español para sus rodajes", como contaba la desaparecida Ana María Moix en 2004. Una época en que las barras de Riscal, Lhardy o Chicote veían desfilar a actores, marqueses, americanos de la embajada y de la CIA, toreros y folclóricas que, a puerta cerrada, vivían el cachondeo madrileño acompañados de prostitutas y artistas de diverso pelaje.

placeholder Juan Domingo e Isabelita Perón. (Movistar+)
Juan Domingo e Isabelita Perón. (Movistar+)

Y entre los sufridores ilustres de los desbarres 'gardnerianos', los vecinos de abajo del dúplex de la actriz en la avenida Doctor Arce 11, del barrio de El Viso, que no eran otros que el general Juan Domingo Perón y su mujer Isabelita, que acabaron más arriba del moño de las multitudinarias 'soirées' de la estadounidense. "El contexto histórico que hemos buscado parte de una anécdota: en 1961, Ava Gardner es la vecina de arriba del general Perón. Imaginaros lo que tuvo que pasar ese señor", bromea León

En la primavera de 1950, Ava Gardner recaló en Tossa del Mar para el rodaje de 'Pandora y el holandés errante' (1951), donde además de caer prendada —según las revistas— de su compañero de reparto, Mario Cabré, también lo hizo de "España y todo lo que ofrecía, incluidos los toros… y los toreros". ¿Cómo decirle que no a un país en el que los hombres desayunaban un 'sol y sombra'? La actriz vivió por temporadas en Madrid durante 12 años, más o menos, una época en la que "se lo bebió, se lo folló y se lo metió todo", cuenta el actor y director. "Gracias a que había un Gobierno fascista, no había libertad de prensa", así que pudo crearse el clima de la 'dolce vita' madrileña en que las celebridades —propias y extranjeras— podían desfasar a lo grande sin aparecer en la portada de ninguna revista.

placeholder Actrices de Hollywood y folclóricas mezcladas gracias a la noche matritense. (Movistar+)
Actrices de Hollywood y folclóricas mezcladas gracias a la noche matritense. (Movistar+)

"Ava Gardner era una mujer que actuaba como un hombre, era una marciana" que "hacía lo que le daba la gana, se acostaba con quien le daba la gana, que no era madre porque no le daba la gana —había abortado tres veces— y que, lo más importante, tomaba ella misma las decisiones de su vida", cosa que las mujeres de la época no solían poder hacer. Cuenta León que a Gardner, cuando empezó su carrera a eso de los 18 años, la Metro Goldwyn Mayer le dio un diafragma para evitar sobresaltos inesperados, algo a lo que se había acostumbrado a llevar toda la vida pero de lo que las mujeres españolas no habían oído ni hablar. Y en la serie, hay un momento en el que "están las criadas todo el rato preguntándose por qué la señora no se queda embarazada".

León: "Decían que tenía un organismo fabricado para beber y que, al día siguiente, podía rodar hasta dieciséis horas sin problemas"

"Ava estaba muy mal vista", explica Costa. "Era considerada una puta y una borracha". Y una estrella de Hollywood que había llegado a cobrar 400.000 dólares de la época por protagonizar '55 días en Pekín'´(1963) junto a Charlton Heston y David Niven, un filme rodado entre Madrid, Las Matas y Valencia. Corrían entonces por los corrillos de enterados un sinfín de anécdotas de la vida salvaje que llevaba "el animal más bello del mundo": que si un día, en la barra de un tablao —pongamos el Villa Rosa, por entonces propiedad de Lola Flores y El Pescaílla—, Gardner se bajó la bragas y se puso a hacer pis, mientras la gente comentaba que "aun meando era una diosa". O que una noche Dominguín y ella se batieron en duelo para ver quién podía beber más bourbon de un trago, y que si el torero se bebió lo correspondiente a dos copas, la actriz acabó con toda la botella y las mismas ganas de siempre de seguir de farra. "Decían que tenía un organismo fabricado para beber y que, al día siguiente, podía rodar hasta 16 horas sin problemas".

En 'Arde Madrid' recordarán momentos como el bautizo de Antonio Flores —al que acudió Gardner— o cómo cayó en el grupo la muerte de Hemingway, pero también se centrarán en las vidas ficticias de la criada de Gardner, Ana Mari, interpretada por Inma Cuesta —una antigua "profesora de la Sección Femenina", una "mujer franquista muy franquista, bastante convencida, coja por la poliomielitis, una virgen, analfabeta sexual", describe el director—; el chófer, Manolo —encarnado por el propio León—; la joven criada Pilar —Anna Castillo—, y Floren, el hermano esquizofrénico de Ana Mari —Julián Villagrán—, en un fresco rodado en espacios reales y teniendo en mente las referencias del neorrealismo italiano o la comedia de Berlanga.

'Arde Madrid' será la fotografía de un país que también acogió a Sinatra —por entonces amante y examante cíclico de Gadner— que vino a rodar 'El coronel Von Ryan' en Málaga, allá por 1964, y que acabó en los calabozos por una pelea de bar. Después de pagar una sanción de 25.000 pesetas y escoltado por la policía militar, el cantante se despidió de España con —dicen— la siguiente frase: "Nunca volveré a este puto país". ¡Y olé!

Cuenta la leyenda —confirmada por uno de sus protagonistas— que una noche de principios de los sesenta, a las puertas del mítico Pasapoga, una achispada Ava Gardner montó en un taxi para ir a buscar a un bailaor gitano de nombre Falico —lúbrico hasta el nombre—, quien se le había puesto entre ceja y ceja a la actriz y que la obligó a recorrer todos los locales flamencos de la farándula noctámbula madrileña hasta altas horas de la madrugada. Gardner, petaca en mano, fue de tablao en tablao hasta que el taxista, a eso de las seis de la mañana, le sugirió irse a dormir, que ya iba siendo hora, y que ya de paso le pagase la carrera. Pero la actriz no tenía dinero ni alegría de vivir encima, así que el solícito taxista tuvo que volverse a casa, con la factura sin pagar y más de uno y dos tejos tirados en saco roto. Eso sí, al día siguiente volvió a buscarla y saldaron cuentas de lo primero, pero no de lo segundo, por mucho que las malas lenguas fabulen. Y el taxista, atención, acabó dejando el taxímetro, dedicándose a la canción y convirtiéndose en un icono tan castizo que no hubiese desentonado en la mesa que Gardner compartía día sí, día también en Chicote. No era otro que José Luis Cantero Rada, más conocido como 'El Fary'.

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