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Enrique Bunbury: "¿Quién no ha perdido el control en algún momento?"
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Gira española en diciembre

Enrique Bunbury: "¿Quién no ha perdido el control en algún momento?"

El ex cantante de Héroes del Silencio analiza las claves de su nuevo disco

Foto: Enrique Bunbury en concierto en México. (EFE)
Enrique Bunbury en concierto en México. (EFE)

Estamos en la semana grande de los seguidores de Enrique Bunbury, el rockero español con la parroquia más intensa y entregada. A lo largo de los años, he tratado muchas veces con sus seguidores, siempre en intercambios agradables. Por ejemplo, el chico que te pilla tomando notas en el concierto y te suelta un discurso de veinte minutos para asegurarse de que no dejarás mal al artista de su vida. También el compañero de facultad que proclama, con máxima solemnidad, que Bunbury es lo mejor que ha dado el rock español, un “genio” cuyas letras podrían compararse con nuestros grandes poetas. O el fan cuya colección de rock español consiste exclusivamente en la discografía de Bunbury, que además suele comprar media docena de entradas por gira.

La fama extrema en España es algo prácticamente imposible de mantener

Nando Cruz, colaborador de esta sección, recuerda haber estado en un concierto de Bunbury en Huesca y, una hora después de finalizar, cruzarse con un devoto que seguía coreando “Quiiique, Quiiique…” mientras su novia le pedía que parase. Como Depeche Mode, Rapahel y Manolo García, estamos ante un artista “de fans” al que se puede seguir desde los catorce hasta el asilo. Muy pocas veces escucharás a otro rockero o a un melómano empedernido cantar las alabanzas de Bunbury, tampoco abundan las versiones, pero es obligatorio reconocer el mérito de cualquier músico que mantiene el interés del público durante más de tres décadas.

Arte, amor, meditación…

Este mes presenta su noveno álbum en solitario, 'Expectativas' . Su discográfica ofrece entrevistas por correo electrónico para promocionar el trabajo. “Supongo que el disco es bastante oscuro, sobre todo la primera parte, donde sobrevuela la decepción y el desengaño. En la segunda mitad, en cambio, se concretan opciones y parcelas de libertad y alivio. En mi opinión, solo el arte, el amor, la contemplación y meditación te libran de participar en 'La ceremonia de la confusión', de la que se habla otra de las piezas”. Cómo habrán adivinado, estamos ante un trabajo conceptual, aquella idea de los años setenta para que los rockeros más profundos pudieran plasmar con detalle su cosmovisión del momento social o un estado de ánimo especialmente intenso. Sin duda, un formato a medida de Bunbury.


Con su disco anterior, ‘Palosanto’ (2013), sucedió un fenómeno curioso. Contenía algunas canciones de alto voltaje político, pero un sector de la prensa y los fans que no acabaron de registrarlo. ¿Estamos ante un error de cálculo del artista o es una muestra de sordera del público? “La diversidad de opiniones enriquece tu obra. Que un texto o una música solo se pueda entender de una manera o en un momento generacional no ayuda a que llegue a más personas y países, ni a que aguante el paso del tiempo. Por otro lado, eso no quiere decir que una obra confusa sea buena. Me preocupa que quienes dicen no haber notado el trasfondo social en 'Habrá una guerra en las calles', 'Destrucción Masiva' y 'Despierta' hayan hecho una escucha algo distraída o quizá yo no habré sido lo suficientemente atinado. También me parece fantástico que un oyente pueda escuchar 'Palosanto' de una manera más lúdica y relajada”, comenta indeciso.

Solo el arte, el amor, la contemplación y meditación te libran de participar en la ceremonia de la confusión

En dos de las nuevas canciones, 'La actitud correcta' y 'Mi libertad', hay frases que pueden hacer pensar que Bunbury está decepcionado con el nivel artístico actual. “La calle va por dentro/ y no tienes ni puta idea de rock and roll”, canta en una de ellas. ¿Se refiere a algún artista o estilo en concreto? “Son dos canciones distintas, inspiradas en personajes diferentes. En 'La actitud correcta' se habla de un tipo de músico, no necesariamente de rock, que cuida todos los aspectos de su formación, pero le falta la personalidad y ese detalle único y especial que poseen los grandes de cada género, sea Héctor Lavoe, Elvis Presley, Chavela Vargas o Bjork. En “Mi libertad”, en cambio, hablo de una relación absorbente y anuladora, donde por desgracia la otra persona no entiende a un joven necesitado de expresión a través de canciones y de aprendizaje urbano”, aclara.


