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Gregorio Morán: "Me impresionó la crueldad de la Pasionaria"
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reedita la historia más completa del pce

Gregorio Morán: "Me impresionó la crueldad de la Pasionaria"

El escritor purgado recientemente de 'La Vanguardia' por sus opiniones sobre el 'procés' independentista asegura que la libertad de expresión en Cataluña es "cero patatero"

Foto: Gregorio Morán.
Gregorio Morán.

El veterano periodista Gregorio Morán (Oviedo, 1947) publica un sustancioso libro, de más de 1.000 páginas, sobre la historia del Partido Comunista de España. Se trata de una versión corregida y aumentada de otro título de hace 30 años, que apenas tuvo repercusión por oscuros motivos detallados en el texto.

Más allá de posiciones personales, el monumental 'Miseria, grandeza y agonía del Partido Comunista Español' (Akal) es un tesoro para historiadores, yonquis de la política y activistas del cambio social. Morán es conocido por no andarse con rodeos ni diplomacias a la hora de recordar la trayectoria de los personajes públicos. La Transición fue un pacto de olvido, sostiene Morán, lo que quizás explique por qué molestan los investigadores que, más allá de la corriente dominante, rescatan los hechos de la papelera de la Historia.

placeholder Portada de 'Miseria, grandeza y agonía del PCE'.
Portada de 'Miseria, grandeza y agonía del PCE'.

El prólogo a la nueva edición explica que muchos de los datos surgen del archivo documental del PCE, a los que Morán tuvo acceso privilegiado, antes de que parte del material desapareciese. ¿Cuáles fueron los papeles que más le impresionaron? “Sin duda, la correspondencia personal entre dirigentes. Por ejemplo, las cartas que Dolores Ibárruri 'Pasionaria' escribió desde Moscú a Enrique Líster, que estaba en Varsovia. Muestran abiertamente la crueldad de los tiempos y la crueldad de Dolores Ibárruri. Creo que después hubo una depuración de documentos y muchos se han liquidado. El problema es que el archivo estaba a cargo de una funcionaria muy frágil, que pensaba que el material pertenecía a quien la había contratado, no a los historiadores. En el fondo, tiene lógica: si le pedía una carpeta un coronel de tanquistas de la Guerra Civil, no tenía manera fácil de negársela. Algunos aprovecharon para afeitar la Historia. Han desaparecido cantidad de documentos por conveniencias personales”, lamenta.

Estalinismo y derrotas

Un gran momento del texto es el recuerdo de la primera reunión del PCE después del batacazo electoral de 1982. Tras unas décadas duras pero gloriosas, donde comunismo fue sinónimo de antifranquismo, el PSOE arrasó por completo, dejando al PCE como una simple anécdota. Morán comenta en el libro reuniones internas de alto nivel que confirman la desconexión entre los líderes comunistas y la realidad. “El PCE se convirtió en un partido más pendiente del poder que de la calle. El dato fundamental es que en la Transición fue el partido con una militancia más joven y unos dirigentes más viejos. Eso no es una casualidad, sino un indicativo de que los de arriba se estaban aferrando al poder. Como pasa en tantos sitios, todo se reduce a una cuestión de poder”, subraya.

El PCE se convirtió en un partido más pendiente del poder que de la calle. En la Transición, fue el partido con una militancia más joven y unos dirigentes más viejos

Es frecuente escuchar que los partidos comunistas son más propensos a las luchas internas, debido a un ‘gen cainita’ que les impide desarrollarse. ¿Está de acuerdo? “En absoluto. Todos los partidos tienen dinámicas estalinistas. Lo que se llama cainismo no tiene que ver con la izquierda, sino con las derrotas. Ahora el PP vive tan a gusto porque Rajoy gana elecciones, cuando las pierda habrá peleas, como en el caso del PSOE”, señala.

Carrillo fue una 'prima donna' desplazándose siempre hacia donde quería el poder

Izquierda ágrafa

Otra de las cuestiones que el libro pone sobre la mesa es la incapacidad de los comunistas españoles para articular sus propios medios de comunicación. O, incluso, para ocupar el lugar que les correspondía por seguimiento en la esfera pública. ¿A qué se debe esa disfunción? “No había material humano. Teníamos pensadores potentes como Manuel Sacristán y Manuel Vázquez Montalbán, a quienes llamaban 'los Manolos'. El problema es que eran las guinda del daiquiri. Una estrategia de comunicación no se levanta con dos firmas, hacen falta organizadores, gente comprometida y capaz de articular. Si repasas el equipo de un proyecto como el semanario 'La calle', encontrarás muchos nombres que pasaron por el PSOE y terminaron en la derecha más montaraz. Bien pensado, esa fue también la evolución de Carrillo, que fue una 'prima donna' desplazándose siempre hacia donde quería el poder”, afirma.

