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La disparatada ciudad belga en la que Puigdemont sería un exiliado feliz
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el nacionalismo reducido al absurdo

La disparatada ciudad belga en la que Puigdemont sería un exiliado feliz

La frontera entre Bélgica y Holanda parte en dos el pueblo de Baarle, convertido en parque temático de las tensiones territoriales. Alastair Bonnett analiza el caso en un libro sobre enclaves insólitos

Foto: Terraza de una cafetería de Baarle divida en dos por la frontera
Terraza de una cafetería de Baarle divida en dos por la frontera

He visto cosas que no creeríais: declaraciones de independencia de Cataluña con la bandera de España colgada en el balcón de la Generalitat, Mossos d' Escuadra de chufla secuestrando y drogando a Álvaro de Marichalar, propaganda nacionalista brillando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser, ‘Piolines’ con porras en llamas más allá de Orión…

Ahora que parece que la inexorable independencia de Cataluña -que tan histérico puso a todo el mundo- quizá tenía más de performance que de realidad, y ahora que la fuga belga de Carles Puigdemont igual sitúa al 'procés' más cerca del astracán que de la secesión, es inevitable imaginar qué será lo siguiente en este serial con tantos giros que la trama de ‘Perdidos’ parece plana y previsible a su lado...

Foto: Europa según los españoles.
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He aquí una loca apuesta de futuro dentro de la actual lógica errática de los acontecimientos: Puigdemont acabará exiliado (y reinando) en la ciudad belga de Baarle-Nassau... O 'Puchi' haciéndose fuerte en la frontera más disparatada del planeta... La ceremonia de la confusión definitiva...

Chotis territorial

placeholder Baarle en el mapa
Baarle en el mapa

“Baarle-Nassau y Baarle-Hertog son dos aldeas que están dentro y al lado de la otra. Hay veintidós fragmentos de suelo belga (Baarle-Hertog, 2.306 habitantes) dispersos de forma irregular en territorio de Holanda, dentro y alrededor del pueblo holandés de Baarle-Nassau (6.668 habitantes), y ocho partes de Baarle-Nassau que están dentro de los fragmentos belgas. Algunos tienen forma de bloques, pero otros son como criaturas larguiruchas provistas de tentáculos largos y retorcidos", explica el geógrafo británico Alastair Bonnett en ‘Fuera de Mapa’, ensayo sobre territorios insospechados, fronteras absurdas y secesiones surrealistas que publica ahora Blackie Books.

"El enclave más grande de Baarle tiene 1,54 kilómetros cuadrados y el más pequeño, un campo vacío, tiene 2,6 kilómetros cuadrados. De los doscientos sesenta enclaves que existen en el mundo, un 12 % están en Baarle y alrededores”, añade Bonnett.

placeholder Mapa del pueblo
Mapa del pueblo

“Toda esta abundancia de fronteras implica que, cuando los visitantes pasean por Baarle, nunca están seguros de en qué país están. Cuesta no llegar a la conclusión de que ambos lugares comparten el mismo espacio. Así es ciertamente como lo viví yo durante el lluvioso día de septiembre en que visité Baarle, por mucho que me moviera siguiendo el mapa fractal de los dos municipios. Aunque algunas de las fronteras están marcadas con cruces blancas pintadas en el asfalto, simplemente hay demasiadas para que resulte práctico señalizarlas todas. En una franja de ciento sesenta metros de Kapelstraat, donde los visitantes abandonan un enclave belga de gran tamaño para a continuación cruzar dos pedacitos cercanos de Bélgica con forma rectangular, tuve ocasión de caminar en línea recta a través de cinco fronteras nacionales en menos de un minuto”, describe Bonnett.

placeholder Casa construida justo en medio de la frontera entre Bélgica y Holanda
Casa construida justo en medio de la frontera entre Bélgica y Holanda

¿Es Baarle territorio ideal pues para que estalle una guerra civil? Pues no. Lejos de generar caos, la frontera artificial que agujerea Baarle cual queso de gruyère tiende al folclorismo costumbrista...

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Bienvenidos a...

“Baarle es un lugar amable y perfectamente corriente, y sus habitantes se enorgullecen sin ostentaciones de ser el único caso importante que queda en el mundo de problemas fronterizos medievales… Los dos ayuntamientos han recurrido a la plétora de enclaves que hay en Baarle como principal argumento para atraer turistas. En la actualidad trabajan juntos para conseguir que la UNESCO declare los dos pueblos Patrimonio de la Humanidad”, aclara Bonnett.

Resumiendo: Baarle-Nassau y Baarle-Hertog como gran parque temático de la división territorial, lo que lo hace especialmente apetecible como destino final de un hipotético exilio de Carles Puigdemont.

Se pagan impuestos en el país donde se tiene la puerta de entrada. Esto ha provocado que los vecinos que vivían en medio movieran sus puertas un par de metros para situarlas en el país más barato

Baarle es, en definitiva, una metáfora del nacionalismo reducido al absurdo. No exenta de las inevitables dosis de picaresca...

“En Baarle, la tradición dicta que una propiedad pertenece al país en el que está la puerta de entrada. Pero ¿qué pasa si la frontera atraviesa la puerta? En ese caso, la solución de compromiso es que las dos partes en que queda dividido el edificio pertenezcan a países distintos. Esta situación potencialmente complicada no ha acostumbrado a durar mucho en Baarle por culpa de otra práctica local, según la cual se pagan impuestos en el país donde se tiene la puerta de entrada. Por supuesto, esto ha provocado que los vecinos que vivían en medio de las numerosas fronteras de Baarle movieran sus puertas un par de metros para situarlas en el país más barato”, zanja el ensayista.

Naciones que brotan como setas

Lo crean o no, Baarle no es el caso más extraño que analiza Alastair Bonnett en su libro. También hay sitio aquí para:

placeholder Portada
Portada

1) Sealand: plataforma flotante de 550 metros cuadrados abandonada en aguas internacionales (frente a la costa inglesa), constituida como Estado independiente en 1967 (Principado de Sealand) y que emite moneda y pasaporte propio. O la (micro)nación más pequeña del mundo.

2) Islas remotas que aparecen y desaparecen debido a las tormentas marinas y que generan tanganas territoriales cada vez que salen a flote (la lucha entre India y Bangladesh por controlar el islote de New Moore).

3) Una isla fantasma del Pacífico (Sandy Island) que Google Earth no tiene claro si existe o no.

Y así todo.

‘Fuera de mapa’ es, por tanto, un auténtico festín para los amigos de las derivas folclóricas de todo buen conflicto identitario que, como ya hemos visto las últimas semanas, no son precisamente pocas.

He visto cosas que no creeríais: declaraciones de independencia de Cataluña con la bandera de España colgada en el balcón de la Generalitat, Mossos d' Escuadra de chufla secuestrando y drogando a Álvaro de Marichalar, propaganda nacionalista brillando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser, ‘Piolines’ con porras en llamas más allá de Orión…

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