Otra de las piezas, 'Parecemos tontos', contiene una frase llamativa: “El reflejo en el espejo/ está loco de atar”. ¿Se refiere a la tendencia de las estrellas de rock a chiflar? ¿Le ha ocurrido a él? “Me considero un tipo sensato. Pero, ¿quién no tiene momentos en los que pierde el control de sus actos? Supongo que, en el trasfondo de tu pregunta, estas hilando que una estrella del rock o del género que sea, pierde los papeles de vez en cuando. Yo no sé más que tú al respecto, solamente lo que veo en los documentales de los grandes músicos. Parece que es cierto que la fama desmesurada desequilibra a muchos. En mi experiencia, te puedo hablar de una época de fama más exagerada, que fue entre finales de los ochenta y primeros noventa. ¡Me lo pasé muy bien! No diría que se me fuera de las manos, porque la fama extrema en España es algo prácticamente imposible de mantener, solo lo han conseguido unos muy muy pocos, entre los que yo no estoy”, aclara, tirando de modestia.

En realidad, Bunbury lleva más de media vida en una espiral de devoción total entre sus fans, muy bien satirizada en el cortometraje “Cariño, me he follado a Bunbury” (2016). Cierto que no llega al nivel de Julio Iglesias, pero puede ser imitado en 'Tu cara me suena' sin que nadie se extrañe.

“Te paso el teléfono de mi contable”

Como buen rockero, no pierde el tiempo con trabajo de oficina. Lo notas cuando preguntas por los últimos escándalos de la SGAE y te interesas por si las entidades de gestión de otros países trabajan mejor. “Buff. Te paso el teléfono de mi contable. Sobre la demanda de mis compañeros contra la entidad no tengo ni remotamente todos los datos. Sé que hay motivos de queja y la sociedad debe sanearse”, responde.

Bunbury es uno de los pocos artistas españoles que triunfa de verdad en América Latina. Por eso me animo a preguntarle por la reciente cruzada de algunos rockeros en contra el reguetón. Curiosamente, los mismos que arremetían contra el éxito de 'Operación Triunfo'. ¿Necesita el rock español un enemigo externo para ponerse las pilas? “Son cosas que pasan en todos sitios. El rap, el trap y el reggeatón también se alimentan de enemigos por doquier, fuera o dentro del propio género. Es cierto que los músicos pop son más asépticos, pero incluso Taylor Swift manda alguna pullita a Kanye West y a Katy Perry. Tampoco pienses que yo soy un músico de rock ortodoxo, que sólo escucho y hago música dentro de los límites del género. Nada más lejano a mis planteamientos y a mis intereses”, explica.


Novedades de la gira

Hace un par de años, el periodista Josu Lapresa escribió un libro sobre 'Pequeño' (1999), el disco más querido por los fans de Bunbury. En uno de los capítulos, preguntaba a diversos críticos sobre su valoración del artista, recibiendo opiniones muy diversas. El único acuerdo estaba en la potencia del maño sobre su escenario. Todos subrayaban que estamos ante un gran intérprete y una estrella del directo. ¿Prepara algo nuevo para esta gira o apuesta por la continuidad? “La diferencia principal son las nuevas canciones. Cuando tienes la mochila cargada con repertorio de distintas épocas, que el público conoce y canta, hacer hueco a un buen número de temas nuevos no es una cuestión menor. En la banda, hemos incluido a Santi del Campo -saxo tenor-, mientras que Jorge Rebenaque ha pasado por un curso intensivo de sintetizadores, secuenciadores y demás texturas. Ahora las guitarras pasan por un sinfín de pedales para conseguir sonidos nuevos y emocionantes, así que gran parte del repertorio pasado pasará por el tamiz de las nuevas sonoridades. Además, llevamos a Miguel González, posiblemente al mejor técnico de iluminación que ha surgido en los últimos años. También hay nuevo diseño con nueva tecnología”, avanza.

La gira de Enrique Bunbury, arropado por Los Santos Inocentes, pasará por Santander (2 de diciembre), Barcelona (6), Madrid (8), Sevilla (10), Valencia 14) y Zaragoza (16). Otra vuelta triunfal por salas de gran tamaño.

Estamos en la semana grande de los seguidores de Enrique Bunbury, el rockero español con la parroquia más intensa y entregada. A lo largo de los años, he tratado muchas veces con sus seguidores, siempre en intercambios agradables. Por ejemplo, el chico que te pilla tomando notas en el concierto y te suelta un discurso de veinte minutos para asegurarse de que no dejarás mal al artista de su vida. También el compañero de facultad que proclama, con máxima solemnidad, que Bunbury es lo mejor que ha dado el rock español, un “genio” cuyas letras podrían compararse con nuestros grandes poetas. O el fan cuya colección de rock español consiste exclusivamente en la discografía de Bunbury, que además suele comprar media docena de entradas por gira.

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