Tampoco exime de su parte de responsabilidad a los cuadros y bases comunistas, poco dadas al rigor intelectual. “A Sacristán no le leían ni sus propios discípulos. Me parece algo patético. Ahora mismo, en nuestra época, se ha impuesto una izquierda ágrafa, mas pendiente de los tuits y de la televisión basura que de leer reflexiones con sustancia. En Portugal, por ejemplo, tienen una prensa notable. Aquí solo se abren periódicos por necesidades políticas, como ‘Público’ en la época de Zapatero”, denuncia.

Todos los partidos tienen dinámicas estalinistas. Lo que se llama cainismo no tiene que ver con la izquierda, sino con las derrotas

Planteo la duda sobre qué pervive del comunismo en 2017. En principio, estamos ante algo más mustio que la momia de Lenin, pero Alberto Garzón —actual líder del PCE— es el político mejor valorado por los españoles. También crecen los partidos sin la hoz y el martillo, pero que usan la expresión 'en común'. ¿Está la cosa más animada de lo que parece? “Uy, es una cuestión complicada. Lo único que puedo decir es que, por suerte para todos, políticos como Alberto Garzón y lo que queda de Izquierda Unida no tienen nada que ver con el antiguo partido comunista donde yo milité”, apunta.

El periodista más censurado

En los últimos años, la figura de Gregorio Morán ha crecido a golpe de polémica. Su libro ‘La decadencia de Cataluña contada por un charnego’ (2013) contenía un artículo censurado donde denunciaba la sumisión de la prensa catalana. 'La Vanguardia” prohibió publicar esa columna en pleno periodo electoral. Su siguiente lanzamiento, ‘El cura y los mandarines’ (2014), fue prohibido por Planeta debido a, según Morán, informaciones que no gustaban a Víctor García de la Concha, exdirector de la Real Academia Española.

Por suerte para todos, políticos como Alberto Garzón no tienen nada que ver con el antiguo Partido Comunista donde yo milité

El pasado verano, 'La Vanguardia' despidió a Morán por un artículo titulado “Los medios del movimiento nacional”, donde señalaba paralelismos entre el referéndum del 1 de octubre y las consultas promovidas por el franquismo. ¿Qué opina de la libertad de prensa en Cataluña? “Diría que es cero patatero. A la hora de hablar de medios de comunicación, siempre hay que mirar los recursos para hacer bien tu trabajo. Eso ha bajado mucho por culpa de internet. En Cataluña, la situación se agrava el doble o el triple. Existe un sistema de subvenciones que convierte a los medios en entidades dependientes. Será interesante ver cómo afecta a esto la aplicación del 155. No veo a Montoro pagando esas subvenciones. Ahora mismo, los medios catalanes solo publican lo que interesa a la empresa y a los jefes”, denuncia. ¿Alguna predicción sobre el conflicto catalán? “Sinceramente, no tengo motivos para ser optimista. Lo único que me atrevo a decir es que esto acaba de arrancar, estamos viendo el comienzo. Recuerdo mucho esa frase gallega que dice que, por mal que estemos, la situación siempre es susceptible de empeorar”, concluye.

Posdata: Morán escribe ahora su columna semanal en 'Crónica global', la única oferta que tuvo tras el despido de 'La Vanguardia'. “También se acercaron medios de izquierda con ofertas lamentables, pretextando que eran empresas sin ánimo de lucro. Me parece muy triste, ya que es una negación del valor del trabajo, la artesanía y el esfuerzo de escribir. Por desgracia, esa es la izquierda mediática que tenemos”.

El veterano periodista Gregorio Morán (Oviedo, 1947) publica un sustancioso libro, de más de 1.000 páginas, sobre la historia del Partido Comunista de España. Se trata de una versión corregida y aumentada de otro título de hace 30 años, que apenas tuvo repercusión por oscuros motivos detallados en el texto.

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